Pecar es inevitable

Por: Mirchuus

Disclamer: Rurouni Kenshin no me pertenece, todos sus personajes y la historia son propiedad de Nobuhiro Watsuki, y esta historia no tiene fines de lucro, únicamente por diversión.

Advertencia: Esta historia es un Universo Alterno. Además, se encuentra basada en la versión argentina del manga.

Aclaración: En este primer capitulo deformo la expresión "meada por un perro" (que es una expresión que simboliza la mala suerte), reemplazando el animal por un elefante para dar a entender que esa mala suerte es aún mayor.

¡Ojalá disfruten de la lectura!

1. Ira

Los pájaros cantaban, el sol brillaba, las sakuras estaban florecidas esplendorosamente, Misao daba saltitos de felicidad… y ella, bien, ella se sentía meada por tres elefantes.

Cerró de un portazo la puerta de entrada al salón, tan fuerte que Yahiko, quien había ido a ver a su hermana adoptiva para pedirle dinero, creyó que un sismo número cinco en la escala de Mercalli se había producido.

He de decir que Yahiko, al ver la cara de Kaoru, hu… No, él era Yahiko Myoujin, él no huía despavorido, él sólo decidió dejarla en paz.

Oh, sí, casi me olvidaba: Kaoru hasta le había puesto nombre a cada elefante. El primero se llamaba E.

Él parece andar coqueteando con otra…

Eso había dicho la zorra de su amiga Megumi.

Creo que debemos tomarnos un tiempo, Kaoru. A veces creo que nuestro noviazgo no funciona.

Pateó una silla que se encontraba desafortunadamente en su camino. Por suerte estaban en la hora del almuerzo y el salón estaba vacío. Luego rayó con fuerza en el pizarrón la palabra Ni. Sí, ese era el nombre del segundo elefante.

Aunque, si quieres… —le dijo mientras se le acercaba peligrosamente— podemos quedar como amigos con derecho —terminó, y le plantó un beso en la boca.

Al tercer elefante lo denominó Shi.

— ¡¡Púdrete!! —gritó con todas sus fuerzas por la ventana, opacando el cantar de los pájaros.

— ¿Qué sucede, señorita Kamiya? —escuchó la pregunta que provenía de su espalda.

— ¡¿Y a ti que te importa?! —respondió llena de enfado a la vez que se dio la vuelta. Y se quedó de piedra—. ¡Profesor Himura!

Frente a ella se encontraba el único profesor que hacía la historia entretenida.

— ¿Señorita Kamiya?... –preguntó el pelirrojo con una sonrisa amable en su rostro - ¿Puedo ayudarle en algo?

— Eh, yo… —balbuceó mirando al punto opuesto del salón.

— Tiene razón —sonrió Himura—. No tiene la obligación de contármelo.

Kaoru suspiró y se secó las transpiradas manos en la falda. Mientras se oía el timbre que marcaba el inicio al próximo periodo.

— Pero sí es un problema amoroso –añadió él-, sepa que usted vale mucho más de lo que cree —sonrió y se sentó en el escritorio para preparar su clase, la cual se comenzaba a llenar.

Kaoru se quedó en blanco, contemplando al profesor explicar el No-Se-Qué de la Guerra Fría (así lo denominó ella). Miró hacía arriba, únicamente había techo, parece que ya no tenía ningún nubarrón encima de su cabeza.

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Nota del Autor: Primero que nada, ¡muchisimas gracias por leer! Si digo la verad, esto surgió de andar leyendo tanto Full Metal Alchemist (ya habia visto el anime, pero empeze el manga y es bastante distinto). ¿Y como de Full Metal pase a RuroKen? Ni yo sé XD.

No me gusta andar pidiendo review, sólo me gustaria saber si a alguien le gustó.

Antes de que me despida, muchisimas gracias a Midory, por ser mi beta :D

Espero que nos veamos pronto, ¡besos!

Mirchuus