DISCLAIMER: La esencia y algunos personajes reconocibles pertenecen al gran Akira Toriyama.

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DRAGON BALL: Disciples Generation

Capítulo 1: "El comienzo de todo" "Una noticia preocupante"

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El Torneo de poder había llegado a su fin, saliendo victorioso el equipo que representó el Universo siete. Cuando la presencia de Súper Shenlong fue claramente notable, el último guerrero en pie pidió un gran deseo:

Restaurar los Universos eliminados junto con sus respectivos habitantes.

Y justo aquí, es donde empieza una nueva historia, una que tendrá como protagonista a un Saiyajin tímido, noble y lo más importante, orgulloso. Junto a sus nuevos compañeros de batalla.

He aquí, la historia de cómo Kyabe se convirtió en uno de los Saiyajins más fuertes de todos los tiempos…

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El aire fresco y el claro amanecer que se podía apreciar en el fondo, era algo totalmente relajante para Toppo, líder de las tropas del Orgullo.

El ser de grandes manos, estaba en el mismo lugar en el que fue resucitado junto con su equipo. Le había notificado a su compañero que este sería el lugar de encuentro tras "el tema" que tenían que hablar…

- "Toppo…"

Y hablando del Rey de Roma…

- "Veo que ya te has enterado de la noticia… Jiren."- Volteó para observarlo fijamente a sus grandes ojos negros.

- "Sí."- Respondió de manera seca como siempre.- "Ese niño… Debió esperarme para ir con él."- Caminó hasta colocarse al lado de su compañero. Estaba cabizbajo, por alguna razón se sentía culpable.

- "Creo que intentó demostrarte que sí puede hacerlo, Jiren."- Empezó a hablar Toppo mientras miraba el cielo.- "Él te admira, y mucho. Pero esa manera en la que solías ser con él lo ha llevado a sentirse que es un estorbo para ti."

- "..."

- "Según los informes de la nave, estaba programada para ir al sexto Universo…"- Siguió hablando.- "Lugar en donde se cree que se ubica eso… Miembros de las Tropas del Orgullo como: Cocotte, Casseral, Tupper y Zoirei, han intentado encontrarlo y han regresado sin éxito alguno… Se suponía que se encontraba en el planeta 4032-932 en la Galaxia del Norte, pero no estaba ahí. Hay especulaciones de que fue robado por alguien desconocido… Al escuchar sobre estos rumores, el chico se dispuso a viajar y a buscarlo y demostrarte de que si puede ser un gran miembro como tú."

- "Eso lo sé…"- Dijo Jiren, sorprendiendo un poco a Toppo.- "Pero lo que me preocupa es él… No creo que esté listo para hacerlo solo. Necesita compañeros y alguien que lo guie hacia el presente y que lo saque de su aferro al pasado."

- "Justo como Son Goku hizo contigo."- Pensó Toppo. Era increíble el cambio de actitud tan de repente de Jiren. Apenas revivieron, se disculpó con todos por despreciarlos y empezó a ser más sociable.- "¿Y cómo piensas hacer eso? Si piensas ir a acompañarlo, déjame decirte que tú eres la persona que menos quiere ver en estos momentos, y además, tenemos muchas misiones por hacer."- Le dijo a su compañero, quien empezó a caminar para salir de ese lugar.

- "Pedí ayuda."- Contestó sin voltear a verlo.- "Estoy seguro que él lo salvará…"

Toppo se quedó callado mientras lo veía alejarse. ¿De quién hablaba?

- "Y lo sé porque…"- Jiren lo sacó de sus pensamiento, deteniéndose para voltear ligeramente su rostro y verlo.- "Es un Saiyajin de ragza pura, y ya sabes lo obstinados que pueden llegar a ser…"- Fue lo último que mencionó antes de seguir caminando.

Toppo quedó en silencio hasta que Jiren desapareció de su vista. ¿Acaso hablaba de Son Goku? No, no creía eso. ¡Oh! ¿Vegeta? No. Tampoco podía ser, es noble pero muy orgulloso y peleó lo suficiente con él para saber que jamás se prestaría para ayudar a Jiren.

- "Entonces… ¿Quién será…?"

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PLANETA SADALA.

Un destello que viajaba a la velocidad de la luz empezó a adentrarse en el territorio de una raza guerrera y muy conocida en la Galaxia. Tras aterrizar en una zona rocosa luego de atravesar la atmosfera, el faro luminoso desapareció, dejando ver consigo a una mujer, mejor dicho; deidad, que traía consigo un cetro y una especie de aureola que rodeaba su cuello.

A su lado, se encontraba un chico pelinegro con su cabello puntiagudo hacia el cielo junto con un mechón rebelde que caía por el lado izquierdo de su frente, sus ojos eran oscuros como la misma noche pero dentro de ellos se podía apreciar gran humildad, amor a las peleas y un gran sentido de protección que reflejaba que era capaz de dar su vida por el bienestar de un ser vivo.

- "Joven Kyabe, hemos llegado al planeta Sadala."- Llamó al joven, pero, no obtuvo respuesta alguna.- "¿Joven Kyabe…?"- Lo llamó otra vez, pero el chico no reaccionada.

El Ángel observó detenidamente al Saiyajin. Obviamente tenía conocimiento del por qué el pelinegro estaba tan pensativo…

- "Joven Kyabe."- Alzó un poco la voz.

- "¡Uh!"- Parece que al fin salió de su trance.

- "Le he dicho que hemos llegado al planeta Sadala…"- Notificó por segunda vez, con tranquilidad absoluta.

Kyabe se avergonzó por su despiste ante el Ángel.

- "¡Di-Discúlpeme, señorita Vados!"- Se volteó rápidamente para encararla.- "E-Es que estaba pensando…"

Vados sonrió ante la tímida actitud de Kyabe… Aun así, el chico bajó su mirada una vez más, levantando la curiosidad de la poderosa fémina. Ella ya sabía que cierto guerrero del Universo once le había dicho algo que claramente lo preocupó. Pero quería saber QUÉ fue lo que le dijo exactamente.

- "Por cierto, joven Kyabe…"- Vados fue vencida por la curiosidad y decidió preguntarle. Pero antes de eso, tenía que recordarle algo muy, muy, muy importante…- "Me prometiste que iríamos algún día a la Tierra para probar la exquisita comida que preparan allá, ¿lo recuerdas?"- Preguntó, inclinándose hacia un lado mientras se apoyaba de su cetro, la sonrisa de niña de cinco años que tenía la hacía ver de una manera cómica.

- "Por supuesto que lo recuerdo, señorita Vados."- Kyabe rio ante la actitud del Ángel. Sin duda, Vados era única en su especie.

- "Muy bien"- Vados fue otra que rio… Para después formar un silencio y preguntar lo importante.- "Kyabe, ¿por qué estás tan preocupado…?, ¿fue por lo que te dijo el guerrero Jiren?"- Preguntó sin vacilar.

Kyabe se sorprendió ante la pregunta de Vados. Se limitó a bajar un poco la cabeza con un gesto de preocupación. Tras pensarlo un poco, el chico decidió decírselo.

- "B-Bueno, sobre eso…"- Apretó su puño estando angustiado.

FLASHBACK.

PLANETA DE CHAMPA. (HORAS DESPUÉS DE LA RESTAURACIÓN DE LOS UNIVERSOS)

Viendo los planetas mientras pensaba, Kale, la Saiyajin del Universo seis, decidió bajar del palacio para agarrar un poco de aire justo después de su reanimación. Todo había pasado tan rápido…

Siquiera se percató de la partida de sus compañeros de equipos hacia sus respectivos planetas. Todo había sido una locura…

- "¡Kale!"-

La mencionada volteó para ver a su "hermana", quién parecía estar muy emocionada por algo. La sonrisa y la manera en que movía su pie, eran prueba de ello.

- "He-Hermana…"-

- "Al fin te encontré, hay que irnos rápido, Son Goku llegó"- Le dijo rápidamente.- "¡No puedo esperar a transformarme en Súper Saiyajin tres!"- Se acercó a su amiga y abrazó su cuello con un brazo mientras que con el otro apuntaba hacia el cielo, imaginándose su futuro.- "Y obviamente, seré el mejor Súper Saiyajin tres ya que… ¡Soy la mejor!"- Empezó a reír con mucha confianza dentro de su ser. Caulifla y sus aires de superioridad…

Kale sonrió ante la actitud de la chica con cabello erizado. Sí, había que llegar a ser muy fuertes. ¡Las dos se convertirían en las Saiyajins más poderosas de la historia! Y más con el entrenamiento de uno de los Saiyajins más fuerte de la historia sería posible. ¿Quién no llegaría lejos si el mismísimo Goku se ofrece a entrenarte por un largo periodo de tiempo?

- "S-Sí, hermana…"- Fue lo único que dijo la fémina tímida.

- "Oye, ¿y Kyabe?"- Preguntó Caulifla, viendo hacia los lados. Intentó leer su Ki pero este lo había escondido, ¿ahora qué le pasó a ese tonto?

Kale reaccionó ante la pregunta. Ella sabía lo que ocurrió

- "Hermana…"- La llamó, Caulifla volteó a verla.- "Y-Yo lo vi, luego de bajar, el volvió a subir hacia la cima, donde aparecimos..."- Le dijo.- "No sé por qué, pero me dio la impresión de que estaba… Deprimido…"- Miró hacia un lado, preocupada. Pero volvió a mirar a Caulifla ya que no dijo nada.- "¿He-Hermana…?"- La llamó un poco asustada, podía ver como la emoción de la chica poco a poco se iba desvaneciendo… Caulifla era alguien fácil de enojar…

- "¡Ese grandísimo idiota!"- Gritó fuertemente, asustando a su amiga. Definitivamente, molería a Kyabe a golpes.

- "¿En verdad fui de ayuda?"

- "¿Solo fui un estorbo para el equipo?"

- "¿Merecía aunque sea estar en el equipo que se supone que salvaría al Universo entero?"

Esas eran las palabras que atormentaban al Saiyajin… El chico se encontraba en el mismo lugar que reapareció tras ser revivido. Estando en el borde, mirando a la nada, y muy pensativo, Kyabe sentía que podía haber hecho mucho más en el Torneo. Se sentía triste y enojado, enojado consigo mismo por lo inútil que fue para su equipo. Sentía una presión en el corazón que le decía que arrase con todo y que golpee cualquier cosa solo para tranquilizarse. ¿Por qué sentía todo esto? ¿Acaso ese era el orgullo que todo Saiyajin llevaba dentro…?

- "Maldición…"- Se miró su mano.- "Ni siquiera aporté algo al equipo… A pesar de lo que hice, fuimos eliminados…"- Bajó su mano y se dispuso a seguir mirando las nubes que tenía en frente.

- "Yo también fui eliminado, y eso que tenía el poder suficiente para ganar…"

Kyabe abrió los ojos a más no poder y volteó rápidamente tras escuchar una voz.

No había nadie.

- "¿Eh?"- El chico se rascó la cabeza.- "Juraría que escuché a alguien detrás de mí… Supongo que debe ser mi imaginación."- Le restó importancia.

Kyabe se dispuso a partir vuelo directo a su amiga. Debía estar muy enojada con él por subir aquí sabiendo que Gokú estaba a punto de llegar.

- "Mejor me doy prisa."- Cuando el joven apenas despegó, una fuerte mano lo agarró por el brazo y lo tiró hacia atrás, volviendo a posicionarse en donde estaba.- "¡Agh!"- Se quejó tras impactar contra el suelo para después levantarse a gran velocidad y colocarse en su postura de combate.- "¡¿Quién está ahí?!"- Alzó la voz, atento a cualquier movimiento. No era su imaginación, definitivamente había alguien ahí. Y por lo que notó, era muy bueno escondiendo su Ki.

- "Lo siento por eso, es que no en-"

- "¡Ahí estás!"- Kyabe se volteó tras escuchar una voz a sus espaldas y sin ninguna duda decidió propinarle una fuerte patada a quién quiera que fuese.

¡POW!

El golpe llegó a su objetivo, haciendo temblar todo a su alrededor por la fuerza del ataque. Sin embargo, su pie le dolía muchísimo, era como si hubiese golpeado a un material muy resistente para él.

Kyabe observó con detalle al sujeto, para que después la impresión y el temor lo invadieran…

- "¡AH! ¡U-U-U-U-Usted es…!"- El pelinegro dio un ligero salto hacia atrás para alejarse de ese poderoso hombre. Tenía que estar soñando, pero no… Todo lo que estaba pasando era completamente real.- "¡E-E-Es…!"- Lo apuntó con su dedo, muy impresionado.

- "Lo siento por eso…"- Se volvió a disculpar como si nada hubiera pasado cuando recibió el golpe.- "Es que aún no encuentro la manera de entablar una conversación contigo. Creo que no sirvo para charlar después de todo."- Cruzó los brazos y se quedó viendo a un pelinegro con la mandíbula hasta el suelo por la impresión.

- "¡E-El guerrero más poderoso del Universo once que es capaz de ganarle a un Dios Destructor!"- Pensó.- "¡Jiren!"- Lo seguía apuntando mientras su boca abierta temblaba de la impresión.

- "Mmmm… Sí, sé que es raro que aparezca de la nada para querer hablar contigo…"- Jiren empezó a rascarse la cabeza mientras veía al joven en su trance. Hablar no era lo suyo.

- "¡DI-DISCULPEME!"- Gritó, sobre exaltando a Jiren.- "¡N-N-N-No sabía que se trataba de usted!, ¡Le pido disculpas por golpearlo!"- Empezó a hacer varias reverencias a gran velocidad como si fuera un robot. El chico se inclinó hacia delante, haciendo una última reverencia y permaneciendo en esa posición por unos segundos. Estaba sudando.

No se atrevía a ponerse firme de nuevo, prefería quedarse mirando al suelo como un idiota…

- "Está bien."- Habló el guerrero.- "… Así que te sientes culpable por la eliminación de tu Universo…"- Jiren empezó a caminar con los brazos mirados hacia el borde y observó las nubes.

Kyabe se sorprendió cuando lo escuchó, poniéndose firme, el pelinegro observaba la espalda del guerrero.

- "Uh… B-Bueno yo…"- Empezó a pasar su mano por su cabellera.- "sí… Es que… Sentí que pude haber hecho más."- Dijo mientras miraba hacia el suelo.

- "Aunque sea confiaste en tus amigas."- Kyabe volvió a mirar a Jiren. Este lo observaba seriamente.- "Lo vi todo. A pesar de que quedaste eliminado, jamás perdiste la esperanza de que tus compañeras serían la salvación de tu Universo…"- Volvió a mirar a la nada.- "Supongo que tengo que aprender un poco de ti…"

Kyabe quedó plasmado ante esas palabras. No sabía que decir… Lágrimas empezaron a asomarse en sus ojos. Estaba agradecido ante ese alago, pero…

- "A-Aun así… Mi familia y todo lo que quiero desapareció…"- Pasó su antebrazo por su cara, limpiándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.- "Tu-Tuvimos suerte al ser revividos por las E-E-Esferas…"- trataba de contenerse pero no podía, la culpabilidad que cargaba era inmensa.

- "Deja de llorar. Apuesto que tu maestro no haría eso."- Le ordenó con seriedad.

- "L-Lo siento, señor…"- Se limpió las últimas lágrimas que caían.

- "Kyabe… ¿Dejarías que alguien muera en frente tuyo?"

- "¡No!"- Respondió rápidamente.- "¡Eso jamás!"

- "¿Entonces por qué no dejas de estar tan deprimido?"- Esta pregunta tomó por sorpresa a Kyabe.- "Sí, fuiste borrado junto con todos los seres de este Universo, pero, ¿Volverías a dejar que pase? ¿No te volverías más fuerte para impedirlo?"

- "Yo…"- El pelinegro pensó en lo que dijo… El héroe del Universo once tenía razón, ¿Cómo pudo haberse puesto así cuando tiene otra oportunidad en la vida para volverse aún más fuerte? ¿Acaso se estaba dando por vencido? ¿Dejaría que vuelvan a eliminar a su Universo en caso de que el Torneo se repita…? ¡Eso no era lo que hiciera un Saiyajin! ¡Tenía que seguir entrenando!

- "¿Y bien…?"

- "Yo…"- Apretó fuertemente su puño. Era todo un idiota. Su maestro estaría decepcionado de él… Con alta determinación y con un fuerte latido en su corazón, el chico dejó su estupidez a un lado y se dispuso a hacerse una promesa, una promesa que jamás romperá.- "¡Por supuesto que sí!"- Alzó la voz, sorprendiendo un poco a Jiren.- "¡Soy un Saiyajin de élite de las Fuerzas de Defensa de Sadala! ¡Nadie más volverá a perecer frente a mis ojos, y para eso entrenaré! ¡Entrenaré para volverme más fuerte!"- Sonaba con orgullo, tanto que hasta pensó que era el mismísimo que Vegeta quien hablaba.- "¡Y a-aunque no me crea, lo superaré! A usted, a mi maestro y hasta al señor Goku".- Esto último lo dijo con suma seriedad.

El miembro de las tropas del orgullo sonrió. Ese joven guerrero era el indicado… Noble, amistoso y capaz de dar su vida por los demás, Kyabe era el Saiyajin que lo cambiaría por completo… Justo como lo hizo Son Goku…

- "Pues hay alguien que necesita de tu ayuda…"- Dijo Jiren, confundiendo a Kyabe un poco.- "Y él se encuentra en tu Universo… Dirigiéndose a tu planeta."

- "¿D-De qué habla?"- Preguntó el Saiyajin confundido, dejando su inspiración de un lado.

- "Solo tú lo guiaras… No creo que yo pueda hacerlo por mi manera en la que solía ser con él."- Se miró su mano y la apretó con angustia.

El chico notó que se trataba de algo serio, pero, ¿Quién era "él" y que hacía en su Universo?

El chico se exaltó al sentir un Ki que se aproximaba. Volteó y pudo sentir que era el de Caulifla, aproximándose a gran velocidad.

- "Por favor… Esto es algo que solo un Saiyajin como tú puede resolver, joven guerrero…"- Fue lo último que se escuchó por parte de Jiren.

Cuando Kyabe volteó, Jiren no estaba, había desaparecido sin dejar rastro.

- "¿Se-Señor Jiren?"- Lo llamó pero nada pasó. Confirmado, se había ido.

- "Él se encuentra en tu Universo… Dirigiéndose a tu planeta."

- "¿De quién estará hablando? ¿y por qué me dijo que lo guiara? ¿Y por qué se dirige a Sadala?"- Miles y miles de preguntas se hacía el pelinegro.- "Está bien… ¿Qué demonios acaba de pasar?"- Se preguntó lo más dudoso mientras estaba preocupado por las palabras de Jiren. ¿Se trataba de alguna amenaza? Si era así, volvería inmediatamente para investigar lo que estaba a punto de pasar.

Uno de los mejores luchadores de todos los tiempos vino a hablar con él a informarle, así que no se debería tratar de una broma… Sí. Lo mejor sería volver un breve tiempo para verificar la situación.

Pero antes… Tenía que decirle a cierta Saiyajin…

- "¿Qué demonios acaba de pasar? Eso mismo me pregunto yo…"

Una voz femenina hizo que Kyabe volteara.

- "¡Ca-Caulifla!"- Se asustó al verla. Pues claro, los brazos cruzados y una clara vena resaltada en su frente eran suficientes para influir temor en el Saiyajin tímido.

- "Pensé que estarías con Kale, esperando a Son Goku…"- Le dijo con un tono molesto. La mirada que impregnaba era atemorizante.- "¿Qué haces aquí?"- Preguntó, acercándose a él con las manos en la cintura.

- "B-Bueno yo…"- Empezó a dudar, pensando que decir. Explicar que Jiren apareció de la nada y le dirigió unas cuantas palabras era algo difícil de creer.- "Lo que pasa es que… Es que…"

- "Ugh… Si espero a que me expliques tardaremos más."- Habló al oír el tartamudeo de Kyabe, estaba claro que le diría excusas y no tenía tiempo para escucharlas.- "Son Goku está esperándonos, vamos."- Se volteó para empezar a caminar.

Por otro lado… Kyabe permaneció quieto, pensando en lo que le dijo Jiren. Ya decidió que regresaría a Sadala, investigaría a ver si lo que le dijo era verdad y cuando eso suceda, se iría a la tierra a entrenar con sus amigas. Ese era su plan.

- "Caulifla…"

- "¿Ahora qué? No tenemos tiempo, Kyabe."- Volteó a verlo por última vez, moviendo su pie rápidamente. Estaba muy apurada.

- "Creo que…"- Empezó a hablar.- "Creo que iré después…"

- "¿Qué? ¿De qué hablas?"

- "Es que tengo unos asuntos que resolver…"- Empezó a rascarse la cabeza.- "¡Pe-Pero te aseguro que iré dentro de poco!"- Se apresuró a decir cuando vio a Caulifla fruncir su ceño.

La chica se mordió el labio inferior y apretó sus puños. ¿Vino hasta acá para nada? ¡Ese tonto!, la pelinegra se estaba enfadando… Sin embargo… Logró calmarse, entendía a la perfección, de seguro quería ir a ver cómo se encontraba su familia luego de todos estos acontecimientos. Pero iría, ¿verdad? El mismo lo había dicho. Sí, de seguro que iría, Kyabe no era de esas personas mentirosas.

La Saiyajin quería que él fuera para entrenar juntos. No sabía por qué, pero sentía que quería socializar más con el pelinegro, de todas maneras, gracias a él fue que se divirtió en los combates del Torneo. Sin él, ella estaría ahora mismo desperdiciando su potencial oculto en su guarida. Se lo agradecía mucho…

Aunque claro, eso jamás lo diría a dura voz.

- "Está bien…"- Dijo Caulifla, acercándose al joven.- "Pero después no quiero que te quejes cuando me vuelva mucho más fuerte que tú."- Le dijo burlonamente, poniendo su puño en el pecho del pelinegro como señal de despedida.

Kyabe sonrió.

- "Gracias por entender."- Dijo el pelinegro con una sonrisa, viendo como Caulifla empezaba a caminar hasta el borde. Cuando llegó, esta se quedó un momento en seco para después girar un poco su rostro y observarlo.

- "¿Irás, cierto?"- Quiso asegurarse de la respuesta del muchacho.

- "Oh, c-claro que sí, ya verás que dentro de unos pocos días estaré entrenando con ustedes."- Contestó con su pulgar en alto junto a una sonrisa sincera.

Caulifla también sonrió. Se notaba que lo decía muy en serio. La chica expulsó su Ki y partió vuelo hacia Kale.

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- "¡Hola!, veo que ya podemos partir, chicas."- Dijo Goku con su típico carisma.

- "Así es. Movámonos, ya quiero entrenar."- Contestó Caulifla, con los brazos cruzados.

- "¿Huh?, oigan ¿y Kyabe no vendrá?"- Preguntó al no notar su presencia.

- "Él… Me dijo que irá dentro de unos pocos días."- Respondió la pelinegra.

- "¿Segura que irá?"

- "Pues claro que sí."- Si él no iba, ella misma se encargaría de matarlo.

Kale, quién había permanecido en silencio hasta ahora, se quedó mirando a su hermana. Sinceramente… La chica sentía que Kyabe no iría al Universo siete a entrenar.

Bueno… Nadie sabía, a lo mejor sí…

FIN FLASHBACK.

PLANETA SADALA.

- "Y eso fue todo…"

Regresando al presente, Kyabe había terminado de contarle todo a Vados.

- "Ya veo…"- Colocó su mano en su mentón.- "Así que alguien se dirige al planeta Sadala."

- "Así es, señorita Vados… Simplemente pude haberlo ignorado ya que su manera de avisarme fue muy rara e inesperada, pero…"- Se miró su mano.- "No sé. Por algún motivo decidí creerle…"

- "Pues tomaste la decisión correcta en averiguar. Es mejor ser precavido y estar seguro de que no haya ningún peligro para tu raza."- Habló el Ángel con una sonrisa plasmada en su rostro.- "Aww, eres el chico más tierno y responsable que conozco."- Agregó, sonrojando al pelinegro.

- "Mu-Muchas gracias, señorita Vados…"- Pasaba su mano por su nuca con un fuerte sonrojo en sus mejillas.

- "Bien. Es hora de irme."- Empezó a alejarse.- "Nos vemos pronto, joven Kyabe."

- "Nos vemos luego."- Se despidió, haciendo una reverencia.- "Y g-gracias por traerme, señorita Vados."

Vados sonrió antes de que un faro de luz la rodeara y después irse volando a gran velocidad.

El pelinegro suspiró para después tornar a una mirada seria. Tenía mucho por hacer. Pero primero… Tenía que avisarle todo lo sucedido a su excapitán.

Kyabe rápidamente emprendió vuelo hacia el hogar de quién fue alguna vez su mentor: Renso.

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