-Un pasaje de avión y una corona-

Una hermosa chica de 17 años. Ojos ámbares, cabello rosa hasta la cintura, tez blanca y con mucha personalidad. Esta descripción corresponde a Hinamori Amu la joven princesa de Inglaterra.

Por otra parte está un apuesto chico de 18 años, ojos azules como dos zafiros y cabello alborotado. Él es un joven de paso por Inglaterra en su viaje de estudios. Pero jamás imagino lo que ahí pasaría su nombre es…Tsukiyomi ikuto…

Ninguno de estos dos jóvenes se imaginaba lo que el destino les tenía preparado. Ahora ellos deberán tomar una decisión muy importante… ¿y tu?... ¿Cuánto estas dispuesto a dar por amor?

Capitulo 1

9:00 A.m., 01 de octubre, otro aburrido día lleno de rutina, odiaba esa palabra "RUTINA". No era mi estilo, ser una princesa no es nada entretenido y menos cuando debo fingir ser alguien que no soy. Vestidos rosas, zapatillas de tacón eso no era lo mío pero debía fingir que todo eso me gustaba pero en el fondo lo odiaba, claro para cualquier chica ser una princesa es un sueño, claro lo que deben pensar todas en el momento de escuchar la palabra princesa es "príncipe azul", ingenuas… esto era un suplicio que no le deseaba a nadie. A mi hermana Ami parecía gustarle pero a mi simplemente no me hacia gracia.

OH, cierto no me he presentado, me llamo Hinamori Amu tengo 17 años y soy la princesa de Inglaterra OH Dios como odiaba eso de "Princesa"…

-Amu-sama- dijo mi sirvienta despertándome -Amu-sama ¡! Es hora de despertar, su prometido el duque Hotori Tadase la espera abajo-

"Hotori Tadase" escuche esas dos palabras y me levante de un salto, él era mi prometido y el hombre que yo amaba o eso creía ya que cuando lo veía me ponía nerviosa y me daban esas mariposas en el estomago como decía la gente.

-OK, ya bajo solo me bañare y cambiare de ropas dile que no me tardo- dije entrando al baño y abriendo la llave del agua caliente. Me metí a bañar, me habré demorado unos 15 minutos, me sequé y cepillé el cabello y me puse un vestido azul ajustado en la cintura y acampanado hacia abajo, tenía una cinta de color

Blanco en la cintura era sencillo pero me "gustaba" ósea en realidad no me gustaba pero era el mejor entre todos esos vestidos rosas llenos de vuelitos ese no era mi estilo ¿Qué acaso nadie entendía que esa ropa era horrenda? ¡Que no me gustaba!

Al parecer no. Me puse las zapatillas de tacón y bajé OH como odiaba vestirme así pero mi madre me obligaba.

Cuando bajaba las escaleras pude distinguir a Tadase en la sala de estar

-Hotori-san-dije algo emocionada

-Hinamori-san- contesto él acercándose a mí y besando mi mano con delicadeza

-¿Cómo ha estado la princesa más linda del mundo?-

-Pues ahora que lo veo estoy de maravilla-dije sonrojándome. Él sonrío levemente.- ¿y que lo trae por aquí?-pregunte curiosa

-Su madre me citó, tenemos que hablar de cosas importantes y vine a despedirme por otra parte-dijo bajando la mirada

- ¿despedirse?- pregunte no entendiendo

-es que tengo que viajar a Francia y estaré una semana fuera del país –

No pude evitar ponerme triste después de todo el hombre que yo amaba se iba no importaba si era 1 semana. 1 día o 1 hora lo extrañaría de todos modos

-OH~ que triste, sin duda será una semana poco placentera, lo extrañare mucho-dije sonrojándome nuevamente

-Tranquila solo es 1 semana, volveré pronto-dije él tomando mi mano y mirando mis ojos

-Eso espero- conteste desanimadamente

-Hotori-san- dijo mi madre bajando las escaleras

-Majestad- contesto él haciendo una reverencia

-Madre-dije yo haciendo una reverencia también

-Buenos días a ambos… Hotori-san vamos al estudio para conversar mejor- dijo ella encaminándose al estudio.

-detrás de usted majestad- dijo él siguiéndola

-Hasta pronto Hotori-san le dije mientras él se alejaba

-Nos vemos Hinamori-san-

Odiaba eso, cada momento que tenia a solas con Tadase era arruinado por alguien, es como si el destino no quisiera vernos juntos, ahora debería aguardar una semana completa sin él y ni siquiera pudimos despedirnos adecuadamente. Subí a mi habitación enojada. Estaba furiosa, me saque esas horrendas ropas y me puse una minifalda negra con vuelitos, una polera morada con una calavera en medio y me puse unas zapatillas negras. Así estaba mejor ya que con las otras ropas me sentía disfrazada.