Prólogo:
El abrazo de las alas blancas
El humano un ser que, a lo largo de su historia, ha demostrado ser el poseedor de un potencial aparentemente ilimitado, siendo capaz de expandir una y otra vez, casi sin descanso, los límites de su grandeza o, en algunos casos, los de su degradación. Pero, sin importar su enfoque, siempre está a la busca de ese siguiente paso que vuelva posible cruzar el umbral de lo que, hasta ese momento, era considerado inimaginable, en un fanatismo que hace parecer como si, desde su creación en el universo, desafiar lo ya impuesto fuera la razón de su existencia. Esta capacidad no es más que el resultado de una cualidad que yace en lo más profundo de su esencia… La voluntad de pelear.
Entre los más cultos, aquellos con la arrogancia suficiente para llamarse "los más evolucionados", coincidiendo sin desearlo con aquellos portadores de una vida humilde y libre de ambición, a ésta voluntad se le tacha como barbárica y como el reflejo de una mente obstinada, cerrada y soñadora, tan incapaz de ver la realidad a su alrededor como de apreciar la comodidad de su situación.
Pero sin importar quienes ni cuantos intenten ignorarlo y negarlo, el hombre lucha. Ya sea por soberbia, por orgullo, por necedad, por ambición, por defender algo, por exponer algo, o simplemente por demostrar su existencia, el hombre siempre estará luchando. Algunos ni siquiera son capaces de concebir su vida sin tener que pelear por algo son capaces de crear un adversario de la nada, solo para satisfacer esa necesidad; el hombre siempre luchara por algo.
Aun así, el miedo, algo tan esencial para el ser humano como lo es su deseo de lucha, provoca la desesperación y el descontrol; es entonces y solo entonces, cuando los llamados "verdaderos héroes" aparecen, con una voluntad de lucha y un espíritu férreo capaces de iluminar el camino de la histeria, donde otros se han hundido, convirtiéndose en líderes, guías cuya fuerza aumenta con la fe que aquellos en a su espalda depositan sobre sus hombros. Sin embargo, ésta fe pesa, y si aquel que la carga, cede ante su peso, sería otra forma de morir.
Y así, este miedo ha azotado a la humanidad en incontables ocasiones, dando lugar a conflictos, acciones desesperadas y al nacimiento de muchos héroes y villanos, convirtiéndose en el precursor por excelencia de cada nueva era en la que la humanidad ha entrado y entrará.
Cuando la humanidad logró encontrar, por primera vez, vida inteligente extraterrestre, el miedo, de la mano de ese gran descubrimiento, descendió sobre la Tierra, llegando aún más profundo en la mente y corazones de la gente que el descubrimiento en sí, y marcando, como ya es su costumbre, el inicio de una nueva era para la humanidad.
La primera acción que podría definirse como parte de la nueva era, fue la unión total de la tierra. Los pocos países que aún se mantenían independientes, se unieron de inmediato al ya establecido gobierno casi mundial que llevaba por nombre "Liga de Poderes Unidos", el cual, pese a no gobernar en su totalidad en la tierra, ya poseía colonia en otros planetas del sistema solar.
El incremento de poder sufrido en la Liga de Poderes Unidos debido a la unión de las naciones restantes, obligó a una restructuración total del gobierno; fue así como nació el Directorio de la Tierra Unida, como nuevo protector de la humanidad. La tierra y sus colonias se sintieron seguros una vez más y depositaron su fe en sus nuevos líderes.
Manteniendo la política militar en cuanto a asuntos alienígenas como su principal prioridad, el Directorio de la Tierra Unida no demoró más que lo necesario en envía una fuerza expedicionaria hacia el sector Koprulu, un distante sector del universo en donde humanos cuyas generaciones anteriores fueron exiliados por la Tierra, se encontraban en pleno combate contra dos razas alienígenas, identificadas como los Protoss y los Zergs.
Desafortunadamente, la fuerza expedicionaria, fue por completo aniquilada.
El miedo, una vez más, robó la razón de la gente, habiendo un solo poder en la Tierra, ¿Quién podría guiarlos ahora que ese poder había sido derrotado? ¿Quién podría ofrecerles seguridad? La histeria provocada por ese tipo de preguntas alcanzó un nivel crítico y la tierra estalló en guerra.
Diversas facciones lanzaron una campaña militar completa con la intención de derrocar al Directorio de la Tierra Unida y prevalecer sobre las otras facciones, bajo la promesa y reclamo de ser capaces de vencer donde el Directorio falló. El conflicto resultante fue de una escala que la Tierra tenía tiempo sin atestiguar. Por fortuna, su duración fue poca; no logró alcanzar el año.
Una mujer, una heroína, una líder nacida del miedo como parte de la nueva era. Su facción comenzó como un pequeño grupo de guerrilleros, sin otro interés más que el de salvaguardar el lugar donde vivían; no deseaban conquistar, ni deseaban gobernar, ellos luchaban con el único propósito por el cual fue formado el Directorio Unido de Naciones y que parecía haber sido olvidado; ellos luchaban para proteger.
La ideología de ésta mujer se impregno en los corazón de otros pequeños grupos militares a su alrededor que terminaron por unirse a su causa, logrando que su fuerza, a pesar de no hacer otra cosa más que defender, comenzó a sentirse como una amenaza para los otros grupos que se disputaban el poder.
Sus victorias ante grandes facciones hicieron que su ideología fuera conocida a lo largo de la tierra, provocando la unión de más ejércitos a su causa. Pronto, su ejército y su razón para luchar se volvieron tan grandes que no podía seguirse dedicando a defender; ya no podían ignorar la lucha y como una gran potencia, se alzó para defender cada región de la Tierra que estuviera aún bajo la sombra de una guerra que, poco a poco, comenzaba a carecer de significado.
Las grandes alianzas que se produjeron a su alrededor, causaron la corta vida de la guerra y con su final, se instituyó un nuevo gobierno, uno con la fuerza suficiente para asegurar la protección del porvenir de la raza humana, fue así como, bajó banderas ondeantes al viento, con un escudo donde la imagen de la Tierra es abrazada por dos alas blancas intentando expresar la seguridad que ahora abrazaba a todo humano y a su futuro, nació el Imperio de la Humanidad. Su gobernante se seleccionó de manera unánime, pues para la humanidad entera, solo la persona que les devolvió la fe, la esperanza y la voluntad de luchar, sería la única, no solo capaz, sino con el derecho para gobernar.
Alzándose junto a la nueva emperatriz Caroline DuGalle, una nueva era abría sus puertas ante la humanidad, pero, para la nueva emperatriz, su labor aún no culminaba, pues, muy lejos, en el sector Koprulu, el lugar donde nacieron las lagrimas que condujeron la historia de la humanidad hasta donde estaban ahora, aún había humanos en guerra, sufriendo las agresiones de dos razas alienígenas y de sus mismas facciones separadas y ella había hecho el compromiso de que las alas que daban cobijo a la Tierra, fueran capaz de alcanzar a cualquier humano.
Y sus planes, sin duda alguna, incluían al sector Koprulu…
Bueno, ese es el final del prólogo, solo espero no haberlo vuelto tan tedioso como temo… y espero dos cosas de esta historia, que la gente realmente la disfrute y que promueva un poco los fics de SC en español, cuando vi ésta sección tan abandonada, sentí la necesidad de cooperar en la causa y ese el motivo principal por el que me decidí a escribir esto… y para aquellos que lleguen a leer mi obra y decidan dejarme un review, les pido que sean tan duros en la crítica como les sea posible, solo así podré mejorar y ofrecerles una historia de calidad…. Bueno, siendo todo por el momento, me despido hasta el siguiente capítulo…
