Los personajes mencionados en esta historia no son de mi propiedad, en cambio la historia salió directo de mi cabeza.
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Capitulo 1.
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Hoy es día del padre. Un día el cual muchas familias celebran, los niños consienten a papá, ellos reciben regalos, como corbatas, camisas, calcetines o algo mas rustico cosas hechas con las propias manos de sus hijos, cosas que no siempre tenían buen aspecto pero ellos sentían que era el mejor regalo del mundo por el simple hecho de que sus hijos lo habían hecho con amor y cariño, eso era lo importante. Los jardines de niños y las primarias suelen hacer festivales donde los niños bailan, representan obras, cantan o muestran algún otro talento en honor a sus padres. Hoy es día del padre y todos los niños se están preparando con los últimos detalles para salir a escena en unos minutos mas, emocionados por lucirse frente a su familia. Todos se preparan, acaban de anunciar la segunda llamada, pero esperen un momento, no todos están tras bastidores, hay una pequeña excepción.
Una pequeña niña con risos cobrizos está muy lejos de la primaria donde estudia y donde se supone que tendría que estar en este momento. En vez de eso se encuentra balanceándose en un columpio, con las piernas estiradas mirando al cielo con gesto ausente, disfrutando del aire que choca con su rostro y hace que sus risos se muevan con fluidez. Caía una sutil brisa pero la gente que vivía en Forks estaba acostumbrado a las inclemencias del tiempo y no era para nada extraño ver a una niña jugando en el parque, lo que si era raro era verla sola, en un día de escuela y más un día del padre, pero a ella le parecía de lo más normal, lo hacia todos los años.
Era así porque a Carlie no le gustaba para nada ese día, porque? Su situación podía ser un tanto triste para algunas personas, pero para ella no. El no tener padre para Carlie era algo natural, ella desde muy pequeña, su madre nunca le había mentido ni inventado padre viajeros que nunca volvían o padres muertos, su padre vivía, según le había dicho su mamá y su tía, pero él no estaba listo para ser un padre, incluso su tía decía que había sido una pequeña mariquita, siempre se disculpaba después por sus palabras, pero eso no quitaba que fuera verdad. Revelar esa verdad tan crudamente a una niña de cinco años podía ser un poco cruel para muchas personas, pero Bella sabía que su hija era muy madura para su edad, tiene 9 años. Entendía el asunto de no tener padre, aun sin él era muy consentida por su familia, por sus abuelos, por sus tíos , por sus amigos y sobre todo por su madre.
El asunto sobre este día era que odiaba que la hicieran participar a la fuerza en los festivales dedicados a los padres siendo que sabían perfectamente que ella no lo tenía, solo una pérdida de tiempo. Por eso se escapaba de la escuela cada año desde que entro a la primaria.
Su madre no estaba enterada de esto, cuando se acercaba la fecha siempre le decía que podía quedarse en casa mientras ella hablaba con sus maestros para decirles que no podría participar, pero ella no quería que su madre se sintiera mal y le mentía diciendo que se encargaba de los labores tras bambalinas, como ayudar con la escenografía y esas cosas.
Carlie dejo de impulsarse, abriendo sus grandes ojos chocolates (NT.imagínense a Mackenzie Foy) cuando las gotas de lluvia se estaban convirtiendo más espesas e insistentes. Bajo sus pies hasta que se detuvo totalmente, se levanto tomando su mochila y colgándosela en el hombro, se abrocho su abrigo rojo y se tapo la cabeza con la capucha. Aun faltaba una hora para poder llegar a su casa sin despertar sospechas, tendría que hacer un lento recorrido hacia su casa para hacer tiempo o podría detenerse en la librería de Bree, ella podría cubrirla y de paso se entretendría un rato con la pequeña Charlotte.
-Hey! Carlie! Espérame!- gritaron a sus espaldas mientras ellas caminaba, se extraño al reconocer la voz de su amigo, volteo para encontrarse con él.
El chico venia corriendo tocándose el pecho con la respiración agitada. En cuanto llego al frente de su amiga, saco un pequeño artefacto de su mochila, era su inhalador.
-Que haces Ray? Sabes que no debes de correr tanto.- le reprendió la pequeña niña mientras veía como su amigo usaba su medicina para el asma.
Ray es el mejor amigo de Carlie, se conocen desde el jardín de niños. Los dos siempre han sido retraídos y no les gusta socializar mucho con los niños de su edad, Bella solía decir que son dos adultos en cuerpo de niños de 9 años. Ray tiene el cabello negro, es pálido y posee unos ojos azules electrizantes, que son opacados por los lentes que usa, es un poco más bajo de estatura que Carlie y delgado. Tenía facciones agradables y semblante risueño.
-Es que si no, no te alcanzaba.- se excuso cuando recupero el aliento.
-Pero que haces aquí, no deberías de estar en la escuela?- le pregunto.
-Se suponía que iría, pero mi papá llamo anoche y dijo que no iba a poder volver de su viaje.- explico con expresión triste aunque ya estaba un poco acostumbrado, su padre John, era algo de lo que llamaban adicto al trabajo. Carlie coloco su mano en el hombro de su amigo como consuelo.
-Lo siento Ray.
-Nah! No importa, ya debería de estar acostumbrado- le resto importancia al asunto- a donde ibas?- cambio de tema.
-Quería hacer tiempo antes de llegar a casa y que mama no se diera cuenta. Vamos a la librería de Bree?- propuso.
-Vamos!- exclamo el pequeño entusiasmado.
Y es que a los dos les encantaba visitar ese lugar. Les encantaba estar rodeados de uno de sus hobbies preferidos, los libros. A parte de que Bree les daba libertad de tomar los libros que quisieran, siempre y cuando los cuidaran. Pronto los dos niños entraron por la puerta del local, haciendo sonar la campanilla anunciando su llegada, el interior era cálido reconfortando a los clientes que llegaban del frío exterior. Una oscura cabellera crispada de risos se asomo a lado del mostrador y la niña dueña de esos risos sonrio alegremente al ver a los recién llegados.
-Cadlie!- exclamo extendiendo sus bracitos y corriendo gacilmente por el recibidor para abrazar Carlie.
-Charlotte! Como estas pequeña pillina?- le pregunto devolviéndole el abrazo y agachándose para darle un pequeño beso en la frente, Charlotte se dirigió hacia Ray y lo abrazo con el mismo entusiasmo que su amiga.
-Estaba abudila. Vinien jugad conmigo?- inquirió expectante y embelesada.
-Claro que sí, siempre tenemos tiempo para jugar contigo. Pero dónde está tu mami?- Carlie pregunto.
Paseo su vista por el lugar, observando los enormes libreros de madera repletos de libros de toda clase, la decoración era cálida, varios sofás dispersos en toda la estancia, al igual que sillas y mesas, había una zona con un algunas computadoras abiertas al público y finalizando el circulo el gran mostrador de madera, donde Bree atendía y cobraba a la gente, encima de este había una caja registradora y una cafetera, detrás de este había una puerta que daba al almacén y a un pequeño cuarto privado, exactamente de esa puerta es donde apareció la persona a la que Carlie buscaba. Con su cabello negro y lacio Bree salió al escuchar las voces de los niños, con la sonrisa amable que la caracterizaba, camino hacia ellos.
-Hola chicos que están haciendo por aquí?- les pregunto.
-Vinien a jugad!- exclamo Charlotte adelantándose a la respuesta de Carlie.
-A parte de eso- revolvió el rizado cabello de la pequeña niña de 3 años, recién cumplidos, como gesto de cariño- hoy es el festival del día del padre.- contesto esta vez a Bree encogiéndose de hombros.
-Tu mamá me dijo que ibas a participar.- comento extrañada, pero a la vez comprensiva, ella conocía la historia sobre el padre de Carlie.
-Sería mucho pedirte que no le dijeras nada? Ya sabes que no le gusta que me sienta excluida de esas actividades y aunque no es así, se pone aprensiva y culpable.- explico haciendo una mueca avergonzada.
-No te preocupes, mi boca está sellada.- prometió moviendo su mano por su boca como si estuviera cerrando un zíper, su pequeña hija a su lado la imito soltando unas risitas.- ya saben que siempre son bienvenidos. Estaba por preparar chocolate, quieren un poco?
Todos los niños asintieron enérgicamente lamiéndose los labios por el antojo, Bree rio y desapareció nuevamente por donde había llegado. Carlie, Ray, seguidos por una muy saltarina Charlotte se dirigieron al fondo de la librería, en donde estaba la sección infantil, un lugar muy colorido. Los estantes, más pequeños que los que decoraban la librería entera, formaban un semicírculo y en el centro de este había pufs y mesas, para que los niños pudieran sentarse y entretenerse cómodamente. Los dos amigos se quitaron sus abrigos y dejaron sus cosas a un lado, caminaron hacia los libreros repasando el lomo de los libros con su dedo índice, pensando que podían leer esta vez. Charlotte, que hace un momento había desaparecido, reapareció cargando un gran libro y con una gran sonrisa adornando su infantil rostro. Se acerco a Carlie.
-Mida Cadlie! Puedes leedlo a mi?- le pidió esperando una respuesta expectante.
-Claro Char.- espeto Carlie utilizando el diminutivo de cariño. Tomo el libro que la niña le extendía y lo observo sonriendo cuando lo reconoció- George el curioso? Muy bien libro.
-Si! Si!- exclamo la pequeña tomando su mano y jalándola para que ambas se sentaran.
Charlotte observaba emocionada antes de que comenzara y durante la lectura. Ray estaba a su lado medio leyendo el libro que había tomado y medio escuchando a su amiga. Bree no tardo mucho en traerles una taza de chocolate caliente a cada uno, que lo recibieron entusiasmados, luego los dejo solos pues tenía que atender a varios clientes que estaban llegando. Así se pasaron el resto de la mañana, disfrutando de lo cálido del lugar, Carlie pensó que este sería un mejor refugio en dado caso de que siguiera empleando la misma rutina evasiva a los festivales, sin duda alguna, aunque le gustara su habitual parque, este era un buen refugio.
-Y que vas a decirle a tu mamá cuando te pregunte qué hiciste en el festival?- le pregunto Carlie a Ray, cuando ya iban camino a su casa.
-Se supone que tendría un pequeño papel en la obra de teatro de Cenicienta, nunca le dije cual, así que puedo ser el árbol numero 3 y para ella estará bien.- se encogió de hombros.
-Como le habrá ido a Lexie?
-Uff era Cenicienta así que…- dejo la frase inconclusa, pero Carlie entendió a la perfección lo que quería expresar, era tan obvio.
-Lo sé, se la paso repitiéndomelo desde que le dieron su papel, yo fui la que sufrí cuando practicaba sus líneas.- Carlie rio.
Dieron la vuelta a la calle donde Carlie vive con su madre, la lluvia había cesado por lo que caminaban tranquilamente. La niña peli cobriza se tenso al divisar su casa, pero no era su casa lo que la hacía adoptar esa actitud, sino lo que estaba frente a esta, un viejo Golf rojo que ella conocía tan bien para su desgracia, eso solo significaba una cosa. El perro estaba rondando por aquí.
Muchos hombres habían invitado a salir a su madre en el pasado. Bella es muy guapa, una muy buena persona, noble, agradable y autentica. El que tuviera una pequeña hija no importaba pues tenía todas estas cualidades y claro, es soltera. Pero ciertamente toda esa bola de hombres que había pasado por su casa no habían durado mucho, unos ni siquiera llegaban a tocar la puerta, Carlie esperaba su llegada y cuando iban recorriendo el camino hacia la entrada les tiraba agua o algún liquido que pudiera arruinar el atuendo de los susodichos y así estos volvían por donde habían llegado, Bella ni se enteraba, pensaba que se habían arrepentido. Había uno en especial al que recordaba con cierto humor, se podría decir que era al que le había ido peor, por azares del destino se había enterado que ese tipo era alérgico a los gatos, pero que oportuno había sido eso. Carlie bajo a su pequeña gatita a donde el hombre esperaba e hizo que no se le despegara aun con los constantes intentos de hacer que el gato se alejara. Para cuando Bella bajo lista, el hombre se rascaba el cuerpo con fervor tratando de acallar la comezón sin éxito y comenzaban a salirle manchas rojas por toda la cara, hasta se empezaba a hinchar un poco. Pobre Mike Newton, tuvo que regresarse sin una cita y con una gran alergia. Algunos tipos que se habían salvado del sabotaje de la pequeña niña habían arruinado cualquier oportunidad por si solos, o eran demasiado petulantes, engreídos o muy huecos, un incluso había resultado tener las mismas preferencias que Bella, solo le había pedido la cita para cubrir las apariencias con su familia, tal vez podrían llegar a ser solo amigas.
Ciertamente Carlie creía que todos esos tontos eran muy poca cosa para su madre, sobre todo el hombre que se encontraba frente a ella, incluso prefería que el alérgico Mike regresara con tal de tener a este lejos, con eso lo decía todo, este era el peor de todos. Jacob Black.
Jacob había entrado a trabajar hace unos meses al taller mecánico de Emmett, el hermano de Bella y en una ocasión en que ella y Carlie habían visitado a su hermano y su cuñada había conocido a Jacob, él se propuso ganarse su simpatía y salir con ella. A Carlie no le daba ni un poquito de confianza, su actitud arrogante, su apariencia de galán barato contribuía a ese desagrado, pero ella aunque no lo supiera tenía razones para no sentir agrado por él, Jacob es mujeriego, superficial y le gusta realmente estar de fiesta los fines de semana. Este era el único que se le había escapado, ya había permanecido demasiado tiempo en sus vidas y eso no le agradaba para nada.
-Oh, pero si aquí está la pequeña pulga y su noviecito- dijo con voz burlona acompañada por su sonrisa petulante. Carlie entrecerró los ojos molesta, el odio que le tenía a ese hombre era mutuo.
-Tú qué haces aquí?- le pregunto con desagrado.
-No es como que tenga que darle explicaciones a una pulga molesta pero vine a revisar la camioneta de tu mamá… ah y vine a invitarla a salir esta noche- agrego pavoneándose, con la clara intención de echarle más leña al fuego- y que crees? Acepto. Al parecer hoy la niñita no tendrá quien le lea su cuento antes de dormir.- lloriqueo molestamente riéndose al ver con las muecas de la niña había logrado fastidiarla.
-Hey! Aquí está tu vaso de agua.- Bella salió al porche con un vaso en sus manos, Jacob dejo la mueca burlona a un lado inmediatamente, para comportarse amable y agradable como siempre hacia cuando Bella o alguna otra persona estaba cerca.
-Oh gracias, eres tan amable- tomo el liquido rápidamente de un solo trago- ahora tengo que regresar al taller o tu hermano puede correrme- "ojala así fuera y despareciera de una vez" pensó Carlie- pero te recojo a las 8 ok?- le entrego el vaso y con sus galanteos baratos se inclino para tomar su mano y se la beso como despedida. Carlie y Ray rodaron los ojos al mismo tiempo que hacían una mueca de asco.
Siempre era así, frente a Bella se comportaba como la mejor persona, galante, agradable, amigable. Pero en cuanto ella desaparecía volvía a ser ese cretino que en realidad era. Afortunadamente ya no tenían que soportarlo más por ese día, se subió a su auto y Carlie observo con alegría como desaparecía por la calle.
-Hola niños. Como estuvo la escuela?- les saludo Bella amorosamente.
-Bien mamá, todo estuvo bien.- mintió Carlie con una sonrisa en su rostro.
Todos entraron a la casa y después de dejar los abrigos y las cosas en el recibidor se dirigieron a la cocina en donde Bella enseguida se puso en movimiento para preparar el almuerzo.
-Vamos chicos no me van a dar más detalles?
Esta era la parte que no le gustaba a Carlie de tener que mentirle a su madre. Tener que inventar todo un bello relato sobre lo bien que la había pasado en esas estúpidas celebraciones.
-Yo estuve ayudando con los atuendos de todos y Ray fue el árbol numero 3.- conto manteniéndolo sencillo, se rio de lo ridículo que sonaba el papel de Ray.- la que más se divirtió fue Lex, fue la princesa.- desvió la atención hacia alguien más, que si había estado presente en dicho evento.
-Sí, se notaba entusiasmada. Me lo conto la semana pasada- recordó Bella- como unas 100 veces.- los tres rieron.
Así es Alexa, la otra amiga de Ray y Carlie, que no podía ser más apuesta a ellos, aun no entendían como podían ser tan buenos amigos. Lexie era toda vivacidad y le gustaba ser el centro de atención, al contrario de los otros dos, que eran más reservados y lo mejor para ellos era pasar desapercibidos.
-Y tu Ray, no deberías estar festejando con tus padres?- siguió Bella con el interrogatorio, sonriendo de lado, todo esto tenía una intensión oculta que los niños no sospechaban para nada.
-Umm, si… yo umm- Ray no era tan diestro con las mentiras, Carlie le dio un leve codazo para que dejara de balbucear- papá tuvo que viajar luego de mi presentación.- se apresuro a terminar con su explicación.
-Oh, qué mal.- mascullo tratando de contener la risa, Carlie noto la sonrisita extraña que bailoteaba en su boca pero lo dejo pasar.
Bella termino de preparar el almuerzo y los tres comieron juntos mientras platicaban de algunas otras cosas, cuando Ray termino de comer se disculpo diciendo que tenía que regresar a casa, se despidió y se fue. Él vive tan solo 2 calles abajo en una de las casas más grades de Forks. Debido al trabajo de su padre les permitía tener una vida con comodidades y lujos, pero el precio a pagar era que estuviera ausente la mayor parte del tiempo en la vida de su hijo y su esposa Helen, ella se dedica a su casa e hijo y John, el padre de Ray es publicista. Carlie era un buen apoyo para cuando su amigo se entristecía o molestaba por las constantes ausencias de su padre.
Después de que las dos terminaron, juntas se pusieron a recoger la cocina y a lavar los trastes, mientras escuchaban un poco de buena música, siempre manejaban una buena mancuerna juntas. Las dos vivían solas en la hogareña casa, que a comparación de la casa de Ray podía parecer pequeña, para ellas dos era perfecta, la casa siempre era un hervidero de gente, casi nunca estaban solas realmente, si no eran las escandalosas visitas de Emmett solo o con su esposa Rosalie y sus tres pequeños hijos Elliot, Peter y Dexter, seguramente Alice, la amiga y aunque no de sangre hermana de Bella con o sin su esposo Jasper o también podían aparecerse debes en cuando Renne y Charlie, que comúnmente venían a consentir a Carlie con algún regalo o para saber cómo estaban las mujercitas de la familia, también estaba Bree que vivía solo cruzando la calle, las dos debes en cuando cuidaban a Charlotte cuando Bree y su esposo Diego decidían darse una escapadita de solteros. Y por supuesto Ray y Lexie estaban constantemente en la casa, muchas veces se habían quedado a dormir.
Después de terminar con la cocina Carlie subió a su recamara y antes de tumbarse en su cama encendió el reproductor de música en donde comenzaron a escucharse las delicadas notas de un piano, desconocía quién era el interprete, su madre nunca se lo había contado aunque desde pequeña le había hecho escucharla junto con infinidad de melodías del mismo género, pero de autores conocidos, pero la del intérprete desconocido era su favorita. En una ocasión su madre le había contado que cuando era bebe y tenia ataques de llanto con el simple hecho de reproducir la canción se tranquilizaba inmediatamente, ahora siendo más grande causaba el mismo efecto haciendo que soñara despierta con diferentes escenarios de cuentos imaginarios.
Un leve maullido hizo que saliera de sus ensoñaciones. Ladeo su cabeza hasta dirigir su vista a la puerta entreabierta en donde apareció la pequeña cabeza atigrada de su gatita Jella (XD jajá, si me robe el nombre de la gatita de Kristen y de la misma raza ja!)
-Hey preciosa. Ven aquí.- le llamo, la mascota enseguida respondió a su llamado y camino hasta la cama subiendo a ella y comenzando a ronronear acostándose a lado de su dueña.- donde te habías metido pequeña? No te había visto en largo rato.- le hablo comenzando a acariciarla, los ronroneos aumentaron- hoy estuvo aquí Jacob, lo viste?- como si fuera una respuesta Jella maulló- ese tipo nunca me caerá bien, hoy me volvió a llamar pulga molesta sabes.- soltó un largo suspiro, esto es algo que solía hacer, desahogarse con su mascota, era algo así como su pequeña psicóloga- invito a salir a mamá de nuevo y ella acepto, no me gusta para nada. Porque ella no ve la forma en que es en realidad y así de una vez lo manda a volar. No quiero que salga con el Jella, en verdad no quiero.- murmuro tumbándose sobre su espalda derrotada, Jella se restregó sobre su costado reconfortándola.
Se paso el resto de la tarde escuchando música tumbada en su cama en compañía de Jella hasta que su mamá la llamo a comer, noto que Bella la escrutaba más de la cuenta con la mirada pero no le dijo nada, se le hacía muy extraño, pero ella tampoco comento nada. Después de comer fue a bañarse y se puso la pijama, bajo a la sala a ver la televisión junto a Jella un rato antes de dormirse, era viernes, pero viendo el panorama con la cita de su madre prefería dormir temprano. Faltaban 15 minutos para que dieran las 8 y ella refunfuñaba cada vez que veía como el minutero avanzaba hasta la hora acordada. Escucho con pesar como su madre bajaba las escaleras seguramente lista para salir, paso a la cocina y luego se escucharon sus pasos acercarse, Carlie quedo completamente sorprendida cuando vio a su mamá acercarse a ella con su pijama puesta y un gran tazón de palomitas, dejo el tazón en la mesa de centro y tomando varias cajas de películas las puso frente a su hija.
-Cual quieres ver? Tenemos "Buscando Nemo", "Monster Inc.", "Como entrenar a tu dragón" y "Up".
-Esta.- señalo Up aun extrañada por los repentinos planes.
Bella coloco la película en el DVD y después se sentó a lado de Carlie atrayéndola para abrazarla y tapar a las dos con una manta. La película comenzó y Carlie en realidad no la estaba viendo, observaba debes en cuando a su madre con ganas de preguntarle qué pasaba, pero le daba pena.
-Cuando regresa tía Alice?- le pregunto atreviéndose a mencionar cualquier tema más seguro.
-En la mañana llamo y dijo que regresaban el domingo.- le respondió dándole una leve mirada y volviendo su vista al televisor.
-Ya la extraño.- comento.
-Si yo igual, se extraña su hiperactividad.- las dos rieron.
La película siguió transcurriendo, Carlie sin el valor de preguntar nada decidió prestar atención.
-Y no tienes algo que contarme sobre hoy?- pregunto Bella de repente, hizo que Carlie se sobresaltara por la sorpresa y por la pregunta.
-Yo? De qué?- devolvió un poco nerviosa.
-No sé. Tal vez algo sobre tu no participación en el festival.- dijo sin rodeos.
Carlie bajo la vista avergonzada por ser descubierta, sus mejillas se sonrojaron.
-Como lo supiste?- murmuro apenada. Bella tomo su barbilla e hizo que alzara su rostro, Carlie esperaba encontrar su semblante molesto por la mentira, pero no fue así, le sonreía amorosa y comprensivamente.
-Helen llamo en la mañana para saber si Ray estaba aquí porque ninguno de los dos estaban en la escuela, además de que una niña de tres años no es muy buena guardando secretos, me encontré a Bree y Charlotte por la tarde y me conto que le leíste George el curioso.- le contesto- Bree tenia la misma mueca apenada que tú en estos momentos.- toco su pequeña nariz con su dedo índice.
-Perdóname por mentirte mamá.- se disculpo.- no estás enfadada?- pregunto.
-No, claro que no tontita. Pero no tuviste que mentirme- reprendió aunque no duramente- yo te he dicho que no es necesario que vayas, prefiero que te quedes aquí conmigo a que tengas que andar rondando por el pueblo para ocultarme que no quieres estar en esas celebraciones, yo te he dicho que por mí no hay problema.
-Si, lo sé. Pero yo veía que tu no querías que me sintiera excluida porque no tengo papá- Bella desvió la vista con expresión culpable.- y es exactamente esa expresión la que no me gusta que pongas, por eso prefería hacerte creer que me gustaba participar.
-Me preocupa más lo que sientas tu cielo, recuerda que yo soy la madre aquí. Qué te parece si el próximo año tu y yo vamos a dar algún paseo en este día? Así olvidaremos cualquier asunto relacionado, te parece bien?- Carlie asintió.
Las dos volvieron la vista a la película ahora que este asunto había quedado saldado, pero Carlie aun estaba intranquila y le asaltaba la curiosidad.
-Mami?- comenzó, Bella volvió su atención a su hija- no se suponía que ibas a salir con Jacob?- dijo el nombre a regañadientes. Bella rio.
-La verdad no tenía muchas ganas de salir con el- Carlie sonrio satisfecha- tú crees que me invito a una exhibición de camiones monstruo, como eso le puede entretener a la gente? Nunca lo he entendido, a tu tío Emmett le gustan, pero digo, es él.- dijo como si fuera obvia la explicación. En su mente Carlie casi hace su baile de victoria, Jacob es tan zopenco, como se le ocurre invitar a Bella a ese tipo de eventos?- además prefería quedarme aquí contigo, nos divertimos mas no crees?
-Claro que soy más divertida que ese tipo.- dijo riendo.
-Por supuesto que si. – rio Bella- ahora ya nos perdimos la mitad de la película, Jella regrésala!- bromeo, las dos rieron y la pequeña gata maulló.
Una vez la película comenzó de nuevo Carlie se acurruco entre los brazos de su madre, Bella la estrecho mas y beso el tope de su cabeza cubierta por sus risos cobrizos que le recordaban tanto a alguien. Sacudió su cabeza alejando los pensamientos antes de hundirse en los recuerdos.
…
Hola:::
Pues estoy emocionada por comenzar esta nueva historia! Espero que les guste y bueno aquí tiene el primer capítulo. Además de que esto es un poco nuevo para mi porque lo estoy narrando en tercera persona, no como en mis otras historias, espero salga bien.
Ya tengo algo adelantado, pero comenzare a subir hasta terminar Recuperando tu amor.
Espero que esta historia sea de su agrado y la acojan como mis anteriores historias, no adelanto mucho sobre la trama, aunque el sumary ya tiene algo sobre eso, pero a lo largo de los capítulos se irán resolviendo las incógnitas y se presentaran a los demás personajes.
Háganme saber si les gusta, para tener mas incentivo para seguir escribiendo.
Saludos.
Chaoo…
