Masashi es dueño de Naruto y todo lo que implica.


De noche

Karin no pudo evitar gruñir al escuchar aquella aguda y repetitiva risa, perteneciente a una estúpida esponja que a Suigetsu le gustaba mucho ver y, que para su desgracia, había ganado el concurso de aquel canal y ahora pasaban una maratón. Sacudió la cabeza, se acomodó los lentes y pasó la hoja del libro que estaba leyendo, Suigetsu se había quejado de que ese era el último capítulo y ella no podía estar más contenta.

Pero la chillona voz de la esponja la sacó de quicio. Molesta, cerró el libro y se lo arrojó al albino, para luego encaminarse en dirección al jardín, allá no podría escuchar ese horrendo dibujo animado.

– ¿Qué demonios te pasa, maldita remolacha? – Reclamó, sobándose la espalda, más notó que la pelirroja no le hacía caso. – Ne, ¿a dónde vas?

– No te importa.

Suigetsu se encogió de hombros, torció un poco los labios y luego volvió su atención completa a la televisión. Karin no pudo sentirse más herida y cabreada. Con la frente en alto y el orgullo mancillado, al verse desplazada por culpa de una estúpida esponja animada, salió al jardín y se tumbó sobre el césped. Estuvo viendo los astros durante unos minutos, hasta que algo le cayó en los ojos y tuvo que tallárselos; murmurando maldiciones por lo bajo, parpadeó para deshacerse de aquella, más el parpadeó tomó otro significada.

– Estoy desnudo en el jardín.

¿Qué carajo? Extrañada, se sentó en el jardín y observó al de la niebla.

– De noche.

Claro… ¡Claro! Apretó los puños y los dientes con fuerza, reprimiendo un grito de desesperación que llevaba horas atascado en su garganta.

– ¡Te voy a patear el trasero! – Blandió un puño al aire y observó a Suigetsu con ojos de pistola. – ¡De noche!

Suigetsu esquivó el golpe con maestría y tomó el brazo de la muchacha, tirando de él y haciéndola que se acercara. Karin solo pudo observar los labios del muchacho, sintiendo como su cuerpo temblaba al estar tan cerca de él; se mordió el labio y lo observó a los ojos, encontrándose un extraño brillo que no supo interpretar del todo.

– Mejor vamos a coger… ¡de noche!

Le soltó un golpe en la cabeza y caminó al interior de la casa. – Coge tu solo.

Suigetsu sonrió de lado y corrió al interior del apartamento, una sonrisa burlona en su rostro y mirada hambrienta. Karin no lo iba a dejar con las ganas y 'coger solo' no era una opción.


Espero les haya gustado :) No estaba viendo Bob Esponja, mi primo llegó diciendo: 'estoy caminando en tu cuarto... de noche.' Y bueeeeeno, lo demás es historia.

Chipikroou

Sábado 27 de Julio del año 2013