"Supe que te amaba antes de conocerte"

por: troublemakergirlSly

hola, espero esta historia les agrade. Ya saben qué hacer, dejen reviews en caso de que no sepan haha. Les agradecería también si me dan ideas, se aceptan de todas las locuras existentes. Juró solemnemente que mis intenciones no son buenas.

¡comencemos!


Era 1º de septiembre y estaba más que feliz de poder regresar a mi hogar; Hogwarts. No había un lugar más hermoso y cálido que Hogwarts, y menos estando como ella... Sin un hogar. Sí, perdí a mis padres gracias a la guerra que se desató por el mago tenebroso y el niño que vivió. Pero no culpaba a nadie, entendí con el paso del tiempo que a veces se pierden personas en la vida, pero también se encuentran personas en la vida. Nada es una casualidad, y nadie lo entiende mejor que yo.

Saliendo de mis cavilaciones, decidí pasar a la plataforma 9 3/4. Al traspasarla me encontré con muchos rostros nuevos y conocidos. Este año habría muchos magos en primer grado.

- Hola Herms -dijo Ginny abrazandome con mucha efusividad que casi tropiezo.

- Ginn, me asfixias. Se que soy irresistible, pero no es necesario que me abraces tan efusivamente, no me iré de aquí. Tenlo por seguro -dije intentando mantener mi equilibrio.

- Oh, sí, claro, yo también te extrañé Hermi, aunque tú a mi no. -dijo haciendo una leve mueca y un ceño fruncido que demostraba que mi amiga estaba molesta.

- Ginn no te enojes, sabes que te extraño en las vacaciones, es sólo que no es tan bonito que llegues al tren y te reciban con un abrazo mortal -dije intentando excusarme por mi comportamiento.

Y en ese instante pasó lo que nunca me imaginé que pasaría. Pansy Parkinson llegaba, vestida como muggle, con unos converse y un vestido casual, dándole un toque despreocupado a su vestimenta. Zabinni, Nott y Malfoy venían detrás de ella, vestidos de la misma manera, casual con unas bermudas y una playera polo negra... y también... unos vans.

- Esto no está pasando -dijo Ginny antes de que yo pudiera articular una sola palabra.
Tan asombradas estábamos que no nos percatamos de que Ron y Harry se encontraban a un lado de nosotras, intentando hacernos reaccionar, al momento que llegaba Luna y se unía a ellos.

- ¿Se han dado cuenta de cómo han llegado vestidos los Slytherin? Eso no es normal, algo les ha pasado. Les han dado un cerebro; es lo más posible... No hay otra respuesta a su vestimenta -decía Ron.

- Sí, ha sido bastante extraño verlos de esa manera vestidos. Es algo que nunca creí llegar a ver -susurro Harry, ya que seguía en una especie de shock. Luna se levantó de la mesa del gran comedor para ir a la mesa de Ravenclaw, todos la volteamos a ver un poco confundidos. Ella no había articulado una sola palabra desde que la vimos en la estación.

- ¿Qué le pasará a Luna? Lleva actuando raro desde que salimos de Londres -dijo Ginny.
Ron asintió, debido a que en ese momento se encontraba dando un gran mordisco a una tarta de melaza. Harry sólo miró a Ginny y se encogió de hombros. Y yo me quedé callada, simplemente no sabía qué responder ante eso.

Lo que no sabían era que en la torre de astronomía una rubia de ojos azules y un peli-negro compartían unos momentos a solas.

Pov. Luna.
"Espléndida noche en la torre de astronomía, y más si estoy bien acompañada" pensé. Sonreí al ver a Theo parado con su atuendo muggle aún puesto, se veía muy atractivo.

- Theo -dije. Y automáticamente él volteó a verme. Se acercó a mi y tomó mi mano.

- Creo que deberíamos hablarlo con todos -dijo. Yo sabía a lo que se refería con eso, quería que les contáramos a los de Gryffindor (mis amigos) y a los de las demás casas que estábamos saliendo.

- ¿estas seguro? -pregunté vacilante.

- Le pregunté a Draco sí él lo veía conveniente, y me dijo que era lo mejor -dijo. Los Slytherin amigos de Theo, eran los únicos enterados de todo. Incluso por ello se comportaban distinto. Ya no eran los mismos de antes, o al menos eso era lo que yo podía percibir.

- De acuerdo, entonces mañana daremos la noticia. Dile a Draco que me debe una apuesta -sonreí pícaramente. Días antes de entrar, vi a Draco en el caldero chorreante, él me preguntó sí haríamos público nuestro noviazgo Theo y yo. Le dije que sí, que sería al entrar de vacaciones a Hogwarts, él no me creyó y apostó a que sería después de salir de curso. "Él perdió" pensé con una sonrisa picara y malvada.

- claro, yo le digo. Bueno... Entonces nos vemos mañana Luna -dijo, y depositó un tierno beso en mi frente.

- Hasta mañana, cuídate de los narggles.

Mientras tanto, en la sala común de Gryffindor...

Pov. Hermione

- Luna ha estado muy rara, algo ha de ir mal con ella... Pero, no nos ha dicho nada -dijo Ginny.
- Esta bien Ginny, ya nos lo dirá mañana -contesté. Pretendí dormir, pero no podía negar el hecho de seguir durmiendo. Algo fuera de lo normal estaba ocurriendo, y no podía fingir que nada estaba ocurriendo con esas serpientes, pues finalmente no se puede confiar en tus enemigos- descansa -dije, y me quedé en silencio. Lentamente abrazada por la oscuridad que poco a poco se intensificaba.

Ala mañana siguiente me levanté con un poco más de ánimo del necesario. No sabía porqué motivo, pero me sentía realmente bien por iniciar el año, nuestro último año. No podía creerlo, era lo mejor que me había pasado en los años pasados escolares. Al fin no habría nada de guerra ni destrucción, lo máximo que habría sería estrés por no pasar algún TIMO, pero por suerte yo ya había estudiado en las vacaciones.
Despampanante, me dirigí hacia la oficina de la ahora directora, Minerva McGonagall, la cual me había mandado llamar a primera hora por una nota con una lechuza. Sin evitarlo sentí un pequeño escalofrío al momento de llegar a la que era la oficina del director fallecido Albus Dumbledore.

-Regaliz del caldero -susurré, y comenzó a moverse la gárgola en espiral para dejarme dentro de la oficina, la cual no había cambiado mucho, sólo habían de diferentes unos papeles ordenados y un pequeño reloj de arena dorado, el cual era de McGonagall.

-Buenos días, querida. Espero que hayas reposado adecuadamente... Aunque observando tu espléndido humor de hoy puedo asegurar que así fue, ¿no? -dijo con un deje de alegría, pues después de la guerra tuve un periodo en que las pesadillas venían a mi y me hacían perder mi realidad. Simplemente me estaba considerando una loca, y me habían internado un tiempo en San Mungo.

-Estoy bien... o al menos eso procuro. Los chicos no dejan que mi ánimo decaiga, creo que son los primeros en querer que mi mundo sea color rosa para que no me vuelvan a afectar las pesadillas -dije haciendo una pequeña mueca al decirle eso, ella me conocía más que yo misma a mi. Era imposible esconderle algo a mi antigua profesora.

-Poco a poco vas a mejorar, ya lo veras, sólo no hay que perder la esperanza... Ahora, te mandé la carta en la mañana porque necesito que hablemos acerca del premio anual de este año sin guerra... Como sabemos, hubo dos bandos, sin embargo, en los alumnos no se presentó ataqué alguno hacia ustedes o la orden en general. Los jóvenes a los que me refiero es a los de Slytherin, ellos no contribuyeron en nada... Y este año me gustaría que demostremos que no hay problema alguno entre las casas con mayores disputas en el colegio, y con esto me refiero a Gryffindor y Slytherin... -dijo con precaución, como buscando las palabras adecuadas para decirlas, y formar una idea concreta.

-No entiendo... ¿Esto qué tiene que ver conmigo?... -dije, y hubo un minuto de silencio- ¿acaso usted...? -dije, pero no termine, pues un hechizo hizo aparición a centímetros de mi. Simplemente pude ver el color del hechizo, que era un color rojizo, lo que significaba que era un perfecto expelliarmus el que había sido lanzado. Voltee hacia la puerta y encontré a Draco Malfoy con un enojado Zabinni, los cuales venían sumidos en una calurosa discusión. Ambos llegaron a donde se situaba McGonagall y le miraron molestos.

-¡¿Cómo está eso de qué Draco no dormirá con nosotros en los dormitorios de Slytherin?! -estalló el chico, al momento en que hacia movimientos de evidente enojo con sus manos. Era gracioso verle así, pues parecía más una madre sobre protectora que un joven apuesto y refinado como ellos decían que eran.

-Señor Malfoy, me alegra que esté aquí... Hermione, a partir de hoy hasta el último día del curso compartirás la torre de premios anuales con el joven Draco. Te pido sean de lo más prudentes, confío en que ustedes más que otra persona tienen la capacidad de controlarse y poder entenderse bien sin necesidad de duelos de por medio... Así que no me defrauden, confío plenamente en ustedes -dijo, antes de retirarse a su escritorio, y hacernos un gesto con la mano indicando que era todo y nos podíamos retirar. Sin pensarlo dos veces salí de ahí, presa de un miedo y unos nervios que no entendía por qué estaban presentes.

-Guau, ahora entiendo por qué no te quedaras con nosotros... Lástima, aunque... creo que estarás mejor con Granger, al fin y al cabo no está mal -dijo Blaise a Malfoy en un susurro, riendo y finalmente desapareciendo juntos hacia la nada. Aún podía sentirme descontrolada, mi día había cambiado brutalmente de muy feliz a deprimente, y eso no me agradaba nada. No entendía por qué ella era la que debía estar así, en esa situación, cuando podían haber pedido a Harry que la supliera o a Ron. Pero toda posibilidad desapareció de su mente, y salió hacia la sala de Gryffindor a platicar con Ginny.

Sin creerlo, el tiempo pasó rápido, justo cuando no quieres que así sea. Al terminar de platicar con Ginny nos dispusimos a bajar a cenar. Nos pusimos unos jeans y unos converse que nos habíamos comprado en Londres muggle durante las vacaciones, los cuales eran de un color amarillo canario, y bajamos al gran comedor, esperando que no estuviéramos tan llamativas. Al terminar la guerra varias reglas en Hogwarts cambiaron, y entre ellas la de portar el uniforme sólo los de último año, o mejor explicado, sólo nosotros no llevábamos uniforme pues tras la guerra no se les hizo justo que nosotros tuviéramos que portar con un uniforme que nos recordara tantas cosas.
Al llegar a nuestro lugar en la mesa de Gryffindor me situé a un lado de Harry, y me recargué en su hombro. No tenía ganas de hacer nada, simplemente quería que ese día terminara y que llegara uno nuevo, con nuevas sorpresas. Cansada y sin ganas de hacer mucho, me costó trabajo cenar el banquete que ese día se ofrecía. Había un enorme estofado, el cual era acompañado con un suculento aderezo, y una exquisita pasta. Ron no paraba de comer, y como de costumbre Ginny le regañaba, moviendo la cabeza negativamente cada que este usaba una educación no adecuada para devorar cuanta comida se cruzaba con su plato.

-Queridos alumnos, gracias por compartir aquí en nuestro hogar, Hogwarts un año más. Pero más que eso, por traer paz y tranquilidad en aquellos a los que les debemos haber ganado esta batalla... Gracias a los caídos en acción, pues sin ellos probablemente no estaríamos ahora aquí... -dijo McGonagall al momento en que un círculo se formaba a un lado de ella, y en el se mostraban las caras de las personas fallecidas, entre ellos Moody, Fred, Dumbledore, Cedric, Sirius, Tonks y Lupin. Sin evitarlo, la mayoría de la mesa de Gryffindor comenzamos a sollozar silenciosamente, pues eran personas que nosotros conocíamos, y que considerábamos incluso nuestra familia. Al final, se mostraron de igual manera imágenes de personas del otro bando, entre ellos Severus, y... Luicius Malfoy. Todos callaron, y nadie hizo ningún sonido cuando el heredero de esa familia salió del gran comedor dando un portazo y maldiciendo en voz baja.

-Nunca he entendido cual es su problema, lo hicieron para conmemorar a su padre y en cambio él se cabrea... -murmuró Ron con pesadez. A lo cual Harry le dirigió una mirada cómplice. Sin embargo Ginny se molestó y le propinó un golpe a Ron por su comentario.

-Ronald, guarda silencio. No todos pueden tener la dicha de nosotros de tener buenas memorias de sus padres, y a pesar de que Malfoy era su hijo dudo mucho que alguna vez le haya demostrado cariño alguno... No podemos entender a las personas Ron, así que te pido que no estés de irrespetuoso, porque nosotros podríamos estar en su lugar -dijo Ginny con evidente pena en su voz. Ella era muy sensible al dolor de las personas, nunca permitía que se juzgara mal o bien a alguien frente a ella. Era una persona muy bondadosa, y a pesar de ser agresiva se mostraba tranquila y sería cuando la situación lo ameritaba.

-De acuerdo... Tú ganas, no dije nada -susurró Ron con un poco más de corazón. Todos terminamos de cenar, y en unos instantes ya nos encontrábamos parándonos para dirigirnos a las alcobas. En el pasillo me detuve y me despedí sin ganas de Ginny y los chicos.

-Les veré mañana... Espero poder dormir bien... -susurré, y en ese instante los tres me abrazaron, me dieron un beso en la mejilla y se encaminaron a la sala común de Gryffindor, yo sin embargo me encaminé a la torre de premios anuales.

Al llegar encontré la chimenea encendida, y unas mantas en el suelo. Pensé que Malfoy estaría aquí, pero así esta mejor. Con sigilo comencé a subir las escaleras poco a poco, procurando no hacer ruido, pues no sabía como estaría Malfoy y lo que menos quería esa noche era discutir con él. Al llegar sana y salva a mi habitación conjuré un hechizo de protección y silenciador, no quería que por algún grito mío proferido en la noche Malfoy al día siguiente me molestara, entonces tomé las medidas adecuadas para ello.

"As My Memory Rests
But Never Forgets What I Lost
Wake Me Up When September Ends
Summer Has Come And Passed
The Innocent Can Never Last
Wake Me Up When September Ends"

Traducción:
"Mi Memoria Descansa
Pero Nunca Olvida Lo Que PerdÍ
Despiértenme Cuando Termine Septiembre
El Verano Ha Llegado Y Se Ha Ido
El Inocente Nunca Puede Durar
DespiÉrtenme Cuando Termine Septiembre"

La música inundaba mi cabeza, y una lágrima poco a poco descendía por mi mejilla. Me sentía desprotegida, con inseguridad de cerrar los ojos. Sentía que si los cerraba perdería a más personas a las que quería. No podía permitirse eso, no de nuevo. La herida aún no sanaba del todo, y ella debía sentirse dichosa al seguir con vida, pero no podía... Le hacía falta algo... y aún no podía entender del todo qué era.

"Here Comes The Rain Again
Falling From The Stars
Drenched In My Pain Again
Becoming Who We are"

Traducción:
"AquÍ Viene La Lluvia Otra Vez
Cae Desde Las Estrellas
Empapado Mi Dolor Otra Vez
Convirtiéndonos en lo que somos"

Sintiendo ese dolor en mi corazón, cerré los ojos, siendo valiente. Encontrando rápidamente un lugar de refugio en mis sueños y cayendo en ellos poco a poco.


Espero sea de su agrado, no olviden dejar reviews, son buenos como un pago para los que escribimos. Espero actualizar pronto. *travesura realizada*