Hace ya varios años en Akihabara, distritito de Tokio en Japón, se propagó una pandemia que afectaba el ADN de recién nacidos, dicha enfermedad tenía un origen desconocido porque simplemente de la noche a la mañana apareció, científicos y laboratorios aún no han encontrado el origen concreto de dicha enfermedad o en este caso… mutación o para lo que muchos es… "una atrocidad", llevando a familias a abandonar a sus hijos en orfanatos si bien les iba, sino los dejaban en medio de la nada para que murieran. Llegando al extremo de tomar especímenes aun en desarrollo para someterles a pruebas brutales para encontrar la cura a esta pandemia que aniquilaba lentamente a la humanidad porque estos niños especiales a los cuales se les bautizo como "Akuma´s" dadas sus capacidades sobrehumanas para matar a los seres humanos a la menor provocación, los marginaban de la sociedad para evitar que esta nueva raza de seres siguiera apareciendo fallando ampliamente tanto el gobierno como el sector salud porque mujeres seguían y seguían teniendo bebés con extrañas capacidades.

Entre las características que distinguían a estos niños de otros eran: cuernos prominentes en la parte superior de la cabeza, telequinesis y el uso de vectores o extremidades invisibles invisibles para poder defenderse de cualquier tipo de ataque, a corta o cierta distancia ya que la desventaja de esto es que estos vectores no alcanzaban un largo de alcance de más de 15 metros y la más importante, quizás la más dolorosa es que solamente surge en bebes del género femenino como yo: Maki Nishikino, quién vive siendo perseguida, escondiéndose y defendiéndose de todo aquel que intenta hacerme daño.

Lo más triste de todo esto, es que también poseo emociones, sentimientos como cualquier ser humano y dada mi situación, duele cada vez que hago un amigo, me llego a enamorar de alguien o intento proteger a personas inocentes que quiero y que terminen muriendo en frente de mi o en mis manos dada mi inestabilidad emocional, ¿Por qué? Poseo 2 personalidades, está llena de miedo, tristeza y que solo busca encajar en el mundo y la otra, la despiadada, sanguinaria, aquella voz en mi cabeza que me pide matar sin piedad alguna a todo quien se me tope enfrente, pero esta tragedia inicio hace 17 años…

Hospital central de la familia Nishikino

Eran las 2:00 am, muchos doctores estaban en el área de incubadoras, mirando a una bebe en especial, la pequeña recién nacida Nishikino Maki hija de los directores de esa familia, el Dr. Nishikino observaba detrás del cristal a su pequeña quien estaba acostada en una de tantas incubadoras que habían tenía los cabellos rojizos como su madre, una tés clara y unos bellos ojos rasgados color violeta quien estaba absorta a lo que los doctores hablaban. Lucían preocupados ya que la pandemia "Akuma" estaba propagándose rápidamente y con pesar el padre de la pequeña debía aceptar que su hija poseía esa mutación porque a los costados de su cabeza en la parte superior eran visibles pequeños cuernos.

Lo siento director… Aunque usted sea el dueño del hospital no podemos romper las órdenes que vienen del gobierno, tiene 2 opciones: sacrificarla o mandarla a un orfanato — decía uno delos doctores sosteniendo una carpeta que tenía información de la niña.

No podemos permitir… que la reputación de nuestro hospital, el más importante de Japón se vea manchado porque usted dejó vivir a esta pequeña… a este monstruo… —

Ella no es un monstruo! Es… es… mi hija…. — El Dr Nishikino tomo de la bufando al doctor que se atrevió llamar "monstruo" a su hija pero tenían razón, soltándolo cerrando los puños mirando hacia donde estaba su hija, su pequeña Maki.

Tendrá que decirle a la madre sobre esto, y tomar una decisión… —

Con todo el dolor de su corazón, fue hacia el cuarto donde estaba su mujer y madre de Maki que estaba reposando después de su embarazo conectada a un aparato que registraba su pulso y de un suero inyectado a la vena, estando en la puerta con incertidumbre, con una sensación de asco en su estómago, indeciso en hacerle saber sobre la situación de la bebe decidiendo tocar y entrar tranquilamente siendo recibido por una cansada mujer que apenas si podía estar despierta sentándose a un lado para tocar su mano con las suyas acariciándola con suma termina pero su rostro se veía nostálgico, triste y frustrado, no sabía cómo lo tomaría su amada, siendo lo más cauteloso posible con todas y cada una de sus palabras.

Tomándose un ligero respiro, que fue más un suspiro hondo para empezar a hablar con serenidad pero con evidente dolor en sus palabras.

Mi amor… ¿Cómo estás? —

Estoy… cansada… pero estoy bien no te preocupes… ¿Cómo está la bebe? —

La bebe está en la incubadora, estable, peso 450 gr, tiene el mismo tono de cabellos que los tuyos… su mirada… es tan hermosa como la tuya…— Sonriendo de manera dudosa, cosa que noto de inmediato la Dr. Nishikino.

Cariño… que me estas ocultando… por favor… dímelo… — Intentando sentarse con dificultad, siendo recostada por su esposo de inmediato, mostrándose preocupada y casi al borde de las lágrimas. — ¿seguro está todo bien con nuestra pequeña Maki? —

Intento no llorar, se mantuvo fuerte lo más que podía, pero termino hundiendo el rostro en la orilla de la cama, aun sosteniendo la mano de su mujer con las suyas sollozando con demasiado dolor en su corazón, iba a decirle la verdad y aunque doliera, les partiera el corazón a ambos, tenían que afrontar la realidad, una triste y dolorosa realidad que los marcaria de por vida a ambos padres y desgraciadamente a una inocente Maki.

Nuestra hija… nació con la mutación… lo siento de verdad… no sabemos porque o cómo paso mi amor… de verdad lo siento… —

Mientes… Es mentira…. Dime… que es mentira! Mi hija… mi pequeña Maki! No dios mío… Mi pequeña!

La mujer había entrado en un colapso emocional severo que los latidos de su corazón estaban acelerándose al punto de cualquier momento darle un paro cardiaco, estaba histérica, llorando y golpeando con golpes llenos de frustración el pecho de su marido que estaba frío, no sabía que decirle en ese momento a ella, la situación empeoraría mas ya que su pulso de forma estrepitosa comenzó a descender sonando un pitido en aquel aparato, mientras empezaba a convulsionarse entre sus brazo su esposa entrando en pánico, saliendo de la habitación rápidamente para pedir ayuda de los demás doctores, enfermeras o quien estuviera cerca.

Necesito ayuda! Mi mujer está entrando en paro cardiaco, traigan un maldito desfibrilador rápido! — Acercándose a su esposa en estado de shock respiratorio tomo su mano apretándola con toda su fuerza, no quería perderla, no quería perder a su esposa e hija en el mismo día.

Despejen el área… por favor doctor, salga de la habitación… — unas enfermeras y un cardiólogo entraron a la habitación mientras el doctor estaba dando vueltas de un lado a otro, desesperado.. mientras podría escuchar: "1… 2.. 3.. despejen… 1..2… 3.. despejen" una y otra vez tratando de reanimar a su esposa que llego el momento en que su pulso estaba en 0, aunque intentaran reanimarla con electrochoques, la desgracia ocurrió, había fallecido.

Ya no había nada que hacer, el Dr Nishikino estaba devastado, no había palabras para describir el dolor, el agujero que estaba en su pecho, fue como una puñalada limpia que lo dejo sin vida literalmente, viendo como cubrían a su mujer con una manta decidió irse de esa zona para volver con su hija a quien con lágrimas en sus ojos veía impotente, habiendo tomado una elección: Darle la vida, aunque tuviera que abandonarla a su suerte, en un lugar lejano en el cual no pudieran encontrarla y estuviera a salvo. Se esforzaría en el tiempo que estuviera lejos de ella, para encontrar la cura a esa extraña mutación y así erradicar esa pandemia de una vez por todas , tomándola en brazos, saliendo del hospital para conducir su auto a toda velocidad hacia las afueras de Akihabara llegando al distrito de Narita, yendo hacia lomas alejado del lugar encontrándose con una comunidad oculta en la ciudad, estacionando su auto en una zona residencial de clase media llegando a una casa con un jardín lleno de lirios, tocando el portón.

En pocos minutos salió una mujer de no más de 30 años de edad de cabellos color marrón y mirar en tono violeta como el de Maki, mientras lo veía con extrañeza pero reconociéndolo al instante pasando a asombrarse enormemente.

Usted es el famoso doctor Nishikino… vaya… que honor el que este en este lugar.. gusta pasar a mi humilde casa… —

Mil perdones señorita… por la molestia de verdad… no sé cómo decirle esto… — Acercándose con su bebe en brazos que soltaba pequeños balbuceos.

¿Es un bebé? — Intrigada por lo que estaba pasando lentamente el doctor se la entregó en brazos mientras, se alejaba unos pasos detrás de ella estando muy confundida.

Su nombre es Maki… No tiene madre, ni padre, esta huérfana… y no quiero que se quede sin un hogar, sin una familia espero tú puedas darle un hogar y el amor que sus padres no pudieron darle— Cada palabra era como una daga que el mismo se clavaba, pero aguanto, con la poca o mucha fortaleza que le quedara, mientras se alejaba de ahí, pero antes de entrar a su auto pregunto su nombre. — ¿Por cierto, cuál es tu nombre? —

Yukki, Yukki Anju señor… —

El padre, destrozado tuvo que sonreír por última vez antes de despedirse de su hija mientras entraba a su auto para alejarse de ahí lentamente con demasiadas emociones acumuladas en su interior mientras la chica de cabello marrón, observaba a Maki quien tenía los ojos abiertos dándose cuenta que era del mismo color que los suyos, mientras la menor tomaba con sus diminutas manitas su meñique, adentrándose la mujer con ella en brazos cerrando la puerta tras de sí, este sería el inicio de una nueva vida para la pequeña Maki, una vida en ruleta rusa donde todo a su alrededor se vería afectado por su maldición, una que la llevaría a sentir una gran depresión y encerrarse en si misma… pero posiblemente en un futuro habría una salvación para ella, nada está escrito y el destino siempre puede cambiar.

10 años después

Maki… a desayunar… hija… llegaras tarde a tu primer día de secundaria —

Una voz escuchaba la ahora Maki de 10 años de edad, que se veía como una muñeca de porcelana, su piel era suave y hermosa, su mirada era dulce e inocente, su cabello que estaba hasta sus hombros estaba radiante, pero en ese momento era todo lo contrario ya que se estaría levantando tallándose los ojos mientras los rayos del sol iluminaban sus ojos para terminar por despertarse, viendo que eran las 7:00 am y entraba a las 8 a su escuela Otonokizaka que estaba en Akihabara debía tomar un desayuno rápido para tomar un taxi que la llevara a ese lugar.

Ya estos lista mami… — bajando de las escaleras con mucha energía como siempre se iva a sentar a la mesa para comer su desayuno, mientras su madre quien trabaja en una agencia de idols ya estaba lista para irse a trabajar.

Cariño… lamentó no poderte llevar en tu primer día de clases en secundaria prometo que en la noche que llegue te hare tu postre favorito — se acercaba a ella mientras besaba su frente para darle una última sonrisa antes de irse.

Maki por otro lado terminaba su desayuno y tomaba sus cosas para salir a la parada de taxis para tomar uno, que al poco rato llego, entrando al mismo el conductor se extrañó al ver una niña hermosa sola y rumbo a la escuela, pero bueno no le dio muchas vueltas al asunto llegando a Otonokizaka, sonriente y con un brillo en sus ojos ya que era una nueva escuela a la que asistía con la esperanza de hacer amigos. Llegando al salón de clases ya que días antes había arreglado el papeleo su madre con la directora Minami, entrando al salón de clases mientras su entusiasme también crecía lentamente, sentándose en un pupitre a esperar a la profesora, todos le miraban con atención ya que era llamativa, en eso su mirada se cruzó en 2 niñas, una de cabellos castaños cortos y de lentes junto a otra de cabellos naranjas quienes la saludaban una tímida y otra enérgica. Llegando finalmente la profesora los saludo cordialmente y les deseo lo mejor en este nuevo ciclo que iniciaba prosiguiendo con las presentación de cada uno de los alumnos, mientras uno a uno pasaba llego el momento de presentarse ante los demás una de las 2 chicas que les saludo antes, parándose la castaña de su asiento.

Etto… Mi nombre… es Ha…na.. yo… Hayano Koizumi, mu.. cho… gusto en co.. no.. cerles.. — Dicho esto se sentó con la cara totalmente roja jugando con sus dedos mirando hacia su pupitre, siendo la siguiente la peli naranja.

Mi nombre es Rin…. Rin Hoshizora nya… es un gusto en conocerles nya…. —Actuando cuál felino la chica saludo enérgicamente a todos, ganándose la risa de algunos ya que les parecía gracioso… pero poco esto le importó ya que se sentó nuevamente.

Todo siguió tranquilo y llego el turno de Maki de presentarse, estaba nerviosa y temblando ligeramente, levantándose de su pupitre respiro hondo y lentamente se presentó ante los demás de forma respetuosa y elegante finalizando con una sutil reverencia dejando a todos con la boca abierta.

Mi nombre es Maki, Maki Nishikino es un placer conocerles —

Y así prosiguió la clase tranquilamente hasta que llegó el receso saliendo Maki del salón iría hacia los jardines para tomar su merienda tranquilamente, siendo mirada por todos llegando a una banca bajo un árbol en esos jardines llenos de lirios sentándose para comer con toda la calma del mundo, pero al cabo de unos minutos escucho risas y al parecer unos gritos de auxilio, levantándose de su lugar dejando su desayuno en la banca para ir hacia dónde provenían esas voces, topándose a Rin y Hanayo siendo rodeadas por unos niños, quienes se reían burlones, uno de cabello negro sostenía un pequeño gato que Rin intentaba quitárselo pero era inútil era más alto que el posiblemente un año mayor que ellas, Hanayo estaba detrás de ella, tomándole de los hombros asustada intentando detenerla.

Damelo! Koga… ese pequeño animalito no te ha hecho nada nya… devuélvemelo nya… —

Jaja solo si lo alcanzas… — Lo alzaba una y otra vez de su alcance, riéndose con burla y sorna ya que con cada salto que daba Rin no lograba alcanzarlo.

Suéltalo… por favor… — Imploraba Hanayo pero no le hicieron caso, los otros niños se acercaron y le quitaron sus lentes— Den..me.. mis lentes no veo… —

Esto a la pequeña pelirroja le hizo sentir muchísima rabia, así que se acercó hacia ellos con las manos en sus caderas sin sentirse intimidada, exclamando a los 4 vientos.

Devuelve eso, niño bravucón… no es tuyo… —

Oh… y tu quien eres… — decía Riito un niño de cabellos azules, sonriendo con arrogancia, acercándose a ella encarándola— Niñita, si no quieres salir lastimada.. vete de aquí esto es asunto de mayores

Hmp! Si de mayores… cómo no!... —De golpe le golpeo la entrepierna mientras le hacía caer de dolor, se había confiado demasiado que le dio un rodillazo certero que lo retorcía de dolor. Reaccionando los demás niños rodeándola.

Así que tienes agallas, niñita, entonces recibirás tu merecido. — Los niños se lazaron hacia ella para golpearla, sin importarles que fuera una niña y menor que ellos, pero esta niña aparentemente indefensa los apaleó uno por uno dejándolos en suelo, algunos con huesos rotos, otros con moretones, dejando solo a Koga en el camino.

Eres… una… — Viéndose solo contra ella y con el gato en su mano, lentamente lo bajo como diciéndole "tu ganas" alejándose lentamente de él. — Bien… bien tu ganas… pequeña, lo dejo en el suelo y las dejare en paz.

Grave error, ya que al haber bajado la guardia Maki al intentar tomarlo al agacharse, Koga sacó un cuchillo y tomo el gato del cuello, degollándolo de golpe carcajeándose y tanto Rin como Hanayo gritaron completamente atónitas ante tal atrocidad, pero ahí no se detuvo el chico, ya que con el cuchillo ensangrentado, comenzó a destazar al gato, destripándolo, esparciendo sus vísceras, en el suelo dejando una gran plasta de sangre y resto de ese indefenso animal, en el suelo apuntando con su cuchillo hacia ella, con su ropa ensangrentada, burlándose con ironía. Por otro lado Maki estaba sin palabras, sus ojos en blanco presenciar esa escena había sido demasiado para una niña de apenas 10 años de edad, las otras 2 se abrazaban llorando y gritando para que alguien las escucharan, pero era tan grande la academia que tardarían algunos minutos en llegar algunos maestros.

Tal atrocidad le había producido asco, teniendo ganas de vomitar, paralizada y con la mirada vacía lentamente sus dedos se movían su mirada estaba perdida en el otro chico, poco a poco esos ojos violetas se llenaron de lágrimas que se derramaron por sus ojos, furiosa era poco para describir lo que sentía en su interior. Pero de manera extraña una voz exclamo en su mente:

"Asesínalo… no merece vivir" —

No… está bien…—

"Mató a un indefenso gato… te apunta con un cuchillo, si no lo matas, tu serás la siguiente o peor aún, esas niñas serán sus siguientes victimas… solo mátalo…"—

Estoy indefensa… —

"Bien te daré una mano…" —

Cómo si un interruptor se apagara, lentamente Maki seco sus lágrimas y su rostro estaba serio y frio, comenzando a dar pasos hacia Koga que le apuntaba con su cuchillo amenazándole con matarla, pero al no reaccionar apunto su cuchillo a las otras 2 que temblaban de miedo y ya que lo que hacía no daba resultado corrió hacia ellas pero antes de siquiera poder darles una estocada su mano se partió, como si una oz invisible la hubiera triturado partiendo hueso, ligamentos, músculos, un corte perfectamente bien hecho haciendo que el chico se tomara la muñeca cortada mientras emanaba sangre, gritando de dolor cayendo de rodillas, mientras los otros chicos se levantaron de golpe incrédulos ante aquello con la intención de vengarse la atacarían pero uno a uno era triturado de forma rápida escuchándose gritos agónicos pidiendo ayuda pero Maki solamente caminaba en dirección a Koga mientras que los otros niños eran cortados de sus brazos, piernas, hubo a algunos que las vísceras se les salieron por cortes en su estómago, a otros las cabeza les explotaba regando sus sesos a su alrededor, esa imagen había sido sacada de la peor película de terror.

Finalmente habiendo triturado y dejado en el suelo en grandes charcos de sangre a quienes se interpusieron en su camino, llego hacia el caído Koga que lo miró con una expresión aterradora, lográndose ver en ella sus cuernos, gritando aterrado, pidiendo piedad, implorando perdón pero la pelirroja no reaccionaba, para nada, en tan solo milisegundos fue levantando en el aire como y todos sus miembros fueron separados, brazos, piernas, su cabeza igualmente explotaría dejando sus restos intestinales en gran charco de sangre en el suelo, algunas paredes cercanas, arboles incluso flores estaban manchadas con grandes cantidades de sangre. No había palabra alguna para decir lo que exactamente paso.

Volteando esa mirada diabólica hacia Rin y Hanayo estas se pegaron contra una pared cercana rogando por que no las asesinara, para de la nada ser golpeada por la espalda cayendo inconsciente en el suelo, todo se volvió negro, había nacido en ese momento una parte de Maki que sería una gran amenaza para quien se interpusiera en su camino, se iniciaría una serie de asesinatos, persecuciones y derramamientos de sangres atroces alrededor de esta chica que desde el primer momento de su existencia, estaba destinada a encontrarse con la fatalidad de la muerte, ser el juez y verdugo que la propiciara.

Nota del autor: si ya leíste este primer capítulo y este final te pareció demasiado atroz para ti lector, te recomiendo no sigas leyendo, porque se pondrá más y más fuerte… bajo advertencia no hay engaño, nos vemos en la próxima actualización.