Acotaciones:

"..." diálogos

'...' pensamientos

(...) mis burdos comentarios

ҚxЯ ҚxЯҚxЯ cambio de escena

Datos del fic:

Titulo: "Only me, only you"

Autor: Celen Marinaiden.

Genero: Yaoi, shonen-ai, mini-serie (porque son capitulitos cortos que se enlazan para hacer el fanfic xD), lemon por ahí llegado el momento, sie, los lemons y yo ya parecemos amigos jajaja.

Parejas: KaixRei y YuriyxBryan.

Disclaimer: Beyblade no es mío, si lo fuese no me vería en la "penosa" necesidad de hacer esto, ya que directamente lo mandaría a hacer en el manga o en el anime ¿Conclusión? Beyblade es de Aoki Takao, por lo tanto a mi no me pagan ni un quinto por escribir esto, es solo un pasatiempo y demandarme no servirá de nada. Solo uso a los personajes (y secuestro) para mi enferma diversión, gracias por su comprensión XD

Dedicatoria: ¡A mi prima! Hio Ivanov de Mizuhara, ya que se caso y yo psss... me sentí patética y miserable por no darle algo en conmemoración de la ocasión... ya estoy feliz con saber que te gusto cuando leíste este capitulo xD

Nota: Ok, desconozco si en Rusia el matrimonio entre dos personas del mismo genero se puede celebrar de manera oficial, y si no ¡Pues no me importa! Usemos la imaginación y hagamos de cuenta que si se puede XD

¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸, OnLy Me, OnLy YoU ¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,

Capitulo I

El espejo frente a él no le mentía, realmente su aspecto parecía el adecuado, y eso que aun ni siquiera había terminado de "arreglarse" adecuadamente. Su hermoso cabello negro, caía cual cascada cubriendo casi a totalidad su espalda. Frunció la boca haciendo una ligera mueca como si acabase de notar que algo andaba mal, así que se giro, topándose con una mirada color esmeralda, que parecía indiferente y hasta un tanto aburrida.

"¿Tú que dices, Bryan?" -pregunto, obteniendo la atención de aquellos ojos verdes- "¿El color de la cinta debe ser blanco o negro?".

Bryan reviro los ojos desde su posición, prácticamente desparramado sobre su cama.

"¿Y yo que sé?" -se encogió de hombros- "Vas vestido de negro, que sea negro entonces".

"Oh ¡Gracias, Bry-chan! eres sumamente un experto en esto" -exclamo sarcásticamente, mirándolo de mala manera-.

"¿Y porque me preguntas a mí si no estarás conforme con la respuesta?" -regreso la pregunta con el mismo sarcasmo usado por el otro-.

"Porque se supone, que ese es tu trabajo" -entrecerró la mirada- "Por algo eres un padrino ¿No? específicamente, el mío... ¡Debes ayudarme!".

"No seas inútil, Rei, puedes terminar con tu precioso arreglo personal tú solo".

"Ahora estoy lamentando esto" -replico, volteando hacia el espejo- "Debí de quedarme en mi habitación... al menos luego de que Mao me encontrase y me diese un sermón, ella tendría la decencia de ayudarme con esto... valiente padrino me escogieron".

"¿Molesto, kot?" -sonrió con cinismo-.

"De hecho, sí".

"¡Oh, vamos! Esto si que ha alterado tu forma de ser, normalmente pareces tan tranquilo y agradable".

"Será... que se supone que hoy es un día importante en mi vida, y mientras yo paso una crisis nerviosa tú no puedes dignarte a ayudarme en lo que sea que te pida".

"Por favor... ¿Sabes que suenas como una novia insegura? ¿No reconsiderarías la idea de usar un vestido blanco?".

Al instante, Rei aparto sus ojos del espejo y los clavo en el ruso. Si las miradas pudiesen matar, Bryan hubiese dejado de respirar justo en ese instante.

El ojiverde considero que había dejado que el pobre chino sufriese suficiente, después de todo su intención sí era ayudarlo, pero en primera instancia había parecido más atrayente la idea de hacerlo rabiar un poco solo por diversión. Se puso de pie, caminando hacia donde Rei permanecía estático, cruzo los brazos y comenzó a caminar alrededor de él, como si se tratase de un cazador a punto de caer sobre su incauta e inocente victima.

"Habitualmente atas tu cabello con una cinta blanca ¿Cierto?" -pregunto, aun mirándolo atentamente y sin dejar su pantomima de rodearlo-.

"Sí" -asintió, pensando que ahora el ruso le saldría con otra de sus tontas bromas-.

"Bien, tu traje es negro, que la cinta lo sea también. Ya te lo había dicho" -frunció el ceño- "O quizá, deberías trenzar solamente el cabello... de todas formas lo tienes negro, si lo atas con algo negro no se vería adecuado".

Rei pareció sorprendido, y enarco una ceja tentativamente, haciendo que el peligris soltase una risa, aquel gesto era idéntico al que tenía cierto ojirubí que él conocía.

"¿Me estas dando un consejo?".

"Evidentemente, kot" -se detuvo tomando al chino por los hombros y girándolo hacia el espejo- "Trenza el cabello... no veo necesidad a que te peines excesivamente, que vayas a casarte no significa que debas de verte como si hubieses tenido una pelea con un estilista que pretendía aplacar esos necios cabellos tuyos".

El chino pudo quejarse, pero en realidad estaba agradecido de que Bryan dejase sus tontos juegos y al fin se dignase a colaborar.

"Por cierto, Rei" -ahora pareció extrañamente serio- "¿Estas seguro de esto?".

Por todos los dioses... ¿Es que había necesidad que todos los que conocía le preguntasen semejante cosa? De haberlo sabido, hubiese impreso su respuesta en tarjetas y las hubiese repartido entre todos los que le cuestionasen sobre su decisión.

"Sí... sí... ¡Y sí!" -hizo una mueca- "Estoy seguro".

"Bien" -se cruzo de brazos- "Porque si yo fuese tú, ya hubiese salido corriendo para perderme y que nunca mas me viesen".

"¿Y por qué?".

"¿Preguntas por qué?... ¡Es obvio, kot! Vas a casarte con Kai ¿Crees que ese no es motivo para salir huyendo? Yo ya hubiese escapado ¡Que infortunado destino te espera!".

"¡Bryan!" -frunció el ceño- "Si yo fuese Yuriy y tuviese que casarme contigo... ¡Seguramente seria yo él que corriese horrorizado!".

"No soy tan malo" -repuso burlonamente- "Pero Kai... no puedo darle argumentos a su favor".

"Aun no alcanzo a entender esa manía de ustedes dos por tener que pelearse como perros y gatos".

"Como aves de pelea... aquí el gato eres tú, y el perro es Yuriy" -murmuro con una sonrisa torcida-.

"No... definitivamente no puedo contigo" -negó con la cabeza- "¿Trenzado, dices?" -mas al instante regreso su atención al tema verdaderamente importante-.

"Sí, me parece lo mejor".

"Bien".

Y mientras ahora el chino llevaba la tarea de trenzar aquel largo cabello que poseía, Bryan volvió a sentarse en la cama, mirando como el pobre novio seguía con sus aparentes problemas... ¡Quien fuese a decirlo! Pero el hecho de saber que dentro de unas horas se llevaría a cabo una boda en la que él seria un padrino, parecía algo increíble, y mas increíble había sido el que aceptase.

Rei tuvo que sentarse en una silla cercana, pues estaba seguro de que aquella actividad con sus hebras negras seria imposible de llevar a cabo de manera adecuada y exitosa si no permanecía sentado. Al tiempo que sus dedos trabajaban con habilidad, fue imposible que una sonrisa, al parecer de Bryan, bastante tonta y enamorada se colase por sus labios. Y sencillamente no podía evitarlo, estaba tan feliz por todo aquello, como lo había estado desde hacia tres meses cuando toda preparación había comenzado.

Llevaba una agradable relación con Kai desde hacia cuatro años. Y luego de su primer año de ser novios, el bicolor le había propuesto que se fuese a vivir a la mansión que tenía en Japón. Rei no vio inconveniente alguno, excepto claro... la presencia de Voltaire Hiwatari, quien en un principio parecía que se había propuesto a hacerle la vida cansada al chino para que se marchase, y dejase de rondar a su "muy adinerado nieto". Sin embargo con el tiempo, el hombre se había dado cuenta de que no sacaría a Rei de la vida de Kai, porque sencillamente lo que al chino le importaba era el bicolor y no el dinero o el poder que pudiese tener Kai. A regañadientes lo había aceptado, y con el tiempo se había encariñado con la presencia del oriental... además, nunca desde que Kai era un niño, le había visto mas feliz. Pese a los problemas que habían afrontado, habían sido tres años bastante maravillosos.

A Voltaire casi le había dado un infarto cuando un buen día, el chino aparentemente se había aburrido del aspecto sobrio de la mansión, tan serio y muerto, y había mandado a cambiar desde las cortinas hasta algunos de los muebles. Hubiese gritado hasta quedarse sin voz, de no ser porque el mismo Kai era quien le había hecho la sugerencia y dado el permiso al oriental de hacer todos aquellos cambios. En fin, Voltaire determino que ya estaba muy grande para enojarse por cualquier tontería que un par de mocosos enamorados se inventaran.

Si el precio por la felicidad de Kai era tener que soportar cuantas cosas le disgustasen... ¡Bienvenidas sean todas esas molestias! Consideraba que él ya le había hecho mucho daño a su nieto en el pasado, y lo menos que ahora podía hacer era dejarlo ser feliz.

Efectivamente, esa boda se trataba de otra de esas locuras de mocosos enamorados que tuvo que soportar y aceptar de buena gana, para el bien de su corazón.

Rei recordaba divertido como aquello había empezado, cuando Max le había comentado que su madre le había dicho, que Michael y Emily pensaban casarse y el había sido invitado, sin embargo la fecha se interponía entre la salida de vacaciones que estaba planeando con Takao, y por tal motivo, no sabía que es lo que tenía que hacer. En aquel momento de su plática, había sido un cometario meramente trivial, sin importancia alguna. Sin embargo cuando aquel mismo día, durante la comida Rei comentaba como cosa cotidiana lo que había estado hablando con el rubio, Kai se había quedado misteriosamente callado, mirando su plato de comida ya que aparentemente había perdido el apetito. Y repentinamente el bicolor levanto la vista mirando fijamente a Rei, y sin sutileza siquiera y de forma directa hizo una sencilla pregunta.

... ¿Quieres casarte conmigo?...

Una bomba había caído.

Justo entonces, el chino soltó el tenedor que tenía en la mano y choco contra el plato de porcelana, Voltaire comenzó a ahogarse con el agua que instantes antes había estado bebiendo y Kai, tan solo permaneció callado, esperando por una respuesta que temía, fuese negativa.

Y así había comenzado todo aquello. Le tomo a Rei un minuto salir de su asombro, otro minuto el decirle a Kai que se dejase de bromas, un minuto mas escuchar decir al bicolor que nunca había estado hablando tan en serio, y otro minuto para que el chino volviese a quedarse en shock. Voltaire se llevo los dedos índices de cada mano a las sienes, y comenzó a masajearlas, porque con solo escuchar el tono de voz de su nieto y observar la mirada que tenía le había bastado para saber que eso SI iba con seriedad. Cuando aparentemente Rei había reparado en que no se trataba de una broma o un juego, tartamudeo una respuesta afirmativa y comenzó a reír entre una mezcla de nerviosismo y alegría, como si no creyese que algo así realmente estuviese pasando. Kai entrecerró la mirada y sonrió de una forma tan dulce que incluso el mismo Rei pocas veces le había visto.

Desde entonces, la planeación pareció convertirse en un circo. Entre organizar la dichosa "ceremonia" y ordenar una sutil celebración para las personas cercanas, Voltaire sintió que perdía los últimos tres gramos de cordura que le quedaban, cuando se vio junto a su nieto buscando un traje adecuado para si mismo.

Mas ahora ahí estaban todos, a tan solo unas horas de que se llevase a cabo la supuesta ceremonia, habían decidido que seria en Rusia, y quizá para mala o buena suerte, Kai había sugerido a Bryan y a Yuriy como los supuestos "padrinos" encargados de entregarles a ambos los dichosos anillos, ya que independientemente de que la ceremonia no tuviese índole religiosa, un anillo siempre seria un símbolo indispensable. Sin embargo al momento de convocar a los testigos, no solamente serian la pareja de rusos que iban por parte de Kai, ya que por parte de Rei iban Mao y Rai. Había sido difícil escogerlos a ellos por sobre Takao y Max, quienes por demás eran sus mejores amigos, pero al final, el americano y el nipones habían concordado en que seria mejor que personas tan cercanas a Rei, como Mao y Rai que habían crecido junto con él, fuesen los que se encargasen de avalarlo a la hora de la firma de papeles.

"¡Listo!" -exclamo el chino, dejando a un lado sus pensamientos- "¿Qué tal?".

Se puso de pie, dándose la vuelta y mostrando su cabello perfectamente arreglado, ni un solo mechón parecía salirse de su lugar. Bryan enarco una ceja, y asintió después.

"Ahora... el saco del traje" -se dijo a si mismo, buscando en la habitación-.

"Detrás de ti, kot, en la silla" -indico con sarcasmo-.

Rei se golpeo la frente con la palma derecha, se encamino hacia otra silla, tomando el saco negro, pasándoselo por la espalda y colocándoselo.

"¿Y qué piensas hacer una vez que termines?" -pregunto Bryan, divertido, él ni siquiera se había arreglado aun-.

"Sentarme en esa misma silla y morir de ansiedad hasta que llegue la hora" -respondió con sencillez, ajustando el cuello de su camisa, y las empuñaduras de la misma al igual que las del saco-.

"Nunca pensé ver el día en el que Kai se fuese a casar" -entrecerró la mirada- "Al menos supo escoger bien".

"¿Me estas halagando?" -pregunto, divertido-.

"Podría decirse" -y después sonrió torcidamente como era una costumbre suya, acababa de ocurrírsele algo- "Aunque... es una lastima".

"¿Qué cosa?" -el chino giro la cabeza para observarlo-.

"Escuche decir que comúnmente, es una tradición que al matrimonio se llegue virgen... lastima que tú y Kai incumplan con la tradición".

Un tono rojizo golpeo las mejillas Rei, mientras que observaba primero con sorpresa y después con recelo, al ruso que había dejado soltar una risa al ver su reacción.

"¿Qué?" -pregunto inocentemente encogiéndose de hombros- "¿Acaso es mi culpa que ustedes dos hagan las cosas a la inversa?... no es mi culpa que primero en vez de casarse hayan..."

"¡Ya entendí el punto!" -bufo, regresando su molesta vista hacia el espejo-.

"Vamos, kot, no te enojes".

Oh, aquel juego era tan divertido, pero si había algo que Bryan disfrutaba era haciendo avergonzar al oriental. Yuriy ya lo había reprendido por eso ¡Pero no podía evitarlo! Rei se prestaba tan adecuadamente para esas burlas.

"Y, dime..." -siguió con su diversión- "¿No te parece inapropiado pasar la noche de bodas en la mansión? Digo, de ser tú, yo hubiese sugerido un hotel o algo así, porque la verdad es que..."

"Bryan, eres un remedo de padrino y miserable apoyo moral" -le corto, antes de seguir escuchando sus nada buenos comentarios-.

"Tsk, tsk, tsk" -chasqueo la lengua, sonriendo cínicamente- "Pero mira que afilada tienes la lengua, kot, no quisiera decirlo... pero esas palabras sonaron como si Kai las hubiese pronunciado, claro, se te tenía que pegar algo de él... aunque si lo pienso, después de todas las veces que has tenido su lengua en tu boca debe ser normal".

"¡BORIS!" -bramo, dándose la vuelta-.

Uh... de acuerdo, eso ya era malo. Nadie nunca lo llamaba por su nombre verdadero, a menos de que realmente ese alguien estuviese furioso, eso lo había aprendido muy bien con Yuriy... y además, cuando Rei le llamaba así, es que el juego había terminado.

"¡Esta bien, esta bien!" -levanto las manos en el aire- "Me rindo, cálmate, no hay necesidad de hacer cosas violentas... y menos de decirle a Yuriy o que sé yo".

Rei entrecerró sus ojos de manera peligrosa, para después girarse nuevamente en el espejo ocupándose de su arreglo, intentando ignorar lo cargante que podía ser a veces Bryan, lo apreciaba, sí, le caía muy bien, sí... ¡Pero a veces no lo soportaba! Sobre todo, porque Bryan tenía la enferma fijación no sólo de pelearse con Kai por tonterías, sino además, acosarlo a él mismo con cualquier tema hasta hacerlo enojar. Lo cual parecía sorprendente, teniendo en cuenta el carácter tan paciente que poseía, y que sin embargo parecía desaparecer cuando se trataba de Kuznetzov ¿Seria acaso que de verdad se le habían pegado algunas cosas de Kai? Porque seguramente la falta de paciencia hacia Bryan debía de ser una de ellas.

"Anda, Rei ¡No te enojes! Sabes que estoy bromeando, retirando que digo la verdad ¡No es motivo de enfado! Además, sólo trato de relajarte un poco... estas muy tenso y paranoico".

"Créeme, Bryan, tú no me ayudas a sentirme mejor" -reviro los ojos hacia arriba, como si le pidiese paciencia a algún ser supremo-.

"Claro que sí... discutiendo conmigo, el tiempo se ira mas rápido, y cuando menos lo esperes ya será hora de que vayas a firmar tu sentencia de muerte... es decir, tu acta matrimonial".

"¿Sabes una cosa?" -ladeo la cabeza, la verdad es que si comenzaba a sentirse menos nervioso- "Si tú fueses mas valiente y le pidieses lo mismo a Yuriy, me encantaría que Kai y yo fuésemos sus padrinos... ¡Lo que daría porque Kai fuese tu padrino!".

"Oh... Rei ¡Que vengativo te has vuelto!... ¿Qué paso con el chiquillo con el que me enfrente en las finales del torneo ruso, ese chico parecía tan noble y bueno".

"Sí" -asintió, sonriendo ligeramente- "Y me mandaste al hospital, así que mi nota mental fue no ser tan noble y bueno después, especialmente tratándose de ti".

Bryan sabía que no debía de hacerlo, sabía que debía de mantenerse callado y no agregar ningún comentario mas... ¡Pero era tan difícil! Y sucumbió ante el deseo mordaz de soltar su lengua.

"Bien... y supongo que Kai ya ha de estar mas que enterado que no eres nada bueno ni noble entonces... eso explicaría las extrañas marcas que a veces tiene en el cuello, dime ¿También los rasguños de la otra vez eran tuyos?... sí es así ¡Quien creería que eres una fiera! Tan fácil de dominar que te ves" -sí, sabía que había sido mala idea decir aquello, pero la costumbre puede mas que la voluntad-.

Rei dejo de arreglar los gemelos que había colocado en las empuñadoras del saco. Cerro los ojos con lentitud y después con toda la tranquilidad del mundo se giro hacia el lado donde se encontraba el ojiverde.

Bryan supo en aquel momento, que el proverbio que decía: "Por la boca muere el pez", pocas veces iba a ser tan perfectamente aplicado a su vida, como en aquella ocasión.

Continuara...

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Waaaa... ¿Les gusto el primer capi? Sho se que no ¬¬Uu bene, bene ¿De donde salio esta idea? Pues como ya lo dije, mi prima Hio se ciber-caso, como no sabía que darle o algo así... pssss, le dije que le regalaría un fanfic solo que ella pusiese las condiciones y yo obedecía (sie, como la perra que soy ¡en el buen sentido! Ò.ó ¿es que acaso ser una perra tiene un buen sentido? O.o?) así que después de darme indicaciones, llegue a casa mas puesta que nada para intentar darle algo que le agradase, al final no se ni de donde saque esto, pero hice lo mejor que pude. Como ya aclare, este "fanfic" es una serie de capitulitos sencillitos que nos narraran una boda (que quien sabe si sea linda o desastrosa), pero que tiene que ser tierna, porque yo amo las cursilerías cuando estoy de buen humor XD y estos días he estado de buen humor. Bien, creo que no tengo nada mas que decir, solo que después intentare regularmente venir a subir lo que falta del fanfic y todo eso.

Como sea, prima ¡Felicidades por tu compromiso! Que te la pases muy feliz y me digas que se siente estar casada XD sabes que para mi es un gusto escribir algo para ti.

Bien, es todo por hoy... yo paso a ver que otras cosas tengo que escribir antes de entrar a la escuela ¬¬Uu

»»----- ČεĻεŋ Mдяΐŋдİđεŋ "...En la Guerra, en el Amor y en los Fanfics, todo se vale..." ------»

P.S.(Post Scriptum en latín, juar) Pero sie, la frasecita de arriba es el nuevo lema de Celen Marinaiden... y aunque sé que a nadie le importa leer esto, de todas formas lo pongo, jajajaja xD