Disclaimer: Hey Arnold no me pertenece, todos los derechos corresponden a Craig Bartlett y Nickelodeon salvo la idea de la historia y los personajes inventados.

...

No hay nada en el mundo que desee más que saber que fue de mis padres y el motivo por el cual nunca volvieron. Unas semanas después de haber encontrado el diario de mi padre, recibí un paquete desde centro América, el cual tanto a mi abuelo como a mí nos sorprendió bastante.

Me encontraba desayunando junto a mi abuelo para ir a la escuela, cuando se escucha el timbre de la puerta.

- Yo iré abuelo – me levanté de la mesa y me dirigí a la puerta– Buenos días sr. Harvey.

- Buenos días Arnold, te ha llegado un paquete, firma aquí por favor.

- Seguro –tomé la tablilla– me pregunto quién me lo habrá enviado.

- Por lo que se, este paquete viene de muy lejos, déjame checar el remitente hmmm… aquí esta, viene de centro américa.

- Cielos, me pregunto que será, gracias sr. Harvey –tomé el paquete con una gran sorpresa al saber que viene de centro américa, cerré la puerta y me dirigí a la cocina con mi abuelo para terminar mi desayuno, coloqué el paquete a un lado de la mesa.

-Así que te llego un paquete chaparrito –preguntó con curiosidad mi abuelo sin soltar su periódico –

-Así es abuelo, es extraño, nunca había recibido un paquete.

- Es verdad, –haciendo a un lado su periódico– y ¿quién lo manda chaparrito?

- No lo sé, el sr. Harvey dice que viene de centro América.

- Mi abuelo me brindo una mirada de cómplice – tal vez te lo mando una admiradora secreta y cambio la ubicación para no ser descubierta por ti – entrecerrando los ojos.

- ¡Abuelo! – le reclamo a mi abuelo por la ocurrencia, como si eso pudiera ser posible.

- Se ríe del asunto – no tienes por qué molestarte chaparrito, solo estoy bromeando, además quien dice que no puedas llegar a tener a alguien que esté pensando en ti en este preciso momento – se ve una escena de Helga estornudando.

Muy gracioso abuelo, – regrese mi vista al paquete– me pregunto ¿qué será?

Tomo el paquete y comienzo a abrirlo, dentro se encontraba una nota la cual decía:

Arnold, por favor disculpa si no pudimos contactarnos contigo, pero hemos sufrido algunos percances que nos han obligado a renunciar a ti por tu propia seguridad y la de tus abuelos, en este paquete, encontrarás cartas que te habíamos escrito y algunas fotos que te explicarán el porqué de nuestra ausencia, estamos en una aldea oculta esperando el momento para reencontrarnos contigo, nunca hemos dejado de pensar en ti, con amor.

Tus padres Miles y Stella

- Abuelo es…– me quede en shock, no podía creer lo que acababa de leer– una carta de mis padres.

Fue una gran sorpresa el recibir noticias de ellos después de 8 años de ausencia, y más interrogantes surgieron en ese momento, ¿Qué les ocurrió para que no se pudieran comunicar con nosotros por tanto tiempo?, lo único que sabía es que estaban vivos y mi deseo de buscarlos iba en aumento; ese día me dirigí a la escuela y le comente a Gerald (quien ya me estaba esperando en el autobús) sobre el misterioso paquete que recibí esta mañana y acerca del diario de mi padre.

- Cielos viejo, esa sí que es una buena noticia, por fin tienes algo de información de tus padres –comenta haciendo ademanes con sus manos.

- Estoy muy emocionado por esto Gerald, el único problema es como iniciar con la búsqueda, han pasado muchos años desde que se fueron y bueno… no regresaron.

- Tranquilo Arni, sabes que están vivos y eso es lo que cuenta.

- Tienes razón, por lo pronto investigare el costo de un viaje a San Lorenzo e ir ahorrando un poco de dinero, mi abuelo no está muy convencido de ir a buscarlos, cuando le comenté que quería ir a San Lorenzo a buscarlos… bueno él se entristeció un poco, ya una vez perdió a su hijo, fue un golpe muy duro para él y la abuela y no le gustaría perderme a mí también soy lo único que le queda.

- Ya veo, creo que por ese lado entiendo lo difícil que es para tu abuelo el haber recibido esta noticia.

Llegamos a la escuela, Gerald y yo seguimos conversando sobre mi deseo de ir a buscar a mis padres, sonó el timbre y el Sr. Simmons llego más animado que de costumbre a dar la clase, no sabría cómo explicar esta sensación que estaba surgiendo dentro de mí, pero algo me decía que este no iba a ser un día cualquiera en la escuela.

- Niños, muy buenos días tengan todos ustedes, el día de hoy les tengo una sorpresa muy especial –remarcando con unas comillas aéreas la palabra especial como suele hacerlo el señor Simmons– verán, el día de hoy nos llegó una convocatoria para un concurso de ensayos a nivel nacional –se escuchan quejidos de parte de los alumnos– ¡Oh vamos, será divertido!

- ¿Los ensayos son sobre algún tema en específico señor Simmons? –pregunta con curiosidad e interés Phoebe acomodando sus lentes.

- Que buena pregunta Phoebe, no, el tema será libre y el ensayo contendrá un total de 10 cuartillas como mínimo y máximo las que ustedes consideren necesarias para el tema que trataran en sus respectivos ensayos.

- ¡Qué!, 10 cuartillas son muchas, es muy difícil escribir tanto ¿Por qué nunca hacen un concurso de comida? –pregunta con curiosidad Harold, aunque claro está, eso es típico de él.

- Te recuerdo chico rosa que ya hubo uno el cual gano él cabeza de balón, y si mal no recuerdo tu no aguantaste más de dos tacos y saliste corriendo, gritando ayúdame mami– se burla Helga imitando la voz de Harold– eres patético porky.

Toda la clase comenzó a reírse del comentario que hizo Helga.

- Déjame en paz ceja de oruga, había comido muy rápido en ese momento.

- Si como no –mostrando incredulidad, típico de Helga.

-Harold y Helga por favor dejen de discutir –rogaba el señor Simmons– además no les he dicho lo más importante niños.

- ¿Y qué es eso señor Simmons? –pregunta un confundido Gerald.

- Los premios, – sacando las copias de la convocatoria y repartiéndolas a todos– el primer lugar ganará un viaje a centro América, para ser más precisos será un viaje turístico a la hermosa selva de San Lorenzo – mostrando una enorme sonrisa y emoción – el segundo lugar se llevará un televisor de 32' y, por último, pero no menos importante, el tercer lugar ganará una suma monetaria como gratificación.

No puedo creer lo que nos acaba de decir el señor Simmons, todos estábamos emocionados por el concurso, si lograba ganar este concurso por fin podría ir en busca de mis padres.

- Señor Simmons, ¿el premio del primer lugar será solo para el alumno que gane el concurso? – pregunto con curiosidad, después de todo esta era la solución que estaba buscando a mi problema.

- No Arnold, el premio del primer lugar será para toda la clase del alumno ganador, claro que viajaran junto con algunos chaperones.

- ¿cuándo es la fecha límite de inscripción señor Simmons?

- La fecha límite es este viernes, pero tiene que ser el profesor titular, que en este caso soy yo el que los tiene que inscribir.

- ¿Qué esperamos todos?, vamos a participar para ganar ese viaje y no tener clases –comentaba Sid muy emocionado.

- Si vamos todos a participar –secundaba Stinky.

- ¿Entonces todos participaran en el proyecto niños? –preguntando con curiosidad y emoción a lo que todos felices gritamos un SI– perfecto, bien, les daré este pequeño formulario el cual será para la inscripción del concurso, si aún no saben qué tema escogerán pueden llevárselo y entregármelo mañana mientras realizo la petición para poder inscribirlos y así mandar el formulario completo a más tardar mañana.

Así toda la clase comenzó a escribir sus ensayos, en ese momento no lo había pensado hasta que comencé a frustrarme porque no avanzaba nada con mi ensayo y recordé las palabras de Harold, es muy difícil escribir un ensayo de 10 cuartillas, me comencé a desanimar y creí que tal vez sería una señal para rendirme pero… ¡no podía rendirme, eran mis padres después de todo!, así que me esforcé mucho; todos entregamos nuestros ensayos en la fecha establecida, ahora solo era cuestión de esperar los resultados, y así pasaron días, semanas, hasta que por fin nos llegó un sobre a la escuela, el señor Simmons espero a que todos estuviéramos en silencio, abrió el sobre y comenzó a leerlo, sus ojos mostraban una enorme sorpresa, mi primer pensamiento fue no puede ser, acaso ¿ganamos?, pero después mostró una mirada triste por lo que deduje que no habíamos ganado y después el señor Simmons hablo…

- Niños les tengo noticias sobre el concurso de ensayos –mostrando un tono de voz y mirada triste – niños…

- Por su expresión creo que no ganamos ¿verdad? – comento un decepcionado Gerald, toda la clase se entristeció.

- mostrando emoción – te equivocas Gerald, ¡ganamos el primer lugar! –todos los alumnos gritamos de la emoción – muchas felicidades a todos por su enorme esfuerzo.

Nunca pensé que nuestra clase pudiera ganar el concurso, cuando el señor Simmons nos dijo cuál fue el ensayo ganador me sorprendí bastante, era el de Helga, me quede con la boca abierta al igual que el resto de la clase, la verdad no creí que Helga fuera tan buena escribiendo, aunque claro que tampoco era tan poco probable ya que ella siempre lee libros y en la clase de literatura es muy buena, estaba tan feliz y emocionado por la noticia que no pude evitar mis impulsos y comencé a correr y abrazarla a lo que ella no pudo más que responder con un empujón.

Preparamos el viaje, durante el camino de llegada a San Lorenzo imagine una y otra vez como seria ese reencuentro, estaba tan emocionado de solo imaginarlo, pero claro que no iba a ser nada sencillo, trace un mapa e hice una lista de acuerdo a la información que mis padres me habían proporcionado en sus cartas, recibí el apoyo de mis amigos para esta misión, cuando por fin pudimos dar con ellos fue indescriptible, me quede en shock, en varias ocasiones había llegado a mi mente la posibilidad de no encontrarlos y que el paquete que llego a mis manos tuviera mucho tiempo estancado en la oficina de correo, pero una personita hizo que nunca perdiera mis esperanzas, quien lo diría, Helga G. Pataki si tiene nobleza, aunque siempre lo supe, siempre supe que en el fondo era una gran persona, solo que le daba miedo expresarlo abiertamente.

Una parte de mi quería correr a abrazarlos pero otra parte se hacía preguntas una tras otra, ¿Por qué nunca regresaron?, ¿Cuál fue ese motivo importante por el que esperaron tanto tiempo en comunicarse?, ¿acaso ya no me amaban como para volver a mi lado?; ahora que los he encontrado no sé cómo reaccionar, pero sin esperarlo fueron ellos, ellos dieron el primer paso, me abrazaron con todas sus fuerzas, pude sentirlo, realmente pude sentir ese amor que tantas veces me imagine, ese amor que siempre vi en mis sueños y que sentía en las historias que me contaba mi abuelo, en las palabras del diario de mi padre, sin dudarlo un segundo más, correspondí a su abrazo, fue tanta la felicidad que estaba acumulada en ese momento en mi interior que no pude contener mis lágrimas, fue el momento más feliz de mi joven vida.

Después de pasar unos días recorriendo la selva guiados por mis padres, llego el momento de regresar a Hillwood, acababa de encontrarlos y ahora tenía que perderlos de nuevo, eso me entristeció mucho, converse con mis padres de muchas cosas, me explicaron su situación, por fin pude comprender el verdadero motivo por el que no pudieron regresar a mi lado, no pude evitar preguntarles si pensaban volver, mis abuelos los extrañan y quieren verlos de nuevo, pero temía a su respuesta, esa respuesta que pudiera volver a entristecerme, tal y como un presagio en mi corazón, me la confirmaron, ellos no podían volver por el momento y no sabían cuánto tiempo más permanecerían en este lugar, mi mirada automáticamente se entristeció y no pude evitar bajar mi cabeza en señal de tristeza, mi madre se acercó a mi diciendo que no me pusiera triste, en algún momento se solucionarían las cosas y entonces ellos podrían volver, entonces fue cuando mi padre decidió hablar con franqueza, no podría olvidar esas palabras que retumbaron todo ese día en mi cabeza.

- Hijo, tu madre y yo lo hemos estado platicando por mucho tiempo, por eso decidimos mandarte ese paquete, sabemos que es una decisión muy difícil para ti, pero nosotros… – con un tono de voz serio que a su vez refleja tristeza y temor por recibir una respuesta negativa a sus deseos.

- Me acerque a mi padre y lo abrace, fija su mirada en mí – Te extrañamos mucho Arnold, y nos gustaría saber si ¿quisieras quedarte a vivir con nosotros?

- Sabemos que no es una decisión fácil de tomar ya que tus abuelos están en Hillwood y estamos conscientes de que estas muy apegado a ellos y por eso…

- Completamente en shock y con la mirada perdida ante tal propuesta, decidí tomar asiento junto a una silla ubicada a un lado de la mesa, no sabía que responder a esa propuesta, tenía muchas dudas aun en mi cabeza y, sobre todo, tenía la imagen de mis abuelos muy presentes, comencé a tartamudear de la impresión – yo… y-yo…

Fue completamente inesperada esa propuesta, dude mucho en la respuesta por mis abuelos, pero tampoco quería desaprovechar esta oportunidad de vivir con ellos, conocerlos, tener a mi familia completa y no sentir este vacío en mi corazón, quiero llenarlo con maravillosos recuerdos que se irán forjando con cada día que pase, cada día que viva con ellos, mi decisión fue dolorosa, pero era lo que mi corazón dictaba en ese momento, acepte la propuesta de mis padres; esa tarde nos guiaron al aeropuerto de San Lorenzo para que toda la clase pudiera regresar a Hillwood, le comente al señor Simmons mi decisión de quedarme con mis padres, claro que no fue fácil para el aceptarla pero lo hizo, le pedí a Gerald que le entregara a mis abuelos una carta que había escrito para ellos, me despedí de todos mis compañeros, fue doloroso pero sé que estoy tomando la decisión correcta, sin embargo, no podía mirar fijamente a los ojos a la heroína de esta historia, quien me ayudo a encontrar a mis padres, quien me alentó toda mi vida a seguir adelante, quien a pesar de sus bromas pesadas y su maltrato, siempre se preocupó por mí… Helga, fue muy difícil y más después de aquel momento en el bosque, donde tuvimos que separarnos del resto de la clase y pasó algo que me dejo perplejo, un beso, aquel beso que hizo crecer dentro de mi sentimientos los cuales sin lugar a dudas no había tenido hacia ninguna chica anteriormente.

No estoy seguro si estos sentimientos que están en mi corazón sea amor o algo semejante, pero ella, sus hermosos ojos azules, los cuales me derretían de una manera inexplicable, sé que lo que paso entre nosotros es el inicio de algo, pero para mí en estos momentos lo más importante es la convivencia con mis padres ahora que ya los tengo a mi lado; le explique la situación y ella comprendió, comenzaron a salir lágrimas de sus ojos, esos ojos que apuñalaron mi corazón al verlos llenos de tristeza, seque sus lágrimas y le dije…

- Helga, por favor no te pongas así – secando sus lágrimas y acariciando sus suaves mejillas – te puedo asegurar que regresare a Hillwood, este no es un adiós, es un hasta luego.

- Lo sé Arnold, pero… – bajo la cabeza en señal de tristeza, su voz sonaba entrecortada y le era difícil pronunciar palabra alguna – eso no quita que… que te extrañe, Arnold yo…

- No puedo evitar mi impulso y le coloco mi dedo en su boca – lo sé Helga, pero en estos momentos lo más importante para mí es estar con mis padres.

- Entiendo… – mostrando una gran sonrisa que a su vez refleja tristeza – te deseo la mayor felicidad del mundo Arnold, sé que este no es un adiós, nos veremos pronto.

- Claro, nos veremos después Helga.

- Te amo Arnold – comenzando a mostrar sonrojo en sus mejillas y un pequeño nerviosismo al darse cuenta de que me estaba acercando a ella, no podía detenerme, sentía el impulso de acercarme más a ella.

- Tú también eres muy especial para mí, mi amada Helga.

Y si, nos fundimos en un beso tan maravilloso, aun puedo sentir sus labios tan suaves, tan deliciosos. Le entregue mi preciada gorra azul como garantía de mi regreso y ella me brindo su lazo para el cabello, no pude evitar mis movimientos y le obsequie un abrazo seguido de un leve beso en la mejilla, el avión comenzó a partir, mientras los despedía, aún tenía esa sensación en mis labios, fue entonces cuando todo dentro de mí se aclaró, como si una tormenta se hubiera disipado, me había enamorado de ella, pero aún así creo que estoy siendo egoísta conmigo mismo, pues la estoy abandonando y no me gustaría jugar con sus sentimientos haciendo que espere algo que no tiene fecha de regreso, solo espero que algún día ella pueda perdonar mi egoísmo.

El avión despego, ese fue el último día que vi a mis amigos, nuestra despedida la cual no es un adiós, es un hasta luego pues regresare algún día a Hillwood y estoy seguro de que nos volveremos a encontrar, ahora no me queda más que recuperar el tiempo perdido con mis padres, poder disfrutar de aquello que me fue arrebatado tanto tiempo, pero hay algo, una sensación muy extraña dentro de mí, como si mi decisión fuera a traer una desgracia; ¡oh vamos Arnold!, ¿Qué podría pasar? Ahora estoy con mis padres por lo que no creo que ocurra algo ¿o sí?