―¿Qué carajos estás haciendo? ―preguntó Keiichi, al ver a Rika apretando un sector de su frente.

―Tengo un grano ―respondió seriamente, sin dejar de lado su labor.

Keiichi, desconcertado, apoyó su espalda en el respaldo de su silla. Observó a la muchacha, le sorprendió la seriedad que mostraba mientras su dedo se alejaba y acercaba de su frente, en un vaivén sin fin.

Suspiró y volvió a acercarse a la sacerdotisa.

―¿Podría preguntar por…

No alcanzó a terminar de preguntar cuando la Furude lo interrumpió respondiendo de forma abrupta: ―Porque duele.

«¡¿pero qué?!»

Fue lo primero que pasó por la mente del chico. Jugó con sus manos, intentando expresarse de algún sentido. Éstas las movía haciendo círculos frente su rostro, mientras abría su boca, sin dejar pasar una pizca de aire.

―Y… ―titubeó antes de hablar, sus ideas no estaban para nada claras, sin embargo, lo único que sabía, era que no entendía a las mujeres―. ¿Por qué lo haces si sientes dolor? ―terminó de preguntar.

Rika alejó su dedo del grano que yacía en su frente y se acercó al joven.

―Porque los seres humanos nos volvemos adictos al dolor.

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo desde la uña del dedo gordo de su pie, hasta el cabello más largo que habitaba en su cabeza.

―Das miedo, ¿Sabías?

Keiichi sintió un aura maligna a sus espaldas.

―¡¿Qué le dijiste a mi pequeña, cabeza hueca?!

Él vio su vida pasar por sus ojos, mientras que Rena lo tomaba de su cabello y lo llevaba lejos de la vista de la pequeña, la cual yacía presionando el grano de su frente, de una forma un tanto extraña. Sonrió maliciosamente al escuchar los gritos de dolor de Keiichi, mientras que ella lo único que se dignó a decir fue:―Nippah~


¿Fin?


¡Buenas nuevas!

Aquí LonelyDragon883 otra vez con su computador y una señal del ajo :c

Algo de humor para ustedes (?

Los personajes no me pertenecen u_u

Una especia de drabble largo para mis queridos lectores ñ-ñ

espero que vengan más de Higurashi/Umineko :c sería entretenido jiji

Eso :v

Manden sus verduras, tengo que comer sano ñ-ñ

¡Adiós mis amores!