"estoy realmente solo, padre"
Se lo repetía al menos una vez al día, quizás a veces más, lo observaba de lejos cada semana y escucha reportes de este cada vez que podía, se mantenía pendiente al igual que sus hermanos. Ahora Grayson había vuelto a ser Batman pero a pesar de esto ninguna noche era para descansar. Debían tomar el control de su cuidad
Todo era un poco inestable de cierta manera especialmente en el mismo, ver a su padre y no poder siquiera hablarle le hacía apretar el pecho pero hasta que el recordara no podía molestarle, era por su bien.
Suspiro cansado, desde que estaba lejos de las alas de su padre no comía del todo bien y no dormía del todo bien, quizás no había tiempo entre revisar que todo en Wayne Enterprise se maneja correctamente y mantener a su padre seguro de cualquier problema mantenía su mene ocupada de los problemas mundanos. Pero ese día en especial era uno de los días que no le gustaba, todo estaba muy oscuro en la cuidad, ni siquiera la luna se asomaba entre las nubes oscuras, dio un largo suspiro antes de lanzarse de su departamento para salir a cazar un poco.
Muchas veces Grayson le había preguntado cuáles son sus planes para el futuro y a pesar de que siempre respondía "proteger Gotham" él no estaba seguro de que toda su vida sería eso ¿y si quisiera el tener una vida aparte? Siempre se repetía que no podía, pero desde lo sucedido con su padre, dudaba mucho de lo que pudiera suceder. Había pasado por su cabeza que el muriera, que quizás dejara se ser Batman alguna vez en su vida ¿pero que le olvidara? ¿Qué olvidara la mitad de su vida? Ni en sus peores pesadillas.
Salto a prisa al escuchar gritos, debía apresurarse por que realmente se escuchaban desesperados, pero apenas llego vio a un montón de hombre en el suelo desmayados y a una mujer aterrorizada, busco por todos lados quien era el responsable pero no vio nada, excepto que escucho un ruido a lo lejos, así que aprisa acciono la visión nocturna y corrió tras el sonido. Aquella persona corría lo más rápido posible, se acercaba a la calle y si seguía corriendo así deprisa no podría detenerse ante un auto o algo así. Apresuro su paso pero antes de que pudiera alcanzarle grito con fuerza que se detuviera, pero lo hizo en medio de la calle cuando un camión blindado apareció, por inercia cerro los ojos y escucho el estruendo el camión impacto en ella pero no como él pensaba. Aquella figura seguía de pie y el camión impacto en ella, se apartó y se apresuró a sacar a las personas un ágil movimiento a sacarlos ante la atenta mirada de Robin. El sonido de la ambulancia se acercaba y el pelinegro tomo su hombro para que le mirara, una pálida niña de cabello negruzco y los ojos chocolate, asustada apretó los labios y se echó a correr por las calles.
-¿una meta humana?
-apenas unas chiquilla no más de 11 años
-ósea tu edad
-tengo 12 Grayson
- como sea, una pequeña niña meta humana ¿Cómo era?
-estaba vestía con ropa grande, cabello negro, ojos café
-quizás viva en la calle-se toca la barbilla- comete esos fideos, son vegetarianos y son costoso
-estoy comiendo
-estomago pequeño ¿eh?-suspira-debes aprender a cocinarte a ti mismo
-si tuviera tiempo-dijo enojado antes de pegar un suspiro-¿habías escuchado de algo como ella?
-una niña meta humana... de por si es un meta humano es extraño-suspira- esperemos que aparezca de nuevo
Se quedó en silencio antes de beber un poco de jugo, estas cenas con Grayson le hacían recordar aquellos tiempos en la mansión, casi podía recordar a Titus golpeándole con su nariz para que le diera un bocado, a su felino Alfred que caminaba entre sus piernas, a su padre regañándole por un mal comentario o a el mayordomo diciéndole que debía comportarse en la mesa sin usar su tenedor como arma mortal. Dio un suspiro antes de ponerse su traje y salir por la ventana dejando Grayson atrás, ahora tenía una misión, encontrar a la meta humana. Sería muy difícil de encontrarla, solo había visto su rostro apenas si un poco de él con la ayuda de un foco en la calle, poco y nada servía eso para ver ese pequeño rostro.
Estaba hambriento pero no tenía muchas provisiones en casa, ese pequeño departamento en el que vivía que era una de las cuevas de emergencia, era ahora su hogar. Debía comprar algo de comida, pero salir en Gotham era peligroso para él, alguien podía reconocerle ¿y cómo Robin? No quería aparecer en todos lados en Twitter o algo así, que embarazoso además de ser un dolor en el trasero, se dejaría caer donde Drake y tomar algo para comer. Pero como siempre, sus planes no iban a ir como él quería, estaban intentando robar un cajero, lo amarraron a una camioneta e iban a escapar, pero de la nada apareció ella, la meta humana. Ellos no iban a esquivarla así que simplemente se cubrió la cara con los brazos y dejo que le chocara a toda velocidad, ambos ladrones que iban adentro salieron por el parabrisas, la chica se acercó a ellos para mirarlos si respiraban, pero estaban bien. Se escuchó que la policía se acercaba así que ella escapo, era rápida, quizás no ágil ya que chocaba con lo que se atravesara, pero era rápida, subió por una escalera de emergencia dando algunos saltos hasta llegar arriba, con la respiración agitada comenzó a caminar más lento cuando él se lanzó sobre ella atrapándola bajo el, su capucha se dejó caer dejando ver aquel rostro pálido con ojos nerviosos.
-¿Por qué corres?
-si alguien te persiguiera con un disfraz de pájaro ¿correrías?
-detuviste un auto blindado, meta humana
-yo no quería… fue un accidente-dijo evitando su mirada-¿tú tienes que sujetarme así?-
-te estoy interrogando-dijo enojado
Pero antes de que alguno dijera algo más su estómago dejo salir un sonoro gruñido, sonrojándole, iba a levantarse e irse pero no podría dejarla ir sin al menos saber su nombre, el sujeto a la muñeca mientras se reincorporaba. Ella con su mano libre busco en su bolsillo y él se puso en guardia antes que ella sacara una bolsita con algunas galletas, las dejo sobre las piernas de él mientras desviaba la mirada. Miro algo dudoso las galletas pero finalmente cedió ante los sonidos de su estómago, estaban deliciosa debía admitirlo, quizás era el hecho que no había comido nada tan delicioso en varios días. Miro a la chica entre bocados, su cabello era corto hasta los hombros con desordenadas ondas en él, desviando la mirada intranquila
-¿huérfana?
-algo así… donde me cuidaban era una señora que maltrataba a los niños, escape con algunos pero ellos se fueron a ciudades mejores que esta
-te llevare a un orfanato
-no… podría romperte un hueso si quisiera-dijo molesta- tu no vas a decidir por mi
-meta humana-dijo molesto ante de levantarse y tirar de su brazo- iremos a verle
-¿a quién?-dijo enojada
-a Batman
Richard "Dick" Grayson, el primer Robin, el original y ahora el que ocupaba el manto de Batman. Había tenido mucha experiencia con los años, trabajando con Batman, con algunos grupos de héroes o con sus hermanos, pero cuando apareció la pequeña meta humana ante sus ojos parecía algo sorprendido, si era tan fuerte como juraba Robin ¿Cómo es que se quedó quieta tanto tiempo? Primero paso por su mente que era una trampa, pero esos ojos los conocía bien, los había visto en Bruce y en Damian este último tiempo, ojos de soledad. Escucho un poco de su historia y realmente había estado sola, luchando con sus poderes para sobrevivir, solo podría ver una niña asustada
-¿sabes cocinar….?
-¿Qué?-dijeron ambos al unísono
-¿Cuál es tu nombre?
-Daisy Bennett… y si se cocinar cosas sencillas ¿Por qué?
-bueno… aquí Robin necesita ayuda en casa… te protegeremos
-me vigilaran
-tienes que entenderlo, eres potencialmente peligrosa, personas malas pueden encontrarte y hacer que hagas cosas malas, Robin te protegerá bien y tú lo ayudaras
-Tienes que estar bromeando-dijo el pelinegro
-claro que no-suspira- quizás ella aprenda algo de ti y tu una o dos cosas buenas de ella -sonríe levemente- llévala a casa, Mañana Penny-uno llevara ropa para ella y provisiones
Le miro algo incrédulo, era solo una pequeña chica mirando curiosa su cueva que estaba algo desordenada, basura desbordando del basurero, platos arrumbados en el lavaplatos, polvo y armas libres por todo el lugar. Cruzo su mirada con el algo nerviosa antes de volver a mirar el desastre que era su lugar, busco por todos lados y encontró una caja de macarrones con queso que no tardo en comenzar a preparar mientras Robin revisaba su equipo
Finalmente luego de unos largos minutos sirvió un poco en un plato con queso rallado que había encontrado, se sentó frente a él con su plato y comió lentamente mientras trababa de no poner su ojos sobre el
-¿eres….vegetariano?
-así es ¿cómo lo sabes?
-no tienes carne, ni siquiera el olor usual de la carne en el congelador… definitivamente eres de esos vegetarianos que solo no come carne ¿y por qué no solo carne? Probablemente te gusten los animales
-¿detective?
-leí algunos libros que encontré en los lugares donde me quedaba
-sabes leer
-se muchas cosas… supongo… ¿Cuál es tu nombre?
-¿realmente esperas que te lo diga tan fácilmente?
-bueno, Batman… dijo que me quedara contigo ayudándote -desvía la mirada- aunque no es el mismo de antes… creo que aun así le haces caso
-¿Cómo supiste?
-bueno había visto fotografías de Batman, este no se ve tan oscuro… bueno no importa… puedes quitarte el antifaz cuando quieras, seguiré llamándote Robin
Comenzaron a pasar los días y las semanas, ella limpiaba y cocinaba para Robin mientras él hacia lo suyo. Permanecía todo el día observada en casa, haciendo sus tareas, leyendo alguno de los libros de Robin, mirando una película o solo recostada cerca de la ventana mirando la cuidad de lejos
El pelinegro miro sobre los edificios, su padre había ido al cine con su novia, con sus binoculares le observaba, dio un largo suspiro antes de tomar un descanso y busco en uno de sus bolsillos la pequeña bolsa de género que la mujer guardaba siempre con galletas. Debía admitirlo, cada vez que se sentía solo o triste él se reconfortaba con una cálida comida, sentía por un segundo que aún estaba en la mansión.
Volvía casa pronto, se metió entre los callejos y subió hasta el departamento, abrió lentamente la ventana y vio un cupcake sobre la mesa con una pequeña vela mientras la chica tenía la mirada perdida en la llama que comenzaba a consumirse, al escuchar el ruido de la ventana se volvió rápido, tenía los ojos llorosos los que rápidamente se limpió con la manga de su camiseta
-¿es tu cumpleaños?
-si… lo siento
-está bien-suspira sentándose a su lado- no dijiste nada
-no era importante
-ahora eres parte de esto, a Batman le hubiera gustado saber
-el y tu están muy ocupados… ¿quieres la mitad?-el asiente y ella sopla la vela antes de cortarlo con sus manos y darle un trozo-¿noche aburrida?
-si bastante… ¿deseas algo?
-¿cómo un regalo?
-así es… llevas varios meses aquí y te has comportado correctamente
-bueno… tengo dos cosas en mente… uno… quiero salir a caminar unos minutos aunque sea…dos… yo quiero entrenar Robin
-¿entrenar?
-quiero ser como tu… como Batman… no solo ser… tu mucama
-no eres una mucama
-entrenar-dijo seria
Él le miro curioso, estaba decidida, lentamente el subió su mano por su rostro y quito el antifaz, ella sonrió levemente, ella sabía quién era antes de que se lo quitara, tenía al menos la idea de lo que le aquejaba. Pero que se quitara el antifaz no era solo para que le viera, significaba que el confiaba en ella y ahora confiaba lo suficiente para aceptar sus dos deseos. Cuando termino de comer se levantó e hizo que se levantara, se puso en posición y ella rápidamente le copio la postura, él le corrigió duramente antes de continuar entrenando. Paso toda la noche enseñándole algo para que al menos se defendiera caso de que le tocara algo difícil pero siendo una meta humana sabía que no sería para nada difícil dar un golpe y dejarlo en el suelo, así que su entrenamiento estaría en controlar su fuerza y además dar los golpes correctos en los lugares correctos.
-vas a entrenarte como un Robin
-pero no soy Robin… tú lo eres
-¿Cómo quieres llamarte? Ahora Daisy es tu cuartada, necesito a la real tú en la misión para que te concentres
-no lo sé… ¿nombres de aves?
-piénsalo… será tu identidad ahora-dijo acercándose a la ventana- te necesito lo suficientemente lista para unas semanas mas
-¿Qué?
-tenemos una misión en Europa, Londres para ser exactos, así que necesito que te apresures y seas buena pronto
-¡e-entendido!
La muchacha se vendo las manos y comenzó a golpear un muñeco de goma para golpear que tenía indicado donde debía golpear y donde no pero ella se mantenía centrada siempre en su meta, ser un héroe como él. Claro que el pelinegro no solo le iba a enseñar a pelear, además de los libros que ya había leído le enseño a suturar heridas y primeros auxilios.
La mujer miro por la ventana esperando que pronto apareciera Robin para su bocadillo nocturno, algunas tostadas con huevos, espinacas y tomate con leche de almendras. Quería saltar la acción, deseaba salir corriendo, lo único que sabía hacer eso confiaba en lo que le decía Robin. Solo la brisa ligera en Gotham le hacía sentir mejor cuando se apoyada en la ventana mirando el cielo. De repente apareció delante de ella mirándole curioso cómo se perdía el castaño de los ojos en la oscuridad
-Blackbird
-¿Cómo?
-tu nombre... Blackbird
-¿Robin y Blackbird?... suena bien –sonríe levemente- te vez hambriento
-le pediré a Alfred que comience a preparar un uniforme para ti… no olvides Londres
-de acuerdo-sonrió
Cuando se probó el uniforme se sentía un poco extraña, una camiseta con el signo del murciélago en su pecho con una delgada línea anaranjada, de mangas largas y cuello redondo con capucha, guantes y unas bombachas con un cinturón. Miro al pelinegro nerviosa pero el parecía tranquilo, le entrego su antifaz de color negruzco y le indico como debía andar, no había salido hace semanas así que aquella primera brisa le hizo sonreír, solo iban a recorrer unas calles y luego volvería a casa, aprender a saltar tejados y que ella subiera mantener la calma y respirar en situaciones de peligro.
Ella era su compañera ahora y la primera noche no le decepciono, quebró algunas muñecas, pero eso era porque aún le costaba entender sus poderes así que apenas los ocupaba, se mantenía siempre atenta y silenciosa, escuchando sus órdenes sin chistar. En medio de la noche le dijo que subieran hasta una azotea y se sentaron en la orillas, ella saco una bolsita de galletas y le dejo en medio de ambos, meditando tranquilamente mientras la mujer miraba la torre Wayne
-tu padre…
-el perdió la memoria y por su bien decidí alejarme
-muchos demonios… de él y tuyos ¿no?
-es lo mismo por lo que te fuiste, tu madre murió en un accidente y tu padre tenía cáncer… él no tenía el soporte y tú eras sus demonios
-buen detective ¿no?... él se ve feliz al menos Dami
-la misión… no sé cuándo volveremos
-no hay presión, Robin y Blackbird dúo dinámico
-¿con una noche puedes decir eso?
-¿tú no?-sonríe- este traje es extraño pero me agrada…
-te acostumbraras con los años
Ella le sonrío alegremente, se había desempeñado bien esas noches, ella ya sabía algunas cosas además que se recuperaba rápido y era fuerte, solo debía ganar agilidad, al menos la necesaria para poder moverse a su ritmo de Robin, además de mantener siempre su pequeño hogar en orden y aprender algo de economía con él. La mujer esa mañana del viaje comenzaba a empacar sus cosas, de pronto apareció Dick que se sentó sobre la cama y le miro serio
-¿estas… segura?
-¿de qué Dick?
-de ir con Damian-suspira- esto es peligroso y no estoy del todo seguro si estas lista para irte de aquí, solo llevas una semana ¿sabes? y es peligroso
-no tengo nada que perder
-la vida, Daisy
-¿mi vida?-suelta una risita- Dick seamos sinceros… yo no tengo vida, en unos años solo iba a tener pocas opciones para tener dinero, ser una asesina o venderme fácilmente
-eso no lo sabes
-si lo sé, así funciona vivir en la calle… pero él me ofreció algo mejor, donde mi vida no va a ser otra mancha en el pavimento
-entiendo-dijo acariciándole la cabeza- bueno… cuídalo mucho, es mi hermano…
-tranquilo, no les decepcionare… estoy lista
Miro al pelinegro mientras trataba de acomodarse en el avión, jamás había estado en uno y menos uno de este tipo, uno privado, sus pies ni siquiera alcanzaban el suelo y todo era demasiado lujoso para su gusto. El pelinegro le entrego un libro que debía leer para que no se asustara mientras este miraba su computadora tranquila. Luego de unas horas de una aterrada Blackbird y un tranquilo Robin, este le indico para que mirara por la ventana, podía verse de como el viejo continente se alzaba entre las oscuras aguas del mar, la mujer miraba maravillada
-ahora comienza tu entrenamiento, el verdadero… olvida a Gotham por un tiempo
-¿y tu padre…?
-el estará bien, Grayson se preocupara por el…
-necesitas preocuparte en ti… ¿o no?
