Hipocresía.

Miraba por la ventana distraídamente, esperando que lloviera o que el sol terminara por salir. Cualquier cosa menos ese clima nublado. Eso era como indecisión. Y a él no le gustaban tales cosas.

Cierto era, que se paseaba por vida llenándose de confusiones, pero, si algo tenía, era que aunque fuera una respuesta equivocada, él estaba seguro de cursarla (sin saber que caería en el error).

Por eso a veces le desesperaba la gente que intentaba ser gris. Porque eras negro o eras blanco. Él era bueno y malo. O era inquieto o tranquilo. Jamás dos cosas a la vez. Si empezaba siendo altanero, no cambiaba a la humildad hasta pasada ya la situación. ¿Qué objeto tenían los términos medios?

Su mirada siguió contemplando las nubes que comenzaban a moverse de una manera lenta, no pudiendo evitar salir de él un suspiro. ¿Y eso que era¿Melancolía¿Tristeza¿Insatisfacción¿Desconsuelo?

Fuera lo que fuera, esperaba que fuera solo un sentimiento a la vez.

-Nostálgico ¿no lo crees?

No necesitó voltear para saber que se trataba de Yanagi-Senpai. Mucho menos cuando éste se colocó a su lado en un momento. -¿Sabes que las practicas comenzaran en unos minutos?

-Sí.

Y justamente, él era una de las personas que más le molestaban por su dualidad sobrepuesta. Por su inalterable pasividad, aún cuando se desesperaba. Por su mascara de perfecto estratega, cuando en realidad, era el impulso lo que le motivaba. Por su hipocresía para con él, a quien trataba como un niño, aunque sabía perfectamente que no lo era.

-Si me odias por eso, deberías entonces odiarte a ti mismo. –la voz pétrea de su Senpai resonó en sus oídos mientras le dedicaba una sonrisa con sus tranquilas facciones, descolocándolo por un instante. Era obvio que la frase había sido dicha al asar, pues era imposible leer la mente.

-No te odio, senpai. No te entiendo.

La sonrisa en el impasible rostro se volvió mucho más larga, y un beso fue depositado en sus labios sin mucha ceremonia.

-Si odias tanto a los hipócritas y te mantienes tan pasible frente a ellos, entonces eres el Rey de los hipócritas. –Jamás supo a que vinieron esas palabras, su mente se había borrado por completo para acunar el beso en un solemne recuerdo. –La práctica comenzará en breve. –y como hubo llegado, se fue.

No pudo evitar suspirar nuevamente. La hipocresía no era tan mala.

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Dedicado a FalseMoon...¡Ya te lo debía YanaKiri Fan Número 1!