-Tengo que ayudarlo-dijo Rosalie viendo como el oso casi mataba al humano, mientras saltaba y mataba a el oso con un crujido en el cuello.

A Rosalie todavía le costaba estar entre humanos a pesar de haber pasado 2 años y matado a Royce. Pero en ese humano que había luchado con ese oso tenía algo que capto su atención: los hoyuelos en sus mejillas justo como los del pequeño Henry, el hijo de su mejor amiga Vera. Tenia que llevar al humano con Carlisle, sabía que era egoísta pero era mejor que este muriera, tenía que salvarlo, no sabía porque pero tenía que hacerlo.

Emmett abrió los ojos pero los volvió a cerrar tenía demasiado sueño y estaba muy cansado, ya casi no sentía nada.

-No te vayas- dijo una voz divina- quédate aquí te voy a ayudar

Esa voz le dio fuerzas y busco su procedencia. Emmett no pudo describir su belleza, era un ángel dorado, quería decirle lo hermosa que era y que le avisara a su familia que el ya no iba a estar, pero cuando iba a hablar sintió un ardor, no, se estaba quemando, pero no veía fuego

-Matenme- grito- no lo soporto- dijo remolviendose en una cama desconocida

-Terminara- dijo una voz de hombre

Pasaron tres día y despertó en su nueva vida, hizo preguntas y fueron contestadas, salió a cazar pero no era como cazaba de humano era diferente

-¿Quién me salvo?- dijo cuando entraron a la casa después de su "cena"

-Rosalie- dijo Edward secamente

-¿y donde esta?

-En su cuarto- respondió de nuevo- solo sale de allí para cazar

Emmett se decidió y tocó la puerta del cuarto de Rosalie

-¿Quién es?-dijo una voz que estaba sin vida

-Soy Emmett- dijo- ¿puedo pasar?

-si- respondió de vuelta Rosalie no muy segura pero la palabra salió de sus labios sin pensarlo

Emmett entro, se acerco a ella que estaba sentada al lado de una cama, se hinco y dijo

-Gracias por haberme salvado del oso, mi angel dorado- y la abrazo, ella estaba rigida bajo su abrazo y se alejo de el sintiéndose sucia

-no me abraces, estoy sucia-dijo ella con enojo y tristeza

-Claro que no estas más limpia que yo, yo vengo de cazar-dijo con una sonrisa

-No entiendes estoy sucia no lo ves? Tengo suciedad por todos lados, no puedo quitarla- dijo desesperada

Emmett la atrajo hacía si y le susurro en el oído "tu eres limpia y pura como un ángel dorado, que bajaron del cielo para ayudar a un simple mortal de morir a manos de un oso, no importa lo que te hayan hecho"

Pasaron los días y se hablaban más y más, se fueron los meses y un bonito día Emmett se confeso:

-Rose, estoy enamorado de ti- dijo nervioso, no sabía como se lo tomaría

-Sabes? Yo también- Emmett se acerco y le dio un pequeño beso en los labios, lleno de amor

Despues de años , Rosalie recordó esa conversación y la sonrisa con hoyuelos de Emmett y le dijo:

-¿sabes algo? Tu sonrisa y presencia, fueron un rayo de luz en mi soledad