¡Hola a todos! Primera actualización de este año 2019 Baia Baia 7u7, ¿Qué tal les ha ido con la life en lo poco que ha pasado de este nuevo año?
Como podrán ver, esta actualización conlleva el estreno de mi primer LongFic, "Don´t dream, it´s over" ha estado en mi cabezota un buen tiempo, el asunto es que nunca antes me había animado a desarrollar la idea como era debido pero aquí está finalmente.
Espero que guste y ahora mismo lo diré, la siguiente actualización será "Cupido Yamanaka"
[ Don't dream, it's over ]
Capítulo 1
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Eran alrededor de las seis y treinta de la tarde, hora en la que tanto Naruto Uzumaki como Sakura Haruno abandonaron la oficina del actual Hokage, Kakashi Hatake. Tras haber entregado el reporte de su última misión, ambos shinobis optaron por permanecer un poco más de tiempo junto a él haciéndole compañía durante su trabajo, era su maestro después de todo, aquel hombre que les enseñó y guió para convertirse en los ninjas que son hoy en día, ellos fueron el primer equipo que Hatake tomó bajo su cuidado, por lo que el vínculo que los unía era más que irrompible.
Mientras se alejaban con lentitud de la Torre del Hokage, Naruto da inicio. –No importa cuánto pase, aún sigo sin poder acostumbrarme a la idea de que él sea el Hokage, no pensé verlo envuelto en ese rollo.
–Independientemente de que sea el Hokage, no pareces demostrarle mucho respeto por ello. A su alrededor sigues siendo como todo un crío. –Riendo ante su comentario, Haruno agregó. –Pero así están las cosas, algunas cambian conforme el tiempo pasa por muy raras e inesperadas que estas se vuelvan.
Acercando su cuerpo al de la joven, Naruto estira su brazo sobre los hombros de ella. –En ese caso, nosotros dos somos un muy buen ejemplo de lo que dices. Apuesto a que nunca antes imaginaste que algún día podría llegar a haber algo entre nosotros.
–¿En serio quieres oír la respuesta?
Ante aquella irónica pregunta, Naruto prosiguió. –Ya la sé, cuando niños te la pasabas detrás del idiota de Sasuke al igual que todas las demás chicas que se le pasara por el frente, era como ver a un pastor con su rebaño.
El rubio Uzumaki estalló en carcajadas que fueron provocadas por su propio comentario, carcajadas que a continuación se estancaron en su garganta al recibir un golpe en sus costillas por parte de Haruno, el cual fue propinado por el codo de esta.
–Estás sobreexagerando los hechos Naruto, así no es como ocurrieron las cosas.
–Eso dices ahora porque no tenías el mismo punto de vista que yo. También solías ser un poco seca conmigo, era difícil conseguir que me pusieras atención.
Sakura, en un brusco movimiento retira el brazo de Naruto que yacía sobre ella, y con el ceño fruncido y de brazos cruzados agregó. –Estás haciéndome ver como si fuera la bruja de la historia, hablas de mi como si nunca hubiera notado que siquiera existes.
Uzumaki no mostró señal alguna de preocupación frente al aparente enfado que de Sakura emanaba, al contrario, con una traviesa sonrisa se acercó por sus espaldas, rodeando su cintura con sus brazos para abrazarla y reposar su mentón sobre su hombro. –¿Qué te parece si salimos los dos esta noche?
–¿No se trata de ninguno de tus trucos para evitar que me enoje contigo? –Preguntó Haruno, riendo con sutileza frente a la pregunta que le fue hecha.
–No, pero pensé que podríamos pasar un lindo momento juntos, solo tu y yo, no lo hemos hecho mucho últimamente. –Se explicó el joven rubio. –Podemos salir a comer a algún sitio, si quieres.
–¿De verdad? ¿Un lugar como Ichiraku Ramen tal vez? –Preguntó Sakura con claras intenciones bromistas de por medio, esbozando además una sonrisa de par en par.
Haruno era consciente de lo mucho que Naruto adoraba el ramen, no por nada era su platillo preferido y sabía muy bien que iba a disfrutarlo cada vez que tenía la oportunidad.
De los labios del Uzumaki, una risita escapó. –Es una idea bastante tentadora. –A continuación, dejó un corto beso sobre el hombro de Haruno. –Pero no, no será ramen esta vez.
En un arranque de pasión, Naruto besó una vez más el hombro de la kunoichi para luego proseguir con su cuello hasta llegar a su nuca y Sakura, quien comenzó a avergonzarse de las acciones tomadas por el rubio, comentó.
–No hagas eso... Te recuerdo que estamos en público.
–Poco me importa lo que piense la gente.
Uzumaki depositó un último beso en en lo alto de la cabeza de su acompañante y rompiendo el abrazo se ubica una vez más a su lado, entrelazando sus dedos con los suyos. –No es importante si estamos en privado o en público, siempre voy a demostrar lo muy especial que eres para mi.
Dicho eso, ambos continuaron con su camino sin acabar con el cálido contacto de sus manos, sin embargo, Sakura no era ciega, la forma en que las miradas del resto de la gente caían sin cuidado sobre ellos era más que notoria, situación que se volvió incómoda para ella llegado cierto punto y sabía a la perfección que Naruto igualmente fue capaz de percibir aquellas indiscretas miradas, pero también sabía lo poco que a él le importaba, por lo que se sacudió mentalmente e intentó ignorar la causa de su incomodidad, después de todo eran humanos, no estaban haciendo nada que fuese indebido.
Antes de tomar distintas rutas dispuestos a regresar a sus respectivos hogares, ambos acordaron verse alrededor de las ocho, faltando tan solo dos horas para ello. Al llegar a casa Sakura se alistó con suma calma y paciencia, dejando a un lado la vestimenta que tendía llevar para realizar sus misiones con mayor comodidad y se vistió con un blanco pantalón de mezclilla, el cual se ajustaba perfectamente a su cuerpo junto a un suéter color verde, era una vestimenta cómoda y casual, después de todo solo acordaron salir a comer, no irían a ningún sitio extravagante, aquello fue parte de su acuerdo pues Sakura re rehusaba a la idea de despilfarrar dinero de forma innecesaria, teniendo en cuenta que sería Naruto quien correría con todos los gastos, petición que vino por parte de él mismo.
Una vez que llegó él en su búsqueda a las puertas de su departamento, ambos se adentraron nuevamente a las concurridas calles de la aldea y tras unos minutos de discusión concluyeron el sitio en que se daría su pequeña velada. Tanto Naruto como Sakura se vieron en el interior de un local sencillo pero a su vez, acogedor, tenía apariencia de ser de esos típicos restaurantes a los que se asiste en compañía de la familia, no obstante, debido a la hora de su visita no yacía muy abarrotado en su interior, por lo que su orden no tardó en llegar a su mesa. Sakura optó por elegir un platillo simple, una ensalada específicamente y en compañía de un poco de té verde, era lo justo y suficiente para llenar su estómago. Peo al contrario de ella, Naruto decidió ingerir arroz con curry, seguía siendo un platillo simple pero parecía contentar bastante al rubio shinobi.
Durante la comida, ambos compartieron algunas trivialidades de su día a día y soltando además alguna risita de por medio, ya que como bien sabían, no habían tenido la oportunidad de verse en un escenario así los últimos días en consecuencia de las misiones que recaían sobre sus manos.
Ya cuando su cena se dio por finalizada y estando los dos a las afueras del restaurante, Sakura comentó. –La próxima vez, seré yo quien pague por la comida.
–¿Por qué? Ya te dije que no tenía problema con pagar tu parte, Sakura chan.
–Aún así, sabes qué es lo que pienso de eso, también gano mi propio dinero para cubrir mis gastos. –Se explicó Haruno. –A la siguiente estaremos a mano.
Naruto no se esforzó en replicar las justificaciones presentadas por parte de la rosada kunoichi, al contrario, una risueña sonrisa fue creada con la comisura de sus labios, permitiendo además el paso de una pequeña risa.
–Si tanto insistes entonces no tengo cómo negarme, esperaré ansioso nuestra próxima cita. –Contento, Naruto deslizó su brazo sobre la zona baja de la espalda de Sakura, rodeando su cadera y en respuesta, Haruno apegó su cuerpo al suyo.
Cómodos con la calidez que el contacto de sus cuerpos les proporcionaba, continuaron con su camino sin acabar con dicha unión y sin temer por lo que la gente a su alrededor podría pensar de ellos. Todo parecía seguir un perfecto orden hasta que Sakura notó cómo cierto grupo de gente yacía rondando muy cerca de ellos, cuchicheando con unas sonrisas decorando sus rostros, que este pequeño grupo estuviese conformado únicamente por muchachas la cabreó aún más.
–Ya has notado qué es lo que está pasando ¿No es verdad? –Preguntó ella, casi en un susurro y frente a ello, Uzumaki asintió con un rápido movimiento de cabeza. –¿Y acaso no te molesta? Han estado siguiéndonos poco después de que salimos del restaurante.
–Lo sé, creí que se cansarían de hacerlo en algún momento. ¿Te molesta si voy allá un momento?
Una mueca se curvó en los labios de Haruno al momento en que sus verdes ojos divisaron la seña hecha por la mano de él, indicando con sutileza a quienes iban tras sus pasos.
–Supongo que no hay nada mejor que podamos hacer, no conseguiremos nada con ignorarlas, ¿Pero qué planeas decirles exactamente?
–Nada demasiado rebuscado, solo iré a saludar y en un momento ya estaré aquí, así nos dejarán en paz. –Respondió él y haciendo una pausa, preguntó. –¿No quieres ir conmigo?
–Paso, es preferible que me quede esperándote aquí.
–No tardaré demasiado, lo prometo. –Dicho esto, Naruto giró sobre sus pasos dispuesto a acercarse al reducido grupo de gente que los seguían con suma insistencia, quienes no evitaron demostrar su alegría ante el actuar de él o al menos eso es lo que Sakura comprendió al observarlos desde su posición.
Desde que la guerra se dio por finalizada, el nombre de Naruto Uzumaki se hizo recurrente de oír entre las cinco grandes naciones, la admiración por sus hallazgos iban de boca en boca entre la gente, pero especialmente entre las mujeres, muchachas jóvenes.
Eran esas situaciones en específico las que eran de molestia para ella, consiguiendo derrumbar el buen humor que pudiese llevar en el transcurso del día, ver como Naruto se había vuelto tan popular hizo que se volviera habitual divisar un tumulto de gente a su alrededor y así era incluso en ocasiones en las que estaban juntos, era como el pan de cada día y eso Sakura lo detestaba con todo su ser, era como si Naruto no pudiese gozar de la privacidad que realmente quisiera, pero sobre todo, era molesta la forma de él de abordar la situación para tratar con ello, que actuase con tanta amabilidad en frente de sus supuestas fanáticas era demasiado, invertía tiempo innecesario en ello y su situación actual era un gran ejemplo, varios fueron los minutos en los que Haruno se vio distanciada a la espera de que Naruto acabase con lo que tuviera que hacer y una vez que vio cómo él parecía estar despidiéndose de ellas, caminó hacia donde estaba para luego volver a abrazarla y emprender camino, todo lo que en su mente había estado replicando lo reservó para sí misma y así continuó sin decir palabra del tema en cuestión en lo que restó del camino.
¿Qué mejor que empezar el año con algo completamente nuevo en cuanto a mis Fics? Es la primera vez que me lanzo con algo más extenso después de todo :3 Planear varios capítulos llevó su tiempo y por ello estuve desaparecida de esta plataforma desde noviembre, pero ya estoy de vuelta :P
¿Qué pasará con esta aparente fama del rubio Uzumaki? hehehe
¡Nos leemos pronto!
