Nada es lo que parece

Prólogo

Era un día normal para el, como hokage de la aldea tenia que levantarse temprano, así que comenzó a abrir sus ojos azules, dispuesto a levantarse pero no quería, tenia su brazo sobre su esposa, abrazándola hacia si, la veía dormir, su largo cabello negro-azulado, sus ojos perla cerrados y sus labios tenia una sonrisa dando a entender al chico que estaba soñando muy felizmente. Al final con mucha fuerza de voluntad se levanto de la cama y camino al baño de su apartamento, al entrar abrió la regadera y se baño con agua fría, para terminar de despertarse, al salir del baño se seco su cabello rubio y se termino de secar su cara, se vistió y antes de salir, le dio un beso a su esposa.

-te veré después Hinata-chan-y tras estas palabras salió del cuarto.

-yo también Naruto-kun- dijo ella, llevaba despierta cerca de cinco minutos, por lo que pudo oír lo ultimo que el rubio le dijo,-te amo- y tras estas palabras volvió a conciliar el sueño.

Al salir de su departamento rumbo a la oficina hokage, observo toda la aldea, ciertamente había cambiado, y mucho. Tras la batalla con pein la aldea fue destruida, pero comenzó su reconstrucción, pero debido a la guerra fue aplazada un poco. Al terminar esta, Naruto volvió a la aldea junto con varios ninjas, no todos, por que algunos habían muerto en aquel combate, pero al final logro matar a quien decía ser madara, y al final logro traer de vuelta consigo a su amigo Sasuke, los recuerdos de esa guerra a veces le traían escalofríos, pero otras veces le sacaban una sonrisa, por ejemplo, cuando trajo a Sasuke, cuando se aliaron las cinco naciones, y hasta ahora vivían en paz, y mas que nada, cuando le dijo a Hinata que la amaba y después de aproximadamente un año, cuando fueron mayores de edad, se casaron, por lo que hiashi, quiso matarlo, pero termino aceptándolo cuando fue nombrado hokage.

Con todos estos recuerdos no noto cuando llego a la oficina hokage, justo en ese momento recordó otro gran momento, cuando tsunade le dijo que el seria el próximo hokage, la felicidad no cupo en el y lo primero que hizo fue correr por toda la aldea gritando la noticia.

Al entrar a la oficina vio todo el papeleo que había en su escritorio y sin mas se dispuso a checarlo.

Ya era medio día y le dio hambre, por lo que estaba más que decidido a ir a comer algo, de preferencia ramen, pero en ese momento alguien entro a la oficina, lo cual le saco una sonrisa a Naruto.

-justo a tiempo Hinata-chan, ya tenia hambre ´ttebayo-decía energéticamente.

-que bien, porque te hice mucho de comer…-al llegar al escritorio le dio un beso a su esposo-además te dije que después te vería…-Naruto quedo un poco sorprendido.

-entonces estabas despierta-le dijo con una sonrisa algo burlona.

-tu no eres el único que tiene cosas que hacer por las mañanas-le respondió con una pequeña pero significativa sonrisa.

-entonces no te pude besar en vano…-comenzó a hacer un puchero, como un niño al que le niegan un dulce.

-vamos Naruto… compórtate-comenzó a "regañar" la Hyuuga-ya eres grande… los dos ya somos grandes.

-si, pero… yo siempre te veré igual Hinata-chan-y tras esas palabras se lanzo a darle un abrazo a su esposa.

-vamos Naruto… suéltame-decía entrecortadamente ya que el rubio comenzó a castigarla haciéndole cosquillas.

-no Hinata-chan por hacerme esperar por un beso mereces un castigo…-decidido siguió con su "tortura". Hasta que Hinata se volteo y le quedo viendo de frente, no cual el rubio no desaprovecho y la beso a lo que ella respondió.

-ya estas mejor-dijo la chica al separarse a lo que el rubio simplemente negó con la cabeza por lo que ella lo volvió a besar.

-creo que ya estoy un poquito mejor ´ttebayo-dijo finalmente el chico para después liberar a la chica.

-bien además de traerte de comer… vine a ver que misiones tengo hoy…-revelo la peli-azul y para su no tanta sorpresa el rubio puso una cara algo triste.

-no te dejare ir a ningún lugar-dijo Naruto haciendo un puchero.

-naruto…-pero antes de que pudiera terminar, se oyó una explosión cerca de la aldea llamando la atención de ambos jóvenes-que…¿Qué fue eso?-pregunto sorprendida la chica.

-no lo se…-respondió serio el rubio-pero lo mejor será ir a ver- y tras eso los dos salieron al lugar de los hechos. Al llegar encontraron a un par de ninjas de la aldea malheridos que tenían clavados varios kunais.-¿Quién…quien les hizo esto?-pregunto el rubio a los dos shinobis.

-fue…-iba a decir uno pero antes de terminar la frase fue atravesado por un kunai, causando su muerte, y la atención de los dos presentes. Al ver a ese sujeto no lograron ver su rostro ya que traía puesta una mascara que cubría su cara.

-¿Quién eres tu?-pregunto seriamente el oji-azul.

-tu peor pesadilla-respondió el hombre, para después dirigirse, con una gran velocidad hacia Hinata, y antes de que Naruto pudiera hacer algo, el sujeto ya le había clavado una espada a la chica, causando que esta escupiera sangre y que Naruto lo viera con una cara de horror al ver como su esposa caía muerta, al sacar la espada de ella se dirigió al rubio listo para atravesarlo de igual manera-es hora de despertar, Namikaze Naruto-eso fue lo ultimo que escucho Naruto antes de que todo se volviera obscuro y lo ultimo que sintiera era como algo atravesaba su piel justo en donde estaba su corazón…


Intentaba abrir los ojos sin ganas, pero al recordar a su esposa siendo atravesada por una espada hizo que despertara bruscamente, buscando con la mirada a la chica peli-azul, pero en su lugar vio algo mas que lo dejo perplejo. Frente de el estaban dos personas que creía muertas.

-naruto…-dijo una mujer al filo del llanto, las lagrimas se asomaban por sus ojos color violeta-has… despertado.-y de repente se lanzo a abrazar al chico para su sorpresa.

La mujer tenia un cabello rojizo y sus ojos eran de un tono mas o menos morado, además noto que traia un vestido de color entre blanco y beish. Al lado de la mujer estaba un hombre alto, con un traje de empresario, con un cabello rubio algo desalborotado, como el suyo, y unos ojos del mismo tono azul. Naruto no podía creerlo quienes estaban frente de el eran sus padres, los que creía muertos por culpa de madara.

-me alegra que aigas despertado… hijo-dijo ahora el hombre, lo cual sorprendió al rubio y recordó las ultimas palabras de aquel sujeto extraño.

-es hora de despertar, Namikaze Naruto-

Naruto no entendía nada, ¿que rayos estaba pasando?, pero mas importante, ¿donde estaba sus esposa?


hola!

aqui esta una historia que se me ocurrio, y quise escribirla antes de que se me olvidara.

espero que les guste y se interesen en leerla, y si me comienzo a salir de lo importate haganmelo saber, esque soy muuuuy distraida. (igual que mi hermano ¬w¬)