Hola a todos, como ya ven hay nueva historia, esta fue escrita en su tiempo para engatuzar de alguna manera a una amiga para que leyera el libro del cual esta basado, por suerte me resulto y lo leyo, espero que ustedes tambien se animen a buscar y leer el original y si no pues por lo menos de que trata más o menos :p, ya no molesto mas y a leer se ha escrito XD.
Sakura decide morir
Esta es mi historia, soy Sakura Haruno mi vida entera estuvo llena de lujos y cosas materiales, mis padres tenían, "y espero que sigua así", una buena posición social; era la chica más popular durante mis años de escuela y en la Universidad, tenia un buen trabajo, un novio guapo, numerosos amigos; toda mi vida parecía perfecta, pero para mí era una tortura, sentía que cada día que pasaba era exactamente igual al otro y por esto decidí terminar con mi tormento.
En ese tiempo arrendaba una habitación en un convento, razón por la que pensé en diferentes formas de cómo morir; primero pensé en ahorcarme porque las vigas del techo era resistentes, pero recapacite, obviamente quien me encontraría iba a ser una religiosa y no quería dejarla con la imagen traumática de un cadáver meciéndose de por vida. Luego pensé en cortarme las venas, pero mi sangre ensuciaría todo y las pobre religiosas tendrían que limpiar el desastre, esa idea también la descarte; de repente vino a mi mente la forma de hacerlo sin dejar sucio o una imagen traumática; la solución era una simple sobredosis de pastillas para dormir. Marqué una fecha en el calendario, arregle y finalice todo lo que encontré necesario que debía hacer antes de irme, escribí una carta en la que decía que ya no aguantaba más la vida que llevaba y compre más de diez cajas de somníferos.
Llegado el día que dispuse mi muerte, que fue el primero de noviembre, uno de los días más helados que había sentido jamás, pero que aun no nevaba, recuerdo que cerré muy bien la puerta de la habitación y sentada en la cama mirando fijamente las pastillas comencé a tomarlas una a una, cuando su efecto se desato en mi organismo caí tendida boca arriba sobre la cama, mirando el techo pensé que nunca más tendría que vivir esa monótona y gris vida, ya cuando mi cuerpo no pudo aguantar más por los efectos de los somníferos, caí profundamente dormida; con lo que no contaba era con la visita que mi familia me realizó ese día, al golpear la puerta y al ver que nadie respondía se alteraron por lo que derrumbaron la puerta, encontrándome tendida y casi sin pulso, llamaron de urgencia a una ambulancia los doctores rápidamente desintoxicaron mi cuerpo, volviendo un poco en mí escuche voces diciendo:
-¿Cómo pudo hacerlo?
-Es tan joven
-¡Vamos muchacha resiste, aun no es tu hora!
Quería decirles que me dejaran que no me salvaran, pero estaba tan débil que perdí la conciencia nuevamente.
Al despertar me encontré atada de pies y manos en una camilla, pasaron unos minutos hasta que una persona vestida de blanco entro a la habitación, la mire horrorizada al verme en lo que supuse era un hospital, no podía articular ni una palabra así que deje que el médico hablara.
- Sakura Haruno, ¿verdad?
Asentí débilmente, el doctor acercándose a los pies de la camilla, tomo mi ficha leyéndola cuidadosamente, su rostro, mejor dicho sus ojos ya que tenia su boca cubierta con una mascarilla, expresaron varios sentimientos entre ellos la sorpresa, la intriga, la ternura, y muchas otras, al terminar de mostrar esa gama de expresiones me miro fijamente sonriéndome.
-Soy Kakashi Hatake. Seré tu doctor ya que tus padres insistieron vehementemente que te atendiera, soy un especialista en personas que se auto-agreden, así que por un tiempo permanecerás en esta clínica psiquiátrica.
Sus palabras me aterraron al pensar que debía quedarme encerrada y el cabo de algunos meses de "tratamiento" tener que vivir nuevamente, lo que para mi era una tortura, trate de soltarme de las amarras pero fue en vano, solo logre hacerme unas heridas horribles, Kakashi trato de calmarme acariciándome la frente, deteniéndome me di cuenta que Kakashi no estaba solo había una enfermera con una jeringa lista para aplicármela.
-Ino no es necesario, solo esta confundida.-le dijo el doctor.
Kakashi se acercó lentamente a las amarras soltándolas, quede perpleja ya que siempre había pensado que en una clínica de locos todos estaban amarrados y siempre durmiendo.
-Siéntate Sakura...
-Uhmm...–fue lo único pude contestar aun me sentía algo mareada, ya sentada mire a Kakashi que me comenzó a explicar en que condiciones estaba.
-Mira, tu condición actual es mala, tu organismo ha sufrido un serio daño, por tu "casi" suicidio...-No entendí muy bien lo que trataba de decirme, pero la cara de Kakashi era un poco calculadora-...Esto me cuesta mucho decírtelo... Sakura lamentablemente te has condenado a una muerte lenta...-me sorprendió lo que dijo pero a la vez me alegró, por fin dejare de existir en este mundo pero no como lo planeé-...según mis cálculos tu cuerpo no podrá resistir más de dos meses aproximadamente... eso si tienes suerte.
Que importaba el tiempo, moriré de toda forma, era lo que pensaba en ese momento, será un fastidio tener que aguantar dos meses pero lo podría acelerar, si mi organismos esta dañado como me habia dicho yo...
- Sakura...-mire a Kakashi sobresaltándome ya que interrumpió mis pensamientos, su rostro era como si se estuviera divirtiendo, o esa impresión me dio, porque quien se alegra al decirle a alguien que va a morir-...Sabes como igualmente morirás te daré la autorización para que puedas pasar eso meses con tu familia.
-¡No,no quiero estar con ellos, harán preguntas, volveré a la rutina no quiero!-me espanté al pensar que volvería con mi familia me preguntarían por que lo hice, si lo tenía todo, no, no quiero.
- Sakura cálmate...Solo era una sugerencia pero si quieres puedes que darte aquí, así podría examinarte diariamente para poder darte una fecha más exacta.
-¿En serio?...-estar aquí no es tan descabellado, con tal de no responder cosas que no quiero.
- si.
-Pero quiero que me haga un favor Kakashi...-claro quedándome podría evitar a mi familia pero si...
-¿Un favor?... lo que quieras Sakura.
-No quiero tener visitas, solo me verán cuando por fin este muerta-no sé si lo que dije o como lo dije, provoco que Kakashi se levantara y me mirara divertido como si hubiera dicho un chiste.
-Este bien Sakura, nadie te visitara...Ino.
Llamo a la enfermera, esta apareció en seguida, por un momento creí que se habia tele transportado.
-Diga doctor Hatake.
- Sakura se quedará con nosotros, llévala a la habitación doscientos tres.
-Si doctor...- La enfermera tomándome del brazo me saco de la habitación rápidamente, por lo que no pude despedirme.
Fui estupida al pensar que seria una habitación solo para mi, cundo llegue Ino me señalo con el dedo cual era mi cama y se marcho sin decir ni una palabra. La habitación contaba con cuatro camas, tres de ellas estaban ocupadas y cada uno de sus ocupantes estaban durmiendo, me acerque a cada cama silenciosamente para ver sus fichas clínicas.
La primera camilla que revise fue la del chico que estaba junto a la mía, su nombre Gaara y en su ficha decía que padecía de autismo. La segunda fue la que estaba en frente la cual pertenecía a una chica, su nombre Hinata y padecía de crisis de pánico. Y la última era de un chico llamado Shikamaru y padecía de delirios.
En ese momento lo primero que pensé fue en no involúcrame con nadie, aunque la locura no se contagia, preferí prevenir que lamentar. Ya que si estaban ahí era porque estaban locos ¿no?, así que decidí solo hablar con mi doctor hasta que ya no existiera en este absurdo mundo.
La primera noche parecía normal pero en ese lugar nada es normal. Ya pasada la media noche me asuste cuando escuche unos gritos, al querer levantarme para ver que pasaba, vi a una persona a mi lado, esta se encontraba totalmente trastornada, en un segundo se abalanzo sobre mí gritando.
-¡Quítamelas, quítamelas; esas arañas me persiguen!
-¡No hay arañas, quítate de encima!-le grite al ver que esta me sujetaba con fuerza.
Cada segundo me aterraba aun más al ver como su cara se volvía cada vez más horripilante, por lo que luche contra ese loco desquiciado hasta que llego Temari, que era la enfermera de la noche, esta sin ningún cuidado le inyecto un calmante en el cuello y junto a Ino se lo llevaron.
Nunca pensé que las cosas serian de esta manera, en ese momento lo único que quise fue en irme a casa pero recapacite porque en verdad no quería responder a las preguntas que seguramente me harían; aun cuando ya todo había parado me era imposible dormir, el rostro de esa persona aun se proyectaba en mi mente, su desesperación y angustia me oprimían el corazón al recordarlo, por ello decidí dar una vuelta por el psiquiátrico el cual seria mi hogar estos dos meses. Camine por cada habitación que encontraba a mi paso.
Hasta que recorrí todo el lugar aunque hubo una única habitación en la cual no pude entrar, esta se encontraba cerrada con tres candados lo cual me impedía el acceso, en ese momento no le di importancia y seguí con la exploración. Sin Saber que más hacer me dispuse a volver a mi habitación pero a lo lejos vi que una enfermera, traía a rastra a un chico, esta lo regañaba ya que no esta permitido andar por los pasillos en la noche, desesperada por el miedo a que me descubrieran, entre a la habitación que estaba a mi lado.
Una vez adentro espere hasta que los pasos no se escucharan por el pasillo, mientras veía a mí alrededor, quede anonadada al ver que en mitad de la habitación se hallaba un piano de cola, emocionada me acerque al instrumento ya que desde pequeña mi mayor pasión a sido el piano. Sin pensarlo me senté y comencé a tocar, absorta de las emociones y tranquilidad que el sonido del piano me producía, cuando divise a una persona sentada en un rincón de la habitación salte de la impresión, ya sobre puesta del pequeño susto que me dio, lo mire fijamente parecía que estaba llorando o esa impresión me dio ya que se tapaba la cara entre sus brazos, mientras se abrazaba así mismo.
Al principio no me quise acercar, pensando que podía ser un fantasma o peor un psicópata, pero él no se movía permanecía ahí inmóvil, por lo que me acerque lentamente hacia él para saber la razón por la que estaba allí, sentado tan solo como si quisiera esconderse del mundo. Trate de entablar una conversación con él.
-Hola, ¿qué haces aquí tan solo?...Te duele algo... ¿llamo a una enfermera?
Pero fue en vano, seguí intentado preguntarle ¿Quién era? y ¿Cómo se llamaba?, fue inútil seguía sin moverse, así que pensé -"puede que este dormido"- me acerque para despertarlo, lo mecí suavemente pero no reaccionó, lo mire durante minutos para ver si desertaba, al mirarlo fijamente una enorme ternura inundo mí pecho mi mano se movió por si sola acariciándole la cabeza, al hacerlo él se movió velozmente, me tomó y tiró del brazo, lo cual hizo que me fuera contra su pecho; este me abrazo con tal fuerza que me sonroje y lo único pude decir fue:
-¡Oye, espera!...me llamo Sakura ¿y tú como te llamas, necesitas ayuda?
Pero no respondió siguió abrazándome, trate de apartarlo lo cual hizo que me abrazaba más fuerte, de un momento a otro me soltó, me aparte para verle el rostro pero solo me pude fijar en su mirada la cual proyectaba solo odio y repudio, me sentí mal ya que su mirada estaba mezclada con tristeza, pensé que se sentiría mejor si lo acompañaba, así que decidí quedarme ahí con él, volví a sentarme nuevamente y toque para él. Nos quedamos hasta altas horas de la noche, el chico no hablo en toda su estancia conmigo, solo me miraba pero esa miraba era extraña, su rostro pasaba de reflejar de odio a ternura, hasta que el sueño me fue venciendo, pare de tocar y camine hacia la puerta para poder ir a dormir pero algo me hizo voltear y sin pensar le dije:
-Oye... mañana por la noche volveré, así no estarás tan solo- le sonreí como supuse no me contesto ni siquiera levanto la cabeza, que en ese momento se ocultaba entre sus brazos, por lo que salí de la habitación.
Al día siguiente decidí descubrir quien era aquel chico, lo busque por toda la clínica, no tuve suerte por más que buscaba no lo hallaba hasta que Kakashi me encontró husmeando por las oficinas de los doctores.
-Hey, Sakura... ¿qué haces aquí?
-La verdad Kakashi es que... – como le podía contar que buscaba a un chico que conocí anoche, pero que no lo encontré por ningún lado y lo buscaba aquí ¡Hay porqué tengo que ser tan curiosa!-...es que ando buscando a un chico que conocí anoche por los pasillos.
-uhmm... ¿cómo conociste a alguien por los pasillos, si por las noches las enfermeras vigilan que nadie se paseé a esa horas?-me dijo curioso.
-ahhh...-olvide que estaba prohibido pasear por la noche- bueno no fue en el pasillo sino en un cuarto, donde hay un piano... no podía dormir así que comencé a recorrer el lugar.-tuve que confesar.
-Espera ¿eras tú la que tocaba el piano anoche?-inquirió.
-Si, y allí conocí al chico que le dije, aunque lo he estado buscando, no lo he podido encontrar.
-¿Entonces?...lo estabas buscando aquí ¿no?, y ¿lo encontraste?-no sé porque Kakashi se veía tan preocupado, avergonzado baje la cabeza.
-No... Por eso, usted no me podría decir quien es ese ch...-al levantar la vista vi como Kakashi me miraba como si dudara entre contarme o no, estuvo unos minutos tan serio que me dio miedo, hasta que su cara se transformo me sonrió y muy alegre me dijo.
- Ese chico es Sasuke Uchiha, padece de un serio cuadro de doble personalidad solo sale de noche, y siempre se queda en esa habitación.
-Kakashi ¿sabe donde esta su habitación?...-Kakashi comenzó a reír, me sonroje ya que no sabia el por qué de su repentina risa, pero cuando me lo contó me sentí realmente tonta.
- Sakura, si que eres despistada, Sasuke se encuentra en la habitación 202 justo al frente tuyo.
Ahora que lo pienso si que fui estupida al no darme cuenta que estaba allí, desesperada me dirigí para allá sin siquiera despedirme de Kakashi.
Cuando llegué, Sasuke estaba profundamente dormido ya que Ino le había aplicado recién un calmante, supuestamente porque se comenzó a comportar de un modo agresivo, no le creí ya que él no parece una persona agresiva, cuando se fue Ino, en un pequeño papel le deje anotado que lo encontraría junto al piano como la otra noche, lo doble con cuidado y lo coloque en su mano. Se veía tan dulce durmiendo pero a la vez tan solo.
Salí a toda prisa para esperar a Sasuke sentada frente el piano, tenía pensado recibirlo con una gran sonrisa, ya que se veía que estaba sufriendo, siempre me preocupo por los demás pero esa persona tiene algo especial, no sé qué, pero es como si odiara a las personas.
Luego de esperar varias horas en la que no se veía que Sasuke iba a llegar, el sueño se apodero de mí, como la noche anterior no habia dormido nada, poco a poco el sueño me venció, quedándome dormida encima del piano.
Al despertar vi a Sasuke frente a mi, tan cerca que podía sentir su respiración, sus ojos me miraba fijamente, llenos de curiosidad, pero antes de que yo me pudiera apartar este se alejo me sentí, un poco confundida por su reacción me quede mirándolo, este luego señalo un pequeño papel que estaba a mi lado, lo abrí cuidadosamente, y decía-"quiero escuchar nuevamente el piano, me haces el favor"- luego de leerla lo mire impresionada, por qué lo escribió pudo decírmelo perfectamente, en su rostro se hallaba una dulce sonrisa, mi piel se estremeció al ver ese rostro sonreír angelicalmente, algo nuevo comenzó a crecer dentro de mí, algo que nunca había sentido no sé como explicarlo, pero esa simple sonrisa hizo que todo mi ser deseara vivir para siempre solo para poder contemplarla.
Sin perder más el tiempo me puse a tocar el piano, Sasuke solo me veía desde un rincón, no me habia percatado antes, pero ya había oscurecido, la habitación no tenía reloj pero si un gran ventanal en el cual se podía contemplar la luna llena, brillante y majestuosa, me sentí como cuando era niña, recordé que de pequeña me despertaba a media noche a tocar el piano, solo para contemplar la brillante luna, cuando termine la pieza suspire nostálgicamente al haber recordar el pasado, volteé para ver a mi único oyente, ya que olvide de que estaba ahí conmigo, estaba tan concentrada en mis pensamientos y en la melodía del piano que perdí la noción del tiempo y el espacio, cuando me dispuse a ver a mi "público" este se encontraba a mi lado, me sobresalte ya que no me di cuanta cuando se habia acercado, me miro a los ojos de una forma decidida y con una gran fuerza me tomo del brazo jalándome hacia él, basándome apasionadamente.
No pude reaccionar, solo sentí como su cuerpo calido se apretaba contra el mió y su lengua recorría cada espacio de mi boca con una intensidad apremiante, al principio me resistí pero para ser sincera era la primera vez que sentí esta adrenalina recorrer mi cuerpo, era algo extraño como un sentimiento de terror, de miedo pero a la vez de alegría y felicidad, por lo que me deje llevar ante esa emoción, ese momento mágico. Permanecimos así por variados minutos hasta que Sasuke se apartó, nos faltaba el aire los dos respirábamos fuertemente, Sasuke mirándome con ternura, me acariciaba el cabello hasta que su expresión cambio levantándose seriamente para así salir de la habitación sin decir nada, no me di cuenta que se habia sentado a mi lado, hasta que se paro, pero no entiendo, ¿por qué después de verme tan tiernamente su expresión se volvió fría como si no tuviera alma, como un zombi sin razón ni sentimientos?, pero agradezco lo que hizo, gracias a él me di cuenta que la vida te ofrece cosas que aun no has vivido, como ese extraño sentimiento, ese beso, y el roce de su mano sobre mi cabello.
Al día siguiente me tocaba control con Kakashi, le tenia que decir lo que pensaba pero cómo.
Terminada mi revisión me senté al lado de Kakashi, no sé como lo dije pero las palabras salieron solas al recordar lo de la noche pasada:
-Kakashi...- mantuve mi vista en el piso ya que lo que estaba a punto de decir era algo ilógico, solo por el hecho que hace unos días atrás pensaba lo contrario.
-Dime Sakura.
-Esta seguro que no hay alguna forma... para que yo no mue...
No supe como continuar, al alzar la vista para poder mirar al doctor este me miro serio y con una expresión de estar pensando o mejor dicho tratando de poder descifrar el por qué de mi cambio sobre mi muerte, luego de segundos, vi que esa seriedad desaparecía de sus ojo pasando de pensamiento profundo a tierna tristeza.
- Sakura lo siento... pero eso es imposible, tu cuerpo esta muy lastimado.
Sentí como que el mundo se derrumbaba, porque ese beso, ese maldito beso de Sasuke, me hizo sentir la necesidad de vivir a su lado por el resto de la vida, se que suena algo absurdo ya que solo lo he visto dos veces pero es así, en esas dos únicas ocasiones que lo he visto un amor inhumano creció en mi interior. Pero ahora sé que no podrá ser, lo que me dio el significado de vivir en este mundo lo perderé en dos meses, que irónico ¿no? cuando quise morir me "salvaron" y ahora que lo que quiero es vivir no me pueden salvar.
Pasaron dos semanas, Sasuke y yo nos seguíamos viendo todas las noches junto al piano, en cada una de esas noches Sasuke me quedaba mirando mientras tocaba y cuando ya era hora de que me fuera me tomaba de la cintura besándome como queriéndome decir -"buenas noches nos volveremos a ver mañana" o eso creo, ya que aun no había oído su voz.
Me entraba la curiosidad de escuchar su voz, pero siempre que intentaba que Sasuke hablara este me miraba fríamente saliendo de la habitación dejándome sola y confundida, por lo que no lo intente más.
Por otro lado me angustiaba pensar que cada día que pasaba, acortaba mi vida ya que "moriría" pronto, por lo que me propuse, aunque sabia que Sasuke se enfadaría, poder escuchar como sonaba su voz antes de que ese fatídico día llegará, el día en el cual no lo podré ver nunca más.
El primer día de la tercera semana de noviembre decidí que debía escuchar la voz de Sasuke, pase toda la mañana pensando en como hacerlo, pero no encontré ninguna manera de lograrlo, así que por mi ansiedad y el ocio que sentí pase a tocar el piano pero no en la noche sino que en la tarde, sabía que Sasuke no estaría, porque solo lo veía pasada la media noche, y por la mañana y la tarde no lo allá en ningún lugar de la clínica, ese tiempo sin él era una tortura ya que paseaba como una zombie de allá para acá y obviamente no me quería relacionar con ningún loco de la habitación, espera Sasuke también es un loco, no ,no creo que este loco debe estar aquí por otra razón no por una enfermedad.
Cuando entre a la habitación del piano, el sol se estaba escondiendo, podía ver claramente ese hermoso atardecer de colores irreales era como un sueño iluminando el piano, abrí la ventana para que el aire inundara la habitación, suspire y me dirigí al piano; toque y toque sin descanso no me percataba de lo que pasaba en mi alrededor, me sentía bien, y al estar sola llegue a la conclusión que no importa cuanto tiempo me quede, tratare de pasarlo con él con la persona que le dio a mi vida un nuevo sueño uno que no podré vivir, no le diré a Sasuke que moriré pronto para que no sufra, aunque no estoy segura si el siente lo mismo por mí puede que solo sea un entretenimiento para él en este lugar, me asuste cuando la puerta se cerro de golpe, asustada mire quien era ya que podría ser cualquier loco maniático, pero era Sasuke seguramente pasaba cerca y escuchó el sonido del piano, lo extraño fue que parecía cansado como si hubiera estado corriendo, estaba parado cerca de la ventana, respirando agitadamente, esta era mi oportunidad, para pedirle que me dejara escuchar su voz algo tímida y nerviosa me acerque hasta él, cuando me disponía a pedirle mi petición, me agarró fuertemente de la cintura acercándome a él, colocándome entre la muralla y su cuerpo besándome una y otra vez.
Sus beso fueron desesperadamente apasionados, sorprendida al principio no racioné, pero después me uní a sus besos teniendo una lucha en nuestras bocas, al faltarnos el aire, se apartó de mí y su mirada era de preocupación y tristeza, me sorprendí al escuchar por primera vez su voz.
-¿Por qué no me lo dijiste?, ¿por qué me ocultaste que estabas condenada a morir? ¿Por qué?
Quede paralizada tras escuchar su voz, era grave pero a la vez melodiosa y tranquila aunque lo que dijo lo gritó, pero cómo se enteró, yo no quería decírselo para no herirlo, pero… claro, Kakashi se lo había contado, él era el único que sabía de mi estado de salud, de alguna forma se enteró de la relación que mantenía con Sasuke a escondidas; bueno no tan escondida.
-¡Dime, contéstame de una vez no te quedes callada!
-Sasuke, yo no quería que sufrirás, por eso...- se acerco furioso, me tomó los hombros con tal fuerza que las lagrimas brotaron sin esfuerzo de mis ojos, al verme sufriendo, no por el dolor sino por su actitud, me soltó, y me hablo en un tono de reproche y enojo.
-¡Acaso pensaste que sufriría menos si no me lo contabas... sufriría menos cuando algún día ya no te veía sin saber la razón...-baje la vista, me dolía verlo tan despechado como si lo hubiera traicionado- toda mi vida espere a alguien que me entendiera, y por un momento pensé que esa persona eras tú, pero eres igual que todos- me tomó el mentón levantando mi cara para que lo pudiera ver, era como si en vez de haberle ocultado algo, lo hubiera golpeando, tal era el dolor de su rostro que no pude para de llorar- una egoísta que solo espera que confié, para después traicionarme!
Esas palabras me dolieron en lo profundo de mi alma, Sasuke me soltó se disponía a marcharse pero lo detuve, no permitiría que se fuera no sin antes escucharme, como pude, trate de hablar ya que las lagrimas me lo dificultaba.
-Sa...Sasuke...- dije entre sollozos-...perdóname lo único que quería era pasar las últimas semanas contigo... sin pensar que uno de esos días... dejaría este mundo.-al ver en su rostro, que no se quedaría, desesperada le dije lo que sentía realmente- ¡Lo único que quiero, es pasar lo que me resta de vida a tu lado, no me dejes, te quiero más que a nadie en este mundo!
Sasuke abrió tanto sus ojos que pensé que estaba en estado de shock, pero luego camino hacia el sillón y se sentó, me hizo una seña dándome entender que quería que me sentara a su lado, pude notar que su rostro ya no tenía esa mirado de dolor sino una de profunda tristeza, con una voz dulce me dijo:
-Lo siento, no quise hablarte tan duro, es que la sola idea de que algún día ya no estés a mi lado me descoloca, ¿me perdonas?
-No...te…
-¿No me perdonas?...- su cara se sumió en el dolor, rápidamente me dispuse a terminar la frase.
-No, no es eso lo que quiero decir, déjame terminar, te iba a decir que no tengo nada de que perdonarte, tú me debes perdonar por no contarte que me estaba muriendo-su rostro se relajó, pero al recordar lo que dijo anteriormente me entro curiosidad por saber el por qué lo dijo.
-Pero, igual no debí hablarte así.
-Ya olvidémoslo ¿vale?-sonreí para que entendiera que ya no importaba y vi que me sonreía también, pero mi curiosidad no pudo más así que le pregunte lo que me tenía intrigada- pero...
-¿Pero?...
- Porque dijiste que era una traidora al igual que todos...-su mirada cambio ahora era fría y sin vida por lo que trate de arreglar lo que dije-... si...si no quieres contarme...no importa.-me miro con tristeza y suspiro.
- Te contare el por qué estoy aquí, así entenderás lo que dije.
-A caso no es por que tienes doble personalidad...-por lo que dije Sasuke se rió amargamente como si recordara algo.
-No, no tengo ninguna enfermedad estoy aquí porque mi padre me encerró.
-Pero ¿por qué?
-Por el simple hecho de que era un estorbo para él.
-Ningún padre podría hacerle eso a su hijo.
-El mió, si.
-Sasuke...pero- me tapo la boca con un dedo.
-¿Dejaras que te cuente?...-asentí con la cabeza- ... y por favor no me interrumpas me es muy difícil hablar de esto. Eres la primera persona con la que hablo después de tres años.
-¡Tres años!-Sasuke me miro con reproche-lo...lo siento ya no interrumpo,
-Bien esta es mi historia...
Lectores si hay algun error ortografico por fis reclamen ya que es un desafio para mi el escribir y por medio de esto supero un problema personal, ademas de que las historias que estoy colando fueron hechas hace ya mucho tiempo atras y aunque las revise siempre hay fallas espero su colaboracias y gracias por comenzar a leer :)
