Ahora estás a salvo, pequeña – Me dijo ese hombre alto de ojos azules de aspecto benevolente.

¿Qué… qué ha sucedido c-con mi familia?

Han sido asesinados… Asesinados por unas criaturas que ni siquiera merecen un nombre… Los Lycans…

¿P-pe-pero que son esos… esos… Lycans? – Pregunte con un sollozo.

Son unas criaturas salvajes, desgarbadas y sin sentimientos, que pueden convertirse en lobos cuando quieren causar la destrucción.

Lloré con mas fuerza al oír esto último. Mi familia había sido asesinada por unas criaturas que ni siquiera eran parte de la naturaleza.

No debes preocuparte, pequeña. Estas a salvo con nosotros ahora – dijo ese buen hombre abrazandome – Te ayudaremos a vengar a tu familia. Verás. Nosotros conformamos una raza de inmortales que es enemiga de los Lycans. Nosotros somos mucho más racionales respecto a nuestro alimento. Somos la raza de los vampiros.

Me quede boquiabierta. ¿Así que esta era una lucha entra dos razas inmortales?

¿Qué puedo hacer yo? – Pregunté sin más. – Quiero vengar a mi familia.

Muy bien, pequeña. Con gusto te aceptaremos en nuestro aquelarre. Solo hace falta tu conversión en vampiro.

No me importó. Si convertirme en un ser por encima de lo natural era lo que necesitaba para vengar a mi familia, lo haría. Me dedicaría a buscar a los "Lycans" que asesinaron a mi familia y los mataría. Aunque tuviera que destruir por completo a su raza. Seguiría a éste hombre de nombre Viktor, este hombre que me daría lo necesario, lo necesario para mi venganza.