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Disclaimer: Tanto Resident Evil como los personajes pertenecen a Capcom.


Capítulo 1: Claire Redfield

Usted, señorita Redfield, ha sido de las mejores dentro de Terra Save. Ha demostrado compromiso y convicción.

Vaya, gracias señor. Levantó las cejas ante el asombro de los halagos.

Te estarás preguntando para qué te he llamado y, como ya sabrás, una nueva sede de Terra Save abrió no hace mucho tiempo en Washington. Todavía requieren personal y pensé en ti para la vacante en gestión y supervisión.

La pelirroja parpadeó asombrada; no podía creer lo que estaba escuchando.

¿E-está hablando en serio?

Por supuesto, Claire. Yo sólo quería saber si tú estás dispuesta. —Le sonrió, tomando algunos una carpeta que tenía sobre el escritorio, el cual pronto le extendió a la hermana de Chris Redfield—. Obviamente es un cambio de ciudad y un cambio en cuanto a trabajo y, si tú decides aceptar, debe quedar sobreentendido que tu compromiso crecerá.

Lo sé, señor. Sé lo que esto implica.

Bien, piénsalo hoy y mañana me das tu respuesta, ¿de acuerdo?

Muy bien, muchas gracias.

No podía creerlo, le acababan de ofrecer un ascenso. Era cierto que la sede estaba un poco alejada de Nueva York, pero la sola mención del puesto le dejó sorprendida; tendría la oportunidad de gestionar las actividades de una ONG y esa era una de sus metas desde que decidió entrar a Terra Save; pero claro, la vida no era color de rosa y el puesto exigía un sacrificio: mudarse a Washington. ¿Qué debía hacer?

Salió de la sede aun con los pensamientos absortos en el nuevo puesto. Por supuesto que ya tenía la respuesta. No podía dejar pasar esa gran oportunidad que le ofrecían. No, definitivamente no había nada que pensar, esa era su oportunidad; su oportunidad para crecer, para mejorar y por supuesto para evitar con mayor premura atentados bioterroristas. La decisión estaba tomada y tenía que informar a Chris sobre sus nuevos planes.

Se encaminó hasta su auto, no era un modelo reciente, pero al menos le servía para moverse; de inmediato se puso en marcha hacía la casa de su hermano, y a saber qué le iba a decir en cuanto le comentara su decisión.

Se aproximó hasta la puerta de la casa de Chris y tocó el timbre un par de veces antes de que su hermano la recibiera con una gran sonrisa.

Claire, qué sorpresa. Se hizo a un lado para permitir el paso a su hermana.

Hola, Chris. Sonrió cálidamente.

En seguida se adentró a la casa y notó la presencia de cierta rubia en la misma, por supuesto era Jill, quien también se acercó a ella para saludarla.

Hola, Claire dijo animada, luego se aproximó hasta ella y le saludó de un beso en la mejilla, ¿quieres algo de tomar?

Oh, un vaso con agua está bien.

Muy bien, en seguida te lo traigo. La ahora rubia dejó a los hermanos en la sala mientras se dirigió a la cocina.

Siéntate, Claire. La chica en seguida tomó lugar en el hermoso sillón color marrón que adornaba la sala de su hermano. ¿Qué te trae por aquí? no tardó en averiguar.

Pues verás… La activista iba a comenzar, pero se vio interrumpida por Jill.

Aquí está tu agua.

Una sonrisa más adornó el rostro de la Redfield.

Y bien… ¿qué ibas a decirme?

Pues… Tomó un sorbo de agua y continúo con la charla. Me han ofrecido un nuevo puesto en Terra Save…

¡Oh, qué bien, Claire! le interrumpió sonando bastante emocionado por la noticia.

… En Washington terminó por confesar, un tanto nerviosa. Sonrió débilmente puesto que Chris se había quedado asombrado; la veía, pero realmente no estaba mirándola, esa noticia en definitiva no la esperaba. Eh… ¿sigues ahí, Chris? Dejó su vaso de agua sobre la pequeña mesa de centro.

Comenzaba a asustarse, su hermano no mostraba ninguna emoción, Jill igual lo había notado por lo cual tuvo que intervenir por el bien moral de los hermanos

¡Claire, felicidades!, te mereces ese cambio animó Jill; alguien tenía que felicitar a la chica

Claire, no estás hablando en serio habló al fin el mayor de los Redfield. ¿Aceptaste? Su voz exigía respuesta, por supuesto algo andaba mal.

Amm, no… todavía no, pero…

Menos mal. Aquí estás bien, Claire, no tienes que marcharte a ningún lado.

Chris…

Si te sigues esforzando quizás te ofrezcan un mejor puesto aquí mismo.

Chris, yo… Jill observaba a Claire, estaba perdiendo la paciencia con su hermano.

No tienes que irte tan lejos para…

Chris, ¡ya cállate y déjame hablar! gritó tratando de hacer callar a su hermano.

Oh… ¿estabas diciendo algo?

Jill rodó los ojos ante la pregunta de su testarudo novio.

Sí… estaba diciendo que aún no he aceptado el puesto, pero tampoco pienso rechazarlo.

Claire, no hay necesidad. Tú estás muy bien aquí… aquí donde puedo vigilarte estableció completamente irritado. No podía permitir que su hermana se marchara lejos.

Ambos hermanos sostenían sus miradas. De un momento a otro, el lugar se había puesto tenso; Chris realmente lucia molesto y Claire comenzaba también a malhumorarse. La pelirroja no entendía qué sucedía con su hermano, pero estaba actuando tan sobreprotector como había hecho años atrás durante su adolescencia; no soportaba esa faceta de él, ella ya era una mujer adulta capaz de tomar sus propias decisiones.

Emm, iré a ver cómo va la cena anunció Jill, al tiempo que se alejó de la escena. Lo mejor era dejar a los hermanos solos.

Pues lo siento, Chris, pero ya he tomado mi decisión. Lo miró atentamente.

Creo que no estás pensando con claridad…

Entiéndeme, yo quiero hacer esto, es una buena oportunidad para mí.

Claro, quieres que yo te entienda a ti, pero quién me entiende a mí, ¿eh?

Ya no tienes que preocuparte tanto por mí, tú ya tienes una vida hecha y no tienes que hacerte cargo de la mía. Sé cuidarme sola si eso es lo que temes. No es como si me estuviera mudando de país levantó la voz. Le molestaba que su hermano siguiera tratándola como a una niña.

Sabes qué… haz lo que quieras. Y sin decir nada más, se levantó del sillón y subió por las escaleras con la intención de ir a su habitación

Jill salió de la cocina cuando ya no escuchó sus voces discutir, al llegar a la sala descubrió a Claire aun sentada en el sillón con los brazos sobre las rodillas y cubriéndose la cara con las manos. Era cierto, Chris a veces podía llegar a ser demasiado sobreprotector, pero algún día debía entender que su pequeña hermana estaba creciendo y necesitaba vivir su vida como a ella le plazca.

Debes darle tiempo, no es fácil para él que te vayas. La rubia se sentó a un lado de su cuñada, y ésta levantó su mirada.

Algún día tendrá que entenderlo.

Lo sé, intentaré hablar con él…, pero cambiando de tema, ¿qué te dijo George sobre esto?

Amm, bueno… él…titubeó al recordar que olvidó por completo aquella situación.

¿No le has dicho? inquirió divertida.

Bueno no, pero es que en cuanto supe la noticia viene aquí, así que no tuve tiempo de verlo.

¿Y qué crees que diga él?

No lo sé, pero estoy segura de que no va actuar como Chris.

No creo que exista otra persona que actúe como Chris… bueno, sólo tú, pero ustedes son los únicos. Sonrió amistosamente tratando de levantar el ánimo dela activista; Claire correspondió el gesto. En fin… ¡yo sí estoy muy feliz por ti! De inmediato se levantó y la estrechó en un fuerte abrazo.

Gracias, Jill.

¿Te quedas a cenar?

Gracias, pero no. No quiero que Chris me ignore. Rodó los ojos mientras sonreía. Tomó su bolso y se levantó del cómodo sillón.

De acuerdo, e intentaré hablar con él, así que no te preocupes. Le guiñó el ojo y la encaminó hasta la puerta de entrada.

Gracias. Te veo luego se despidió y salió de la casa de su hermano.

En cuanto la activista se marchó, Jill fue hasta su habitación, tenía que hablar con Chris y hacerle ver las cosas. No podía permitir que él no animara a su hermana en esta nueva etapa de su vida.

No tienes que ponerte así, Chris —habló desde el marco de la puerta.

¿Tú también? La miró irritado.

Ya es mayor, puede cuidarse sola murmuró calmada. Se sentó a su lado y puso una mano sobre su hombro. Chris soltó un gran suspiro.

No es eso, Jill. Sé que puede cuidarse sola, pero cuando nuestros padres murieron prometí cuidarla, y desde aquí no podré hacer nada por esa promesa.

Chris, ya la has cuidado demasiado, creo que tu promesa la cumpliste con éxito. Claire ya es toda una mujer y deberías estar feliz por ella, está creciendo tanto personal como laboralmente.

Lo sé contestó resignado. Al final sabía que Jill tenía razón.

Tienes que hablar con ella antes de que se vaya a Washington, la vas hacer muy feliz si le demuestras tu apoyo. Acarició su espalda suavemente.

De acuerdo aceptó, resignado. Tomó la cara de Jill y con delicadeza acercó sus labios a los de ella hasta culminar con un profundo beso.

Al siguiente día, Claire fue hasta la sede de Terra Save para aceptar la propuesta del señor West, éste se alegró por la buena decisión que tomó y ambos estrecharon su mano; Claire sonrió cálidamente, no podía ocultar lo bien que se sentía con ella misma. Su jefe había mandado la respuesta a la sede de Washington D.C. en cuanto Claire se lo hizo saber, pero le pidió que se apresurara con el traslado, la sede de la capital la esperaba pronto. La pelirroja se puso en busca de un lugar para quedarse y poder mover sus cosas, tendría que dejar unas cuantas, y el resto tendría que comprarlo.

¿Qué haces?

Un joven un par de años mayor que Claire, de cabello corto y negro, atractivo a simple vista, se acercó hasta ella mientras esta terminó de colgar el teléfono.

Sólo hacía una llamada... Sonrío, únicamente para ponerse seria nuevamente. El chico la miraba con atención, tenía que comentarle sobre su nuevo puesto cuanto antes . George…

Ya sé sobre la oferta que te hizo West. La interrumpió; se veía un poco decepcionado.

Bueno, yo... quería comentártelo ayer, pero ya no te vi en la salida…

¿Qué decidiste? se apresuró a averiguar, sin quitarle la mirada de encima.

Acabo de aceptar contestó sin mayor remedio. El chico quitó su mirada de ella y la dirigió hacía el suelo mientras soltaba un pequeño suspiro.

Me lo imaginé.

George…

Está bien, estás en tu derecho. Además de que es un buen puesto.

Nada tiene por qué cambiar entre nosotros, lo sabes ¿no?

Lo sé, pero será difícil estando tú allá y yo aquí.

Pero vendré de visita, tengo que ver a Chris, a Jill y por supuesto a ti, así que vendré cada que pueda, lo prometo.

Será difícil no verte a diario, pero creo que puedo sobrevivir.George quería ser comprensivo con ella, no podía retenerla, ella tenía derecho a crecer y él no se lo iba a quitar. Así que tenía que alentar a su novia. Se acercó hasta ella y la abrazó fuertemente, Claire de inmediato correspondió el gesto, posicionando sus manos alrededor de su cuello—. ¡Te lo mereces, nena!susurró cerca de su oído. La separó un poco de él y en seguida le dio un corto beso en los labios. Claire se separó del abrazo y volvió su vista al periódico que revisaba para buscar un departamento.

Tengo que buscar un buen lugar para…

¡Claire! alguien llamó desde la puerta de su oficina.

¿Chris?, ¿qué haces aquí? George y Claire miraron atentamente al hermano mayor.

Me voy, te veo más tarde para ayudarte con lo del departamento dijo George antes de salir, saludó a Chris con un movimiento de cabeza.

Así que ya aceptaste habló Chris, al tiempo que se adentró a su oficina.

Sí, Chris. Y no tiene caso que me reproch…

Está bien. No voy a reprocharte nada, ya estás «grandecita», creo que sólo exageré un poco. Claire no evitó esbozar una sonrisa al escuchar aquello.

¿Un poco?, pero si te ahogas en un vaso de agua, Chris.

Bueno, ya ¿no? Sé que exagero mucho, pero sólo lo hago por cuidarte.

Lo sé y te lo agradezco. Pronto lo abrazó y su hermano enseguida correspondió—. Pero vendré a visitarlos, así que no te preocupes.

Bien, ¿y cuándo te vas? El musculoso hombre rompió el abrazo, mientras tomaba el periódico que había estado leyendo su hermana.

Mañana, tengo que estar lo antes posible allá. Sólo estaba buscando un departamento para quedarme, pero no encuentro nada.

Olvídalo, ya no busques. Recuerdo que Piers dejó su departamento en D.C. y no pudo venderlo, ni siquiera pudo rentarlo, así que se lo pediré para ti.

¿De verdad? preguntó incrédula.

En serio. Hoy mismo le digo y a ver cuánto pide.

Muchas gracias, Chris.

En fin, tengo que irme. Te aviso en un par de horas lo del departamento. Se despidió de su hermana y en seguida se fue.

Ahora sí, Claire no podía ser más feliz, su hermano había recapacitado, seguro con influencia de Jill, pero lo que importaba es que ya no estaba molesto con ella por su decisión. George lo había tomado de la mejor manera y ahora ya tenía un posible lugar para alojarse, ya sólo restaba ir a Washington y comenzar su nueva vida.


Bueno, hasta aquí el primer capítulo... Este trató sobre Claire, pero el que viene pertenece a nuestro agente favorito, así es, nada más y nada menos que... James Bond... xD nahh, pertenece a Leon...

¡Y wow!, me alegra que el one-shot haya gustado. Realmente no esperaba nada, ni siquiera un view, pero encontrarme con sus comentarios me motivó un montón. Y agradezco a estas personitas que se tomaron tiempo para las reviews:

Claire Kennedy: Hola, Chica. Agradezco tu review del one-shot. Fue sólo mi forma de comenzar en este sitio, no planeaba hacer un Cleon. Sólo se trataba precisamente de los recuerdos de Claire, de lo que a mí me gusta creer que ella sentía. Pero en verdad muchas, muchas gracias, agradezco tu comentario y en esta nueva historia sí obtendrás Cleon :D *se pone feliz y baila sobre la mesa*. En cuanto a continuar con el one-shot, te juro que lo tomaré en cuenta, pero primero necesito organizar mis ideas, va que va ;)

Cami y el otro comentario que no dejo nombre xD: Hola, hola… Muchas gracias por sus reviews. Intentaré ser lo más diferente posible, no prometo gran cosa, pero espero obtener buenos resultados. Creo que tienen razón, hace falta que Leon ya no sea tan mujeriego. Así que veré qué puedo hacer con esas ideas suyas que atormentan sus cabezas :D . Muchas gracias

Neytan: Gracias por la review y los ánimos. Tienes razón, hacen falta fic's Cleon, al menos en español, pero aquí tienes una nueva historia de ellos. Espero ir por el buen camino. :D