Disclaimer: Los personajes y la historia de la Saga de Crepúsculo pertenecen a Stephenie Meyer.
Al parecer yo iba a la delantera. Sonreí. Adoraba correr por el bosque, era tan relajante, ayudaba a dejar salir las emociones. Ahí no tenia que controlarme, simplemente era yo misma. Y más que correr por el bosque, adoraba correr por el bosque junto a él. Mi Jacob.
Yo era más rápida que él. Pero el era mas fuerte, así que en velocidad íbamos generalmente a la par. Sentí ganas de saltar sobre los árboles y así sucedió. Luego me puse a reír eufóricamente. Saltaba de rama en rama y de pronto, lo vi. Su forma lobuna era tan salvaje y bella que no pude resistirme a la tentación de dejarme caer sobre su espalda y correr en su lomo. Su pelaje olía tan bien y era tan suave. Su aroma me producía unas ganas irrefrenables de morderlo. A el nunca le molesto por supuesto, ya estaba acostumbrado a mis dientes mordelones, como los llamaba él.
Las hojas volaban bajo sus patas y mi cabello se agitaba a mis espaldas. Era una sensación refrescante. Reí nuevamente y sentí como Jacob se sentía a gusto junto a mí. Siempre nos habíamos llevado muy bien. Él era uno de mis preferidos. Si no fuera por mi madre el ocuparía el primer puesto absoluto, que en este momento era compartido por ellos dos.
Le pedí que se detuviera. Quería estar en ese claro y escuchar el trinar de las aves un momento. Todo era tan surrealista en ese entorno. También me sentía algo cansada, yo no tenía la resistencia de mis padres. De pronto me sentí tan cansada que no resistí más. Cerré mis ojos lentamente y me fui quedando dormida. Mi respiración se hizo regular. Estaba feliz.
La sentí posarse como una pluma en mi espalda. La pequeña Nessie no cambiaba nunca. Siempre tan sorpresiva y delicada a la vez. Adoraba sentirla feliz. A su modo especial me mostraba como se sentía y como veía todo mientras yo corría y ella descansaba. Definitivamente, era muy feliz y por lo tanto yo también.
