Al fin me atrevo con uno de One piece. Prometo seguir el resto de fics tan rápido como pueda, pero como creo que ya dije, mi computadora eliminó todos los archivos que tenía. T_T En fin, este es de One-piece y se lo dedico a mi queridísima Kim Potter Black, que es como una hermana para mí y de verdad que la quiero mucho.

Bueno, creo que sobra decir que nada de esto es mío, si no probablemente ya habrían encontrado el One piece hace tiempo… xDD (Además, en la vestimenta de Luffy incluiría unos manguitos o un flotador… Leñe, que si no se nos ahoga.)

Ah y por cierto, de momento no hay Lemmon pero aviso de antemano que ES YAOI. Es decir, ya sabéis, chicoxchico. Y con una gran dosis de humor malo y probablemente cursilerías de esas que digo que no me gustan pero que luego no paro de decir… xDU

Bueno, os dejo el epílogo.

Pròlogo. De cómo Zoro decide hacer algo con la situación.

Era un día normal, completamente normal, a bordo del Sunny. Como de costumbre, Nami estaba completamente relajada sentada junto a Nico Robin. Nami simplemente observaba un par de mapas y hacía anotaciones, completamente concentrada, a diferencia de la arqueóloga que estaba semitumbada leyendo un libro con interés y a la vez dando sorbos a un café que Sanji le había preparado. Obviamente, Sanji estaba en la cocina del barco, haciendo alguna delicia para sus dos preciosas chicas, a diferencia a como era costumbre, Franky y Chopper no parecían estar en ninguna parte en concreto. Luffy estaba sentado en el mástil, casi dormido al sol. Y Zoro… Bueno, Zoro afilaba una de sus preciadas katanas mientras reflexionaba.

Y es que parecía mentira que al bruto de Zoro le gustase reflexionar, pero solía hacerlo, eso sí, solamente cuando afilaba sus katanas, porque era un momento solemne para el, en el que podía pensar con claridad, en el que se veía a si mismo reflejado en la hoja brillante de cualquiera de sus tres espadas. Y en estos momentos es lo que hacía, verse reflejado en la espada que solía llevar en la boca. Hacía ya tres días que estaba así de reflexivo, exactamente tres días. Y ¿por qué? Por culpa de Nico Robin.

-Flashback.-

"Isla a la vista." Ese había sido el grito de Ussop al vislumbrar una isla. Estaba oscureciendo pero no les importó, igualmente atracaron en la playa y corrieron al pueblo costero en lo alto del acantilado. Como era oscuro, Nami, quien administraba el dinero, dijo que no importaba, se quedarían en un hostal toda la noche, que echaba de menos una cama decente. Todos obedecieron. Sin embargo en el pueblo, esa noche, había fiesta y tanto insistió Luffy que acabaron por ir.

Bailaron, saltaron, gritaron, hicieron de todo, la gente al principio tenía reparo en ellos pero tras ver la enorme sonrisa de Luffy, todos se quedaron mucho más tranquilos, incluso los invitaron a unas rondas. Y en ello estaban cuando Luffy dijo tener sueño y comenzó a caminar despreocupadamente a grandes pasos hacia el hostal. Nico Robin lo miró, suspirando, y fue tras el. Obviamente, Zoro no tenía más que hacer tras la quinta cerveza, se dio cuenta de que su capitán y Nico Robin no estaban, supuso que estarían en el hostal. Fue hasta allí dando tumbos y subió las escaleras aún tambaleándose.

Iba a ir directamente a su cuarto, pero hubo algo que se lo impidió, entornó la mirada al notar una luz al final del pasillo. Si no recordaba mal, ese era el cuarto que Luffy tenía para el solo (Nami y sus historias de que el capitán tenía que hacerse respetar ante la gente de los lugares, porque según ella los capitanes "no dormían junto a sus súbditos".) fue hasta allá con curiosidad y lo que vio le dejó helado. Nico Robin estaba muy cerca de Luffy, sentada sobre las rodillas del chico, a horcajadas, mientras que Luffy la abrazaba con fuerza. Hablaban sobre algo en susurros, y Zoro no lo soportó, se dio la vuelta y corrió hasta la habitación que le había tocado compartir con Sanji (obviamente, el rubio no estaba allí aún) se tiró en la cama y mordió con rabia su propia mano, ahogando su frustración.

-Fin del Flashback-

Zoro se quedó contemplando su ojo perfectamente verde mientras un destello le llegó al ojo, había girado un poco la katana con lo que el sol se había reflejado por instantes. "Tengo que dejar de pensar en Luffy…" se dijo Zoro impaciente "Pero… No puedo. Está ahí, tumbado, sin hacer nada de nada, solamente dormir al sol… Y si se cae alguien va a tener que salvarlo, obviamente seré yo quien lo hará, no la tonta de Nico Robin…" continuó en su divagación. "Pero el la prefiere a ella… Lo vi el otro día ¿no? Bien pensado, no vi nada, solo se abrazaban. Aunque estoy seguro de que llegaron a algo más… No sé, tal vez dejar de pensar el ello sería bueno pero… no, diablos, no puedo… Bah, Zoro… Si no te importa para nada, deja que sean felices, que se diviertan ellos dos y todo eso que hacen los enamorados…" continuaba como si nada hasta que de golpe algo le tapó el sol con el que tan a gusto estaba. Levantó la vista de la Katana para encontrarse con la cara sonriente de un Luffy que se agarraba el sombrero.

-Luffy, me tapas el sol.-dijo sin interés Zoro. Luffy se sentó delante de él con las piernas cruzadas.

-Zoro… ¿En qué piensas?-preguntó Luffy con curiosidad, sin tratar de ocultarla ni un poquito. Zoro no lo miró a la cara.

-Pensaba en nuestros viajes…-acabó de decir Zoro. Luffy le obligó a mirarlo a la cara, levantándole por la barbilla y encarándolo.

-En serio, Zoro. ¿Qué te pasa?-preguntó enarcando las cejas.

Zoro no lo soportó. Iba a conquistarlo. Costase lo que costase, iba a conquistar a ese pequeño chico del sombrero de paja que tanto apreciaba sobre todas las cosas. Apartó la cara con orgullo.

-Simplemente estoy cansado, eso es todo, el sol me calienta la piel y acabamos de comer, así que solo es eso.-intentó quitarle importancia a la situación. Luffy, al ver que no iba a sacar nada en claro, se levantó, sacudió su sombrero y comenzó a caminar.

-Cuando quieras hablar, yo estoy aquí.-le dijo seriamente yéndose hacia la cocina, con suerte Sanji le daría algo de comer.

-Bien, Luffy… Tal vez pronto sepas qué me pasa…-dijo Zoro en un murmuro.-Me voy a dar diez días, dentro de Diez días habrás caído en mis redes, pequeño.-añadió con una sonrisa perversa. Todo iba a comenzar MUY pronto.

Y bien… ¿Lo sigo? De vosotros depende, queridos fanfictioners.

Quién sabe si Zoro lo conseguirá… (?) Lo que está claro que si no dejáis review, un gatito morirá en mi death note… Muajajajaja!