Hola a todos, esta es mi nueva historia, un poco descabellada:p y melosa a mi manera, jejeje, U.U la verdad no se si continuarla, si kieren k la conitua porfa, háganmelo saber okis?.
INUYASHA NI NINGUNO DE SUS PERSONAJES ME PERTENECE, para que quede claro, n.n pero esta historia si, jejeje, ahí les va
Estúpida Curiosidad
El sol brillaba en lo alto del Sengoku, las ojas verdes de los árboles y el suave trinar de los pájaros rodeaban al grupo de Inuyasha, que durante 2 años había estado juntando los fragmentos de la perla de Shikon, ahora, esta se encontraba casi completa, solo falta un pequeño fragmento que se encontraba sin duda en poder de Naraku, al cual no habían podido derrotar, pero si dejar mal herido.
Presas del sofocante calor, el grupo había decidido descansar un poco al lado de un río, Inuyasha se encontraba sentado en una piedra, al lado de Miroku y Sango, con un abultado vientre que señalaba claramente un embarazo de no más de 7 meses. Kirara se encontraba echada a un lado durmiendo con Shippo a cuestas.
-Sanguito, estas cómoda, no te falta nada?- Miroku miraba fijamente a la ahora su esposa, ella cerró levemente los ojos.
-No Miroku, estoy bien.
-Pero Sanguito, puedo traerte un poco de fruta, ¿no quieres fruta?
-No Miroku, no kiero
-Entonces que te parece un poco de estofado?
-No tengo hambre, Miroku…
-Ah… ¿quieres que te haga masajito en tu espalda? Mi bella sango?
-NOOO MIROKU! ¡DEJAME EMPAAAAZ!- Sango exasperada, se levantó del tronco que estaba sirviendo de silla, y caminó unos pasos hacia Kirara. Miroku la siguió instantáneamente. –ME ESTAS ACOSANDO!.
-Pero también es MI bebe!- Miroku reclamó, y se escuchó un plaf, que significaba claramente que otra vez, el pervertido monje se había pasado de la raya con su supuesto "masaje".
Inuyasha viendo todo lo sucedido, solo dio un hondo suspiro, esto ya era aburrido, se repetía muchas veces al día. Movió ligeramente sus orejas, y su mirada cambió de dirección hacia el río, allí pudo ver a Kagome, estaba agachada en el césped, recogiendo agua del río en sus botellas. Su suave cabello negro se balanceaba suavemente sobre su espalda, se veía hermosa… Eh… ¡Un momento! ¿Qué diablos estaba pensando, no no, no se veía hermosa, ¡para nada, Inuyasha sacudió su cabeza, debería ser el calor que lo estaba afectando, seguro que era eso, o talvez el hambre, si, algo que lo venía afectando hacia unos meses atrás, tenia esa loca necesidad de pararse detrás de ella y llenar sus pulmones de aquel agradable aroma que desprendía sus cabellos, por dios que eso lo estaba matando…
Se levanto lentamente, su estomago gruñó con fuerza, tenía hambre, ¿Cuánto más se demoraría esa chiquilla en llenar las botellas?. Se acercó a la mochila, siempre había un poco de comida ninja dentro de ella, o mejor aun, podría haber ramen!.
Inuyasha abrió la mochila y empezó a rebuscar en ella con su nariz, detectó un poco de comida ninja, una enorme bolsa de papas fritas, esperando a ser devoradas por el.
-BIEN!- murmuró para si, pero en eso, un objeto llamó su atención. De entre todas las cosas raras que traía Kagome de su época, nunca, pero nunca, había visto "eso", miró otra vez donde estaba ella, parecía que se iba a demorar todavía unos minutos, así que cogió el desconocido objeto y lo sacó de la mochila llevándoselo consigo, se subió a un árbol, abrió la bolsa de comida ninja, y se puso a examinar el objeto.
Era pesado, de metal, con dos extremos que se abrían y cerraban, empezó jugar con él agitándolo en el aire, ¿para que serviría, sería una extraña pulsera de esos tiempos, acercó su nariz a ella, analizándola, olía a Kagome, que agradable olor… cogió un extremo, y lo puso en su muñera izquierda, este hizo un sabe click y se cerro… el otro extremo quedó colgando en el aire. ¡Ahora como diantres se lo sacaba, intentó con cuidado de abrirlo pero nada, no cedía el maldito seguro, y Kagome no demoraría en terminar con las botellas, la desesperación se apoderó de el, salto de su árbol al suelo e intentó arrancarncelo de la muñeca… pero nada sucedió, ¡¡¿pero que diablos, sacó su espada dispuesto a hacerlo volar en mil pedazos, pero una mano lo cogió por el hombro.
-Si lo rompes la señorita Kagome se va enfadar – la voz sabia de Miroku resonó tras suyo
-grrrrr, ¿Cómo diablos me lo quito?
-Hay, déjame ver…- Miroku examinó el objeto, y luego de unos segundos se encogió de hombros- la verdad que ni idea, ¿Por qué no se lo preguntas a ella?
-Feah, puedo quitármelo yo, ¡no necesito su ayuda!
-Si lo rompes, ella te romperá la espalda de tantos osuwaris…- y Miroku se alejó al lado de Sango, que estaba intentando levantarse del césped
Inuyasha maldijo para sus adentros, y se dirigió donde Kagome, despacio, tan despacio que Kagome no sintió que el Hanyou se había puesto de cuncliyas a su espalda, ella volteó despacio dispuesto a levantarse cuando vio unos profundos ojos dorados que la miraban embobado, de la impresión Kagome dio un pequeño brinco hacia atrás, casi cayendo al agua, si no fuera porque Inuyasha la cogió del brazo izquierdo atrayéndola a su cuerpo.
-Ten mas cuidado niña!- le espectó aun cogiéndola de la muñeca, Kagome de la impresión se había sonrojado un poco.
- y quien te manda a párate tras mio?- Kagome lo miró enfadada a los ojos, ahora roja de furia.
-Mira que todavía te salvo de un baño con agua helada, y te pones a agresiva ¡Mal agradecida!.
- Pero que CONCHUDO que eres Inuyasha, - y en eso Kagome se dio cuenta que lo que colgaba de la muñeca de Inuyasha era …-¡PERO QUE DIABLOS HACES CON ESO?
-Ah, bueno, se cerro en mi muñeca ¿me la quitas? – Inuyasha puso sus ojitos de niñito bueno, Kagome se sonrojó un poco ante esa mirada irresistible – mira… - Inuyasha cogió el otro extremo de las esposas y la colocó alrededor de la muñeca de Kagome, haciendo un leve clic , y se cerró con fuerza.
-…- Kagome se quedó mirando las esposas, luego sus ojos se fijaron en la mirada inocente de Inuyasha, se puso pálida, mas blanca que la cera- Inu…inuyahsa… ¿sabes que acabas de hacer?- Kagome tragó saliva con dificultad.
-No…¿pero lo puedes quitar? – Inuyasha empezaba a ponerse nervioso otra vez, estaba demasiado cerca de ella, de pronto sentía como si el sol brillara mas fuerte, la piel le quemaba.
- no lo puedo quitar sin una llave… - Kagome dio un suspiro, empezó a caminar hacia su mochila- ruega que la llave este en mi mochila, sino…- kagome le lanzó una mirada asesina a Inuyasha – vamos a estar así hasta que regresemos a mi casa- Kagome e Inuyasha avanzaron hasta la mochila, ella se agachó en el suelo, y con su mano libre (la izquierda) empezó a sacar todas sus cosas.
Inuyasha también se había agachado, la miraba confundido, ¿Por qué ella traería a ese mundo objetos como ese, la miraba ahora enfadado, le había mandado una de esas miradas asesinas que le hacían tener escalofríos, ahora empezaba a rogar que la dichosa llave se encontrara dentro de esa mochila. Sus mirada dorada se desvió hacia el blanco y seguramente suave cuello de kagome, una pequeña gota de sudor corría despacio, haciendo una pequeña curva, él se quedo mirándola hipnotizado, de pronto, sintió una salvaje necesidad de coger a Kagome por los hombros, apartar su sedoso cabello hacia un lado, y lamer la pequeña gota, que ya estaba llagando a la clavícula…
-Inuyaha!- gritó de pronto Kagome
-¿Q--que, -Inuyasha sentado en el césped había dado un pequeño brinco, sacado de pronto de sus pervertidos pensamientos, esperando no haber sido descubierto
-Estoy que te digo que la llave no esta, y tu no me prestas el mínimo de atención – Kagome enojada intentó cruzarse de brazos, pero las esposas se lo impidieron, jalando a Inuyasha inconcientemente, este quedó muy pegado al rostro de ella, apoyando su mano libre al lado de sus largas piernas, de pronto los corazones de ambos empezaron a latir con fuerza, bombeando sangre a sus mejillas tiñéndolas de un rojo tomate intenso, Inuyasha miró los carnosos labios de Kagome, pero casi inmediatamente se separó de ella.
-Ah… lo siento, - Kagome intentaba calmarse, su corazón todavía latía con fuerza, la visión de esos ojos ambarinos mirándola de esa manera tan seductora hacía que se pusiera aun mas nerviosa, por dios nunca se cansaría de mirarlo a los ojos.
-Feah!- exclamó Inuyasha, respirando un poco agitado, y poniéndose de pié al mismo tiempo que levantaba a kagome por el brazo esposado con un poco de brusquedad – Bueno, entonces lo voy a romper- e Inuyasha desenfundó a colmillo de acero.
-QUEEE QUE, ESTAS LOCO, no puedes hacer eso Inuyasha- Kagome tiró desesperadamente de su brazo izquierdo haciendo que Inuyasha no pudiera romper la cadena de las esposas
-Pero acaso no me dijiste que no tenías la llave?- Inuyasha la miraba visiblemente enojado
-no la tengo, ¡pero no puedes romper las esposas, no son mías, las tengo que devolver, ni siquiera se que hacen en mi mochila, se supone que Sota las debió haber sacado… MALDITO CHIQUILLO LO VOY A MATAR!- Ahora Kagome era la que echaba fuego por sus ojos chocolates, luego, rendida dio un suspiro.- tenemos que ir a mi casa- exclamo apenas, volteando la cara, y jalando a Inuyasha hacia el resto del grupo.
-HEY CUIDADO, no soy ningún trapo!- llegaron donde Miroku, Sango Kirara, y Shippo, que los habían estado mirando con curiosidad
-¿Qué pasado?- preguntó Miroku.
-Inuyasha nos a esposado…
-Que les a que?- preguntaron Miroku y Sango al mismo tiempo
-No es lo que piensas monje pervertido!- gritó Inuyasha visiblemente colorado.
-O-o no entendí… ¿Qué dije?- Kagome miró a un Inuyasha tomate, y luego a Miroku con su cara de pervertido, mientras Sango se aclaraba la garganta.
-Miroku se refiere a que ustedes se han.. ejm… comprometido.. por lo de 'esposados'
- ¬¬ eso es 'DESPOSADOS' Miroku, - y Kagome se puso roja al instante, lo que creyeron era que Inuyasha y ella… habían… habiaaan….
-¡TENEMOS QUE QUITARNOS ESTAS COSAS, se refiere a estas ESPOSAS monje pervertido – Grito desesperado Miroku, mientras Kagome seguía mas roja que un tomate al imaginarse una imagen de Inuyasha y ella…juntos… en una situación muy MUY comprometedora…
-Ahhhhhh- exclamaron Miroku y Sango al mismo tiempo.
-¿y que es Desposarse?- la inocente voz de Shippo resonó como eco en todo el lugar.
-Ah.. bueno este..
-Veras shippo…
-Todavía estas muy pequeño…
-¿? –Shippo miraba como todos intentaban darle una respuesta, igual que la vez que intento preguntar como venían los bebes al mundo - ¿tiene algo que ver con los bebes?- pregunto otra vez
-Ah….- ahora todos se quedaron sin habla.
-No entiendo, ¿si Kagome e Inuyasha se han desposado… significa que van a tener bebes?
-Si Shippo, si te desposas tienes bebes- atinó a decir Miroku
-Pero NOSOTROS NO…-Inuyasha intento corregir a Miroku- Shippo, nosotros no…
-Shippo- intervino Kagome con una dulce y melodiosa voz- veras… cuando dos personas se quiere mucho, se casan, a eso se llama desposarse, entonces, cuando están juntitos en familia, piden bebitos a diosito, y el se los manda para que los cuiden y les den todo su amor n.n!
-Ahhhhh – Shippo se la quedo mirando y sonrió - ¿tan difícil era decirme eso?- y todos dieron un largo suspiro.
-Ahora como piensan quitarse las esposas?- preguntó Sango acariciando levemente su abultado vientre.
-Tenemos que ir por las llaves hasta mi casa – dijo Kagome, mirando a Inuyasha.
-Bueno, ¿Qué esperamos, vamonos de una vez
- Esta bien, Sango, de paso te traigo algo mas para el bebe ¿ok, regresaremos lo mas pronto posible.
-Ya apúrate Kagome, sube a mi espalda…- y Kagome se acercó, pero luego se lo quedo mirando
-Inuyasha, NO PUEDO, ESTAMOS AMARRADOS, -.-" ahora?
-Que que, 'maldicion, no me había percatado que no la podía llevar en mi espalda'
-pero llévense a Kirara- la voz de Sango intervino en lo que amenazaba ser un nuevo pleito.
-No podemos!- casi gritó Kagome, - si te pones mal cuando no estemos, ¿Cómo piensan regresar donde la anciana Kaede para que te ayude con el parto?
- Pero Kagome, si apenas tengo 7 meses!
-pues, hay madres que dan a luz antes de los 9 meses, Sango, será mejor ser precavidos,- luego se dirigió a Inuyasha- Vamos a tener que ir a pie
-Ah PIEEE? ¿Qué, estamos a TRES días del poso, en Kirara llegaremos en un dia…
-Si te quejaras menos llegaríamos en 2 días, apúrate CAMINA!- y Kagome literalmente arrastró a Inuyasha.
-¿tu crees que soporten tres días juntos y amarrados?- preguntó Sango a Miroku.
-Pues… yo creo que… no van a soportar estar los dos solitos y no amarse tanto como nosotros sanguito n.n- Y Miroku le lanzó una sonrisa toda libidinosa.
-¬¬ nunca cambias…
-¿Ah que se refiere Miroku?... Sanguito :S me explicas?- Shippo miró a Sango con suplica
- ahh—bueno, shippo.. veras…
Mientras tanto, en el camino, Inuyasha y Kagome caminaban a paso apresurado, cada uno sumergido en sus propios pensamientos…
Inuyasha de rato en rato miraba a Kagome por el rabillo del ojo, se había dado cuenta que por culpa o bendición de las esposas estaban caminando mas pegados que de costumbre, sentía su exquisito aroma impregnarse en su ropa, ¡que bien se sentía, se estaba literalmente embriagando, miraba como su suave cabello se mecía al caminar, y sus ojos chocolates miraban al frente con un extraño brillo en ellos… ¿en que estaría pensando?
La respuesta era muy clara, Kagome se había dado cuenta hacía unos minutos que Inuyasha la estaba observando de pies a cabeza, y podría jurar que hasta la estaba oliendo, eso hacía que se pusiera tensa, pero no se atrevía a mirarlo, ya de por si lo tenía muy cerca… pero en eso se dio cuenta de algo… lo iba a tener demasiado cerca por TRES días, ¿lo iba a soportar, pero en eso una idea totalmente desagradable le saltó en mete, ¿Cómo diablos iba a hacer para poder ir al baño?.
CONTINUARA!
Claro, si ustedes quieres U.U, jejeje, bueno ps espero que por lo menos les halla parecido interesente, en el proximo capítulo el pobrecito de Inu va a sufrir mucho, ;) y casi va tener un infarto, si kieren saber pork ¡¡MANDENME UN RR Y DIGAMEN SI KIEREN K LO CONTINUE, n.n jejeje, jaaa neee cuídense!
