Resultados

Suzaku todavía no se acostumbraba a ser un civil más cuando Euphie cayó del cielo, vestida con seda y sonriendo con torpeza, como solo lo hace una dama de alta sociedad. Pensó cualquier cosa o nada: que incluso la realeza tenía que escapar a veces. La suponía, quizás, hija de algún militar importante. Esposa o futura esposa. Quizás una cortesana: prostituta con buena educación y modales para complacer a uno o más hombres privilegiados.

Y si su padre no hubiera muerto injustamente, ni siquiera habría tenido que inclinar la cabeza ante ella, pero así eran las cosas y se conformaba. Entonces resultó ser Princesa y Suzaku deseó que la tierra lo tragara, porque desde que dejara a Zero esa madrugada en las tinieblas, marchando hacia la luz y seguro de que si la suerte lo quería no sería ejecutado y de lo contrario, al menos se había prestado para que las manos en el poder hicieran lo correcto, todo venía saliendo distinto a lo planeado, a pesar de que a su alrededor sonaba una mala mezcla entre himno epistolar y coro celestial.