¡Hola a todos/as! Los he echado muchísimo de menos, perdonadme por esta enooooorme tardanza, problemas familiares, iba a terminar y subir este capítulo hace tiempo pero entonces tuve un bajón por la misma razón, y sinceramente no tenía ni el valor ni las ganas de escribir.

Muchas gracias a todos los que a pesar de mi tardanza sigan leyendo mis historias tan idas xD Espero que os sea de agrado este capítulo. Y si, ya se que es algo confuso el que este en un entorno español coloquial y los apellidos ingleses, pero es que los apellidos españoles que se me ocurrieron no pegaban con los nombres xD

Por cierto, esta historia está ambientada en un entorno mas coloquial, así que habrá algunas palabrotas y expresiones un poco... Ustedes me entienden, he pensado que algunas palabras tal vez no la entiendan asi que he hecho una especie de mini diccionario, aun asi si no han entendido algo me lo pueden escribir y yo les contesto.

Pija: Chica que se gasta mucho dinero en ropa, suele ir a la moda y tener padres ricos, casi siempre está hablando de ropa, chicos buenos o diciendo cosas malas de casi cualquiera que no sea como ellas o incluso si lo son.

Lame culos: Es una persona que le gusta hacer la pelota a cualquiera y es como un perro por así decirlo, suele seguir a quien le hace la pelota, y como la misma expresión dice, le lame el culo adulándolo/a.

Ni de coña: Es una expresión que llega a ser como un "no" rotundamente, algo asi como un "ni hablar".

Titarse a alguien: tener sexo.

Diclaimer: Ni Frozen ni sus personajes me pertenecen.

- Tic tac,tic tac, riiiiiiiiing.

- Mmm, maldito aparato del demonio.- Dijo una voz femenina y somnolienta mientras apagaba el sonoro objeto.

De entre las sábanas emergió una cabellera rubia y ligeramente alborotada, la chica levantó su torso y estiró sus entumecidos brazos, su pálida piel era iluminada por los rayos de sol que cruzaban por su ventana, sus párpados se levantaron, permitiendo ver unos ojos celestes que brillaban con intensidad.

Medio dormida se dirigió al lavabo, tras unos minutos dominó aquel desarreglado pelo, salió de la habitación para dirigirse nuevamente a su dormitorio con el pelo suelto, ligeramente ondulado.

El agua no consiguió despertarla del todo, pero igualmente empezó a vestirse con lo primero que cogía del ropero.

Simplemente se puso unas zapatillas azules, unos vaqueros cortos y una camiseta azul claro con toques en blanco.

Hizo la cama despreocupadamente, revisó el horario del instituto y una mueca de desagrado apareció en su rostro.

- Que asco, hoy toca historia a última hora.

Tras depositar la agenda en la mochila, se dirigió a la cocina y se comió los cereales con leche desganada.

Tras mirar la hora por novena vez en la mañana, puso el tazón y la cuchara en el fregadero, cogió la mochila y se dirigió al instituto.

Tras dos largas y aburridas clases empezó el primer recreo, en el patio del IES Arendelle, aquella chica por fin pudo tomarse un descanso conversando con sus dos mejores amigos.

- Te ves como un zombie, Elsa. - Reía un chico no muy alto de pelo negro y ojos verdes.

- Ya sabes que siempre soy así los lunes, Olaf.- Respondió la chica.

- ¿Es por historia?- Preguntó un robusto y alto chico rubio de ojos marrones claro.

- Si, por historia, matemáticas... No se me da bien estudiar.

- Elizabeth Black, como vuelvas a decir eso te voy a pegar.- Dijo el chico rubio seriamente.

- Estoy de acuerdo con Kristoff.

- No seais exagerados, chicos, simplemente no soy buena estudiando.

- ¡Sacas putos nueves!- Gritaron al unísono.

- Es porque las asignaturas son fáciles.- Respondió Elsa, Kristoff estaba apunto de rebatir las palabras de su amiga, pero lo interrumpió Olaf.

- Hey chicos, mirad, hay va la barbie pelirroja con su séquito de lame culos.

- ¿Anna Blair?- Preguntó Elsa.

- Obviamente.- Respondió Kristoff.

- ¿Por qué le dais tanta importancia? Solo es una pija.

- Pero es muy puta, no hay chico que conozca con el que no se haya acostado.

- Supongo que es porque tiene un buen cuerpo, aunque no es mi tipo.

- No podrías tenerla aunque quisieras.- Dijo el chico rubio.

- Es hetero.- Dijo Olaf.

- Y la chica más homofóbica de todo el instituto.

- ¿Y cuando me ha importado eso? Me he acostado con muchas chicas hetero,¿recordais?

- Si, pero la barbie pelirroja está fuera de tu alcanze.

- Opino igual.- Asintió el chico moreno.

- ¿Quereis apostaros algo?

- Si consigues acostarte con ella, obedeceremos todo lo que digas durante un mes.- Ofreció Kristoff.

- Y además te daremos cincuenta euros cada uno.- Siguió Olaf.

- Señores, tenemos una apuesta entre manos.- Dicho eso, los tres estrecharon sus manos para cerrar la apuesta.

En las clases ...

Elsa se pasó horas pensando en cómo acercarse a Anna, por suerte tiene una ventaja, están juntas en clase, pero desgraciadamente estan sentadas demasiado lejos una de la otra.

- Piensa Elsa, solo te queda esta hora para intentar acercarte a Anna hoy, pero la cuestión es,¿cómo puedo llevar a la cama a una chica pija,hetero y homofóbica si nunca he cruzado una palabra con ella?

- Bien, ahora os daré un folio con lo que debéis hacer en el trabajo de este trimestre, es por parejas, después de repartir las hojas, os diré quién es vuestro compañero.- Dijo el canoso y desganado profesor.

- Mierda, otro puto trabajo de historia, ya se lo podría meter por donde le quepa.

- Elizabeth usted irá con Anna Blair.

- ¡Benditos sean los trabajos de historia por pareja!

- Sentaos con vuestro respectivo compañero, teneis el resto de clase para organizaros.

Elsa se mantenía atenta a su pareja, pues de repente se había levantado y ahora caminaba hacia ella, su cara era indescifrable, no habia muestras de disgusto, pero tampoco de agrado.

- ¿Estas libre mañana por la tarde?- Dijo la chica pelirroja en cuanto se sentó.

- Si.

- ¿Quedamos en mi casa?

- Vale, pero no sé donde vives.

- Toma.- Rápidamente le pasó un trozo de papel a Elsa.

Esa fue la única conversación que tuvieron en toda la hora, obviamente aquella actitud fría y distante molestó a Elsa.

- Después de ganar la apuesta, me lavaré con desinfectante, que asco me dá esta chica.

Al dia siguiente en el primer recreo del instituto...

- ¡Dios, por fin! ¡Que aburrimiento! - Exclamó Kristoff.

- ¿Matemáticas?- Preguntó Elsa.

- Si.- Dijo desganado el chico.

- Es que las clases son muy aburridas, Elsa, además Kristoff y yo estamos muy separados como para hablar.- Dijo Olaf.

- Si, es una pena que nos separaran este año.- Dijo desanimado el chico rubio.

- Bueno, cambiemos de tema, ¿pasó algo interesante ayer, Elsa?- Dijo el ojiverde sabiendo que Anna y ella están en la misma clase.

- No mucho, aburridas todas las clases, saqué un 9,75 en el examen de latín, tengo un trabajo trimestral en pareja de historia con la barbie pelirroja y he quedado esta tarde en su casa para hacer el trabajo.

- Me sorprende tu suerte con estas cosas, rubia.- Exclamó Olaf.

- ¿Cuál? ¿Los exámenes o las chicas?

- Ambas.

- ¿Te la vas a tirar hoy?- Preguntó gracioso Kristoff.

- Ni de coña, tengo que prepararme mentalmente, esa chica me da asco de verdad. - Dijo ella con una mueca de disgusto, lo que provocó la risa de sus acompañantes.

Por la tarde ...

- Ahora hacia la izquierda y luego al frente, el número 69. Agg se explica horrible, pero al menos tiene buena letra.

Tras un rato llegó a su destino y se paró frente a una casa con rejas, al levantar su cara, su rostro transmitió sorpresa al ver la enorme casa. Revisó algunas veces si era ese el lugar, y dudosa se atrevió a llamar al timbre. De repente se escuchó un sonido, era la cancela, se había abierto, se escucharon unos apresurados pasos provenientes de la casa y en la puerta apareció la chica pelirroja.

- Entra. - Esa fue la única palabra que le dirigió a Elsa, obviamente en tono cortante, pero no pudo hacer otra cosa que seguir a aquella chica de minifalda negra y chaleco de tirantas rosa, acompañados de unos tacones negros.

Al contrario que Anna, Elsa prefería vestir ropas más simples, botines rojos, pantalón corto de color negro y camiseta roja con dibujos en negro.

Eran muy diferentes, mientras Elsa tenía una trenza y el flequillo alborotado, la otra chica lo tenía suelto y meticulosamente peinado, por supuesto iba maquillada, la chica rubia por el contrario solo tenía rímel puesto.

Elsa siguió a la chica hasta el dormitorio, cruzando antes las escaleras que llevaban al segundo piso. La pelirroja simplemente tomó asiento y encendió el ordenador de mesa, la otra joven se quedó unos segundos inmóvil hasta que tomó asiento de una silla que habia en la habitación.

Elsa dio un vistazo rapido a la habitación y una unica frase pasó por su cabeza.

- Dios , es todo tan rosa.

- Si tienes tiempo de mirar, también tienes tiempo de ayudarme con el trabajo, no lo voy a hacer todo yo.

- Sé agradable Elsa, se agradable, tienes que follartela. Perdón, ¿Cuántos puntos son?

- ¿Ni si quiera te has leido los puntos? En serio me desesperas.

- Sé agradable Elsa, se agradable. Lo siento, no tuve tiempo, ¿me dejas el papel, por favor?

- ¿Pretendes que me crea esa excusa barata? Te daré el papel solo para que hagas algo. - Dicho esto le entregó el folio con los puntos a seguir.

- (respira profundamente) Relax Elsa, relax. Gracias.- La chica rubia ahogó sus tan merecidas protestas y sonrió lo más naturalmente posible al coger la hoja.

- ¿Ya has terninado?

- Si, ¿por qué punto empezamos?

- Pues por el primero obviamente, busca información de la revolución americana.

- Este trabajo es de la industrialización, no te has leído el papel, ¿verdad?

- No es de tu incumbencia.

- ¡Se acabó! ¡Esta es la gota que colma el vaso! ¡Deja de quejarte por todo lo que hago cuando tú no haces nada! ¡Y deja de tratarme como a una mierda solo porque sea lesbiana!

- ¿Qué? ¡No me desagradas porque seas lesbiana! ¡No soy homofóbica! ¡Sólo tengo una reputación que mantener!

- ¿Qué? ¿No eres..? - Aquello dejó estupefacta a Elsa al igual que dejó sorprendida a la propia Anna por decir aquello.

- Ni una palabra, no has escuchado nada.

- ¿Quieres dejar de tratarme así?- Replicó Elsa molesta.

- Escucha, la gente como tú y la gente como yo nunca nos llevaremos bien.

- ¡Oh, vamos! Estamos solas, no tienes que demostrar nada en frente de nadie. Buscate una excusa mejor que esa, pija.

- Mira, por ahora solo vamos a centrarnos en el trabajo,¿de acuerdo? - Dijo Anna queriendo relajar algo el ambiente.

- Vale, pero que sepas que solo lo hago por mi nota.

- Bien.