Derechos: La trama es mía, por lo que me reservo su uso. Lo demás, ya saben de quién es.
El presente texto participa en el Mini Reto de mayo de "La Copa de la Casa 2016–2017", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Libro sorteado: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban.
Personaje seleccionado: Remus Lupin.
Descubriendo lo imposible.
Si Harry era un poco como James, sabía a dónde iría esa tarde.
A Remus no le sentaba bien la cercanía de la luna llena. Debió tomarse la poción matalobos hacía horas. Pero no, estaba en su despacho examinando un mapa que no creyó volver a ver, esperando que la mota de tinta con el nombre «Harry Potter» comenzara a moverse a donde él creía.
Lo del hipogrifo de Hagrid era espantoso. Él, mejor que nadie, sabía lo que era ser condenado por un lado bestial que no pidió. Así que estaba preocupado porque Harry fuera tan impulsivo y fiel amigo como James, queriendo estar con Hagrid en esos momentos de fatalidad… Aunque bien mirado, eso también lo habría hecho Lily.
Remus suspiró. No era el mejor momento de sumergirse en el pasado. Sin embargo, ese curso parecía causarle precisamente eso, recordar a sus viejos amigos una y otra vez, como una muy peculiar tortura sobre lo que pudo o no pudo hacer por ellos. James, Lily, Peter… Sirius…
Cuando sus ojos se fijaron en el Mapa del Merodeador, tuvo que parpadear repetidas veces, intentando aclararse la vista. ¿Acaso estaba algo mal?
No, no había nada mal. Se había perdido tanto en sus pensamientos que no notó cuando las motas de Harry y sus amigos salieron del castillo. Habían llegado con Hagrid y…
Imposible. ¡Aquello debía ser una broma!
—Peter…
El Mapa del Merodeador nunca mentía. Nunca. Así que… ¿Qué significaba eso? ¿Cómo era posible que Peter estuviera allí, en Hogwarts, cuando había muerto a manos de…?
—Oh, no…
Lo que empezaba a suponer era algo tan horrible como cruel, algo que parecía ilógico pero que podía ser la única explicación posible.
Sin perder tiempo, tomó el mapa del escritorio y abandonó el despacho, concentrado en las motas que se movían en los jardines, dejando en el olvido que sería luna llena, que no había bebido su dosis de poción y que tal vez, sería más un estorbo que una ayuda.
Sin embargo, tenía que estar seguro. Tenía que comprobarlo.
Por James, por Lily, por Sirius… Incluso por sí mismo.
Solo esperaba no llegar demasiado tarde.
