Siempre creí que las mariposas de las que todo el mundo habla era pura cursilería. Que no existía alguien que pudiera hacer latir tu corazón tan fuerte que tuvieras miedo de que lo escuchara todo el mundo. Nunca creí que con tan solo un roce la piel se erizara, calentara y sensibilizara. Nunca creí que una persona pueda hacerte sentir tan débil, fuerte y estúpida a la vez.
Pero sí...
Existe.
Todos y todo en mi ámbito era perfecto.
En la preparatoria era la mejor de la clase, aunque me costara aprender mucho mas que los demás, era la verdad. Me la pasaba estudiando dia y noche. Tenía pocos amigos, pero no era algo que me preocupase, no tenia tiempo para ellos de todos modos. Y por la mayor suerte del mundo, tenía novio perfecto y una familia que me quiere.
Pero al cumplir 18 años mi vida cambió radicalmente.
En ese momento, aún era esa chica al que solo le importaba el estudio y nada más, pero a medida que pasaba el tiempo y las cosas que fueron sucediendo lo que pensaba que era lo más importante ya me dio igual. Me dejaron de importar mis estudios y mi futuro.
Mi vida en Seattle, era de envidiar. En ese entonces pensaba que no necesitaba a nadie ni nada más, pero hoy sé que estaba equivocada.
Lo necesitaba a él.
Necesitaba a ese chico que me enloquece en todos los sentidos posibles. Necesitaba sentir el peligro, lo incorrecto, lo prohibido...
Él robó cada pensamiento, cada mirada, cada sentimiento. Pero podría haber vivido con eso, si tan solo él... no hubiera robado también mi corazón.
Me lo arrebató todo.
Como ya dije, mi vida era perfecta, de envidiar. Hasta que llegó Naruto, y cambió todo aspecto de mi vida y a mí con ella.
Aún no sé descifrar si ese cambio fue bueno o no. Pero no cambiaría nada de lo que viví.
No podría cambiar todo lo que pasé con él por nada del mundo.
«Yo no tenía planeado que pasara, solo apareció en mi vida y no pude detenerlo»
...
