2a. edición. La historia sigue igual, solo cambie la ubicación de algunas escenas y con ello aumento el tamaño de los capítulos para acelerar un poco la trama.

BLEACH no me pertenece, es propiedad de Tite Kubo., yo escribo esto sin fines lucrativos.

Para Onii-chan por arrastrarme al vicio de Bleach, prestarme la serie y además los mangas. Para mi taicho, es una gran persona y lo quiero Eri-chan que es mi hermanita querida. Para Fai, por las sonrisas que encuentra en medio de mi tristeza y por dejarse pervertir por Nekosawa-sempai y yo. Para Neko-sempai, siempre me hace bien hablar con ella. Para Axel que es la lucecita de mi vida y siempre para ustedes por regalarme su tiempo.

Aclaraciones: esta marca /°/°/°/°/° indica un cambio de escena y en ocasiones de lugar. Los pensamientos se encuentran en letra cursiva. Es todo, que lo disfruten.


Una alma, una mariposa.

De nuevo en casa, en otro tiempo habría corrido al parque, saltado sobre las hojas secas, visitado a sus amigos, cocinado recetas extrañas, sonreído...y tantas otras cosas, pero no esta vez, no cuando el sentido de su vida había cambiado, se había perdido.

Era de noche, solo tomo un baño ligero y se fue a dormir en medio de silenciosas lagrimas, era que la luna brillaba del mismo modo en ambas dimensiones ¿Como podía hacerlo distinto si era la misma? Entonces ¿Por qué? La luna seria su compañera eterna, cómplice silenciosa, sabedora de cada pena ¿Por qué la luna y no él? Ambas lo habían visto morir, ambas dejaron de brillar unos segundos.

De algún modo, la luna iluminando el cielo negro siempre le recordaría a él, su piel blanca, su cabello oscuro, pero no habría ojos verdes que la mirasen, voz profunda que la calmara, ni manos gélidas para acorralarla ¿O era que lo tenia de vuelta todo? Sus sueños, sus amigos, la escuela, su mundo, tantas personas ansiosas por verla, todas dándole cariño y ayuda ¡No lo quería! se desprendió de eso en la prisión, sabía que era egoísta pero nadie le había pedido su opinión, cambiaria sin duda todo eso de nuevo, incluso pagaría con su alma por tener el otro mundo, por tenerlo a él.

No supo en qué momento se quedo dormida, pero la llegada del alba la despertó, vio que una pequeña mariposa blanca se había posado en la ventana, el contorno de sus alas era una delgada línea negra, le sonrió, quizá estuviese enloqueciendo, pero por unos instantes dejo de sentir ese vacío y tuvo la certeza de que todo, también los detalles más pequeños, ocurrían por una buena razón. Incluso se sintió de humor para dejar que su mundo la sorprendiera de nuevo.


/°/°/°/°/°/°/°/°


La habitación era blanca, sin restos de lo que fue, nada colgaba de la pared ni había muebles con algún estilo propio de quien la ocupaba. Muy al contrario, reinaba el olor de un fuerte desinfectante y en el centro, una cama con sabanas blancas de aspecto lúgubre, donde reposaba una frágil figura conectada a un sin fin de aparatos, al lado, sentada en un reclinable, una joven miraba con nostalgia por la ventana.

-Te gustaría mucho el día de hoy, hace sol, hay nubes y viento fresco...pedirías que tus clases de arco y esgrima fueran al aire libre en lugar de la sala de armas...Todo aquí te extraña hermano, incluso hay una pequeña mariposa blanca en la ventana, como si quisiera entrar a verte.

La joven se levanto y se dirigió a la puerta, la tristeza de su mirada era un reflejo del amor a su hermano, por eso se había empeñado a mantenerlo con vida, confiaba en que despertaría, en que no era su tiempo de irse y por eso Dios la dejaba esperarlo., no se dio cuenta de que la puerta quedo un poco abierta, tampoco notó que la mariposa abandonó la ventana y encontró una chimenea para entrar a la casa, aleteando tranquilamente hasta la habitación, entro por la rendija y voló en círculos sobre quien reposaba en la cama.

Con tanta naturalidad, como si fuese lo más común del mundo, se poso en el pecho descubierto, aleteo un par de veces más y se quedo quieta., si alguien hubiera entrado a la habitación habría gritado de susto viendo a la pequeña mariposa disolverse lentamente, como si entrara en el cuerpo inerte. Enseguida todos los aparatos comenzaron a sonar estridentemente, asustando a la joven, que corrió seguida de algunos empleados a ver la causa del ruido.

-Llamen a los doctores, díganles que es urgente y se presenten de inmediato.

-Si señorita.

Trato de calmarse, apago la alarma y verifico que estaba ocurriendo, según parecía, la actividad cardiaca había aumentado, la actividad cerebral también, la joven se sintió mareada, no quería albergar falsas esperanzas pero deseaba con todo su ser que fuera real. Los parpados del chico comenzaron a moverse lentamente y muy despacio dejaron ver un par de esmeraldas hermosas. Fue demasiado para ella, se sintió emocionada, contenta, ansiosa, preocupada por los estragos del coma en él y mil emociones más, le pareció que la noche llegó en un instante, se lleno de una extraña pesadez que la envolvía cuidadosamente en un letargo profundo, pacifico, rodeada de nada.

Cuando abrió los ojos estaba en el reclinable, rodeada de médicos, cada uno especialista diferente, hablaban entre ellos sobre la rehabilitación, posibles secuelas y alguno dejaba escapar la frase "Es un verdadero milagro" Esto la hizo reaccionar, levantarse bruscamente, llamando la atención de los presentes. Dirigió una mirada a la cama, la mayoría de los aparatos habían sido desconectados y el joven estaba semi sentado, observando atentamente todo a su alrededor.

-Gracias a todos por llegar tan pronto ¿Como encuentran a mi hermano?

-Es un verdadero milagro señorita Shciffer, pero comprenderá que debemos ir con calma, habrá que iniciar una rehabilitación para detectar posibles secuelas del coma y reintegrarlo a sus actividades ordinarias con calma., pero parece que la actividad cardiaca es estable y adecuada-. Dijo el cardiólogo.

-Concuerdo con usted, ahora, si me permite sugerirle algo, señorita, trate de no forzarlo mucho mentalmente, es probable que tenga amnesia temporal por el tiempo de inactividad, de ser así, sería completamente normal y no durara mucho, luego de eso, podremos comenzar los tratamientos adecuados -. Ahora hablo un psiquiatra.

Todos los especialistas dieron sus diagnósticos y recomendaciones y uno a uno se marcharon, dejando solos a los hermanos cerca de la noche, se miraron a los ojos un momento y luego él comenzó a hablar muy despacio.

-Elizabeth...

-No, no te esfuerces, descansa.

-Lizz...yo

-Está bien Ulquiorra, ya tendremos mucho tiempo para hablar, me alegra que estés de nuevo con los vivos.

Con mucho cuidado abrazó a su hermano procurando no hacerle daño, depositó un cariñoso beso en su frente, el chico solo sonrió.

-Mañana comenzamos con los ejercicios que recomendaron los doctores, espero que pronto puedas regresar a tu vida, hermano, si te esfuerzas mucho yo creo que así será.

-Gracias-. Sentía todos los músculos pesados, dormidos y en efecto, no recordaba cómo fue que terminó en ese estado, pero decidió que eso regresaría solo, de momento procuro calmar a su hermana y contagiarse de su optimismo. Elizabeth comento algo sobre deberes escolares y lo dejó solo, indicándole que si ocurría o necesitaba algo solo presionara un pequeño botón azul en un control remoto

-...se encenderá el interfono que está en mi habitación y además algún empleado vendrá a atenderte, buenas noches.

-Buenas noches.

Cuando se quedó solo, lejos de relajarse y dormir comenzó a cuestionarse como fue que terminó de esa manera, recordaba vagamente los días anteriores al accidente., había conocido a un hombre, que si bien no lo molestaba sí lo miraba raro, como evaluándolo para algo, el sujeto en cuestión, tenía el cabello castaño y usaba lentes, jamás le hablo, solo estaba ahí, en todos lados, examinando, persiguiendo, capturando.

Recordó haber despertado con un mal presentimiento y no era que creyera en esas cuestiones, por eso se relajó cuando notó que el sujeto no estaba vigilándolo. Llegó a casa de su novia y pasó un día fantástico a su lado, en el cine, tomando un helado, caminando por el parque, remando en el lago, almorzando bajo un árbol... así agoto el día encerrado en una burbuja de relajada paz

¿Qué pasó entonces? Recordaba haber llevado a su novia a casa, luego marcharse para salir con sus padres a recibir a Lizz que llegaba de viaje... ¡Sus padres! Las imágenes llegaron de golpe a su mente, el trayecto en coche por la autopista desierta, el cielo negro sin estrellas y de pronto un viento feroz que movía al auto como si fuese un jugete, estaba seguro de haber visto una silueta extraña por el retrovisor, pero se concentro más en no perder el control del vehículo, en calmar a su madre que se había puesto histérica y escuchar a su padre que intentaba calmar a ambos.

Frenar resulto acertado y todo pareció calmarse, pero cuando reiniciaron el camino "algo" los atacó, todo fue confuso, los gritos de su madre, el rugido que no era del viento, el motor del carro, la extraña caída en picada, el impacto y es silueta abalanzándose nuevamente hacia ellos., un silencio espectral., y lo más desesperante para él… haberse visto a sí mismo fuera de su cuerpo, a sus padres sin vida, una cadena que lo unía a su cuerpo rota, esa sensación de vacío extraña y desesperante, apoderándose de él, cambiándolo, sumiéndole en tormentosa clama.

Y ese mismo rostro, el maldito rostro de ese hombre, sonriendo, destruyendo lo poco que quedaba de esa cadena, recuerda haber derramado lagrimas, haber deseado gritar, quizá lo hizo, pero eso no lo aclararía jamás, porque su razón se perdió, en un cielo sin estrellas y lo dejaba despertar no sabía cuánto tiempo después.

-Fue una alucinación, es lo que todos dicen que pasa cuando estas a punto de morir- pensó, mientras llevaba sus manos al pecho, intentando sentir la cadena, pero eso no lo hizo sentir mejor, según esas anécdotas, todos van al cielo, pero el sentía como si hubiese sido arrastrado a un lugar similar al infierno- Fue un sueño, un sueño que duro mucho tiempo, solo eso- con eso en mente dejo que Morfeo o algún dios lo sumiera en un hechizo para descansar.

A la mañana siguiente Elizabeth entró con una bandeja y su sonrisa de siempre, le ayudó a desayunar, luego comenzaron algunos ejercicios para despertar sus piernas, un rato después lo ayudaba a levantarse y dar algunos pasos por la habitación, que seguía siendo blanca y libre de bacterias, gérmenes o cualquier forma de vida nociva.

-Lizz...Sería bueno que me devolvieras mis cosas.

-¿Eh? Claro, las quité y cambie el color para poder cuidarte personalmente.

-Mírate, pareces tan madura, incluso te vez más grande que yo.

-¡Ulquiorra! No es gracioso, te sigues viendo de Diecisiete años y tienes más, no será bonito que cuando nos vean yo parezca la mayor, me siento vieja, pero al menos voy más adelantada en la escuela que tu.

-Lizz, yo me preguntaba...

La sonrisa se borro de repente del rostro de la joven, sería un día muy largo, lleno de situaciones incomodas, pero quizá los siguientes serian mejores, después de todo, su hermano tenía que enterarse de todo lo ocurrido, y algún otro medio o persona podría no tener el suficiente tacto. Tomo una bocanada de aire, como un marinero que esta por saltar por la borda a aguas heladas y llenas de depredadores., se sentó a su lado y comenzó a hablar.


/°/°/°/°/°/°/°/°


Tatsuki conocía mejor que nadie a Orihime, sabía cuándo estaba eufórica y, por desgracia, también cuando estaba triste., estaba más que preocupada por ella, la notaba distinta pese a que su amiga intentaba por todos los medios parecer la misma, seguía siendo amable, sonriente…pero no alegre. Sus ojos tenían ese aire de tristeza similar a cuando falleció Sora, solo que ahora era peor.

Era como si ya no le encontrara sentido al mundo ¿Qué había pasado cuando estuvo ausente? ¿Eran momentos vividos, donde sea que haya estado, los que la volvieron así? Tatsuki estaba segura de que era cierto, todo encajaba, su amiga perdió algo en ese lugar y no lo hablaba con nadie ¿Por qué? ¿Cómo animarla de nuevo? No lo sabía, lo único que se ocurrió fue comprar un poco de lasaña, chocolate y curry para que cocinaran juntas alguna receta extraña inventada por Inoue.

Toco la puerta, fue recibida con amabilidad, prepararon juntas la cena y conversaron de muchas trivialidades, de exámenes, profesores, clima, fiestas., pero solo eso, Tatsuki no se atrevió a formular las preguntas y definitivamente Orihime tampoco hablaría del tema. Antes de irse, en el umbral de la puerta decidió arriesgarse.

-hay… ¿Hay algo que quieras contarme Orihime?

-¿Mmm? No Tatsuki ¿Por qué la pregunta?

-No…por nada, nos vemos mañana.

De haberse quedado unos instantes más habría visto la máscara de serenidad caerse, se habría asustado con el llanto que acentuaba al contemplar la luna y en su desesperación la habría abrazado, diciéndole lo mucho que la quería, sin saber que con eso solo la lastimaba más, pese a no ser esa la intención, la habría llevado a su habitación, sorprendiéndose de que le pidiera que no encendiese la luz y la dejara sola, se habrá quedado ahí toda la noche, esperando que se durmiera para después hacer una llamada, para cuestionar a Ichigo, porque algo le decía que él tenía la mitad de las respuestas que buscaba. Sin embargo, lejos de quedarse, cerró despacio la puerta y cabizbaja emprendió el camino de vuelta a su hogar ¿Cómo saberlo? Quizá eso era lo mejor para todos, al menos ese mutismo y soledad le daban agonizantes momentos de tormentosa paz a la pelirroja y eso le permitía pensar con un poco de claridad acerca de lo que haría en adelante para estar mejor y ver a los demás también mejor.


/°/°/°/°/°/°/°/°


Esa mañana el cielo era plateado, el viento cortaba las mejillas de quien estuviese sin alguna bufanda o mínimo un abrigo, no había aves cantando ni algo que pareciera animar el día, de hecho el pronóstico meteorológico anuncio una nevada en cualquier momento, era perfecto para ser obligado por Lizzie a permanecer en cama, y en realidad no le importaba mucho.

Ulquiorra Schiffer tenía demasiadas cosas en que pensar y agradecía que le dieran un día completo para resolver algunas cuestiones, trataba de ser optimista, de ver algo bueno en medio de toda aquella enredada situación, no estaba seguro de lograrlo, después de todo, saber que en un accidente perdiste a tus padres, estuviste cinco años en estado de coma, dejaste a tu hermana de quince sola y además la chica que amabas se casó con otro, no son el tipo de noticias donde hay muchas cosas buenas para encontrar, aunque en esos meses debiera haberlo asimilado y superado ¿Verdad?

-Al menos ese molesto Johan parece ser serio con Lizzie.

F.B.

-Hermano, él es Johan, mi novio.

¿Cómo describir lo que sintió con la sola mención de esa palabra? Deseaba torturar al sujeto de cabello castaño y ojos claros que tenía enfrente y se daba el lujo de tomar por la cintura a Lizzie, para después enterrarlo medio muerto y luego revivirlo para repetir el ciclo completo hasta que dejara de existir. Claro que no dejo colar ninguna de estas emociones cuando estrecho la mano cálida que el chico le ofreció, parecía ser sencillo y educado, pero eso no lo convencía para dejarlo estar tan cerca de SU HERMANA.

-Mucho gusto- claro, sería un gusto ver mi puño en tu cara-y… ¿Cuánto llevan juntos?

-Eso, pues, veras…

-La conocí en el liceo de Francia, pero no la volví a ver hasta un año después de la graduación, y nuestra relación lleva tres años, claro que eso no será formal si no das tu aprobación al ser su hermano mayor.

-Me agradas –como muñeco de pruebas para mis ejercicios de Kendo y Esgrima.

-No sabes lo mucho que me alegra escuchar eso.

-De hecho, pienso que sería una buena idea que mañana almuerces con nosotros, claro si tienes tiempo- y me encantaría que no fuera así.

-Desde luego, ¿A qué hora puedo llegar?

-Desde las ocho de la mañana- puedo descuartizarte y almorzar después- así podrías ayudarme a practicar mi esgrima, hace mucho tiempo que no me ejercito como se debe.

-Desde luego, ahí estaré.

-Me parece perfecto- no veras un mañana después de eso.

Así se despidieron, y mientras uno descansaba creyendo que su relación sería más fácil desde ahora, otro buscaba maneras de hacer más sádicamente placentero el día siguiente.

Pero el hermano mayor tuvo que reconocerlo, Johan era un buen sujeto, no solo soporto los combates de esgrima y después de Kendo, pese a no saber nada sus reflejos eran excelentes y eso hablaba bien de él, además aguantó sin quejas una comida que se cocino excesivamente picante y fue acompañada de bebidas dulces., siempre se comporto amable y le trató con respeto y cuando por la noche Lizzie se retiró a dormir, dejándolos solos para dialogar, las palabras dichas le dejaron huella.

-Tienes todo el derecho dudar que la amo, ella es muy amable, cariñosa, inocente y yo también deseo protegerla a toda costa.

-Es bueno que notes eso.

-Me hace muy feliz saber que me ama, y lo admito, te tengo mucha envidia.

-¿Cómo dices?

-Sí, te ama una persona que fue capaz de dar cinco años de su vida por ti, de soportar los diagnósticos poco alentadores, las sugerencias de todo el mundo sobre desconectarte, de no salir solo para estar contigo.

-¿No salir? ¿Cómo es que están juntos entonces?

-bueno, si salíamos, pero no mucho y siempre regresábamos pronto para que no se preocupara demasiado por ti, te ama demasiado, como para aferrarse a un hilo de fe, aun cuando vaya en contra de la lógica, de la razón y de la ciencia, incluso en contra de la realidad. A veces me pregunto si haría lo mismo por mí, pero definitivamente deseo que no tenga que averiguarlo jamás, me siento muy dichoso ver que estoy con una persona que ama con esa intensidad, y saber que me ama también.

Fin FB

Dejó de ser un poco sádico con su cuñado, tomó precauciones (le dirigió una mirada que podría provocar paros cardiacos, mientras le advertía que de hacer llorar a lizzie no tendría tiempo ni de tomar aire nuevamente) y los dejó realizar su vida, pero al pasar los días juraría sentir un hueco en su pecho, una sensación de vacío que lo arrastraba a la desesperación., no se preocupaba demasiado, las cosas solo te afectan si dejas que lo hagan, además su médico le dijo que era por los cambios que para él eran drásticos y bruscos.

Se levantó de la cama, saco la ropa más abrigadora que encontró y se arregló para salir, fue interceptado en el pasillo por una empleada que lo miró extrañada, se preocupó, todos en la mansión lo mimaban demasiado, siempre había sido así, y ahora todos lo intentaban sobre proteger después de lo ocurrido.

-Angeline, si lizzie pregunta por mí, dile por favor que me aburría y he ido a caminar, llevo el móvil por si quiere comunicarse y le avisare si necesito algo.

-Claro señor.

Guardó las llaves y el teléfono en un bolsillo interno de la gabardina blanca y se colocó las orejeras, bufanda y guantes, abrió la puerta y dejó que sus pies lo llevaran a cualquier parte donde no se sintiera tan mal. De pronto paró en seco, aturdido, estaba frente a la casa de ella, justo donde siempre la esperaba, donde se podía contemplar todo el jardín y parte de la sala., se pateó mentalmente y estaba por dar la vuelta cuando una pequeña sonrisa lo alcanzó desde el cristal del recibidor, era un niño pequeño que no alcanzaba el año, al parecer había gateado hasta la ventana y observaba curioso lo que había en la calle, debió marcharse al instante pero se quedó unos segundos más, de pronto unas manos sujetaron al bebe y lo levantaron cariñosamente del suelo, sin embargo el niño sujeto la cortina y balbuceo haciendo que una figura más grande se asomara por esta.

El infierno debía ser helado, claro que sí, no fuego purificante, más bien hielo cruel. Allí estaba ella, con su hermoso cabello rubio y un vestido azul que la hacía verse tan mágica como siempre, pero dejó de sonreír, se quedó petrificada con un extraño gesto en el rostro, el bebé manoteaba y eso la sacó de su transe, desapareció de la cortina velozmente y unos instantes después el mayordomo de la casa abría la puerta y lo invitaba a pasar. Accedió.

Ella lo esperaba en la entrada, con el niño en brazos y una mirada extraña, él sonrió.

/

/

/

/