Hola a todos! Quería subir este fic el año que viene pero no aguanté. Esta es la segunda parte de uno de mis fics, si son curiosos pueden leerla. Espero que lo disfruten tanto como yo al escribirlo.
Disclaimer: Los personajes no son míos les pertenecen a sus respectivos dueños.

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Capitulo 1: Contacto

La misión llevó más de un mes. Buscar por cada rincón del cinturón de asteroides a los demás miembros de Overwatch era una odisea. El comandante Shadow al mando de la misión de rescate, tuvo la hipótesis de que cuando el infante coronel Bahamut llegó, los había aniquilado. Interrogar a cada uno de sus hombres también le ayudó a conservar un gramo de esperanza. Nunca los habían encontrado.

-Señor... El sensor detecta un objeto... Grande.

-¿Un asteroide? -Shadow le preguntó al agente.

-Está al frente de nosotros...

-¿Pero no...? Ohh. ¿Que es eso?

Todos quedaron asustados al ver aquella monstruosa nave horizontal de gran tamaño al retener una estación espacial. Cada hombre y mujer hasta el comandante sintieron miedo por la presencia de la titánica nave de guerra. Shadow ordenó actividad el modo invisible, evitando el contacto y lo mas importante para sus hombres y para el, seguir vivos.

Él caminaba por los escombros de la batalla. Pateó unas pistolas a un lado mientras sus compañeros retenían de lo que quedaba de la resistencia. Se detuvo frente a la delirante inglesa Lena Oxton, suplicando que se detuviera. Su machete traspasó su acelerador cronal, su pecho, su corazón y terminado en el frio suelo antes de que vuelva en su tiempo y volver a pelear con ella una vez más. Sus compañeros gritaron al verla. El grito se esparció por toda la nave y aún así, nadie los salvaría.

-¿Saben? Siempre quise matar a Tracer. ¡DoomFist casi lo logra! De aquí para allá, siempre molesta. Ahora dejó de serlo. -Él sacó su machete del cuerpo de la joven, sacudió la sangre de la hoja y lentamente se acercó a los demás. -Navegamos un mar de estrellas. Vimos mundos extraños. Y aquí están, frente a mi. Ahora quiero preguntar ¿Donde están los demás? ¿Donde está Bahamut?

-Deatheye Joe te hizo una pregunta tarado. -La hacker Sombra golpeó la cabeza del soldado Ray Poward, ex Hard Corp.

DoomFist se mantenía en una distancia aproximada entre Joe y el soldado. Cualquier movimiento brusco, lo mataría de un golpe. Sombra se seguía moviéndose entre ellos, viendo a Hana Song y a Ray. Noiman también los mantenía a raya, su mano descansaba en su pistola. Reaper era el mas alejado del resto, estaba apoyado en la pared con sus escopetas listas para usarse. Miró por el enorme cristal el espacio exterior, por el rabillo del ojo notó un objeto que desapareció en segundos cuando quiso verlo. Pensó que era un asteroide que salió del cinturón. Nuevamente se concentró en los rebeldes.

-¡No lo sé! -Dijo el soldado sintiendo el filo del machete acariciar su cuello.

-¿Qué me vas a decir? ¿Que murieron mientras viajaban? Los vimos escapándose por ese hoyo en el cielo ¿Me vas a decir que un molesto orbot, una grandulona y una anciana desaparecieron? No te creo Ray.

-¡Te está diciendo la verdad Joe!

Hana residió una bofetada, terminando en el suelo. Sombra la levantó y la colocó de rodillas frente al mercenario cibernético.

-Aún sigues impertinente pequeña gamer. Además, nos está faltando alguien ¡¿Donde está Angela?!

La doctora se mantenía escondida entre unos barriles. Sólo contaba con una pistola, una granada y su cabeza. Ella aunque planeara el mejor plan, sería atrapada y asesinada por ese sanguinario mercenario de allí. Sus compañeros al ver la inmensa nave atraparlos sabían de quien se trataría. Contaban con un plan de contingencia, si alguno era capturado y el que quedara vivo se tendría que ir. Angela no deseaba para nada dejarlos en las manos enemigas. Sabiendo que probablemente no saldría viva, cargó la pistola y se dispuso a pelear.

Deatheye Joe vio que una veloz sombra se acercaba a él, arrojándolo metros atrás. No tuvo el tiempo para reaccionar ni para defenderse con su machete. Shadow con sus hombres aparecieron en escena y ambos bandos, entraron en acción. Angela Ziegler estaba anonada viendo la cosa que atacó a Joe, era una especie de erizo pero con rasgos humanos. Incluso hasta los compañeros del mercenario y los rebeldes restantes tenían la misma impresión.

-¡¿Que rayos eres?!

-El que te va a detener de una vez.

Shadow inició un peligro baile de la muerte con el mercenario. Nunca vio tanto salvajismo en un hombre. Ni con toda si fuerza logró detenerlo. Joe dio un cabezazo seguido en un fiero machetazo en el pecho de ese ser. Shadow gruñó de dolor, sintiendo su sangre pasando por su pelo.

-No sé lo que eres pero quiero que sepas que tu piel me hará un buen abrigo de invierno, y yo mismo la arrancaré mientras sigas respirando. -Joe de un salto siguió atacándolo.

La batalla se extendió por toda la zona. Los bandos intercambiaban disparos con los líderes peleando por su vida. Entre la confusión, Angela aprovechó y tomó de los brazos a sus compañeros.

-¡¿Quien diablos son?! -Ray agarró un rifle del suelo.

-¡No lo sé pero tenemos que huir!

-¡¿A donde Angela?! ¡AAAHHH!

-Tienes razón Dva ¿A donde?

Sombra sacó su modo invisible revelándose al igual que el cuchillo que traspasó el corazón de la gamer coreana. Ray le dio un culatazo con el rifle y el metálico brazo de DoomFist fue lo que se le venía encima. El Hard Corp como un trapo sucio, fue arrojado hasta la fría pared metálica seguido de un escopetazo de Reaper. Angela Ziegler continuó corriendo por los pasillos de la nave, sola. Tracer muerta, Dva muerta y Ray muerto. La doctora no podía pedir ayuda, nadie estaba para salvarla de esa gente ¡Ni siquiera sabia si Ana, Brigitte o Vectorman seguían vivos! Nunca se sintió tan sola en su vida.

Shadow vio como sus hombres eran abatidos por esos sujetos y sus soldados. Deatheye Joe disfrutaba ver como los gritos y la sangre salpicando en el suelo lo hacían feliz. Aunque tenga una máscara con respirador en su boca, se podía notar que sonreía. El comandante de las fuerzas GUN tenía una misión, y era salvar a los rebeldes de esta nave. No le importaba estar herido, se paró y comenzó a correr.

Angela dobló la esquina del pasillo con cuidado, podría encontrar la muerte en cualquier momento. Sombra aparecería detrás suyo y dispararle en la cabeza o Reaper podría venir transformando en esa oscura nube y de un escopetazo, dejarla en el suelo. Ella se detuvo detrás de unas cajas para recuperar aire y calmar su acelerado ritmo cardíaco. Escuchó que alguien se acercaba a ella, cargó su pistola acurrucándose en el suelo y esperó.

-¡Doctora Ziegler! ¡Doctora Ziegler! ¡No dispare soy un amigo!

-¡¿Tú?!

Tenía en frente a aquel ser que atacó al mercenario. Su pecho aún sangraba pero a él no le importaba. Para tranquilizarla, alzó sus ensangrentadas manos hasta la altura de la cabeza. Ni eso la calmó.

-Soy el comandante Shadow, de las fuerzas GUN de Central City.

-¿Eres un extraterrestre?

-En parte si. Necesito que venga conmigo. Es de suma urgencia.

-¿Quien te envía?

-... Conozco a sus amigos. A Ana Amari. A la maquina Vectorman y a Brigitte Lindholm. Vengo de parte de ellos.

-¿Están... Están bien?

-... En el camino le cuento todo ¡Tenemos que escapar AHORA!

Shadow tomó la mano de la doctora Ziegler y junto a ella corrían. Miraba a cada dirección, era la única que pudo encontrar viva. Aumentó la velocidad, temiendo por su vida y la de Angela, el mercenario cibernético estaría asechando y atacaría en cualquier momento como sus peligrosos acompañantes. Al llegar con a la nave con la que vino con sus hombres, Shadow y la rebelde iban a ser sus únicos tripulantes. Se sentó en la cabina de mando, prendía los motores y colocó sus manos en el volante.

-Tengo que llevarte a Central City y notificar de tu estado.

-Espero que tengan la fuerza para derrotar a Joe.

-Lo aplastaremos Angela, ahora colócate en cinturón, nos vamos.

Shadow al tener todo listo, giró media vuelta y a toda velocidad comenzó a huir de esa aterradora nave de guerra. Deatheye Joe logró verlos como escapaban y esquivaban el cinturón de asteroides, con todo su equipo también viendo.

-Aquí Joe, destruyan esa nave.

Del puente, sus artilleros apuntaban al objetivo y con tan solo apretar un botón, los cañones disparando simultáneamente lasers a la nave. Shadow y Angela sintieron como todo el vehículo espacial se sacudió al ser impactado con el poder se esas armas. El tablero mostraba cada segundo la imagen de "Daño Crítico" con el motor principal destruido. El resto veía como la nave peleaba por mantenerse firme, no hacía falta saber su destino. Joe miró todos los cuerpos de sus hombres y de aquellos soldados que venían con ese ser extraño.

-Que lastima que mataste a Dva, tenía planes para ella. -El mercenario se agachó frente al cadáver de la gamer, acariciándole la pálida mejilla.

-¿Tenía que preguntar? -Le dijo Sombra.

-¿Que era esa cosa negra? -Noiman preguntó.

-Debo decir que era un oponente formidable. -DoomFist.

-Éste sigue respirando. -Reaper señaló a un moribundo Ray Poward, que seguía respirando a pesar de tener su cuerpo lleno de agujeros de bala.

Joe se acercó a él blandiendo su machete, colocó su pie encima del pecho y apuntó al cuello. Ray soltó una dolorosa risa, con su sangre manchándole la bota.

-¿Crees... Que... Ganaras...?

-No sé lo que me espera en ese planeta, pero lo que se me interponga lo voy a matar, de eso estoy seguro.

De un rápido movimiento, el mercenario decapitó al moribundo hombre, poniéndole fin a su vida. El resto del equipo esperaban nuevas órdenes, su líder limpió su machete, para guardarlo en la funda de su espalda y mirarlos.

-Lo que nos atacó saben de donde venimos y también sabían quienes eran ellos. Tenemos que organizar un plan, necesitamos saber si Bahamut necesita ayuda, tengo la probabilidad de que lo encontraremos y si le llegó a pasar algo... A los traidores y enemigos, yo mismo los colgaré del cuello y los exhibiré como trofeo a cada ser vivo que haya desafiado al régimen. Noiman y Sombra, encárguense de infiltrarse en sus sistemas si llegan a tener tecnología. DoomFist y Reaper, organicen sus ejércitos. Si también tienen, les contestaremos con violencia.

-¿Y tú que harás? -Preguntó el corpulento africano.

-Quedarás a cargo, yo iré de safari. -Joe miró al planeta donde la nave cayó.

...

Angela Ziegler despertó bruscamente en el medio de la nada. Su cabeza daba vueltas, hasta le costó levantarse de la arena. Un caluroso viento le vino por detrás, obligándola a clavarse en el suelo. La nave con la que vino estaba envuelta en llamas y el humo se elevaba al hermoso cielo azul. Ella giró su cabeza viendo al erizo oscuro observando el horizonte con una radio en mano.

-Base, aquí Shadow, requiero extracción inmediata, responda, cambio... Base, aquí comandante Shadow, tengo un sobreviviente acompañándome, necesitamos atención médica, cambio... Maldita porquería. -Arrojó la radio al suelo.

-¿Que pasó? -Angela se acercó.

-Te desmayaste cuando chocamos. Casi te agarraban las llamas. Sentirás mareos pero es temporal, el oxígeno aquí es mas puro. Tu cuerpo se acostumbrará ¿Estás bien?

-Si... Gracias Shadow... -El erizo oscuro asentó ante el agradecimiento de la doctora. -¿Que sigue ahora?

-Si esperamos ayuda, esos tipos nos encontrarán. Tenemos que movernos ¿Puedes caminar?

-Si ¿Tú? Tienes esa herida en el pecho.

-Recibí peores, doctora Ziegler. Vamos, mientras perdamos tiempo aquí ellos se adelantan. Por este desierto hay un pequeño pueblo, tardaremos un dia en llegar.

Shadow comenzó a caminar. Se percató de que Angela no venía, se quedó viendo al cielo, sabiendo que perdió a mas gente que había estado en su vida. El erizo oscuro no quería ser duro, pero tenía que serlo.

-Doctora Ziegler... Por favor.

-Si... Espera...

Shadow sin mirarla directamente a los ojos, sabía que estaba llorando. Secando sus lágrimas, la doctora Angela Ziegler continuó su camino, con el comandante a su lado.

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Continuará...