Ella, que siempre se había mantenido oculta, tuvo que salir.
Por él, a quien no podía dejar morir.
Porqué sabía que no siempre podía hacer ver que era una persona normal que vagaba por ahí.
Porqué se acercaba el momento en que debía encarar su destino.
Porqué era la cuarta y era hora de demostrarlo, demostrar que siempre había habido una cuarta.
Era la hora.
La hora de que todos supieran de su existencia.
Era el momento.
El momento que temió más, el que no quería que llegase.
Ese era el momento para que conocieran su historia.
《...》
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—¿Quién dice que soy normal, Alibaba?
...
—¿Crees que soy tonta, Sinbad?
...
—No estoy preparada, Ugo.
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—Sólo eres su títere, Judar.
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—¿Nunca te cansasde preguntarme, Kouen?
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—Puedo soportarlo, Aladdin, no es la primera vez que veo a esta abominación.
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—Deberías valerte por ti, Kougyouku.
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—¿Crees que eres el único con secretos, Yunan?
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—Deberíais dejar de depender de Sinbad, generales.
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—Mogamett, mago o goi no importa, sigue siendo un ser humano.
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—Miras demasiado por Reim, Sheherazade.
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—¡Tienes más fuerza de la que crees, Morgiana!
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—¿Aún conservas la cordura, Kassim?
...
—La venganza no es buena, Hakuuryu, y aún menos cuando la haces contra quien no tiene culpa de nada.
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—Me gustaría ser tan despreocupada como dices que parezco, Koumei.
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—A mi me da igual que seas diferente, Kouha.
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—Decídete, Hakuei.
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—No sólo dependo de la magia, Muu.
...
《...》
Sin quererlo ni pedirlo, ha cambiado la vida de varias personas.
El Rukh no lo decide todo, ya que ella ha podido cambiar lo que tenía pensado a su antojo.
El Rukh no puede controlarla, es ella quien puede.
No tenía pensado descubrirse, quería seguir en el anonimato.
Salió y el Rukh no pudo evitar eso.
Los planes del Rey de los Siete Mares se disparataron con su sola presencia.
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Salió y lo cambió todo.