¡Hola a todos!
Seguro se preguntarán: ¿Qué le pasa al loco Pikachu éste? ¿No actualizará sus otros fics? Jajaja primero déjenme decirles que si actualizaré los otros, sólo que bueno, se me cruzó ésta loca idea por la cabeza y decidí subirlo, no sé que pueda llegar a parecerles pero espero que les guste.
Bueno, sin más los dejo con esto que se llamará: "Lo que tú quieres por lo que yo necesito".
No olviden dejar su comentario al respecto ;)... ¡Saludos eléctricos para todos!
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-Creo que no combinarán con el resto de la casa, ¿Qué opinas?
-Yo creo que…
-¡Perfecto! Siempre sabes que decir.
El hombre se encogió de hombros, era alto, un tanto robusto gracias a su continuo entrenamiento, cabello de color azabache algo rebelde, él decía que así lo hacía ver más él, cosa que no le agradaba mucho a la chica que lo acompañaba pero a él no le importaba mucho, sus ojos eran de un color marrón claro y su tez se encontraba algo bronceada gracias al sol.
-Nunca llego a entender porqué buscas una opinión mía si siempre terminas dando el punto final.
-Aunque creo que a mi madre va a gustarle más éste otro color.
Su compañera ignoraba rotundamente todo lo que él decía, solo le regaló una amplia sonrisa cuando le indicó que debían marcharse de allí para regresar a la casa.
-Puedo pedirle a mamá que me acompañe mañana para terminar de elegir los colores, ¿Te parece bien?
-Si así lo deseas, por mí, está bien.
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-Perdone que la interrumpa, pero le traigo unos papeles que le envía el señor Goodshow.
Una figura algo esbelta se encontraba contemplando el paisaje del lugar parada frente a un gran ventanal de cristal, al escuchar las palabras de la que parecía ser su secretaria, solo giró y caminó lentamente hacía la silla giratoria que descansaba frente a un gran escritorio, con un suave movimiento de su mano derecha corrió solo un poco la silla y se sentó colocando, a continuación, sus codos sobre el escritorio, juntó ambas manos y las posó sobre sus labios realizando un movimiento afirmativo para que la otra persona continúe.
-Son unas carpetas, tres para ser exacta.- La muchacha comenzó a hablar mientras colocaba ordenadamente las carpetas sobre el amplio escritorio.- En la primera le traigo información sobre la competencia de las regiones, los cuales le serán de ayuda para el proyecto del campeón Pokémon.
La mujer tras el escritorio tomó la carpeta y revisó por sobre los títulos, una vez revisado su contenido le indicó que prosiga.
-En la segunda, le traigo los papeles firmados por cada uno de los representantes de cada región, donde le responden afirmativamente a sus pedidos, también tiene los datos de quienes serán los representantes de cada lugar en el torneo.
Volvió a tomar ésta vez la segunda carpeta pero luego de una doble ojeada su entrecejo se frunció demostrando una ligera molestia, cerró la carpeta y observó a la chica.
-Pero aquí falta la aprobación de una de las regiones.
-De eso se trata la tercera carpeta señora.
-Señorita, recuerda que aún no me caso y no pienso hacerlo por un buen rato.- La cortó con voz severa.
-Señorita.
La mujer le sonrió feliz y con un movimiento de su mano izquierda volvió a incitarla para que hable.
-La región de Kalos no nos ha dado su aprobación, ni siquiera se han molestado en responder nuestros llamados, el señor espera que usted viaje hasta allí a hablar personalmente con el actual campeón y representante del lugar.
La chica le entregaba unos papeles que a simple vista parecían ser los archivos donde explica en que consiste el proyecto y donde solicita la aprobación.
-¿Quién es el campeón de aquella lejana región?
-Aquí tiene información, no solo de la región de Kalos, sino también sobre quien es su campeón.
Ella tomó los papeles que su secretaría le entregaba y con una mueca curva, la cual formaba una pequeña sonrisa de lado, golpeó las hojas con su dedo índice y finalmente volvió a guardar los papeles aún manteniendo su sonrisa.
-Creo que será divertido ir a Kalos, sobre todo volver a ver a su campeón.
Su secretaria no entendía muy bien pero no quiso preguntar, solo se limitó a seguirla cuando ella se levantó de su asiento, tomó su abrigo, su cartera, las carpetas y salió de su oficina hablando por su celular.
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Los momentos a solas dentro de la casa eran muy agradables, siempre se sentaba relajado en el sofá de la sala a ver televisión acompañado de su fiel amigo amarillo, creía que luego de un día bastante estresado, ver televisión lo relajaba, no vestía muy formalmente y se encontraba descalzo, compartía unos aperitivos a base de bayas con su Pokémon.
-Parece que hoy la televisión está mucho más aburrida de lo normal Pikachu.
Su Pokémon solo bostezaba sentado a un lado de él, se mantenía cambiando los canales hasta que en un canal informativo divisó un gran revuelo entre un grupo de periodistas, la forma en que rodeaban a la persona que salía de aquella gran oficina y como parecían querer subirse sobre su vehiculo lo hizo subir un poco el volumen y escuchar.
"-No daremos más detalles al respecto, si está confirmada nuestra inmediata partida hacía la región de Kalos pero ya no se les dirá más nada.- Una muchacha de cabello corto color gris parecía responderle una pregunta a uno de los reporteros."
El muchacho se dejó caer de golpe contra el respaldo del gran sofá frustrado por no haber podido escuchar a que iba todo aquello.
"-Les informamos desde la región de Kanto a las afueras de la sede de la liga Pokémon, donde nos acaban de confirmar que la principal cara de la empresa visitará la región Kalos con el fin de conversar sobre un nuevo proyecto de batalla.- Una nueva muchacha apareció frente a la cámara, llevaba su cabello atado en una coleta alta, unos pequeños lentes posados delicadamente sobre su nariz y sostenía un micrófono, que movía a medida que hablaba.- Los saluda Miranda desde el canal de las celebridades Pokémon, gracias y que tengan una linda tarde."
-¿Nuevo proyecto? ¡No lo puedo creer!
De golpe se vio parado frente al televisor emocionado, por lo que había entendido el presidente de la liga viajaría a Kalos y si era para discutir sobre un proyecto en batallas Pokémon de seguro lo vería a él, ¡Era emocionante! El presidente queriendo verlo a él, ¡A él! No pudo controlar su emoción, en menos de cinco minutos se había cambiado de ropa, tomó a Pikachu y salió a toda prisa hacía el laboratorio del profesor Sycamore, de seguro él podía comentarle alguna otra cosa sobre aquella inesperada visita.
Se encontraba tan emocionado que no se percató que aquella noticia había sido del día anterior y que no muy lejos de allí, más bien en el aeropuerto de ciudad Lumiose, una nueva figura descendía del avión.
-Wow, se ve mucho más bella en persona, ¿No lo crees así querida Lillit?
-Si señorita, la ciudad es impresionante.
Ambas mujeres observaban el lugar fascinadas mientras su equipaje era colocado delicadamente dentro del vehiculo que utilizarían en el lugar, una vez terminado de subir el equipaje, ambas subieron al vehiculo para así partir rumbo a la pequeña casa donde se hospedarían.
-¡Vaya! Cada vez me gusta más ésta ciudad, ¿Usted que opina señorita?
-Lillit.- La mujer llamó la atención de la muchacha.- Olvida la formalidad por favor.
-Pero.
-Nada de peros.- La cortó con un movimiento de sus manos.- Si bien estamos en un viaje de negocios, nosotras ya llevamos bastante tiempo juntas, Lillit me has acompañado desde que asumí mi puesto en la compañía, ¡No! Desde mucho antes, creo que sobra la confianza para que dejes de decirme señorita y me llames por mi nombre, ¿Te parece?
-De acuerdo.
-Excelente, ahora solo nos queda llegar y ponernos cómodas, aunque podríamos recorrer la ciudad antes de trabajar en el proyecto.
Y ante la afirmación de su acompañante dibujó una amplia sonrisa en su rostro para luego regresar su vista fuera del vehiculo, sin duda le encantaría recorrer la ciudad en paz antes de tener que enfrentarse a un pasado que creía había enterrado en lo más profundo de sus recuerdos.
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Capitulo I: "Conociendo Kalos".
-Bueno Lillit, ¿Qué te gustaría hacer? ¿Quieres conocer algún lugar en particular?- La mujer acomodaba su cabello delante del espejo, éste se encontraba dentro del baño de la casita en la que residían, su cabello pelirrojo caía delicadamente por sobre sus hombros hasta cubrir parte de su espalda.
-Bueno.- Su compañera comenzó a hablar mientras tomaba asiento delante de un espejo ubicado en la pequeña sala.- Me gustaría mucho conocer la gran tienda que se encuentra en el centro de la ciudad, dicen que sus prendas y accesorios son muy bellos.- Ésta se encontraba tratando de acomodar su cabello corto de color gris perlado.
La chica salió del baño al terminar de acomodar su cabello, el cual lo dejó suelto, se acercó a la cama y dejó allí su piyama, giró para ver a su compañera y la escena delante de ella la hizo sonreír, Lillit se encontraba luchando con unas hebillas, trataba de colocarlas en su cabello enmarañado y éste solo se le escapaba de los agarres.
-Podemos ir a esa tienda y luego a algún café, escuché que hay uno muy bonito y con una esplendida vista.- Se acercó a su amiga y comenzó a peinar su cabello para acomodarlo.- ¿Qué te parece?- Le preguntó orgullosa de ver como resaltaban las pequeñas hebillas doradas en su cabello color plata.
-¡Genial!- Respondió ésta muy animada viendo como había quedado su cabello.- Gracias Misty.- Le sonrió cerrando sus ojos.
-No es nada.- Le devolvió la sonrisa Misty.- ¿Vamos?
Ambas mujeres salieron de la casa tomando unos lentes oscuros y sus respectivas carteras, caminaron un par de cuadras hasta llegar a la Avenida Primavera, en ella se podía ver como las personas caminaban acompañadas de su pareja, familia y/o Pokémon.
-¿Qué sucede?- Preguntó la pelirroja bajando un poco sus lentes al ver como su compañera detenía sus pasos, quitaba sus lentes y la observaba con ojos grandes y brillosos.
-¿Puedo?- Le preguntó Lillit acercándose aún más a ella con sus ojos aún más grandes y brillosos.
-Que.- Misty iba a volver a preguntar pero al ver que cerca de ellas una entrenadora salía de un gran salón de bellezas junto a su Pokémon lo comprendió.- ¡Ahhh ya comprendo!- La observó ahora a su amiga quien continuaba agrandando sus ojos a tal punto que la pelirroja creía que se le saldrían de su cara.- ¿Quieres ir al salón Pokébelleza?- La pregunta provocó que Lillit moviera afirmativamente su cabeza emocionada.- De acuerdo.- Le afirmó y ambas se dirigieron al salón, al entrar pudieron notar como estilizaban a varios Furfrou.
Los Pokémon caninos parecían encantados de recibir tanta atención, desde la recepción se podía observar cada paso que los estilistas daban con aquellas criaturas, desde el lavado, secado y peinado de su pelaje hasta el corte y transformación del mismo, el estilo y diseño era diferente dependiendo el Pokémon y la personalidad de su entrenador.
-Es tan maravilloso.- Exclamó una emocionada Lillit al ver como uno de los Pokémon salía del lugar con un corte estrella.
-¿Solo los estilistas están en éste lugar?- Misty se acercó fastidiada al escritorio de la recepción, el cual se encontraba vacío.
-¿Qué haces?- Lillit se acercó a paso rápido a ella.
-¿Quieres probar?
-¿Qué?
-¿Quieres probar que tan buen trabajo hacen?- Le volvió a preguntar la pelirroja con una sonrisa.
-¡Me encantaría!- Le respondió levantando sus brazos.
-Entonces busquemos que nos atiendan.- Misty comenzó a observar a su alrededor pero no parecía ver a nadie que pudiera ayudarla.- ¿Cómo atienden a uno aquí si no hay nadie en su recepción?- Molesta golpeó la madera del mueble del lugar.
-¿Crees que ya no quedan cupos para el día?- Lillit parecía algo decepcionada.- Y yo que quería probar, ¡¿Y si no tienen cupos de aquí hasta varios meses?!- La expresión de la chica, muy pronto, pasó de ser de decepción a una de horror.
-¡¿Quedarse sin cupos?!- Misty, además de molesta, parecía sorprendida, ¿Cómo era posible eso?- ¡Hicimos un viaje bastante largo como para que nos digan que no van a poder brindarnos su atención en mucho tiempo!- Presionaba su puño derecho en señal de molestia.- Créeme cuando te digo que no nos iremos de aquí hasta que no nos atiendan, como que me llamo Misty Wa.
-¡Lo veo y no lo creo!
Una voz que sonaba tras su espalda la hizo callar y girar a ver a quien le pertenecía.
-¡Pero si es Misty!- Un hombre alto, de apariencia delgada, cabellos rubio y ojos color miel se encontraba con sus brazos abiertos a lo ancho.
-¿Dan?- La pelirroja parecía un tanto desconcertada.
-¡El mismo que viste y calza!- Le respondió él moviendo sus manos aún con sus brazos abiertos.
-¡Dan querido!- Misty se acercó a él saludándolo primeramente con un abrazo para seguidamente pasar a besar ambas mejillas.
-¿Qué es lo que trae a la estrella más bella de Kanto a ésta lejana región?- Le preguntó Dan con una sonrisa.
-Misty.- La voz de Lillit interrumpió la conversación y el tono empleado en su voz provocó que ambos la observen.- Vámonos, no creo que puedan atendernos.
-¡Claro que no!- Misty se paró frente a ella retomando su postura molesta.- ¡No nos iremos hasta que puedas ver a tu Pokémon saliendo de esas puertas con un lindo corte!- Señalaba las puertas de cristal que dividían la recepción de la zona de trabajo.
-Disculpa Misty.- La voz de Dan hizo que tanto Misty como Lillit giraran a verlo.- ¿Qué está pasando y quién es ella?
-Oh, lo siento.- Se disculpó Misty poniendo su mano derecha sobre sus labios apenada.- Ella es mi amiga, asistente y secretaria Lillit.- Presentó a su amiga quien saludó con un movimiento corto de su mano.- Hemos venido a éste lugar porqué vimos que hacen un gran trabajo y teníamos la intención de pedir que trataran a uno de nuestros Pokémon pero parece que la recepción se encuentra algo floja en cuanto a atención se refiere.
-¿Venían por un cupo de atención?- Preguntaba el hombre mientras Misty asentía con sus brazos cruzados.- ¡Haberlo dicho antes mujer por todos los cielos!- La expresión de Dan sorprendió a ambas mujeres.- Me disculpo personalmente pero es muy aburrido solo quedarse tras el escritorio.- Comenzó a explicar ahora mientras les indicaba con un gesto de su mano que lo siguieran.- Para un estilista estar lejos de sus herramientas es como perder la vida, por eso doy los cupos uno o dos días antes, completo el día y puedo divertirme.- Pasaron las puertas de cristal e ingresaron a uno de los cuartos de trabajo, allí acomodó un par de tijeras y un cepillo antes de observar a ambas mujeres.
-¿Trabajas aquí?- Misty estaba sorprendida, no recordaba que él le haya dicho sobre su lugar de trabajo.
-Querida mía, soy el dueño de este lugar.- Le respondió enseñando el lugar entero con sus manos.- Ahora, por favor.- Golpeó suavemente una mesa de hierro que se encontraba delante de él.
-¡¿De verdad?!- La emoción en el rostro de Lillit parecía revivir con cada movimiento afirmativo del hombre.- ¡Si!- Exclamó con euforia saltando en su lugar pero de pronto su alegría volvió a desvanecerse.
-Te aseguro que él no se burlará de Furfrou.- Trató de aliviarla Misty colocando su mano derecha en el hombre de su amiga.
-Todos lo hacen, lo señalan como raro cuando es honorable y muy bello por dentro y por fuera.- Lillit observaba una pequeña esfera de color azul que había quitado de su bolsillo.
-Confía querida amiga, confía.- Las suaves palmadas de Misty calmaron a la muchacha quien suspiró fuertemente ante la mirada de desconcierto de Dan.
-Señor Dan.- Llamó la atención del experto en belleza Pokémon.- Espero mi Furfrou sea de su agrado.- Lillit colocó su Pokébola de color azul sobre sus manos mirando hacía adelante.- Sal.- Expresó suavemente al momento que un Pokémon canino de color negro y blanco aparecía frente a ellos para girarse y brindarle todo su afecto a su entrenadora.
-Es, es.- El rostro rígido de Dan puso en alerta a Lillit, quien pensaba que diría algo malo sobre su Pokémon.- ¡Maravilloso!- Y de un rápido movimiento se acercó al Pokémon colocándose a su altura para observarlo mejor.- Un Furfrou negro, creo que en mi vida solo vi dos Pokémon así.
-¿Puedes trabajar con él?- La pregunta de Misty provocó que Dan se levantara y la observara fijo.
-Les aseguro que cuando acabe serán la envidia de la ciudad.- Le respondió moviendo un poco su cabello rubio con su mano.- Y por lo que observo en ti.- Señaló a Lillit.- El mejor estilo para tu Furfrou es el corte corazón, ¡Oh si!- Exclamó tomando unas cuantas cosas de los estantes que se encontraban tras ellos.- ¡Comencemos!
Las horas pasaban y Misty leía una revista de moda donde mostraban varias celebridades de la región junto a sus Pokémon, los cuales, deducía, habían sido estilizados por su amigo. De vez en cuando levantaba su vista de la revista para observar como Lillit, encantada, observaba el trabajo de Dan y recibía consejos del mismo. (Reemplaza alguno de esos dos observar por Ver o Mirar)
Era pasado el mediodía en la región de Kalos donde se podía ver como un par de mujeres salía del salón Pokébelleza acompañadas de un Pokémon y un muchacho que movía sus manos como explicando algunos puntos importantes.
-Recuerden que se debe cepillar el cabello cada hora para que no se formen nudos.
-De acuerdo Dan.- Le respondía la pelirroja.
-Y Lillit, el que un Pokémon sea diferente no significa que sea motivo de burla, puede que las personas con las que te cruzaste y que insultaron a Furfrou sean personas que no están conformes consigo mismo.- Le explicaba entregándole un Poképuff al Pokémon, quien lo recibía feliz.
-Gracias.- Le agradeció la chica con una reverencia.
Ambas mujeres se despidieron de Dan prometiendo regresar a visitarlo antes de partir rumbo a su región, caminaban junto a Furfrou por las calles aledañas a las plazas Verdes y Amarilla, con rumbo a la Avenida Invierno.
-¿Qué haremos ahora?- Preguntó Lillit observando a su amiga.
-Deberíamos comer algo, hemos pasado toda la mañana dentro del salón de Dan.- Le respondió Misty acomodando sus lentes oscuros.- Vayamos al restaurante le Postín, es uno de los mejores restaurantes del lugar y allí puedes presenciar o hasta combatir en las batallas que realizan en un pequeño escenario.
-¡Vaya! ¿Cómo es que sabe tanto?
-Pues digamos que pasé un tiempo aquí perfeccionando mi entrenamiento.- Bajó sus lentes y le guiñó un ojo.
En cuestión de minutos se encontraban frente al famoso restaurante de la Avenida Invierno, sus grandes puertas y ventanas de vidrio permitían que los ciudadanos del lugar disfrutaran del lujo del lugar.
-Ven.- Misty comenzó a caminar mientras Lillit la seguía.
Al ingresar al lugar la sorpresa en el rostro de Lillit no se hizo esperar, las personas se encontraban tranquilas disfrutando de sus platillos y bebidas mientras algunos combatían amistosamente en el escenario.
-Que hermoso.- Exclamó girando en su lugar al tiempo que ambas llegaban al mostrador del lugar.
-Una mesa para dos por favor.- Misty le hablaba a una camarera que se encontraba de espaldas a ella.
-Un momento señorita enseguida.- La camarera giró a ella y la emoción en su rostro no tardó en estallar.- ¡Señorita Misty!
-¿Cómo estas Lucy?- Saludó la mencionada a la chica de cabellos oscuros.
-¡Que alegría volver a verla!
-Lo mismo digo.
-Por favor acompáñenme por aquí.- La chica tomó unas carpetas, donde se encontraba el menú y con un movimiento de su mano les indicó que la siguieran.
-¿Aquí también la conocen?- Lillit parecía algo sorprendida, no se esperaba que Misty fuera tan conocida.
-Así es, solía venir a éste restaurante cada día, Lucy es muy buena es su trabajo y siempre pedía que ella tomara mi orden.
Lillit estaba por preguntarle algo cuando vio que su amiga tropezaba con una persona, la chica parecía algo distraída y al pasar cerca de ellas, golpeó el hombro de Misty provocando que su cartera caiga al suelo.
-¡Oh mil disculpas señorita!- Se disculpó la chica tomando la cartera del suelo y entregándosela a Misty.
-Deberías tener más cuidado para la próxima.- La voz algo fría de Misty sorprendió a la muchacha, quien se tapó su boca con su mano izquierda.
-De verdad, lo lamento.- Trataba de disculparse con una reverencia quitando su sombrero.
-Oh.- Misty se sorprendió, creía haber visto a aquella muchacha en alguna parte pero al ver que Lucy movía su mano en señal de que tenía una mesa lista dijo.- No te preocupes, solo fíjate, tuviste suerte de que fue contra mí y no contra uno de los camareros del lugar, no creo que fuera nada lindo que en vez de mi cartera fuera agua hirviendo o algún aperitivo caliente el que caiga.- La rodeó y siendo seguida por Lillit acudió al lugar donde Lucy las esperaba.
-¿La conoces?- Le preguntó Lillit al momento en que llegaban a la mesa listas para tomar asiento.
-Me parece algo familiar pero no puedo recordar porque.- Le respondió Misty quitando sus lentes y tomando asiento.- ¿Tú Lucy?
-¿Disculpe?- Lucy parpadeaba sin comprender, no se había percatado de que le hablaban a ella.
-Si conoces a esa muchacha.- Le informó Lillit señalando fuera del lugar donde la chica se encontraba esperando un taxi.
-¡Lillit!- La regañó Misty.- No debes señalar así a las personas.
-Lo siento.- Se disculpó ésta rascando su mejilla derecha.
-Ya que.- Suspiró Misty para luego observar a Lucy.- ¿La conoces?- Volvió a preguntar al tiempo que Lucy observaba a la chica.
-No mucho.- Le respondió girando a ellas.- Sé que su nombre es Serena y que suele venir con su madre a desayunar pero solo eso.- Frunció sus hombros al tiempo que les entregaba las cartas del menú.
-Serena.- Se repetía Misty, definitivamente ahora, conociendo el que podría ser su nombre, le parecía conocerla, la pregunta era de donde.- Lucy.- Llamó la atención de la chica cerrando el menú.- Tráeme la especialidad de la casa por favor.
-Enseguida.- Le asintió ésta anotando en una pequeña libreta.
-Y no olvides que debe ser sin zanahorias ni pimientos.- Le recalcó Misty bebiendo un poco de agua.
-Por supuesto.- Terminó de anotar y dirigió su vista a la acompañante de Misty.- ¿Y tú que vas a pedir?
-Pues.- Lillit continuaba observando el menú hasta que pareció encontrar lo que buscaba.- Me gustaría mucho probar la pasta con salsa de bayas y las papas fritas.- Asintió cerrando también el menú.
-Enseguida.- Volvió a asentir Lucy anotando el pedido echo por Lillit para luego dirigirse a la cocina del lugar.
-¿En qué piensas?- Lillit movió su cabeza hacía un lado viendo la distracción que llevaba Misty en su mirada.
-Juraría que conozco a esa muchacha.- Le respondió ésta casi por inercia pero al ver que Lillit se confundía cada vez más prefirió sonreírle.- Cuando salgamos de aquí daremos una vuelta, ¿Te parece?
-¡Si!- Le asintió su amiga mientras Lucy se acercaba con sus pedidos.
Ambas almorzaban divertidas mientras mantenían una charla sobre diferentes temas, Misty prefería no preocupar más a Lillit, pensaba esperar hasta recordar de donde conocía a Serena.
Mientras tanto, dentro del laboratorio Pokémon del lugar, un muchacho ingresaba exaltado abriendo las puertas de golpe.
-¡Profesor!- Llamaba ingresando al pasillo que lo llevaría, en teoría, hasta la oficina del mencionado.- ¡Profesor Sycamore!- Gritaba dentro del pasillo preguntándose donde estaría el profesor.
-Por todos los cielos Ash, ¿A qué se debe tanto grito?- La voz del profesor saliendo desde una habitación lo tranquilizó en cierta forma.
-Que bueno que lo encuentro.- Dijo Ash acercándose a él.- ¿Está al tanto de las últimas noticias?
-¿La de los Pokémon bailarines?- Le preguntó éste ante la cara de desconcierto del chico.
-¿Bailarines?- Ash arqueó su ceja derecha.- ¡Claro que no! La de la visita del presidente de la liga Pokémon.
-¡Ah!- Asintió el profesor golpeando su puño derecho contra su mano izquierda.- Todo el mundo lo sabe.
-¿Cómo que todo el mundo?
-Si, esa noticia fue de ayer, seguramente estará en Kalos en este momento.
-¡¿Qué?!- Otra vez la sorpresa, ¿El presidente estaba allí y nadie le avisó?
-Así es.- Le afirmó el profesor.- ¿Tienes hambre? De seguro aún no comen nada.
-Bueno, salimos lo más rápido que pudimos con Pikachu.
-En ese caso vengan.- Movió su mano derecha y comenzaron a caminar.- Por lo poco que sé, una chica me informó sobre la llegada del presidente de la liga, dijo ser su secretaria.
-¿A usted?- Le preguntó Ash mientras tomaba asiento en uno de los sillones donde compartirían unas tortas con un café.
-Así es, según lo que me dijeron debo entregarle sus Pokémon.- Le respondió Sycamore entregándole una taza.
-Por lo poco que pudimos oír en las noticias, arribó aquí para debatir sobre un nuevo proyecto.
-Exacto, no sé sobre que es pero espero que me informe cuando llegue, según su secretaría estaría viniendo aquí.- Observó un reloj de pared.- En aproximadamente dos horas.
-¿Le molesta si lo espero con usted?
-Por supuesto que no, podrías ayudarme un poco en mis estudios, estoy investigando a uno de sus Pokémon.- Sycamore le entregó una fotografía y al ver el entusiasmo de Ash sonrió.- Tomaré eso como un sí.
Luego de terminar su café, ambos se dirigieron hasta la habitación por la cual había salido el profesor, allí, sobre una mesa de acero se encontraba sentado muy calmado un simpático Pokémon.
-Un Eevee.- Ash se acercó al pequeño quien lo observaba sonriendo.- Es increíble, hace tiempo que no veía un Eevee.
-Bueno, son Pokémon que no se dejan ver fácilmente.- El profesor se acercó al Pokémon para comenzar a examinarlo mientras parecía anotar unos datos en una libreta.
-¿Se encuentra enfermo que debe darle revisión profesor?- Ash preguntaba mientras le alcanzaba los elementos que el profesor necesitaba.
-No precisamente.- Le respondió éste mientras continuaba anotando.- Me sorprende el poder que tiene, es pequeño pero bastante fuerte.
Las pruebas no llevaron mucho tiempo, Ash se encontraba bastante emocionado de ver como un Pokémon tan pequeño pasaba afirmativamente todas las pruebas, llevándolo a recordar lo que él siempre decía, el tamaño del Pokémon no importa cuando el lazo con su entrenador era grande y fuerte, de seguro el presidente de la liga se llevaba muy bien con sus Pokémon.
Comenzaba a hacerse tarde y no había señales del presidente, El profesor comenzaba a preocuparse, en si debería de haber llegado hacía un par de horas atrás, Ash y Pikachu notaban que la noche estaba cada vez más cerca y al celular del pelinegro no paraban de llegar mensajes de texto, ya se imaginaría de quien eran.
-¿Está seguro que vendría hoy?- La impaciencia parecía consumir a Ash.
-Completamente.- Le respondió éste acercándose a las puertas de entrada.- Puede que se le haya olvidado o alguna cosa.- Pensaba cerrando sus ojos.
-Que mala suerte.- Suspiró resignado el chico al tiempo que su teléfono celular volvía a dar aviso de que un nuevo mensaje llegaba.- Debo irme profesor, me gustaría quedarme con usted pero debo volver a casa.- Se lamentó rascando su cabeza.
-Lo lamento Ash, puede que mañana ya puedas verlo.- El profesor giró a verlo mientras se acercaba a la puerta de entrada.
-Gracias por permitirme quedarme con usted profesor.- Ash le extendió su mano en saludo, Sycamore la aceptó y Ash salió del laboratorio con Pikachu tras él.- Que pena Pikachu.- Su Pokémon caminaba frente a él pero el repentino movimiento de orejas de Pikachu provocó que se detenga.- ¿Qué tienes?- Le preguntó al tiempo que un taxi detenía su marcha frente al laboratorio.- ¿Podría ser?
Un hombre algo alto bajó de la parte delantera del automóvil a toda prisa para detenerse frente a la puerta trasera del taxi, abrió la puerta y una jovencita de cabellos color plata fue la primera en descender del vehículo siendo seguida por una mujer de cabellos color fuego.
-Es.- Las palabras de Ash parecían haber muerto en su boca ante la sorpresa de verla allí, Pikachu aún movía sus orejas.
-Sí, estoy aquí.- Parecía hablar con alguien por su teléfono celular.- Si lo sé yo.- Pero al observar al chico también pareció haber quedado muda.- Te llamo luego.- Colgó su celular y miró a su amiga.- Adelántate Lillit.- La mencionada le asintió y pasó a un lado de Ash luego de pagarle al taxista.- Hola.- Se quitó sus lentes y lo observó con una media sonrisa.- Ash.
