Disclaimer: Ranma 1/2 y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta obra fue creada sin fines de lucro.

-Fukushū-

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Lo haría. Sí. Definitivamente.

Llenó totalmente su capacidad pulmonar, hinchando el pecho con bravío, y se dirigió -a paso decidido- hacia el desprevenido objetivo.

Se detuvo frente al umbral de la habitación, y estiró una mano temblorosa. Mordió su labio.

No.

No lo haría, no podía. Ella no era como las demás...

Tal vez, en otro momento.

Regresó sobre sus pasos, resignada a la tregua. Tampoco es como si estuviese escasa de tiempo para llevar a cabo su intención. A fin de cuentas, podía valerse de cualquier descuido. Sólo sería cuestión de esperar. Esperar... ¿pero hasta cuándo?

¡No!

Tenía que hacerlo ahora y zanjar el asunto. ¡Era su derecho!

Caminó, de nueva cuenta, hacia los aposentos de su víctima. Recargó sus agallas con decisión y se apostó en la puerta.

Lo haría. Por supuesto que lo haría.

Exhaló el aire que, inconscientemente, había retenido y deslizó el portal con cautela.

Estaba jugando sucio, y lo sabía. No era digo de ella aprovecharse así de su enemigo. Sí de algo podía jactarse, es de actuar, siempre, con honorabilidad y rectitud ante sus adversarios. No hacía trampas ni utilizaba artimañas ilegales en ninguno de sus combates. Pero lo que se disponía a reclamar, era legítima justicia. Debía vindicar el decoro que le fue mancillado. Defender su respetabilidad era más que correcto. Ojo por ojo. Seguro su madre estaría orgullosa de ella. Bueno, quizá no tanto, pero no desestimaría su audacia.

Sí, lo haría.

Contempló recelosa y ofuscada al blanco de su represalia, impedida de olvidar la atrocidad impuesta sobre la integridad de su cuerpo. Y le odió por ser capaz de pernoctar con exculpado despojo. Bastardo.

Empuñó las manos furiosa. Aún recordaba la pericia y suficiencia de aquella inspección impropia. El idiota se sirvió de su turbación para aprovecharse, la azoró para someterla a su voluntad. Fueron segundos, pero segundos de perversa alevosía. Degenerado.

Sí, absolutamente, lo haría. Y no sentiría culpa alguna. No se arrepentiría.

Con movimientos precavidos se arrodilló frente a él, dispuesta a finiquitar su venganza. Le haría sentir el mismo bochorno, humillación y ultraje que él le hizo experimentar. No tendría piedad. Sonrió maliciosa.

— ¡Ahhh!, ¡¿qué demo...?! —gritó la víctima, al advertir la humedad que le bañaba—. ¡¿Quién...?! —La mujer escaneó la habitación con los sentidos alterados, hasta que logró distinguirla entre la ligera iluminación del astro nocturno—. ¿Akane...? —inquirió sorprendido. Las pelirroja parpadeó repetidas veces, como queriendo asimilar lo que había ocurrido. Pasado el asombro, la encaró con reproche—. ¡Akane!, ¡¿qué demonios estás haciendo?!

— ¡Toma!, te lo mereces por pervertido —contraatacó antes que le ganasen las ansias de ponerse a discutir o de golpearlo, en su defecto.

— ¿De qué estas...? ¡Ahhhh! —chilló espantado.

Lo tocó.

Con todo el coraje y la desvergüenza que fue apta para conglomerar en sus nervios, manoseó y tanteo -presumida de maestría- el bien dotado pecho de Ranma. Imitando la osada auditoría que él dedicó en ella, Akane apretó y aflojó el agarre de su mano varias tandas. Notando que la redondez y llenura del seno sobre-estiraba sus dedos. La anchura de su palma no alcanzaba a cubrir el volumen de la mama.

Tan vasto, repleto y firme.

Sobó el busto en dirección y contra el sentido del reloj. De arriba abajo. Una vez y otra más. Quizá apretando con mayor fuerza de la necesaria, pero es que nunca había hecho algo como aquello. Estúpido Ranma.

«Es tan suave», pensó encandilada.

Paró en seco, y se coloreó de sonrojo, al darse cuenta que la vendetta transmutó en sincera admiración. Su prometido presumía una delantera digna de envidiar. ¡Maldición!

Dejando al orgulloso guerrero Saotome aturdido y medio desfallecido, la peliazul salió despavorida de la alcoba. Satisfecha y escandalizada en equitativo porcentaje. Convencida que su prometido no pararía de echárselo en cara el día de mañana. ¡Rayos!, no había reparado en el subsecuente hostigamiento de Ranma. ¡Demonios!, ¡demonios!, ¡demonios! ¿Y ahora cómo le haría frente?

¡Mierda!

Akane se resguardó en la seguridad de su recámara, atascando la puerta y ventana por si acaso. No fuera que el ojiazul recobrase la cordura, y desease desquitarse ya mismo. Había continuado la contienda, el duelo fue lanzado, o aceptado... o como sea. Y Ranma no perdería el momento de cobrársela, como si no lo conociera. ¡Qué imprudente había sido! ¡Tonta!, ¡tonta!, ¡tonta!

Debió quedar saciada con la tremenda paliza que le propinó. ¡Pero, no! Su orgullo seguía herido. ¡Estúpido orgullo!

¡Estúpido!, ¡estúpido!, ¡estúpido!

Resignada a las consecuencias, y después de varios minutos de duelo interno, Akane se rindió a los brazos del cansancio. Mañana se las apañaría como pudiera. Lo prioritario ya estaba hecho, la venganza fue tomada. Punto para los Tendo.

—Sigue siendo injusto... —murmuró adormilada, tendida sobre la comodidad de su cama—. Sigue siendo injusto que sus pechos estén más grandes que los míos. —Se quejó, todavía con el ávido rubor en sus mejillas y el corazón atontado. Cerró los ojos, subyugada por el sueño, mas prevaleció en ella la agitación de su hazaña.

—Idiota... —pregonó con cariño escondido. Sonrió.

Y sin más que temer por el momento, Akane se perdió entre las quimeras.


N/A: Dedicado especialmente a Lily Tendo89, ¡te culpo completamente por sembrar la idea en mi inquieta mentecilla! Espero te guste. No me convencía mucho que Akane tocase la anatomía masculina de Ranma, como que no se me hace parte de su personalidad. Al menos no si no se han casado. Pero siendo chica... bueno, la cosa es pareja, ¿no? Creo...

Gracias totales a:

nancyricoleon, JHO, Afrika: Me alegra que les haya gustado y sacado una risilla para alegrar el día.

SARITANIMELOVE: Awww me sobre-encanta que te haya hecho reír. Y sí, yo también pienso que la paliza mereció la pena. Ese Ranma es un loquillo.

Akai27: Ese es uno de mis capítulos favoritos del manga ¡El muy desubicado por poco la besa mientras estaban escondidos! Él creía que Akane quería reconciliarse, ¡y nada! Akane trataba de ocultarlo de la katana de su madre. Y lo de tocarle el trasero, fue inolvidable. Así sin más, sólo estiró la mano. Bien que se moría por hacerlo, jujuju. Concuerdo contigo que son capítulos memorables. Gracias por leer.

ivarodsan: ¡Oh, cielos! Así loca, lo que se dice loca, bueno... tal vez un poquito, jijiji. Espero que éste igualmente te alegre el día. Gracias por siempre estar al pendiente.

Flepplop: Gracias por leer mis historias. Ojalá esta " continuación" igualmente te haga reír.

Llek BM: ¡Cómo me alegra leer tus comentarios! ¡Sí!, me encantó cuando le dice a Genma (en ese mismo capítulo): ¡Quiero ver los senos de Akane! En definitiva uno de mis favoritos por siempre jamás. Y es que el muchacho es listo... para lo que le conviene, jejejeje.

mkcntkami: ¡Sin café no hay cordura!, aunque sea poca, jajajaja. ¡Yeiiih!, me alegra que te haya hecho reír. Es lindo saber que logré el objetivo, pues yo estaba con la sonrisa de oreja a oreja mientras lo escribía. Gracias a ti por leer y comentar.

kioh: Es que Akane es recatada, como buena hija de familia tradicional. Pero ella igual quiere atenciones, aunque no tan osadas.

Kris de Andromeda: Morirá con una sonrisa en su rostro, jejejeje. Me alivia más saber que puedo transmitirte esos detalles de lealtad y cariño que ambos se profesan. Porque lo hacen en el manga, tal vez no son muy evidentes o quizá muchos de los nuevos seguidores de la serie no entienden los detalles, pero ahí están. Creo que por eso me gusta resaltarlos en las historias. Gracias por leerme.

Haruri Saotome: ¡Oh, sí que valió la pena! Me alegra saber que te gustó. Un enorme abrazo.

SHOJORANKO: Ya ves que a veces la curiosidad nos puede. Ranma no podía ser la excepción, jujuju.

Ana Maria Vazquez Gomez: ¡Yeiiih!, qué genial que te gustara. Es una alegría tenerte entre mis lectoras, gracias infinitas.

Gracias también a todas aquellas almas anónimas que siguen las historias.

Buena vida.

ºPenBaguº