Holaa aquí yo X3 su tierna y querida escritora… ahahahah ok no. bueno como sea, decidí escribir esta pequeña y extraña e romántica espero que les guste :3
resumen completo : Cuando eran pequeños su abuela le había regalado a cada uno una linda y antigua e pequeña cajita musical, que adentro salía un hermoso príncipe de cabello negro y ojos ónix. Podrán decir que era una estupidez, pero… Fue amor a primera vista.
Con el tiempo la soledad era insufrible, sin decir que estaban enamorados de sus príncipes de la caja musical.
No puedo continuar enamorado de alguien que no existe…-susurro mientras se limpiaba las pequeñas lagrimas.-ojala que fueras… real… Sasuke…
Debo conseguirme a alguien de verdad Itachi…-murmuro mientras cerraba la tapa de la caja musical, de así deteniendo la dulce melodía que salía en ella.
~SasuNaru ItaDei ~
Era comienzo de primavera, en el patio de una pequeña y tradicional casa se encontraba corriendo un pequeño rubio de hermosos ojos azules, que curiosamente tenía tres marquitas en cada mejilla que lo hacía ver increíblemente adorable. Naruto ese era su nombre, Detrás de el corría su hermano mayor, cabello rubio tan liso y brillante. Al igual que su hermano era poseedor de unos hermosos ojos azules, que respondía al nombre de Deidara.
-¡ven aquí Naruto!- gritaba el blondo mayor – ¡devuélvame a mi Sasori no Danna!
- jajajaja alcánzame si puede 'dattebayo – respondió del mismo modo mientras agitaba han el aire una pequeña marioneta, de cabello rojizo. Esta tenía un extraño atuendo negro y con nubes rojas- ¡Dei-niisan eres lento!
-¡NARUTO!
-¡niños!- la dulce vos de una pelirroja hiso que se detuvieran su "juego" y voltearan a verla- su abuela ah llegado, vengan a saludarla.
Les informo- bueno les ordeno – los pequeños a regañadientes asintieron, el rubio le dio la marioneta a su hermano mayor, para así entrar y saludar a su querida abuela Tsunade. Una vez adentro sus rostros cambiaron a uno aburridos a uno lleno de felicidad al verla, corrieron a abrazarla. Esta le devolvió el mismo gesto mientras le daba un beso en el rubio cabello de los menores.
-Obaachan que nos trajiste 'ttebayo- pregunto completamente alegre el tierno kitsune.
-¿también me trajiste algo Tsunade Obaachan Hhm? – secundo el rubio mayor mientras sonreía alegre como su niichan.
-jeje jeje claro que les traje algo pero primero, devuélvame mis manos para dárselo- pidió ya que los menores la tenía tomada de las manos, los pequeños la soltaron mientras reían un pocos nerviosos.- bueno cuando estaba en Okinawa encontré una pequeña tienda de antigüedades y me encontré con esto.
-¿qué es 'dattebayo?- pregunto el pequeño al ver que su abuela sacaba un par de cajitas- ¿unas cajitas? ¿Que tienen dentro 'ttebayo?
-Naru son cajitas musicales, muy antiguas- sonrió la rubia- y tiene una interesante historia ¿quieren oírla?
-Siiiii –dijeron al coro el par de niños.
-bueno, mientras yo iré a prepararles una galletas – comento sonriente la pelirroja mientras los dejaba solos en la sala.
-¡cuéntanos la historia Tsunade-Obaachan Hhm!- pedía contento mientras se sentaba en el mueble del frente junto a su hermano.
-bueno verán, cuando compre las cajitas musicales, la vendedora me conto la historia que había atrás de estas cajitas – contaba mientras abría las cajitas, dejando sonar la dulce melodía. Dentro de ellas en cada una había un muñequito, cada uno era distinto. El que estaba a la izquierda tenia rasgos un poco entre joven y mayor, se podía notar que tenía unas marcas debajo de sus ojos, dándole un aspecto cerio, sus ojos a pesar que se veían pequeños -obviamente – eran tan oscuros en cierto modo brillaban, su cabello era un poco mar largo, al igual que sus ojos era negro, su traje era uno de esos de época una larga capa descendía en su espalda y a un costado de su cintura tenía una espada envainada. La caja de este en su interior tenía unos pequeños tallados… en ese decía "Itachi" el de la derecha era un muy joven, sus ojos Ónix resaltaba en su artificial piel, su cabello negro con pequeños reflejos azueles tenía una estaña forma, al frente en su rostro descendía a cada lado un flecho grueso y en la parte de atrás era extrañamente levantado en puntas. Este al igual que el otro muñeco tenía un traje de época, pero este tenía una capa azul oscuro y en su cintura igualmente tenía su espada envainada, y al igual que la otra en su interior tenía un tallado donde decía "Sasuke" - hace mucho, mucho tiempo… habían dos príncipes, ellos eran los jóvenes más hermosos que habían en ese entonces. Y a causa de su belleza fueron obligados a comprometerse con dos jóvenes del el reino vecino, ambos hermanos estaban desacuerdo con dicho compromiso y trataron de anularlo ya que ellos querían encontrar a su amor verdadero…
-¿y que mas sucedió Obaachan?- preguntaron ambos a la misma ves los rubios mientras miraban con interés a los dos muñecos.
-pues, lastimosamente quienes eran sus prometidas, Ellas utilizaban un extraño tipo de magia antigua y convirtieron al menor de los príncipes en una cajita musical. Su hermano mayor el cual no estaba cuando ocurrió eso, había llegado unos minutos después Para encontrarse a su querido hermano menor convertido en una caja musical. Él les ordeno que lo convirtiera en lo que era antes, pero… ninguna de las mujeres quisieron escuchar y de la misma manera lo convirtieron en una caja musical… las prometidas creyeron que con eso aprenderían la lección e intentaron de volverlos a la normalidad… pero no pudieron, con miedo escondieron a los príncipes en un sótano. Hay nadie los encontraría, eso ellas creyeron… ya que con el tiempo una joven la que limpiaba el palacio las encontró y A necesidad de dinero las vendió… ambos príncipes fueron cambiando de dueño por dueño, por miles de generaciones… atrapados en el hechizo de esas mujeres, por que el único deseo de ambos príncipes era encontrar el amor verdadero…
-Obaa…Obaachan… sniff, sniff es muy triste la historia 'dattebayo- decía el pequeño kitsune mientas limpiaba sus tiernos ojos y la nariz que botaba un poco de moco- esas mujeres fueron muy malas 'ttebayo! Ojala le hubieran pasado algo malo…
-no digas eso Naru, es malo desearle algo malo a alguien- regaño la rubia, sacando un pequeño puchero del rubio
-Naru-niichan tiene razón Hhm, esas mujeres los transformo en cajas musicales –explico mientras miraba a una de las cajitas- no pudieron cumplir su deseo de encontrar el amor verdadero Hhm…
- cierto, pobrecitos no pudieron encontrar su felicidad 'dattebayo- dijo el menor mientras tomaba una de las cajita en sus manos, y sonrió tristemente mientras con su dedo índice tocaba la figura del príncipe/muñeco-¿nee Obaachan eso… en realidad sucedió 'ttebayo?
-en realidad según me dijo la vendedora si…
-¡oh! ¡Entonces ellos son los príncipes Hhm! – tomo en sus manos la otra cajita y se puso a detallarla, mientras sonreía ampliamente- ¿Itachi… así es como se llama?
-este dice Sasuke 'ttebayo –secundo el menor de los Usumaki.
-bueno ya que ustedes mismo los eligieron, cuídenlos Naru tu cuidaras al príncipe Sasuke y tu Dei cuidaras al príncipe Itachi – sonrió tiernamente la rubia mientras miraba a los dos pequeños que se le iluminaban los ojos y sonreían radiante.
-lo prometemos Obaachan cuidaremos de ellos y le ayudaremos a romper ese hechizo 'dattebayo!
La rubia sonrió divertida al ver como sus nietos emperezaban a planear como romper el hechizo, los días pasaban y los pequeños estaban completamente encantados con sus cajitas, su imaginación volaba, sus juegos de aventuras en el patio trasero de la casa, y en las tardes se ponían a dibujar varias historias sobre los príncipes mientras la dulce melodía los inspiraba…
-Dei-niisan, ¿uno se puede enamorar de alguien que es un muñeco 'ttebayo?- pregunto inocente mente Naru mientras miraba los ojos de su príncipe Sasuke que extrañamente brillaban ante su presencia.
- yo creo que si Naru, te gusta Sasuke cierto Hhm- indago el mayor mientras hacía lo mismo con su príncipe Itachi, sus mejillas se tiñeron en un leve color carmín. Había algo en esos ojos finamente pintados que le atraía.
-¡claro 'dattebayo!- dijo alegremente – quiero romper el hechizo para que el sea feliz conmigo.
-yo también niichan... ¡ya lo veras pronto ellos serán como antes Hhm! ¡Serán felices con nosotros!- ambos sonrieron, no se darían por vencidos, Naruto en ese entonces tenía nueve años y Dei once, y eran consientes de que era una estupidez sus ideales, pero no perderían la esperanzas, muy pronto estarían con sus príncipes y vivirían felices…
Habían pasado ya nueve años, nueve largos años. Las cosas en cierta parte cosas cambiaron, Naruto estaba preparándose para entrar en la Universidad de konoha y Deidara había acabado de llegar de parís, sus padres hace cuatro años habían fallecido en un accidente automovilístico, sus abuelos vivan en alguna parte de Japón.
Naruto cerró con cansancio su cuaderno, estaba estudiando para una prueba que tenía en una semana, cerró los ojos, estaba agotado ya no quería leer mas. Se estiro aun en su cilla y poso sus ojos en la cajita que estaba cerrada al lado de su mesita de noche. Sonrió débilmente y se acerco a su cama para así acostarse en ella. Estiro su brazo y abrió la cajita, para así desatar la bella melodía la cual que se sabía de memoria…
Se quedo observando aquellos ojos pintados, que por absurdo que sonase parecían que solo lo observaban a él… ya había pasado tres meses desde que había rompió con su novio, siempre era igual, nunca pasaba de más de dos meces, y si intentaba de tener sexo algo malo sucedía o interrumpía.
-hay Sasuke, dime qué harías tu 'ttebayo – le murmuro al muñeco- se que no soy perfecto, pero ¿cómo le hare para encontrar una persona para que me ame 'dattebayo…?
Cayo por un momento esperando que él le respondiera, pero sabía que eso era absurdo.
-por supuesto que no encontrare a nadie… – se respondió el mismo con desgano- mañana es San Valentín y no tengo pareja, sin decir que soy un idiota enamorado de un muñeco inanimado de una cajita musical…
Si todos sus compañeros, habían quedado en ir al festival que harían en ese día, siempre todos los años… y justo en ese día la pasaba solo ¿acaso era mucho pedir enamorase de una persona real? Desde que le habían regalado esa cajita, no pudo evitar enamorarse es que simplemente era perfecto, tan irreal. Pero hace años había dejado de creer en aquella historia, pero eso no evitaba tener esos fuertes sentimientos por el príncipe de cabello oscuro, él era el único que lo consolaba en sus peores momentos. Sonrió tristemente, cuando murieron sus padres no pudo evitar encerrase en el closet junto con la cajita, no pudo evitar derramar algunas lagrimas… después de todo el siempre está con el… pero aun así debía… debía dejarlo…
-No puedo continuar enamorado de alguien que no existe…-susurro mientras se limpiaba las pequeñas lagrimas.-ojala que fueras… real… Sasuke…
Si él fuera real todo hubiera sido diferente… no estaría llorando como un tonto, todo por culpa de su mala suerte… era guapo eso estaba claro, pero cuando salía con alguien. Siempre metía la pata, una u otra estupidez hacia…
-no puedo seguir enamorado… no debo rendirme…- cerro la tapa de la cajita- tengo que encontrar a alguien real… y procurar que de que todo funcione…- susurro mientras cerraba sus azulinos ojos, y caía en un profundo sueño. Sin notar aquel brillo que se desato en su mesita de noche…
En otra habitación que quedaba a el otro extremo de la casa se encontraba en una situación algo familiar, el mayor de los Usumaki. Hace poco había llegado de viaje, había visitado parís ya que el estudiaba arte. Desempaco su ropa y la acomodo en los cajones que estaba al costado de la habitación, suspiro por milésima vez. Por más que lo intentara no podía, siempre sus relaciones terminaba en un increíble drama.
Hace poco había terminado con un joven emprendedor apuesto muy cotizado, pero a casusa de su inexplicable mala suerte, termino estallando en celos y dando de por si terminada la relación. Nunca ni una de sus tantas relaciones llegaban a los dos meses NI UNA, siempre sucedía algo y Bam terminaban, era como un cruel maldición.
Una vez acomodado todas sus cosas, en una esquina de la maleta se encontraba una pequeña cajita, bien cuidada por supuesto, hasta parecía nueva. Tomo la pequeña cajita y se dirigió a su cama, de así acostándose boca abajo mientras la abría, rodeándose de aquella melodía. Cerró los ojos, ese era su objeto más valioso, y siempre que salía de viaje la llevaba consigo. No sabía el porqué pero aquella melodía hacia desaparecer sus problemas. Miro de reojo a su adorado príncipe, tan perfecto… ¿acaso existían personas así? Por supuesto que no… ¡él era un muñeco! ¡El muñeco de su cajita musical! Obviamente tenía que ser prefecto. Sonrió de lado con tristeza… ¿Cómo era posible que aun tuviera sentimientos por esa figura inanimada perfectamente hecha? Itachi siempre había estado en sus peores momentos, dándole apoyo con su inigualable melodía.
-siempre estas para mi…- susurro el blondo mientras tocaba la silueta del príncipe- ojala hubiera sido cierto todo… ojala fueras ese príncipe hechizado… así yo te hubiera ayudado… y no estaría en esta situación… aun que me alegra que no seas de verdad ¿sabes? Ya que así no te irías de mi lado nunca…
Se mordió ligeramente el labio "debo estar loco" pensó mientras se cubría el rostro con su antebrazo, era un deseo egoísta, pero con todo lo que había pasado, con sus relaciones no quería perder aquello que fue su felicidad de cuando era más pequeño…
-sabes… -susurro- no me daré por vencido, se que en alguna parte esta mi alma gemela, aquella persona indicada para mi…
Si, no se rendiría tan fácilmente, era lindo y adorable, podía conseguí a cualquiera. La meta era mantenerlo a su lado, miro la pantalla de su teléfono "mañana es 14" se dijo mentalmente, encontraría a alguien quizás no hoy o mañana, pero que lo encontraría lo encontraría…
-Debo conseguirme a alguien de verdad Itachi…-murmuro mientras cerraba la tapa de la caja musical, de así deteniendo la dulce melodía que salía en ella.- siempre serás mi primer amor…
Coloco a pequeña cajita en la pequeña mesita de noche y apago la luz, se cubrió medio cuerpo con su cobija para así caer brazos de Morfeo inmediatamente. En ese instante un blanco destello de luz que apareció en su mesita de noche.
El hermoso cantar de las aves inundaba todo el lugar, sin decir aquellos rayos solares que se colaban por la ventana dando en el rostro adormecido del rubio. Unos largos dedos blancos quitaron el mechón del tierno rostro del durmiente "es más hermoso de cerca" pensó el joven. Las mejillas del rubio estaban sonrojadas mientras de sus labios salían leves balbuceos, sonrió de lado y deposito un leve y dulce beso en la frente del rubio.
-amm…Sasuke… yo te ayudare…- balbuceo mientras daba vueltas en su cama, el espectador aun no borraba aquella sonrisa de su rostro- Sasa…Sasuke… be…bésame de nuevo…
Ok eso si era reamente adorable para la vista del moreno, lastimosamente debía despertarlo, no aguantaba las ansias de ver aquellos ojos azules que le gustaba desde que los vio por primera vez
-Naruto…- susurro en el oído del rubio-vamos levántate…- un escalofrió recorrió por todo el cuerpo del rubio el cual abrió sus tan azules ojos, topándose con aquellos ónix realmente finos en los cuales se había perdido, pero algo en su cabeza lo trajo a la realidad y no pudo evitar pegar un grito.
-WAAAAA! ¿QUIEN ERES? ¿QUE HACES EN MI CUARTO?- lo señalo con su dedo índice mientras se arrinconaba en la pared, como un animalito asustado, sus ojos inconscientemente pasaron hacia donde está su cajita musical, pero esta se encontraba abierta y ya no se encontraba su adorable príncipe-¡Sasuke! – se acerco olvidando la presencia del moreno el cual miraba todo confundido, el rubio tomo en sus manos sus cajita y la miro con desesperación, sintió que algo en su corazón se había rompió ¿Dónde estaba Sasuke? - ¡que le hiciste bastardo a mi Sasuke! Donde esta mi prínci… pe…
Inmediatamente se cayó al ver con detenimiento el rostro del azabache presente, su atuendo no era de la misma época "no puede ser" esos eran los mismo ojos, cabello, rostro ¡ese era su príncipe! Inmediatamente un calor invadió sus mejillas, era perfecto no lo dudaba e hombre que estaba frente de él era jodidamente prefecto… pero ¿Cómo era posible? Todo a su alrededor comenzó a darle vueltas de así desmayándose en su cama
-debí imaginarme que esto sucedería – susurro el moreno mientras tomaba en brazos al rubio, para así salir de la habitación. – Me pregunto como reaccionara el de Itachi…- sonrió de lado, esto ni él se lo esperaba, pero la vida era curiosa así que era divertido.
contynuara...
todo depende de ustedes si quieren la conty la publico si no... pss no xD
