Holi Sí, también me quiero unir al grupo de las que escribe algo ShinAya. La verdad no sé cuantos capitulos tendrá, pero tengo previsto unos 3 o 4, no creo que más, sin embargo los haré com mucho amor. Y sí, los demás aparecerán a su debido tiempo.

Ahora les dejo la historia y ...

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de su creador Jin (Shizen no Teki-P).


Miró aquel trozo de papel que le había entregado la profesora, aquel radiante cien estaba en la punta de la hoja. La dejó en su banco restándole importancia, desde hacía muchos años las notas habían perdido interés para él, después de todo siempre eran el mismo número.

Notó como su compañera de banco regresaba a su puesto con aquel examen, sabía de memoria lo que ocurriría después, sin embargo esperaba que esta vez sus notas hubiesen mejorado un poco.

Ella por su parte se quedó al lado de su puesto para luego sonreírle ampliamente mostrándole su exámen.

—Shintaro kun — habló la muchacha suavemente con alegría — Esta vez me ha ido mejor, gracias a ti

Ahora que lo pensaba bien, últimamente la muchacha pasaba preguntándole cosas en clases, seguramente las que no entendía ¿Cómo podría no entenderlas? Se preguntaba el muchacho de ojos oscuros, si todo parecía tan obvio (para él).

—Ya veo — comentó restándole importancia para luego echarse sobre su silla, para quedarse en un silencio

La miró de reojo un par de veces, ella sólo parecía tener una sonrisa boba sobre sus labios al ver aquellos números, tampoco es que fuese tan alta como para estar tan feliz. Shintaro realmente no la entendía, quizás era lo único que no se le hacía obvio ¿Por qué la muchacha era así?

La clase pareció continuar después de la entrega de las notas de forma normal. El muchacho no podía evitar mirar su celular continuamente, lo único que quería era irse a su casa y estar en aquel computador, gastar su tiempo en la internet.

El timbre resonó por todo el lugar alertando a los muchachos que la hora de almuerzo había llegado. Todos se reunieron con sus amigos como siempre lo hacían, él sin embargo permaneció allí, impasible como de costumbre.

Notó como alguien se encontraba al lado de él, acompañándolo, también pudo observar como unas muchachas (que debían ser amigas de su acompañante) se acercaban a donde estaban ellos.

—Ayano chan — habló una sin acercarse demasiado por la mordaz mirada del chico — ¿Vamos a almorzar?

—Yo paso esta vez — habló la muchacha para fijar su mirada en Shintaro — Me quedaré con…

—No — la interrumpió sorprendiéndolos a todos. No quería que ella se quedara allí con él por pena, lo último que quería era la lástima de alguien — Vete

Ayano solo se levantó en silencio mientras caminaba hacia la puerta con sus amigas, el muchacho pudo notar entre aquellos cuchicheos como las amigas le decían cosas como "Que frío es Kisaragi san" o "Él debería estar agradecido de tener a alguien como tu cerca, Ayano chan"

Soltó un bufido, mientras acomodaba su cabello, algunos mechones parecían siempre molestarle. No sabía por qué era así con ella, realmente actuaba de esa manera con todos pero con ella debía ser diferente ¿No? Suponía que la muchacha era lo más cercano que podría llamar amiga(si no contaban a la Takane y Haruka) .

Se levantó de su asiento lentamente, para luego caminar afuera del salón sin ningún rumbo fijo. Pasó por una máquina expendedora y compró una soda; por alguna razón le gustaban mucho, no tenía idea por qué ¿Sería que su cuerpo necesitaba algo dulce con tanta amargura dentro? Una burla salió de su mente al pensar aquello, al parecer juntarse tanto con Tateyama lo estaba afectando.

Terminó su tour en la azotea, le gustaba allí; la soledad desde hacía algunos años era su única compañera y ahora esta era amenazada por una personita que no le desagradaba, ese hecho lo hacía enojar. Agarró la reja con su mano izquierda mientras miraba hacia abajo con una mirada melancólica.

¿Por qué ella seguía allí para él? A pesar que muchas veces el parecía no tratarla como correspondía, tenía miedo de comenzar a depender de la muchacha y que ella al final lo terminara reemplazando con otra persona. Por eso la alejaba constantemente de él, pero siempre regresaba, no importaba qué le dijera.

Además de aquel capricho por estar con él ¿Por qué era? Su mente tenía miles de respuestas y todas en un principio parecían ser válidas, sin embargo ahora ninguna calzaba con el perfil de la muchacha. Frunció el seño mientras apretaba aquella reja con sus dedos ¿De qué servía que todo fuese obvio si no podía responder aquel enigma?

Notó como algo caía sobre sí, para luego darse cuenta que aquello se había posado su cuello. Rotó su cuerpo para quedar frente a su acompañante en aquel lugar, observando que allí estaba la muchacha que desde hace algún tiempo rondaba su cabeza sin poder sacarla, por más que lo intentara.

—Sabía que estarías acá — soltó una pequeña risita mientras le acomodaba a él la bufanda color carmín — ¿Qué hacías acá?

—Nada… — le respondió mientras le daba un trago a aquella bebida que tenía en su mano derecha — ¿No estabas con tus amigas?

Ella sólo se sorprendió y parpadeó un par de veces, para luego responderle de una forma amorosa.

—Me dejaron ir — contestó mientras lo miraba con aquella prenda de un color vivo — El rojo te sienta bien, Shintaro kun

El muchacho no pudo evitar sonrojarse levemente ante aquel comentario, nadie se solía fijar en él de aquella manera. Intentó restarle importancia a el comentario para centrarse en ella ¿Qué hacía allí si él la había rechazado de una forma fría?

Soltó un suspiro y se sentó apoyando su espalda en aquella rejilla de metal, para que luego ella hiciera lo mismo. Hablaron amenamente por bastante rato de cosas triviales, Ayano parecía esforzarse para poder llevar la conversación, después de todo, las respuestas de Shintaro parecían componerse la mayoría de monosílabos.

La campana sonó nuevamente para indicarles que la última hora de escuela. Ambos se levantaron y limpiaron un poco sus ropas, debido a que se habían sentado sobre aquel suelo frío. Caminaron juntos hacia su salón.

Al entrar todo el mundo pareció mirarlos algo sorprendidos ¡Ayano no tenía aquella bufanda, la tenía el chico más frío del Salón! Él sólo notó una mirada en especial sobre él, era uno de esos chicos que eran… "populares"; Uno de los mejores miembros del equipo de atletismo. Los miró a todos con desdén restándole importancia, poco le importaba lo que los demás pensaran sobre él.

La muchacha no parecía querer su prenda de regreso, así que para no dar más que hablar se quedó con ella el resto de la clase. De a ratos parecía distraerse con el perfume que expedía la bufanda, era bastante femenino y definitivamente era de su compañera.

Por fin la clase pareció terminar, sin embargo el delegado de la clase se acercó a donde estaban ambos muchachos.

—Chicos, recuerden que hoy les toca limpiar — habló mientras se acomodaba sus lentes

Shintaro sólo soltó un suspiro con pesadez mientras Ayano asentía animadamente ¿Qué tenía de divertido limpiar? Cuando todos se retiraron del salón el joven se sacó la bufanda roja y se la regresó a su dueña, esta sonrió, para luego volvérsela a colocar sobre su cuello.

Limpiaron (más ella que él) por un buen rato, hasta dejar el salón impecable, la falta de buenas notas parecía compensarlo con su buen trabajo en el orden y la limpieza.

—Shintaro kun — lo llamó ella con sus merillas sonrosadas por el cansancio del trabajo —¿Nos vamos juntos?

—Sí, lo que sea — le contestó mientras arreglaba sus cosas

La esperó en la puerta del salón hasta que ella llegó y ya juntos comenzaron a caminar hacia la salida del establecimiento. Un silencio (no incómodo) se unió al ambiente. Siguieron así sus caminos hasta que ella rompió aquel mutis.

—Ah… — balbuceó un poco al comienzo — Pronto vendrá la salida de paseo del curso

Él sólo se limitó a mirarla mientras seguía su camino

—¿Te gustan? — le preguntó algo tímida

—No — respondió de forma seca. Nunca le habían gustado los lugares repletos de gente

—Oh… — dijo algo decepcionada — ya veo

Nuevamente aquel enojo pareció apoderarse de él, no quería hablar de aquel tema, después de todo ¿Ella qué esperaba de él? ¿Ir juntos como amigos de toda la vida?

—Pero tienes que ir, es obligatorio… además que yo quería saber si…

No pudo terminar la oración, ya que Shintaro se estaba hartando del tema.

—No me importa — le contestó de forma ruda y sin cuidado— Sólo me iré a algún lado, lejos de allí y de todos

—No vayas— habló refiriéndose a aquel lugar alejado, mientras tomaba su mano

—¡Eres tan molesta! — se soltó del agarre mientras seguía caminando solo, sin mirar atrás en ningún momento

¿Qué pretendía la muchacha? Ella debía ya saber que él no era de los que iba a esa cosa ¡Si pasaba la mayoría del tiempo solo en el salón! ¿Es que acaso se estaba burlando de él? Sentía como aquel enojo seguía sobre él, no podía quitárselo.

Caminó dejando atrás a la muchacha que solo se limitó a dejar salir aquellas lágrimas de sus ojos , mientras lo veía alejarse de ella.

Ninguno de los dos notó como un tercero veía aquella escena, sintiendo unas ganas tremendas de golpear al culpable de aquellas lágrimas.


Ya sé que quedó super crap Dx pero hace años que no escribía nada. Espero que les haya gustado, si se me pasó un error ¡Lo siento!

Eso, muchas gracias por leer, espero que me dejen sus bellos reviews para que me den la inspiración y con eso seguir.