Los personajes de "Angels Of Death" NO me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos autores.
Los textos en cursivas son pensamientos ;)
Zack comía tranquilamente frituras mientras veía la tv. El día se tornaba gris con un aire gélido soplando fuertemente en las afueras.
–JAJAJA este programa sí que es divertido – rió, mientras veía un programa de muertes estúpidas.
Buscó la soda que había dejado a un lado del sofá y bebió un poco, hasta que la razón de su eterna incomodidad apareció.
–Zack – saludó la niña.
–Mmm.
Ella tomó asiento a su lado y lo observó en silencio. Ahí estaba ese sentimiento de nuevo, odiaba cada vez que invadía su espacio personal, ya que siempre su corazón se aceleraba sin sentido.
–¿Qué demonios pretendes? – escupió de mala gana.
–Nada – le respondió la pequeña, totalmente acostumbrada a lo bipolar que Zack solía ser.
Trató de ignorarla y seguir disfrutando de su amado programa, pero cuando su mirada volvió al televisor este se encontraba apagado.
–¡Qué mierda!
Intentó una y otra vez encenderlo con el control remoto, pero eso nunca sucedió.
–¡Esto es el puto colmo! – exclamó, lanzando el control remoto a cualquier lugar.
–Zack…
–¡QUÉ!
–Se fue la luz – señaló Ray, haciéndole ver que no había ni un solo foco encendido.
–Demonios… tan solo apareciste y pasó esto, sí que tienes mala vibra.
Ella no dijo nada, solo continuó observándolo en completo silencio mientras por fuera el viento gritaba furioso.
Los segundos pasaban uno tras otro, él se cruzó de brazos intentando ponerse cómodo, pero entre más tiempo pasaba más incómodo se sentía.
–¿QUÉ TE SUCEDE? – gritó, colocándole ambas manos en sus hombros. – ¿¡Acaso tengo algo en la cara!?
–Sí – una simple respuesta que lo calmó momentáneamente.
–¿Ha?
Sin previo aviso, ella tomó su rostro con ambas manos, provocándole un escalofrío.
–Tienes algo que me interesa – seguido de esas cortas palabras, lo beso en los labios.
–¿Qué diablos está haciendo?
Por segundos se permitió disfrutar los labios de la pequeña, pero rápidamente reaccionó a sus acciones, empujándola lejos de él.
–¡A…Aléjate! – su cuerpo estaba temblando y respiraba con dificultad.
–Dulce y suave, como me lo imaginé – dijo la niña con ligero rubor, después de eso se retiró del lugar, dejando a Zack aún más confundido.
–¿QUÉ COÑO ACABA DE PASAR?
Nunca entendería las acciones de Ray, pero de entre sus locuras esta excedía los límites de su decencia. Sin embargo, no importa cuanto lo negara, él correspondió así fuese por segundos.
Rachel caminaba rumbo a su habitación pensando sólo una cosa.
–Lo quiero para mí.
