Hola a todos espero que les guste mi historia

Aclaraciones: los personajes de naruto no me pertenecen si no a kishimoto yo solo los utilizo para crear una historia.

Esta historia es un universo paralelo a la historia original, en un principio no se cuantos capítulos son, depende de la aceptación de la historia y de acuerdo a sus comentarios y sugerencias, me las pueden escribir, sin más a leer.

UN CEREZO PARA MÍ

BY SANDY HYUGA

PROLOGO:


Y en la profunda oscuridad permanecí largo tiempo atónita y temerosa... soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido a soñar jamás... (Edgar Allan Poe)


Konoha 11 de septiembre de 1999

Una elegante camioneta negra se detuvo en el parqueadero que daba a un antiguo edificio pequeño e iluminado desde el interior. Era más de medianoche y el edificio estaba oficialmente cerrado; Antes de que el polvo de la calle se asentara, una mujer castaña bajo del vehículo. Era alta, tenia un vestido elegante, largo de un tono azul profundo, que abrazaba su delgado cuerpo perfectamente, acentuando su figura, de mirada profunda y fría, manipuladora y cruel, caminaba rápidamente por un pasillo, sus zapatos resonaban, una luz suave y débil proveniente de lo que debía ser una chimenea tocaba las ventanas, el frió se hacia presente con fuerza por delante de los estrechos y sucios patios hasta encontrar una puerta negra finamente pulida, con los nudillos de su mano izquierda llamó una vez, la puerta crujió y se dispuso a entrar cerrando la puerta tras de sí. — Vine en cuanto pude – dijo mientras tomaba asiento, sin levantar la voz, encendió un cigarrillo y dio una profunda calada.

—No se preocupe, ya es tiempo- una figura en medio de la oficina en penumbras no se distinguía sus facciones, sonrió en medio de la oscuridad, su voz gruesa, demandante y a la vez espeluznante, se escuchó fuerte y clara.

A ella el corazón le dio un vuelco. — Oh, tengo mis dudas, Tengo miedo - respondió la mujer desviando la mirada hacia la ventana, segura que a partir de este instante su vida cambiaría para siempre.

—Son ellos los que deberían tener miedo, haz que esto llegue a manos de Fugaku Uchiha - zanjó bruscamente su interlocutor con expresión inescrutable haciéndole entrega de una carpeta con unos papeles. — Es su nueva hoja de vida, cuando la vea Fugaku no va a resistir la tentación de contratarla.- le lanzó una sonrisa lenta e inquisidora.

—¿Akame? – preguntó frunciendo el ceño notablemente disgustada con su nueva identidad. Arrojó el cigarrillo a un lado, levantándose bruscamente de la silla, dándole la espalda y caminando elegantemente de un lado a otro, se consoló sabiendo que era necesario para el plan y que esa era una identidad cuidadosamente seleccionada.

—En honor a tu madre después de lo que le hiciste, es una completa paradoja- finalizo con una risa que a muchos les hubiera dado escalofríos. Divertido con aquellos sádicos recuerdos.

—No le hice nada que no mereciera – escupió la respuesta con odio y desdén mirándolo directo a los ojos.

—Ahora lo que importa es que debes entrar a la casa Uchiha y cumplir con las órdenes que le he dado, eres astuta e inteligente...digna para esta misión.- afirmó

—Casarme con Fugaku Uchiha…

—Pero antes debes eliminar o silenciar de alguna forma a Jiang Haruno – interrumpió abiertamente. Le tendió una pequeña medalla con una joya en el centro que lanzaba misteriosos destellos verdes.—Métalo en su bolsillo. Presione la joya verde cada vez que hable con él, eso bloqueara sus poderes, es lo único con lo cual puedo ayudarle puesto que desconozco el alcance de los mismos.- finalizado la explicación.

— No entiendo porque debo ocuparme de él ¿Su poder es efectivo? –preguntó señalando la medalla en su mano, claramente desconcertada por el nuevo problema en su misión y examinando curiosa esa medalla, la guardo inmediatamente.

—Cuando se activa, esta diseñado para bloquear, ignoro realmente durante cuanto tiempo, yo nunca lo he probado. Le aclaro que él es la única persona viva que sabe de mi existencia, sus poderes pueden ser realmente un obstáculo, su misión es proteger a los Uchiha por eso es muy importante bloquearlo o eliminarlo, todo lo que importa es alcanzar nuestro objetivo ¿Queda claro?

Ella asintió. — Perfectamente Una vez eliminado debo de casarme con Fugaku Uchiha, arruinarlo y quedarme con la empresa de la familia, obtener el acceso al tesoro Uchiha ¿no es así? - pregunta analizando las posibilidades para armar un plan.

—El ahora tiene un punto débil su hija Sakura Haruno lo que haga con esa información es ahora su problema.- finaliza colocando sus brazos en una pose pensativa — No hay que perder tiempo hay que desarmar al guardián- así levantándose del escritorio donde se hallaba se dio media vuelta y se encerró en su biblioteca privada.

Mansión Uchiha 16 de noviembre del 2000

Una adolescente de aproximadamente 14 años se encontraba cabalgando un hermoso caballo negro, ella ayudaba a su padre quien era el encargado de entrenar a todos los ejemplares de la familia Uchiha, aparte de dirigir la mansión y cuidar de todos miembros de la familia.

—¡Sakura! ¡Sakura! – gritaba un joven rubio de ojos azules mientras se acercaba rápidamente hacia ella. —¡Ya llegaron! – tomando un poco de aire pero la emoción que lo embarga no permite que se esté quieto.

—Llegaron quienes- dice la joven tratando inútilmente de no reírse mientras lo ve dando vueltas alrededor de ella, con una mirada tierna acaricia al hermoso animal, elegante e imponente, un sangre pura.

—Los de la primera comunión del joven Sasuke, si vieras todo lo que hay, está el camión descargando todo en este instante- finaliza con una gran sonrisa, sabiendo que a su amiga le emocionaría también la noticia. Con un brillo en sus ojos y sin esperar la agarra de la mano mientras salen corriendo juntos.

—¡Espera nos toca por el establo! Por la entrada principal nos meteremos en problemas- grita la joven mientras corre y en un movimiento inesperado desviando la ruta.

Acercándose a la mansión, los dos observan a una mujer castaña dirigiendo los empleados para que organicen todo lo de la primera comunión, se ven las mesas y las sillas decoradas en hermosos tonos verdes y plateados. Su mirada fría de quién oculta muchos misterios pero también de quien lleva muerte y destrucción, su sola presencia se convierte en algo asfixiante. —Mira es la bruja- dice Sakura enseñándosela a su amigo.

—¿la que?

—La bruja, así le dice mi papá dice que es de cuidado, no permitas que te vea, cada vez que se acerca mi padre se pone enfermo -afirma entrando a la mansión en búsqueda de sasuke y su padre.

Akame después de haber dejado ordenado lo de la ceremonia caminaba despreocupada hacia el despacho del señor Uchiha, sentada cómodamente marca un numero telefónico, los segundos pasan mientras al otro lado de la linea por fin contestan. Itachi Uchiha, hijo mayor de Fugaku se escabulle lentamente hacia la habitación de sus padres, tratando de escuchar la conversación que está teniendo Akame por teléfono. Esa mujer le da mala espina desde que llegó ha notado como su guardián le ha afectado la cercanía de ella y como desde que ella llego los problemas entre sus padres se incremento, ella los hace discutir y su padre no se da cuenta cuan mala es ella. Necesita saber que planea, por eso se decidió a seguirla y ahora mismo lo que escuchó lo dejo en un estado de shock.

—Encontré una forma de eliminar o al menos neutralizar al sirviente ¿Qué sigue ahora?- pregunto Akame susurrando por la línea telefónica, la expresión en su rostro era de concentración y ansiedad.

—La mujer Mikoto tiene que desaparecer, salga de ella, es un estorbo- afirmó una voz gruesa al otro lado de la línea.

—Usted quiere que yo…

—Quiero que usted se case con Fugaku para eso lo necesitamos viudo ¿está claro?- explica cortante.

—Clarísimo – finalizando la llamada y saliendo rápidamente del despacho al mismo tiempo que Itachi se quedó petrificado aun con la mano en el teléfono, oh por Dios esa mujer va a matar a mi madre y posiblemente a Jiang también. Se le heló la nuca. El frío le recorrió la columna y lo paralizó momentáneamente.

—Joven itachi ¿qué está haciendo?

Sobresaltado el joven voltea mirar dándose cuenta que es su Mayordomo y amigo Jiang Haruno, el ha sido como un padre para él. La mirada recriminadora hace que chasquee molesto.

—Me asustaste por un momento, ya sé lo que vas a decir Jiang pero tal parece que soy el único en esta casa que se da cuenta que esa mujer es una serpiente – exclama molesto necesitaba pruebas y no podía hallarlas, su padre jamas le creería lo que acaba de escuchar. Colgó el teléfono de manera brusca.

—No eres el único joven Itachi pero hacer lo que estás haciendo, con tus rebeldías no van a ayudar en nada, hay que ser más inteligentes... inteligentes y astutos - exclamó Jiang tenia un mal presentimiento desde que esa mujer llego a la mansión, pero nada podía hacer, sus poderes se encuentran bloqueados por esa extraña joya que carga, la vio un dia y desde ese día no ha descansado tratando de buscar alguna solución pero parece que su poder radica en el mal y eso es algo que el no tiene la fuerza para combatir, no era su misión, estaba atado , con su habilidad había visto el futuro... uno tan tangible que sabía con certeza que nada podía hacer ya para cambiarlo y su corazón poco a poco se llenaba de miedo y angustia, su hija... su pobre hija.

—Entonces porque esa mujer se vuela sin que nadie diga nada para hablar por teléfono, solo lo hace cuando mi padre no está cerca, ella oculta algo y lo sabes ¿verdad?- le dijo con movimientos impacientes. Era todavía un adolescente que sentía que la situación sobrepasaba sus alcances.

—Sea lo que sea... esta no es la forma para averiguarlo, además su madre se encuentra furiosa porque dejaste a Sasuke solo sin terminar de arreglarse, sabes que esta muy delicada de salud.- sonrió y supuso por la cara que había puesto, sabia lo que pensaba.

—Lo sé iré con ella y encontrare la forma de descubrir la verdad para sacar a esa serpiente de esta casa- soltó aire en silencio intentando que su presión sanguínea volviera a la normalidad y saliendo de la habitación escuchó atentamente las últimas palabras de Jiang.

—Tenga mucho cuidado joven, ella parece ser solo un peón en este juego de ajedrez, es de cuidado- finalizó dando por terminada la charla volvió a sus labores, arreglando todo para aquella reunión.


Jiang Haruno de hermosos ojos verdes, ayudaba a las empleadas a organizar todo para la fiesta, se consideraba una persona amable que siempre sonríe y trata bien a todos, tiene el respeto del dueño de la casa, su mano derecha y guardián de tan antigua familia. Sonrió cuando vio a lo lejos a su hija correr hacia a él y a su amigo naruto a quien también consideraba un hijo.

—Papá es verdad que va a haber fiesta con orquesta y todo, ¿te ayudo en algo?- dice Sakura dándole un gran abrazo y un beso. Naruto hizo una pequeña reverencia como saludo, a la única familia que el ha conocido. Los niños curiosos se acercaron a arreglar las flores, Jiang no alcanzó a emitir una respuesta cuando un gritó los asusto.

—¡ustedes dos dejen eso quieto! –grito la bruja entrando furiosamente a la mansión, sus ojos como puñales fulminaban a los dos niños deseándoles una muerte lenta y dolorosa. — se largan de la mansión ya.- indicándoles la salida en una postura que no admitía replicas.

—¡Quieta Sakura! – exclamo furioso el hombre la mesa vibro con la potencia del grito, se quedo mirándola fijamente tratando de intimidarla, sus pasos suaves pero firmes atravesaron la sala en dos segundos — Para creerse tan inteligente parece que no le ha quedado claro, yo llevo 20 años al servicio de la familia Uchiha, el que da las órdenes en la mansión mientras el señor no esté soy yo y no voy a permitir que una aparecida como usted le grite a mi hija de esa forma.

—Usted no es nada más que un sirviente - cogiendo un florero en la mano, al pasar pocos segundos el florero exploto, asustada retrocedió dándose cuenta que enfrentándolo era un arma de doble filo — Aproveche porque esto no le va a durar mucho tiempo- afirmo de tal manera que solo él, la pudo escuchar. Akame no sabía si la actitud dominante del guardián la impresionaba o la irritaba. Había esperado que con el poder otorgado con la medalla lo encontraría sumido en la desesperación. Como mínimo, esperaba provocarlo para que recurriera a la violencia, cualquier excusa servía para sacarlo del juego. Fulminándolo con la mirada salió sin mirar atrás.

Jiang se encogió de hombros y se dirigió a donde su hija lo esperaba.

—Papa yo no hice nada malo – una llorosa Sakura se acerco hasta el temiendo una represalia de su padre.

—Yo se Sakura... yo lo se - afirmó acariciando tiernamente la cabeza de su hija.


Una camioneta roja se acercaba a la entrada principal de la mansión, Akame vestida con una blusa blanca y una falda negra corta ajustada a su cuerpo, se quedo de pie mientras el hombre bajaba y caminaba hacia ella. Su mascara perfectamente ensayada de mujer noble y servicial, con la cual se gano la confianza absoluta del jefe de la casa, sonrió nuevamente dándole la bienvenida.

—Buenos días Akame ¿está todo listo?

—Sí señor, esta todo como se dispuso incluso ordene un poco más de whisky, sé que es su favorito- dijo en tono condescendiente, moviendo sutilmente sus caderas. Todo calculado.

—Le agradezco que haya pensado en todo, dígame ¿mi esposa en donde esta?

—En la habitación principal terminando de arreglar al niño Sasuke- frunciendo el ceño sin que nadie se diera cuenta, pues eran molestias que sobran en su plan. Se agotaba la paciencia para que el plan avanzara.

—Comunícame con Jiang necesito que se encargue de unas cosas- ordeno

—Señor si quiere lo puedo ayudar yo, le he demostrado que puede confiar en mí- intentando que olvidara la idea de seguir involucrando a ese sirviente.

—Tienes razón has demostrado ser muy eficiente necesito que contactes a la sucursal de suna y averigües que problema es el que hay, es posible que necesite que Jiang se traslade hacia allá.

—Entendido señor ¿algo más?- replicó Akame, sin ningun atisbo de entusiasmo en su voz; sabia que revelar su alegría seria fatal.

—No, Perfecto nos vemos en la ceremonia- se despidió y caminando a paso elegante se fue a la habitación principal.

—Señor si me permite quisiera hacerle una sugerencia con respecto a Sakura – dijo antes que se alejara

—Está bien después de la ceremonia conversamos.


Se encontraban dos adolescentes caminando rumbo al pueblo mientras contaban monedas, al finalizar salieron corriendo, fatigados llegaron a una fabrica observaban atentos como el hombre fundía el hierro y con el martillo le daba forma.

—Mira Sakura ya esta, esta medalla le va a dar suerte a todo aquel que se la ponga

— ¿y por qué? – pregunto mientras recibía la medalla en su mano, sus ojos brillaban con verla y su corazón saltaba de emoción.

—Porque está hecha de la herradura de un caballo que el fundirse en forma de un cerezo le da suerte para toda la vida, además viene con un poder ancestral que brinda protección contra el mal, tu padre hace mucho tiempo me dio esta herradura.

—Ohhh Sakura déjame ponérmela- exclamo emocionado el pequeño rubio, saltando intentando quitársela.

—Como se te ocurre estás loco- dijo alejándola de su alcance

—¿es para alguien especial?- pregunto el hombre con suma curiosidad.

—Es para mi papá – respondió rápidamente y dándole las gracias se fue rumbo a la mansión nuevamente.

—No ves que es para él, hay naruto como se te ocurre que voy a dejar que te la pongas, le vas a gastar la buena suerte- regaño Sakura.

—¿Por qué le mandaste a escribir eso Sakura?- pregunto observando con curiosidad aquel cerezo de hierro.

—¿S y S? por Sakura y Sasuke – afirmo mientras se sonrojaba y se la ponía en el cuello.

—¿y como se la vas a entregar?- cuestiono naruto cruzando los brazos molesto porque ella se puso la medalla.

—Ves ese cerezo puesto en aquel árbol, es la señal que usamos para ponernos citas en el establo, así el sabe que lo voy a esperar ahí.- dijo con una expresión y brillo de felicidad en sus ojos.


No veo la hora de deshacerme de Jiang, aunque sacarlo de la mansión va a ser muy fácil haré que se quede en suna para siempre o al menos mientras yo me quedo con el poder suficiente para aislarlo - pensó poniendo en marcha su plan tenía que lograr alejar a la mocosa y usarla como arma contra Jiang. Le hubiera gustado matarlo de una vez ella misma, pero su desconfianza se lo impidió. No podía comprobar si quedaban rastros de la protección que la medalla le otorgaba en su cuerpo. Si según se rumoreaba, el punto en el que la joya alcanzaba su nivel máximo de protección se volvía muy sensible, un solo roce que sobrepasara su poder podía matarla. Había trabajado demasiado duro como para cometer un error a estas alturas de la partida.

Reprimiendo su pesar, intento indisponer a su jefe contra él pero realmente la confianza ciega que demostró hizo que Fugaku se pusiera a la defensiva con ella, cosa que no le convenía en absoluto. —Es un hombre fiel a la familia jamas lo pondría en duda, su familia ha sido trabajadora nuestra desde los tiempos de mi abuelo Madara Uchiha. Dijo él un día en una de sus muchas conversaciones y para ganar la confianza de aquel hombre, afirmó que ella intentaría ser tan confiable como él. Como si ella pudiera igualarse a un vil sirviente.

Ella sabia que la mejor forma de mantener controlado al guardián era por medio de la mocosa, solicito la reunión en el despacho de fugaku y haciendo uso de la bondad y lealtad de él con el sirviente le dijo — A la niña le hace falta educación, tal vez si usted le da la oportunidad de estudiar lejos de aquí, pues hace una gran obra de caridad, está en plena adolescencia ¿qué futuro le espera? Solamente casarse con algún peón de la hacienda- exclamo Akame intentando persuadirlo. Le costo varias horas y días enteros de charlas pero al final lo consiguió.

—Tendré que hablar con Jiang es un internado excelente desde luego – finalizo Fugaku habiendo tomado ya la decisión.


Al finalizar la ceremonia de comunión un adolescente intentaba escabullirse de tan aburrida reunión, vio en aquel árbol la señal, su flor favorita que estaría esperándolo en el establo. Con ayuda de su hermano por fin se escapo encontrando a Sakura sentada con una sonrisa en su rostro.

—Mira Sasuke este es tu regalo, felicidades por tu primera comunión- y lo abrazo, le entrego la medalla. observabandolo detenidamente tenia el pelo y los ojos negros y una sonrisa sensual que no auguraba otra cosa que problemas, pero se había convencido de que no todos los líos eran para mal.

—De donde la sacaste Sakura – pregunto con la típica mirada arrogante

—Me la hicieron en el pueblo, claro que piensan que es para mi padre, no para ti – soltando una pequeña risa traviesa. le dábamos la bienvenida a dos meses de vacaciones de sol, caminatas y un montón de tiempo que íbamos a pasar juntos.

—¿S y S? y dices que el arrogante soy yo –sonrió abrazándola, sentándose junto a ella y poniéndose en su cadera de oro la medalla de hierro.

—Sakura y Sasuke para que nunca me olvides y me tengas siempre cerca en tu corazón – se acerco poniéndole una mano en el pecho y mirándolo a los ojos. Vi como me estudiaba un momento y luego se llevaba las manos a la nunca desabrochándose otra cadena de plata que llevaba desde el día que lo conocí.

—Bueno entonces yo también te daré algo…- y sacando una medalla en forma de abanico, se la puso en el collar que ella tenía puesto. El metal se posó sobre la piel de ella. —Este es el símbolo de la familia significa que formas parte, atrás esta mi nombre significa que eres mía por siempre- respondió posesivamente y acercándose lentamente le dio un beso de forma tierna, el primer beso de ambos.

Ella la toco con delicadeza, consciente de su importancia, se miraron brevemente. —prométeme que lo conservarás. Prométeme que nadie se interpondrá entre nosotros. -dijo ella sosteniéndole la mirada, sin dejar que él la apartara. Él asintió de un modo apenas perceptible.


Esa misma semana Fugaku arreglaba unos papeles en su despacho, recibió unos documentos de Suna que requerían de su total atención, por sugerencia de Akame había decidido enviar a Jiang a que le ayudara allá, es su hombre de mayor confianza, lo que le pareció una idea brillante, quedaba el asunto de hablar con el sobre su hija.

—Jiang los gastos del internado, lo que es pensión, libros, matricula, ropa todo eso ira por cuenta de la familia Uchiha hasta que termine la secundaria posiblemente si ella quiere una profesional bueno ya veremos.

—Pues que le digo Don Fugaku con mi esposa fue nuestro sueño que mi pequeña tuviera la mejor educación pero un internado es algo extremo, me parte el alma.- observando con cariño la foto de su difunta esposa. Le habían comunicado su traslado a Suna pensó que su hija se iría con él.

—Un internado forma Jiang sabes que aquí no tiene un futuro, lo máximo que podrá aspirar será ser empleada de la empresa familiar y lo sabes, en Suna por otro lado en esta temporada no hay colegios disponibles y tu no tendrás tiempo de ocuparte de ella puesto que estarás en la empresa, así no te preocuparas por su seguridad, recibirá la mejor atención y educación. - finalizó seriamente.

—Ella también tiene un deber Fugaku, es ser la de guardiana del legado, lo sabes entonces… ¿Por qué?

—¿Por qué qué?

—¿Por qué usted me está ofreciendo esto?

—Bueno el legado uchiha como dices solo se activa si la familia está en riesgo de desaparecer, desde los tiempos de Madara Uchiha, no se ha conocido ni el heredero ni el guardián, Ni tu ni yo hemos sido llamados, los muchachos crecen Sasuke también tiene un deber nació con la marca y al igual que tu hija llegara un momento en el que deben ejercerlo o darlo como herencia, si llega activarse la marca correrán un gran riesgo pero mientras eso llega y espero que nunca llegue quiero que tengan la mejor formación, ese internado para niñas es lo mejor podrá prepararse, piénsalo Jiang.

—Está bien entonces Sakura se irá al internado- exclamo con profunda tristeza, supo entonces que eso era tan solo el principio, la rueda del destino empezaba a girar y tal como el lo había visto las consecuencias serian desastrosas.


Varios días después Akame se introdujo a la habitación de itachi dejando muestras de drogas y con una sonrisa malvada fue a hablar con Mikoto.

Mikoto se entero que su hijo mayor estaba consumiendo drogas y con la ira brotando en su interior entró a la habitación revisando cada parte, desordenando todo con si un huracán hubiera pasado ahí, encontró las pastillas en los últimos cajones de una mesa cerca a la cama, con un gran grito se derrumbo en el piso, llorando amargamente su frustración pensando lo mala madre que pudo ser para que su hijo se desviara del camino.

Itachi se encontraba entrando a la casa cuando escucho gritar a su madre, sin pensarlo se fue corriendo y la encontró en su cuarto llorando desconsolada, se acerco pero ella se alejo de él. Desconcertado y sin entender el comportamiento de su madre dio unos pasos hacia atrás, vio como ella inmediatamente se puso de pie y con una mirada fría que nunca antes le había dirigido a el le preguntó —¿Qué significa esto itachi?- mostrando la bolsa con las drogas, comenzando a respirar agitadamente.

—Eso no es mío mamá tienes que creerme- respondió alterado, entendiendo por fin el porque de la reacción de ella y dándose cuenta demasiado tarde del plan de Akame, fue pretencioso y descuidado.

—Eres un mentiroso, ya veo de donde viene ese comportamiento tuyo- salió rumbo a su cuarto, azotando la puerta que produjo un ruido que estremeció los vidrios de las ventanas. Mikoto furiosa por su descubrimiento llamo inmediatamente a fugaku, se sentó en el borde de la cama buscando desesperadamente el oxigeno, se lo coloco, le costaba respirar. Cuando por fin se tranquilizó se acostó cómodamente, pensando que apenas llegara su esposo, hablaría seriamente con él.

Akame que la vigilaba se dio cuenta que era el momento perfecto, la excusa por sus alterados nervios y su estado de salud delicado seria la causa de muerte, abrió con cuidado la puerta de la habitación, entro y sin hacer ruido cogió una almohada y la puso en su cara ahogándola.

Mikoto despertó bruscamente, antes de poder hacer algo se quedó sin aliento, trató de gritar pero la almohada le apretaba el cuello, pataleó, su cabeza golpeó contra algo sólido y se le nubló la vista pero fue inútil: Akame era demasiado fuerte. Trató de apretar el botón de alarma, pero no lo logró. Ella le impedía respirar. Vio luces de colores y fue como si una enorme piedra le aplastara el pecho. Lucho por varios minutos más pero su vida había llegado a su fin, y con una sonrisa en el rostro Akame salió de la habitación.

Itachi una hora después decidió ir a la habitación de su madre, consideraba el tiempo justo para que se tranquilizara lo suficiente para que pudiera escucharlo, no quería seguir discutiendo con ella, quería que supiera que él no era el malo, si no una serpiente que se metió en su familia a inyectar su veneno, toco varias veces pero nadie contesto, abrió la puerta y se acerco a la cama, sentándose junto a ella y cogiéndole la mano, en ese instante se dio cuenta cuan fría se encontraba, asustado le tomo los signos vitales y lagrimas se acumulaban en sus ojos, se dio cuenta que su amada madre estaba muerta, justo ahí su padre y su peor enemiga gritó.

— ¿¡Qué hiciste itachi!?- una sobresaltada Akame ingreso a la habitación dando realmente un escándalo, le toco el pulso a Mikoto.

Itachi estaba confundido tenía una cara de pánico y terror, de nuevo el no hizo nada que ¿paso?

— ¿¡Qué hiciste!?- fue lo ultimo que el escucho ese día.


SEIS AÑOS DESPUÉS….

— ¿Quien es la paciente? - preguntó una mujer rubia con dos coletas, ojos color miel, de aspecto imponente, acercándose rápidamente a la camilla de la ambulancia.

— Adolescente, de 19 a 20 años, no tenemos identificación, sobreviviente del accidente presenta golpe en la cabeza, tiene una herida en el abdomen con abundante hemorragia, inconsciente sin respuestas a estímulos, tiene alrededor de 15 minutos que su frecuencia cardíaca ha ido en descenso al igual que la saturación (nivel de oxigeno), iniciamos maniobras de reanimación básica durante el traslado —explicó una mujer de cabello y ojos negros.

La mujer se acercó a la paciente y revisó el pulso- ¡Activen código azul! llevémosla rápido a la sala de reanimación. — Ingresaron prácticamente corriendo por toda la sala de urgencias en medio del caos, los gritos y el llanto. La alarma se escucho por toda la sala, familiares y pacientes se sobresaltaron, en ese instante miradas curiosas y preocupadas observaban la camilla con pena, médicos y enfermeras se dirigieron a la sala respondiendo el llamado, entraron la camilla, unas enfermeras colocaban suero, aplicaban medicamentos, otras colocaban gasas tratando de controlar la hemorragia mientras la doctora realizaba masaje cardíaco, otros doctores colocaron oxigeno, así los minutos pasaban.

— ¡Administren adrenalina! -ordenó la doctora quien sin detener el masaje seguía luchando por salvarla.

—No responde, la paciente esta fibrilando — una de las enfermeras aviso, la doctora rápidamente dirigió la mirada al monitor analizando la frecuencia cardíaca.

— ¡preparen el desfibrilador! ¡Ya! ¡La estamos perdiendo! - una de las enfermeras acerco el equipo pasándoselo a la doctora.

— ¡carguen! - acercó las dos paletas al pecho de la paciente y dando un segundo de tiempo para que se alejaran de ella, soltó una descarga eléctrica que hizo saltar el cuerpo de la adolescente, observo rápidamente el monitor...no habían cambios.

— ¡carguen nuevamente! - una segunda descarga eléctrica fue aplicada, una luz intensa provino de un tatuaje en su muñeca que lo cegó momentáneamente, mientras todos contenían el aliento, se escucho un lento pip, pip, pip proveniente del monitor.

—Frecuencia cardíaca estable- aviso la enfermera, apenas articulo aun asombrada con aquel extraño resplandor.

—prepárenla para cirugía hay que detener esa hemorragia...

Finalizada la noche una rubia de dos coletas, caminaba sin ganas hacia la cafetería, fue un turno realmente agotador, dando un largo suspiro se acerco exhausta a la silla, mientras pensaba en aquella jovencita, lograron estabilizarla lo suficiente para trasladarla al quirófano, después de 6 horas donde tuvieron que realizar reconstrucción de varios órganos, la trasladaron a la unidad de cuidado intensivo, ahora todo dependía de ella, le preocupaba bastante. Vio a la doctora de la ambulancia, se veía cansada y fastidiada, eran pocos los sobrevivientes de aquel accidente que lograron llegar al hospital. Lamentablemente el lugar del accidente era de un difícil acceso por ese motivo la ayuda llego demasiado tarde.

Tsunade Senju, Doctora exitosa y de gran prestigio, es la jefa encargada del área de urgencias y cirugía, está en proceso de volverse directora del hospital, tiene actualmente cuarenta y un años. Se había casado pero hace menos de tres años enviudo desde entonces adquirió el habito de tomar y fumar, nunca pudo tener hijos, la ropa que vestía siempre le quedaba un poquito ajustada demostrando una apariencia joven y destacada.

La mujer de ojos negros abordo la mesa y se acomodo tranquilamente. Todos los días en lo posible, ellas dos se reunían después de turno para charlar cosas de chicas, comentar experiencias y cosas curiosas que les sucedieron a lo largo del día o la noche, daba igual siendo médicos se trabaja a cualquier hora.

Shizune fue aprendiz de Tsunade desde que inicio su carrera, Doctora con un alto prestigio especialista en traumatología, es la encargada de toda la red de ambulancias tiene veinticuatro años, es alta, esbelta y posee una gracia que atrae la mirada de todos los hombres.

— Menudo turno ¿Ya desayunaste? muero de hambre. — dijo la medico mientras daba gracias a Dios porque había terminado, no tuvo un mísero minuto de descanso, imaginando que ella estaba en las mismas condiciones era mejor asegurarse que se alimentara bien, es como una hija para ella.

— No — murmuró mientras se dedicaba a tratar de calmar la inminente migraña que iba a darle, dando suaves masajes en sus sienes.

— Vamos, yo te invito — dijo la rubia, girando su cabeza y alzando el brazo para realizar el pedido.

El silencio era tranquilo, sin embargo un ambiente de desolación y tristeza inundaba el lugar, el pequeño televisor se escuchaba fuerte y claro dando detalles del accidente más de 200 personas murieron en el lugar, 10 lograron llegar a los diferentes hospitales y solo 1 continuaba con vida.

—No es extraño —dijo la morena escuchando atentamente el balance final del accidente.

— ¿Qué? —preguntó

— Un avión que estaba en perfectas condiciones se desploma de la nada, dejando con vida solo esa niña, luego ese extraño resplandor en la sala de reanimación me hace pensar que... Algo grande se acerca, no sabría definir esta sensación... este presentimiento.

La rubia se quedo pensativa- tienes razón, pero no es nuestro trabajo averiguarlo pero si evitar a toda costa que ella muera... ella es...

—Especial- termino la frase la morena.

Comieron tranquilamente después de esa pequeña charla, tenían aún mucho trabajo por hacer.

CONTINUARA...