Compañía.
.
.
Disclaimer: Dragon Ball no me pertenece, su propiedad es de Akira Toriyama.
.
.
Espero que les guste.
.
.
Siempre empezaba con la oscuridad, luego sentía el olor oxidado de la sangre.
Auxilio.
Los escombros. Las explosiones. Ella saliendo de los árboles, debido a la escapada que tuvo con Lapis después de discutir con su madre. La ciudad del Este siendo sólo un desierto.
¡Mamá!
Sangre y cuerpos por todos lados, gente agonizando.
Ayuda.
Lapis cubierto de sangre después de intentar ayudar a una persona.
No puedo más.
El ambiente cambiaba, el olor a químicos y a aceite inundaba el lugar.
¡Lapis!
Máquinas, una camilla de metal, su cuerpo abierto y ella estaba consciente, el dolor yéndose hasta sus huesos.
No quiero sufrir.
Rayos de energía, risas malévolas, cabello negro que cambiaba a rubio, ojos completamente amenazadores.
"No eres una mujer ya, eres una máquina. No dudaré en destruirte"
No, no quiero destruir. Fui programada a hacerlo en contra de mi voluntad.
Un monstruo verde, su hermano siendo absorbido, el monstruo queriendo absorberla a ella.
Tengo miedo.
Sus piernas temblando, sus ojos cegados por el brillo del ataque del monstruo. Un cuerpo pequeño intentado protegerla, ella atacando… Y luego, oscuridad.
¡No! ¡No! ¡Ah!
Miedo, oscuridad, miedo y más oscuridad.
¡Auxilio!
—¡Por favor! —exclamó levantándose de un solo. Notó la habitación oscura, pero no era fría, como es sus pesadillas, había a calidez que la inundaba.
—¿Estás bien, Dieciocho? —un cuerpo, pequeño, pero con la fuerza de un guerrero y el corazón de un humano. Un hombre, gentil y amable, que le enseñó lo humana que ella podría ser. Una persona, que la hizo abrir su corazón y la enseñó a amar.
Miró sus manos, juntas, casi tocándose, sobre el colchón.
—Sí, estoy bien. —nunca admitiría su miedo, el temor que sentía. Pero él siempre lo notaba.
—¿Otra vez la misma pesadilla? —le tomó la mano y se la acarició, tan suave como si ella fuese una delicada flor.
—Sí. —y volvió a acostarse, pero no quería dormir, no quería volver a soñar.
—¿Quieres que te abrace? —Siempre se lo preguntaba, ella jamás, jamás lo pediría.
—Sí. —y la abrazó, y ella abrazó su pequeño cuerpo. Pronto escuchó como la respiración de Krilin se tornaba lenta, se había quedado completamente dormido.
Eso admiraba de los humanos, la facilidad para conciliar el sueño. Eso era lo que extrañaba de ser humana.
Le acarició el cabello y le recorrió la espalda con los dedos.
Siempre que despertaba de una pesadilla, de la misma, él estaba ahí para hacerle compañía y consolarla, así sea que ella no lo pida.
Con él, se sentía segura.
Nota: asdfghjklñ Un pequeño drabble o viñeta K18 para no perder mis orígenes (^^) Como los amo y, después dde ver unas bellas imágenes, me vino a la mente está beieza
Espero que les haya gustado, así como a mi me encantó.
