CAPÍTULO UNO:

Una coincidencia de lo más oportuna

Eran las cinco de la tarde de un Viernes normal y corriente. El cielo estaba despegado, había buen ambiente por las calles... En definitiva: el día perfecto para dar una vuelta con los amigos.

Por esa misma razón habían quedado Calyphso y Shiken.

-¡Tía! ¿Te has enterado? -preguntó Calyphso de repente, pegando un salto.

-¿Eh? ¿De qué? -quiso saber Shiken.

-¿Sabes el chico ese rubio que va a un curso menos? -dijo la pelirroja.

-Mmm... No sé, tía... -reconoció Shiken.

-¡Sí, hombre, ese que va con el amigo de tu hermano! ¡El de los pelos!

-¡Aaaah! ¡Sí, ya sé quién es! -gritó.

-Pues se ha enrollado con la chica esta que es tan tonta... Esa que va siempre con esos leggins tan feos... y llevaba con su novia como un año o así -dijo Calyphso con una mueca de asco.

-¡Hostia! ¡No jodas! ¡Qué fuerte, tía! -dijo su amiga sorprendida-. Bueno, no me sorprende...

-¡Si ese tío no hubiese sido tan fresco...! ¿Dónde están los chicos de verdad? -cuestionó Calyphso, lanzando la pregunta al aire.

-Son gays. O curas. O están casados, yo que sé -dijo Shiken indiferente-. ¡Tendremos mucha suerte si encontramos uno! Además... no van a aparecer así sin más delante de nosotras y decirnos "hola, guapas..."...

Pero mientras Shiken divagaba sobre lo que podría o no podría pasar en ese mismo instnate, a Calyphso le había llamado la atención algo. Un chico de pelo azul y una chica de pelo violeta estaban pegando carteles muchos sitios.

-Mira a esos... ¿Qué están haciendo? -preguntó Calyphso.

-¡Idiota! ¡No me ignores...! ¡Ah! ¿Esos? -señaló a la pareja-. Pues ni idea... Oye, ¿vamos a tomar un zumo o algo?

-¡Que no, tía! ¡Que quiero ver lo que pone! -gritó Calyphso, agarrando a su amiga de la mano y arrastrándola con ella hacia uno de los postes donde estaba el cartel.

-¡Ala! ¡Un concierto! -grito Shiken-. ¿Es gratis?

-¡Ni idea! Vamos a preguntarles... Venga, ve.

-¿Qué? ¡No, tía, ve tú! ¡Qué vergüenza! -gritó Shiken.

-Venga, vamos las dos, ¿vale? Que parecen majos... ¡Shiken! ¡Que vengas!

En contra de su voluntad, Shiken fue junto a Calyphso a hablar con los chicos que estaban pegando carteles por toda la calle.

-Hola -dijo Calyphso con una voz mucho más infantil que la suya-. Perdonad, es que acabamos de ver uno de los carteles que habéis pegado...

-¡Ah! -gritó el chico del pelo azul-. ¿Queréis venir al concierto? ¡Va a ser muy divertido! ¡Venga, chicas! ¡veníos!

Calyphso y Shiken se miraron desconcertadas.

-Mmm... -dijo Shiken-. Pero... O sea, es gratis ¿o qué?

-Bueno... es un concierto benéfico para recaudar fondos para nuestro instituto -dijo la chica-, así que un poco si que hay que pagar... ¡Pero no mucho! -dijo alterada al ver las caras de pocos amigos que Shiken y Calyphso ponían.

-¿A qué insti vais? -preguntó Shiken-. Tenéis más o menos nuestra edad...

-¡Al instituto Sweet Amoris! -dijo el peliazul-. Bueno, aunque yo soy nuevo, aún hay mucha gente con la que no he hablado...

-Ah, oye, pues muchas gracias, ¿eh? ¡Nos vemos allí! -dijo Calyphso, interrumpiendo al pobre chico.

-¿Vais a venir? -quiso saber su compañera.

-¡Oh! ¡Sí, sí! -dijo la pelirroja.

-¿Sí? -preguntó Shiken.

Su amiga le miró amenazante y le agarró del brazo.

-Sí -dijo con una sonrisa bastante poco creíble.

Se despidieron con un "adiós" y Calyphso se llevó a su amiga hasta unos bancos que había cerca de un parque.

-Vale, ahora mismo me vas a decir que se acaba de pasar por tu cabeza porque ese cambio radical de manera de comportarse solo quiere decir que se te ha ocurrido algo gordo -dijo Shiken.

-¡El insituto Sweet Amoris! -exclamó su amiga-. ¡El que está tan cerca del nuestro!

-¿Y...? -preguntó Shakia-. ¡Eso es irrelevante! ¡Aunque esté más cerca del nuestro no voy a tener más dinero para pagar la entrada! ¡Y encima ahora tenemos que ir para no quedar mal porque les has dicho a esos chicos que iríamos! ¡Estúpida!

-¡No! ¡Escucha! -Calyphos le puso la mano en la boca a su amiga para que se callase.

-¡Mnpfff! ¡Quita! -consiguió decir cuando retiró la mano.

-¡Cada día que salimos de clase vemos a todos esos chicos en Sweet Amoris! ¿No te acuerdas? ¡De esos que cuando los ves gritas "Dios, que tío más sexy"!

-¿Sólo quieres ir para ligar? -quiso saber Shiken, indignada. Calyphso asintió-. ¡Es la mejor idea que has tenido en años! -gritó de pronto, mucho más animada-. ¿¡Por qué no lo has dicho antes!?

-¡Porque no me has dejado, Einstein! -reconoció-. Mira, el concierto es en una semana... ¡Vamos a comprar ropa mañana y solucionado!

-¡No tengo dinero para la entrada! ¿Cómo pretendes que compre ropa? -gritó Shiken.

-¿¡Y el dinero que dices llevar ahorrando tantísimo tiempo!? -cuestionó su amiga.

-¡Es para una urgencia!

-¡ESTO ES UNA URGENCIA!

-¡Cómo no te tranquilices TÚ vas a ser la que vaya a urgencias! -dijo Shiken amenazante pero divertida.

-Vale, mira... Vamos a ir sí o sí, ¡y no es una pregunta!

Shiken miró al suelo y negó con la cabeza. En el fondo ambas sabían que no daría buen resultado.

La semana pasó mucho más rápida de lo que pensaban. No tenían exámenes, no tenían casi deberes y además al final ambas pudieron ir a comprar ropa, aunque no sabían del todo cómo había que ir vestidas ya que no tenían ni la más remota idea del tipo de música que iban a tocar en aquel concierto.

Era por la tarde cuando se dirigieron al instituto Sweet Amoris. Había una cola mucho más grande de lo que habían esperado... ¡La verdad es que había tenido un éxito bastante prematuro!

-¡Hoy triunfamos! -gritó Calyphso eufórica.

-Estás más salida que la esquina de una mesa -le dijo Shiken, mirando a su alrededor por si alguien había oído el comentario de su amiga-. ¡Estamos en un concierto! ¡Los que triunfan son del grupo, no nosotras!

-Tía, que lo digo de broma, es una forma de hablar... -dijo pensativa la pelirroja.

-La verdad es que... por aquí hay gente que viste muy raro, ¿eh? Mira la que tenemos delante -susurró Shiken.

La rubia que había delante se giró. Tenía las puntas del pelo teñidas de rosa. Vestía de una forma peculiar que les recordaba a cómo vestían uno o dos centenares de años atrás...

-¡Perdona, pero ese comentario ha estado fuera de lugar! -dijo esta-. ¡No visto raro! ¡Se llama "estilo Victoriano"! ¡A ver si te culturizas, guapa!

-Perdona, corazón. No era su intención ofenderte, es que es la primera vez que venimos y... -comenzó a decir Calyphso mientras asesinaba a su amiga con la mirada.

-¿Es la primera vez que venís a uno de los conciertos de Lysandro? ¡Ya veréis! ¡Os va a encantar! -gritó excéntrica.

-¿Quién es Lysandro? -susurró Shiken.

Calyphso se encogió de hombros.

-¿¡Que no sabéis quién es Lysandro!? Bueno,e s que no es muy conocido todavía... ¡Pero seguro que después del concierto el club de fans se ampliará! -dijo convencida de sí misma-. ¿Queréis formar parte del club? ¡Os vendo una camiseta!

-Es mona -reconoció Calyphso-, aunque a mí el verde no me... No me gusta, vaya.

-¡Que chula! -dijo Shiken mirando hacia otro lado, mosqueada.

"Después de llamarme inculta va y me intenta clavar una camiseta tan fea, pues lo llevas claro", pensó Shiken.

-¡Solo son quince dólares! -dijo canturreando.

-Me gusta pero si te la compro mi presupuesto se quedarían en menos cinco -reconoció Calyphso intentando parecer divertida-. ¡Lo siento!

-¡No pasa nada! ¡Por ser la segunda miembro del club, te la vendo por cinco dólares! -dijo insistente y con un brillo maligno en su mirada.

-Ah... bueno... vale... -y Calyphso le entregó el dinero en contra de su voluntad.

-Eres demasiado fácil de persuadir -le susurró Shiken en cuando la rubia se despistó avanzando en la cola.

Cada vez estaban más cerca de la sala donde se celebraba el concierto. Estaban en un largo pasillo lleno de taquillas azules.

-Por cierto, soy Nina -dijo la rubia-. ¡Eh! ¡Pero ponte la camiseta! -gritó de repente.

-Pero llevo una camiseta tan mona encima que no sé si... -comenzó a decir esta.

-¡Mira! -gritó Shiken de pronto-. ¡Ya estamos a punto de entrar! ¡Vamos!

En el fondo lo había hecho para salvar a su amiga de ponerse la camiseta. Se asaría de calor en un sitio donde hubiese tantas personas como las que había delante de ellas en la cola.

Ya se oían los gritos de dentro...


Gracias por interesaros en nuestro Fanfic. Para contactar con nosotras, somos Calyphso y Shiken (para una idea de las protagonistas como el físico, ropa, etc., visitad nuestro perfil. ¡Muchas gracias ^^)).