Permíteme tus Memorias y Aclararé las Mías.
Esto no comenzó en el callejón Diagon, oh no… tan sólo se puede explicar lo que aquí sucedió.
-Vamos apresúrate –exclamó una joven a su padre que venía unos cuantos metros atrás-
-¡Sí! Ya voy… al menos déjame observar, hace mucho que pasaba por aquí
-¿A dónde vamos?
-Flourish & Blotts… -respondió su padre-
-¿Y que hay ahí? –se volteó y comenzó a caminar de espalda para verlo-
-Muchos libros… de seguro encuentras algunos adicionales para llevar –sonrió-
-¡Sí genial! –se volteó y volvió a caminar normalmente-
Ambos entraron en la tienda… ¡Que revuelto de personas! Su padre se encargaría del pedido escolar mientras ella buscaba algunos que le interesaran, por lo que subió al segundo piso. Con suerte en un par de cuartos de hora estarían listos, finalmente obtuvieron lo que necesitaban. Compraron nuevos libros para el año escolar y dos adicionales: Magos y Brujas: Misteriosos Desenlaces.
Ella compró dos versiones del mismo… el más antiguo, y el más reciente… esperando encontrar información relacionada con su decisión de cambiar de colegio.
-¡Se nos olvida algo! –comentó la joven-
-¿Sí? ¿Qué es?
-Mi nueva varita…
-Entonces vamos por ella… que mejor lugar para una que Ollivanders-sugirió-
Caminaron a través de grandes multitudes de gente… todos estresados comprando útiles a última hora…
Se pararon frente a la puerta de la tienda…
-Ya estamos listos, nos vamos…
Tres figuras cruzaron el umbral de la puerta, dos de ella ya adultas y un muchacho de quince años aproximadamente… como la joven… el que parecía el padre de la familia chocó contra el de la joven que daba la espalda a la puerta explicándole a su hija la gran variedad de varitas que existían… enseguida, antes de verse los rostros, el que chocó se disculpó educada y cortésmente… segundos después ambos se vieron, la mujer hizo un acto de sorpresa cubriéndose la boca con ambas manos… el muchacho miraba desconcertadamente a su madre con una expresión de repugnancia o vergüenza… nadie se movió de su lugar, y a la joven aquel hombre le parecía muy familiar… ya lo había visto.
FLASH BACK
-¡Padre, padre… mira lo que he encontrado! –dijo la joven bajando velozmente las escaleras para acercarse a la persona que tan afanadamente llamaba-
-¿Qué cosa? A ver, enséñame… -respondió doblando algunas ropas limpias- … Una fotografía… -comenzó a reír en una abierta carcajada después de ver la escena que se repetía una y otra vez-
-¿Ésta es mamá, no? –señaló en la imagen a una joven en su último año de clases de cabello hasta los hombros, y algunas mechas mas largas que colgaban por sus hombros y espalda… era oscuro. Sus ojos eran color miel… no muy alta e increíblemente igual, pero exactamente igual a su propia hija-
-Exacto… no es tan difícil reconocerla, después de todo, es idéntica a ti… -su hija sonrió-
-¿Pero por qué de un momento a otro su sonrisa desaparece y se pone furiosa?
-Ah… fue tan gracioso… veras… este que está aquí, es Lucius Malfoy… ambos éramos cómplices en todo -su padre señaló a un joven de cabellos largos y rubios…- y aquí estoy yo… -esta vez señaló al que se encontraba de su lado, otro muchacho de cabellos hasta los hombros y mechones sobre sus ojos… eran oscuros, pero con la luz se veían algo azules, al igual que sus ojos; tenia un brazo sobre los hombros de Lucius, al igual que el último uno de los suyos sobre los hombros del que narraba aquella anécdota… los dos cómplices parecían morir de la risa de un momento a otro-
-¿Qué fue tan gracioso?... no comprendo –mirando a otro muchacho en la imagen- ¿Quién es el?
-Severus Snape… nuestro objeto de diversión… que buenos ratos pasamos con Lucius molestándolo… yo debía pagar con del desprecio de tu madre, pero bien valía la pena… -el muchacho de cabellos lacios hasta los hombros, negros y en ese tiempo sedosos… se veía avergonzado y con una expresión de miedo y disgusto- Ese día nos tocaba nuestra foto de graduación… y habíamos llevado una rana… que Lucius en el momento en que la tomaron le metió a Severus en el pantalón…
-¿Y por qué mamá se enojó? –preguntó muy confundida-
-Porque ella siempre lo defendía… eran inseparables, muy buenos amigos… y todas las bromas que yo le hacía eran por celos…
FIN DEL FLASH BACK
-Vaya… ¿Eres tu Louis?
-Lucius… como no recordarte… -respondió el padre de la joven-
-¡Oh dios mío! –exclamó la mujer, algo emocionada-
-Narcissa… ya se notan los años en tu persona –ahora su expresión cambio a molesta cruzándose de brazos-
-No has cambiado… sigues siendo un tonto… -agregó ella-
-No puedo creerlo… el idiota que prometió escribirme y que hasta el día de hoy no había sabido nada de el… -dijo Lucius-
-Lo mismo digo… pero que yo recuerde, quién prometió escribir fuiste tu… yo solo dije que respondería a las tuyas, y nunca recibí alguna… así que estamos a mano…
-Esto… ¿Podemos… apresurarnos? –la joven salió detrás de su padre con una expresión de fastidio-
-Pero pensé que tu mu… -Lucius fue cortado por Louis-
-Y es verdad, pero la confundes… esta es mi hija…
-Es igualita a Eos… justo como la vi la última vez… -Narcissa comentó-
-Ya marchémonos…
-Draco… no seas descortés… salúdalos… si no quieres sufrir las consecuencias –la advertencia de su padre sonó muy convincente… estaba obligado-
-Mucho gusto… -haciendo una pequeña reverencia forzada por el bastón de su padre-
-Igualmente, salúdales Eos… -
-Ah si… el gusto es mío… -sin mucho interés, ya que prefería comprar su varita-
-Además de ser igual a la madre… en apariencia lo es en actitud… y más… el mismo nombre… -comentó Lucius observándola detenidamente-
-No suele ser así… discúlpenla…
-Bueno, si no me vas a acompañar, entraré yo sola, habla con tus viejos amigos… no tardaré… -entrando a Ollivanders-
-De acuerdo… Lucius, Narcissa… los invito a tomar algo… ¿Qué dicen? –ofreció Louis-
-Buena idea… Draco… acompaña a la señorita Nightteare a elegir una varita… -Lucius vio la cara de despreció y negación de su hijo y lo empujó adentro- Ahora si… ¿Vamos?
Los padres de los dos jóvenes se alejaron hacia la Heladería Florean Fortescue. Mientras dentro de Ollivanders se encontraban la joven Eos y Malfoy.
-Buenas tardes… han llegado el lugar exacto para una nueva varita… comenzamos con esta… -sacando una de los gabinetes que se encontraban atrás- … bien, treinta y dos centímetros, madera de roble y como núcleo: pelo de unicornio. Si es tan amable en agitarla… -entregándosela a la joven que la agitó sin recibir respuesta de esta… nada ocurrió…- A ver… al parecer esta no es la indicada… sigamos viendo… -pasaron quince minutos y ninguna era para ella… casi siete intentos, la mayoría no hacía nada ante la oscilación por parte de la joven, dos de los intentos botaron algunos cajones- No se preocupe, no se preocupe… ya encontraremos una…
-¿Qué hay de esa? –Draco le señaló a Eos una que se encontraba apoyada contra la ventana para apresurar las cosas, pues ya estaba aburrido-
-Oh esa… llegó hace unos días… la han encontrado en un lugar abandonado lejos de aquí… veintisiete centímetros… madera de magnolio chino, y como núcleo lleva escamas de sirena… por lo que se darán cuenta que no es de esta tienda… es bastante llamativa, su color blanquecino con incrustados dorados en su figura… a mi me agrada bastante, ¿Le interesa intentar? –el anciano preguntó a Draco-
-Es ella quien busca una, no yo… -respondió cortantemente cruzado de brazos-
-¿Puedo verla?
-Claro… tenga –la varita fue retirada de la ventana y llegó a las manos de Eos, sintió algo diferente a las demás… la observó unos momento y la agitó… acto seguido; en la punta apareció una llama azul… prueba suficiente de que esa debía ser la apropiada- ¡Oh! … miré usted… la varita la ha elegido… el muchacho tiene bueno ojo para esto, al parecer.
-Eso quiere decir que puedo llevarla, ¿No?... o como es tan rara no está a la venta…
-Por supuesto que puede llevarla… me la han traído para limpiarla, y luego ponerla a la venta, se me había olvidado hasta que el jovencito la mencionó… si su deseo es llevarla, la limpio de inmediato…
-Si, la llevo… -la joven sonrió-
-¡Excelente!... aunque esta varita como precio mínimo tiene un costo de cuarenta y tres galeones y diez sickles… -agregó mientras la limpiaba. Draco esperaba la respuesta, era algo costoso por solo una varita-
-No hay problema… -dejando las monedas de oro y plata sobre el escritorio, momentos después la varita ya lustrada y brillaza le fue entregada en una cajita del mismo color y flores talladas- Muchas gracias, adiós…
-Muchas suerte y espero volverla a ver por estos lados. –finalizó luego de ver a los dos jóvenes salir de su tienda-
-Gracias… probablemente seguiríamos ahí… -Eos dijo a Draco para caminar hacia la heladería donde sus padres estaban hablando animadamente. El solo la siguió-
-Oh, ya estas aquí… ¿Conseguiste tu varita? –dijo su padre recibiéndola-
-Si… ya podemos irnos…
-Bueno, ha sido un placer volver a verte Lucius, Narcissa… Draco, un gusto el haberte conocido… pero ahora debo retirarme… -ahora Louis comenzaba a incorporarse-
-Si, ha sido corto… pero podremos volver a vernos estos días… de todas formas, nosotros también ya nos vamos… Draco, coge tus cosas… -Lucius agregó, y momentos después, ambas familias tomaban rumbos distintos-
