A/N : RATED M, por escenas de contenido adulto. (no necesariamente un Lemon, solo... adulto :p)
"Casual"
Amber Mist
Capítulo I: Encuentro
Tenía solo media hora para almorzar, había tanto trabajo atrasado en la oficina, que no le quedaba otro remedio que sacrificar parte de su tiempo libre para poder acabar; las batallas de la tarde se habían amontonado en la agenda con solo dos días de no poder asistir al la Liga sumando aún más responsabilidades para cubrir. Se sentía sobrecargado y presionado, el castigo por cumplir su sueño y mantenerlo era más duro de lo que había pensado cuando joven. Debía olvidarse de las vacaciones, de las fiestas y de las cenas con sus amigos, su trabajo debía convertirse en su vida... ¿y su vida?... era el trabajo.
En los cinco años que tuvo el honor de ser Maestro Pokémon, pudo relajar sus tensiones en los brazos de tres diferentes mujeres, que con el tiempo se cansaban de no recibir ningún tipo de atención de parte de su novio y lo dejaban, en las tres ocasiones aprovechando una situación embarazosa que dejaba al muchacho con una horrible sensación de vergüenza frente a sus amigos. No entendía que sucedía con ellas, y tampoco se esforzaba en comprender...
-La vida no es justa... – Con ese simple pensamiento, el joven pasaba sus penosas situaciones diarias, conformándose con saber que era un hombre que había logrado cumplir sus sueños y hasta pudo conservarlos por cinco largos años. No necesitaba nada más, no quería nada más...
Entró al bar empujando la puerta con desgano, el reloj gigante del lugar parecía burlarlo al afirmarle que perdió cinco minutos de sus asignados 30, en caminar hasta allí. Suspiró agobiado e hizo su camino hacia su mesa, para encontrarse que esta ya estaba ocupada.
-Rayos! No es justo... simplemente no es justo... – Sin mayor remedio continúo hasta la mesa de adelante, decidido a enviarle una fulminante mirada a la persona que se atrevió a ocupar SU lugar. Caminó entonces erguido, con la mirada seria y la decisión reflejada en sus ojos marrones y miró a la mujer allí sentada con esa furia acumulada de varios días...
Pero que sorpresa vino a llevarse. No podía enojarse. Al verla solo pudo sonreír de una manera tonta e infantil, mientras a tientas volvía unos escasos pasos para mirarla de frente...
-Disculpe... – Le dijo, apoyándose sobre el respaldo de la silla vacía del otro lado de donde ella se sentaba. La mujer levantó la vista del libro que tenía sobre la mesa y Ash tuvo que esforzarse por mantenerse calmo al ver esos ojos verde-azulados enigmáticos e impactantes. -¿Le molesta si me siento aquí? – Preguntó con un tono seductor (bastante farsante, utilizado en películas de malos doblajes), arqueando una ceja sugestiva y una sonrisa confiada y pícara que le había valido dos de sus conquistas, para él era imposible un NO como respuesta. La mujer levantó también una ceja, pero no con el mismo gesto, ni la misma intención en su expresión.
-Claro que no. Hay mesas libres. – Ella continúo su lectura, como si él no permaneciera aún parado allí.
- ¿Porqué no? Solo quiero hablar con usted. – Volvió a observarlo con esa expresión exasperada.
- ¿No ve que estoy ocupada? -
Ash no era tan tonto. Sabía que esa mirada y respuesta eran un obvio "lárgate" y él no necesitaba eso. Sin decir más, continuó su camino hasta la mesa elegida por descarte y miró el reloj antes de sentarse; la mujer le había hecho perder otros cinco minutos, solo le quedaban veinte.
Cuando el hombre llamó a la camarera para pagar su consumición, ella pudo respirar tranquila y concentrarse en la lectura; desde que lo vió apoyado de esa forma arrogante contra el respaldo de la silla y con poca sutilidad hubo rechazado su compañía, la mujer no pudo seguir coherentemente las oraciones del libro, algo enigmático había rodeado al alto hombre moreno que con aquella sonrisa teñida de galantería barata la distrajo del estudio, quizás la extraña sensación de familiaridad que le produjo su mirada o porque su voz, aunque falseada, le recordó a un adolescente aventurero y alegre, de quien no quería ni acordarse... Negó con la cabeza levemente y hundió su mirada entre las letras del libro, no quería pensar en eso... Era pasado... Debía quedar atrás.
Escuchó la silla correrse hacia atrás y luego hacia delante; luego los pasos lentos, pero con ritmo seguro acercarse, un pequeño titubeo, que no duró más de un segundo y después por el rabillo del ojo, ver como pasaba a su lado para seguir camino a la puerta. Suspiró, soltando el aire que no sabía había retenido y cerró el libro enfadada, más consigo misma que con el hombre en cuestión. No se podía perdonar el estar actuando de aquella manera, manteniéndose tan al pendiente de los movimientos de un extraño, haber creído por un instante que podría aceptar el compartir la mesa con alguien que no conocía.
-Por favor, Misty!... No puedes estar tan desesperada... - No lo estaba, no después de todo lo que debió sufrir con el tonto de su "ex"... su reacción, sorprendente hasta para sí misma respondía solo a una razón -Se le parece mucho... -
Empujó el tomo hasta el centro de la mesa, mientras que, casi con desgano, bebió un sorbo del café que ya estaba frío. Se esforzó por empujar el pensamiento fuera de su mente, razonando que ese 'parecido' debía provocarle más escalofríos que 'ansiedad adolescente'. La idea que había jugado en su mente desde la última roptura se iluminó otra vez entre sus inquietudes; una sonrisa casi triunfante acabó por desplazar el pensamiento de "El Extraño"...
Lo que en realidad necesitaba... La verdadera relación que buscaba...
-Quizás pueda dejar que se siente en mi mesa la próxima vez... - Enredó uno de sus largos mechones anaranjados entre sus dedos, al tiempo que su mirada se perdía en el frente -Merezco divertirme un rato YO... -
No le habían salido muy bien sus recientes relaciones, aún se secaba las lágrimas por su última decepción. Pero, desde hacía un tiempo que se preguntaba ¿Qué se sentía engañar a alguien¿Porqué tantos lo hacían?... Debe ser divertido, razonó luego de preguntárselo una y otra vez, o quizás traiga algún sentimiento de satisfacción... o será que nunca importó con quien se estuviera... Entonces una nueva pregunta se formulaba ¿Porqué estarían con alguien que nunca les importó¿Es que la gente se convertía en juguete? La idea de usar a una persona como juguete le parecía demasiado fría y egoísta, hasta que el dolor de seguir siendo traicionada le fue demasiado para continuar soportando, si todo el mundo engañaba y lastimaba, ella no caería más en trampas lastimosas, la próxima vez será el otro quien sufra.
Y ya había elegido una víctima para su primer juego... O mejor dicho... un Compañero para derrotar...
Llegó a su oficina, más cansado que cuando se había ido a su "descanso", sabía que la rutina de ir a comer al bar le hacía perder más energía que si se quedaba en la cafetería de la Liga, pero suponía que renovar el aire era tan importante como la corrida que debía realizar para llegar a su puesto a tiempo; no era que alguien estuviera controlando lo que él hacía o a que hora comenzaba a trabajar, pero sabiendo la cantidad de papeles que le restaban por revisar y terminar no podía permitirse minutos de más para relajarse... Solo debía terminar con todo ese odioso trabajo de escritorio y así poder disfrutar de la mejor parte de su profesión: las batallas.
Le dejó a Pikachu un par de paquetes de ketchup que siempre le regalaba su camarera, el pequeño roedor aún no se despertaba de su siesta y el entrenador no podría levantarlo solo porque haya llegado, aunque a veces admitía que un poco de compañía no le vendría nada mal. Le sonrió al pokémon acomodado en una canasta de mimbre y continuó su camino hacia el montón de papeles que lo aguardaban apilados en todo su escritorio.
-Veamos... - Suspiró al sentarse y tomó el primer informe de la pila... -Petición, Gimnasio Celeste... Negada! - Sonrió, sellando el papel con su nombre y escribiendo con rojo en el encabezado del mismo, sin siquiera tomarse la molestia de leerlo... -Próximo... Gimnasio de Ciudad Plateada... Petición... Brock, amigo ¿Qué puedes necesitar para que envíes una solicitud formal? - Comenzó a leer el documento, asintiendo con la cabeza a cada oración para sellar y escribir en verde "Aprobado" cuando finalizó la lectura. Así continuó con su pila de informes, encontrando que después de una hora de re-comenzada su labor, el Gimnasio de Ciudad Celeste era el único que tenía su petición negada. Ash era un líder generoso, estaba dispuesto a ayudar a los gimnasios en cada una de las ocasiones en las que se presentaban problemas, pues en sí la Liga y sus inversores intentaban solo conseguir ganancias de ellos y nunca se preocupaban por las necesidades o conflictos que pudieran existir en sus regiones; en general los Líderes estaban satisfechos de la representación que ejercía Ash de ellos, excepto (claro está) el Gimnasio de Misty, el cual se mantenía solo por el permanente esfuerzo de las cuatro hermanas, ya que la terquedad y constante resentimiento del joven maestro evitaban que la Liga las ayudara de cualquier manera. A pesar de esa pelea de papeles que ambos tenían, en esos cinco años que él estuvo en su puesto no se vieron ni una sola vez, ninguno de los dos podría soportarlo o contenerse, por lo que evitaban cualquier evento en los que podrían verse casualmente, pese a los constantes intentos de sus amigos,
-Sr. Ketchum, tiene una llamada. - La voz de su secretaria lo distrajo de su tarea. Abandonó el informe de Ciudad Carmín y tomó el auricular del teléfono.
-Hola? -
-¿Ash? -
-Brock¿Cómo has estado? - Sonrió el joven, echándose hacia atrás en su asiento.
-Muy bien ¿Y tú? -
-Ocupado! Y muy cansado. - Respondió, peinándose hacia atrás con la mano.
-Me imagino. Todos los gimnasios estamos furiosos... no contigo, claro. -
-Lo sé. Pero no te preocupes, acabo de aprobarte. -
-Sabía que me ayudarías y... - Brock se oyó extrañamente dubitativo e impuso una incómoda pausa rellenada con algunos "eem" que estaban por acabar con la paciencia de Ash.
-Si hay algo más que quieras pedirme... Sabes que no hay problemas... -
-De hecho... lo que tengo que pedirte no es para mí... - Ash alzó una ceja, sabiendo que su amigo no podría verlo. Por un instante una imagen confusa y borrosa de Misty se hizo paso en su mente.
-Si es por Ciudad Celeste... te anticipo que NO -
-Ash... Es un tiempo difícil para todos los gimnasios... -
-Si llamaste para eso... Tengo mucho trabajo... - Sabía que su voz sonaba más exasperada y molesta de lo que hubiera querido, Brock no tenía la culpa de lo sucedido, pero su insistencia en ayudarla acababa con sus nervios.
-No, es por otra cosa. - Se anticipó el criador sonriendo. -La semana que viene nos reuniremos todos en mi Gimnasio para celebrar. -
-Que bien!... ¿Celebrar que? -
-Nada especial... solo celebrar... -
-Una reunión. -
-Claro, solo eso. Reunirnos todos, por los viejos tiempos. - Aquí es donde debía ser cuidadoso, se advirtió a sí mismo. "Todos" era una palabra muy abarcativa, no tenía ánimos de celebrar con ella absolutamente nada.
-¿Quienes somos "todos", Brock? -
-Pues... Tracey, Richie, Tod, May, el Profesor... Algunos líderes de gimnasio... -
-¿Porqué siguen intentándolo¿Es que no entienden? -
-Vamos, Ash... solo una reunión. -
-No quiero. Tengo mejores cosas que hacer. -
-¿Ah, sí¿Como qué? - Sonrió, recordando cierta mesa de bar ocupada por una interesante mujer, recuerdo que no llevaba más de dos horas grabado en su mente, por lo cual era tan nítido y claro como si estuviera viviéndolo en ese instante.
-Conocí a alguien. -
-Ah... - Por un momento le pareció que su amigo sonaba un tanto decepcionado -¿Cómo se llama? -
-No lo sé... Digamos... En realidad no la conocí, solo la vi... -
-Amigo, no entiendo... - Estaba sonriendo, como un niño que ve los juguetes en una vidriera, juguetes que podrían ser suyos con solo pedirlos. Se acomodó en su asiento, inclinándose hacia delante hasta apoyar su mentón sobre su mano libre que reposaba en el escritorio, sin que él se diera cuenta, arrugando el informe de Cd. Celeste.
-Estaba en el bar de siempre... cuando en mi mesa estaba sentada una mujer espectacular... -
-Vaya... Creí que ya no estabas interesado en... relaciones... -
-No lo estaba... pero... Tuve que ir a hablarle... - Bajó la mirada al mueble, apenado ante su propia actuación en el bar -Pero solo hice el ridículo... -
-¿Trataste de hacerte el galán?-
-Sí... No entendí porque no funcionó, si antes fue efectivo... -
-No son todas iguales, Ash... A veces... -
-Sí son todas iguales!!! - Le interrumpió, dando un golpe violento al escritorio. Su mirada, antes soñadora, inocente y esperanzada se cubrió de resentimiento y odio. El criador no tuvo más opción que callarse, mientras su amigo recuperaba la compostura y se dejaba caer contra el respaldo del asiento, una vez más. -Todas te lastiman, te usan, te dejan como un idiota... -
-Has tenido mala suerte, pero... -
-Pero es así para mí. Entonces... haré que esta vez sea diferente... -
-Me estás asustando... ¿Qué estás planeando? -
-Voy a conocer a esta mujer y voy a salir con ella... -
-Me alegra que te tengas fe... -
-Pero... voy a asegurarme que sufra, antes que ella me haga sufrir a mi... -
-Ash, ni la conoces y ya estás pensando que va a dejarte. -
-Claro que lo hará! Lo sé perfectamente. -
-Eso es imposible! -
-Era pelirroja, de ojos verdes. No necesito conocer más. - Brock rió del otro lado de la línea, cortando el hilo de maldad que había desviado la conversación.
-No puedes saber que hará, ni tampoco puedes estar seguro de lo que tú harás. Los planes nunca funcionan, puedes enamorarte o puede ser que no pase nada con ella... pero te diré algo... Está claro que tú tienes un estigma con las pelirrojas, amigo. Te aconsejo un psicólogo de inmediato, o terminarás internado. -
-Jajajaja, no te preocupes por eso... -
-Oye¿Te veré la próxima semana? -
-Ya te dije que no. -
-¿Y si traes a tu "nueva amiga"? -
-Primero saldré con ella. Luego lo pensaré. -
-De acuerdo... Cuento con que "Lo pensarás" -
-Como quieras, Brock. -
-Mucha Suerte, Ash. -
-Gracias... Creo que tú también la necesitarás... -
-Jajajaja, síp. -
Al colgar el teléfono, una extraña sensación de vacío lo cubrió. Los años habían pasado rápido, todos estaban ocupados, cada cual en sus distintos trabajos y empleos, pero algunos trataban de mantener conexión, se reunían al menos una vez al mes para relajarse y compartir buenos o malos momentos con aquellos que los acompañaron desde niños, para saber de aquellos a quienes querían, pero que el tiempo no les daba oportunidad de ver a diario... Ellos se esforzaban por mantener intacto el vínculo de amistad que los unía, deseando que los dos amigos distantes se unieran alguna vez con ellos. Brock suspiró y volteó para regresar al living de su casa, donde Gary, Richie y Tracey lo esperaban bebiendo sus respectivas tazas de café, sonrió tristemente al pensar que los años continuaban pasando y sus dos mejores amigos aún no lo veían por ese capricho de evitarse...
-¿Qué dijo? – Preguntó Tracey, pero al ver el rostro de su amigo interpretó la respuesta al instante, al igual que los otros dos presentes –Que no... otra vez¿verdad? –
-Así es... – Respondió, sentándose en el sillón de tres cuerpos, junto a Gary. –Pidió que "dejáramos de intentarlo"... Se refería a Misty, claro está. –
-No entiendo como pueden seguir enojados después de tanto tiempo... –
-Lo que yo no entiendo es porque se aíslan de nosotros también, como si fuésemos responsables de lo que les sucedió... –
-Tal vez porque desde que ocurrió insisten en juntarlos "casualmente", ninguno de los dos es tan tonto como para caer en eso... – Protestó Gary, recibiendo miradas furiosas de sus compañeros. -¿Porqué me miran así? Es cierto lo que digo-
-Es cierto, pero... Aún así... –
-¿Alguno de ustedes fue a visitarlos en todo este tiempo¿O solo esperan a que ellos acepten sus invitaciones? –
-No, no he visto a Ash desde que se convirtió en Maestro y a Misty... bueno, se podría decir que desde el mismo día. –
-Yo creo que ellos deben pasarla peor que ustedes, están siendo muy egoístas. –
-¿Qué te sucede, Gary¿Hoy viniste solo a criticarnos? Por si no sabes, tratamos de ayudar a nuestros amigos. –
-Pues, esa no es una forma de ayudar a nadie. La semana pasada fui a la Liga y hablé con Ash, porque realmente me importaba saber como está. Ustedes solo quieren ver el final de la novela... Despierten, chicos... Aquí no hay novela, solo una amistad terminada! –
-Tú no entiendes. – Se quejó Richie, entrando, al fin, en la conversación –No queremos ver el final de ninguna novela, solo creemos que ellos tienen cosas que deben conversar. –
-Ninguno de los dos hace otra cosa que no sea trabajar. Hablan con nosotros solo si es por teléfono, siempre están ocupados... pienso que necesitan ese tiempo juntos y resolver esto – Gary desvió la mirada hacia otro lado, tras las palabras de Tracey. Entendía y en parte compartía la opinión de los otros tres, pero no aceptaba la forma en la que ellos se encargaban del asunto. Negó con la cabeza y sonrió.
-Aunque no lo crean, si los entiendo... No me quiero involucrar demasiado en todo esto... Pero si quieren ayudarlos, deberían ir con ellos y escucharlos... –
Los tres se quedaron en silencio por largos minutos. Ciertamente, ninguno de ellos había pensado en ir hacia sus amigos en lugar de esperarlos constantemente, pensaban que con solo reunir a Misty y a Ash iba a ser suficiente para que toda aquella tensión se desvaneciera, pero ellos tomaban todo recaudo necesario para evitar verse, ninguno de los dos se arriesgaría a caer en los trucos de sus amigos y acabar viéndose frente a frente...
-Les dije que no quería involucrarme en esto... – Todos lo miraron sorprendidos, pues cada quién se había sumergido en su propia mente, analizando la conversación. La sonrisa arrogante y confiada de Gary sugería que el joven tenía un plan en mente, lo cual contagió la expresión del Investigador Pokémon en los otros muchachos. –Hay una manera segura de reunirlos de forma "casual"... pero requerirá tiempo y astucia, amigos... –
-¿Cuál es tu idea, Gary? – Preguntó Richie, un tanto ansioso por probar una manera distinta de resolver la situación.
–Como ninguno de ustedes se ha dispuesto a visitarlos durante todos estos años, creo que llegó la hora de que lo hagan... –
-De acuerdo... ¿Tiene algo que ver con el final de nuestra novela? –
-Claro que tiene que ver... Porque una vez que ellos vean que no hay riesgo será el momento para la sorpresa. – Los tres asintieron lentamente, interpretando las palabras de Gary cuidadosamente –Cuando la oportunidad llegue, los citaremos en el mismo lugar a la misma hora, algo casual... Pero para evitar que sospechen, invitémoslos entre intervalos largos de tiempo, si los abalanzamos todos con la misma idea se darán cuenta... – Observó las expresiones de todos, ninguno parecía objetar su idea, cada cual imitando su pequeña sonrisa confiada -¿Qué dicen, chicos, Lo intentamos? –
-Claro que sí...! –
-De acuerdo... Comencemos a pensar... –
CONTINUARÁ...
Hola a Todos!!! Por aquí otra vez, publicando algo nuevo, luego de tanto tiempo.
Este es un fic que estuve publicando por escenas en el blog, como una forma nueva de escribir y actualizar, que hasta el momento fue satisfactoria. Afortunadamente he escrito lo suficiente como para publicar, sin embargo no tanto como para actualizar todas las semanas, yo diria una o dos veces al mes.
En fin, "Casual" trata de ser un fic diferente, espero les haya gustado o entretenido, al menos.
AM
