No se porque me he empeñado en tomar la piedra de Kanako-san. Todos han caído y se quedan mirando como el avión se pierde en el cielo, no se fijan como me escabullo entre las ruinas de la vieja capilla. Dejo que se vayan sabiendo que volverán en un día o dos o quizá una semana. No lo se, no hay nada para mi en ese lugar, Motoko es la primera en regresar, va directamente al jardín y se pone a entrenar. Yo no salgo de la cocina hasta que toda la cena esta lista y Kaolla Suu aparece colgada de unos hilos en el techo.
-Te gusta? Son telarañas, las cargue en cada uno de la nueva serie-Tama.-Me dice moviendose de una a otra.
-S-si-asiento con la cabeza.
-Bueno Shinobu, no te quedes allí, dejame darle una probada que se ve delicioso.
-Anda ayudame a servir la cena, que todos han de estar hambrientos.
Kaolla acepta y en unos minutos estamos preparando todo, Motoko nos mira de lejos y empieza a ayudar, la siguiente en llegar es Kanako San. Se ve muy confundida y no habla mucho mientras se sienta a la mesa.
Empezamos a comer y apenas y me doy cuenta cuando Mitsume y Haruka se nos unen, es una de las mas extrañas cenas que he tenido, como si le hubieran arrancado a la pensión su espíritu, y fuéramos un recipiente vació.
Esa idea es horrible. Me siento deprimida solo de darme cuenta en lo que estoy pensando. Motoko se aparece en la puerta de la habitación, es horriblemente inusual de ella.
-Quieres hablar de ello Shinobu?-Lo dice fríamente, como si se estuviera librando una batalla feroz dentro de ella justo como lo sabe hacer con su espada.
-Motoko, gracias; pero no estoy seguro de que es lo que quiero decir.
-Entiendo, tampoco yo.-Sus pasos bien medidos son como un arrullo.
-Adios Sempai.-Distingo esas palabras saliendo de mi boca mientras me pierdo en mi sueño.
--Notas: Lo se, se que Love Hina es una comedia y esto suena tragico, disculpas pero en verdad necesitaba escribir algo de Love Hina, tratare alguna otra aproximación pero apesto intentando hacer chistes, quiza tensión amorosa me sale mas o menos--
