Samus y Zelda son personajes de Nintendo, yo no tengo derechos de nada más que la historia que estás a punto de leer. ¡Disfrútalo!
¿Qué estás pensando?
-Samus, te amo – Fue lo que dijo Zelda mirándome a los ojos. Siempre me han gustado mucho sus ojos, su rostro y su cuerpo, incluso como Sheik me siento atraída a ella, pero no podía decirle que yo también me siento de esa forma. Todos a mi alrededor mueren, es como si yo fuera un hoyo negro que sólo atrae destrucción y muerte, tal vez ese es mi destino y si es así no quiero a la persona que más amo expuesta también. No es que no quiera ser feliz, pero me he dado cuenta que todo lo que me importa suele desaparecer: mis padres, los chozo, planetas y tantas cosas más que me han ocurrido.
De verdad quería decírselo y, seguramente, aunque supiera todo a lo que se expondría al estar conmigo lo hubiese aceptado, porque así es ella y eso también me gusta, es capaz de sacrificarse por los que ama o por aquello en lo que cree. Sí, de haberlo hecho estaríamos juntas y seríamos felices por algún tiempo… pero como suele pasarme, mi supervivencia estaría a expensas de su vida ¿Qué clase de persona puede hacerle eso a quien ama? Si de verdad es amor no creo que haya alguien capaz de hacerlo.
-Lo siento Zelda – Fue lo que respondí en lugar, me concentré para parecer lo más fría e insensible que podía, como si no me importara aunque por dentro se me rompía el corazón. Me di media vuelta dejándola llorando, lo hubiera hecho yo también de no ser por Snake que llegó en ese momento a hablar conmigo; es horrible lo que hice, pero fue por su bien a pesar de que ella no lo entienda. Fue por amor.
Parece que lo ha ido superando, pero aún así a veces me ve y parece que fuera a llorar. A veces la observo desde lejos sin que se dé cuenta, es lo único que me queda.
-¿En qué estas pensando? – Snake debe haber notado que he estado ausente en su explicación de cómo salvó al mundo
-En las tonterías que hago ¿Me decías? –
FIN
