Espíritu

Esta historia es una combinación de dos grandes creaciones (según yo). Por un lado está Inuyasha y por otro Spirit: Stallion of the cimarron, quiero aclarar que no es una total adaptación y esto es sin fines de lucro a ninguno de los proyectos.

Aquí estoy.

-¿Padre?

-Dime

-¿Podrás seguir jugando conmigo después de que nazca Inuyasha?

-Por supuesto, pero Inuyasha también necesitará su tiempo.

-¿Y mamá? ¿Seguiré siendo importante para ella?

-Inuyasha solo viene a completarnos, no reemplazarte, las cosas si cambiaran pero no dejaras de ser nuestro hijo.-le dijo dándole una sonrisa- ¡Ven aquí!- comenzó a perseguir a un pequeño niño demonio, con unos ojos dorados. Ellos corrían jugando en una pradera llena de flores en un atardecer.

-¡Señor!- Gritó un aldeano.

-¿Qué pasa?

-Es la señora Izayoi, está dando a luz.

-Vamos...Sesshomaru ven.-comenzaron a correr hacia la aldea y llegaron a una cabaña en donde estaba la anciana Kaede y unas cuantas mujeres rodeando a una mujer de largos cabellos negros con la frente perlada de sudor y gritando. Inu No al verla corrió a su lado y se arrodillo tomándole la mano.

-Llegaste… ¡Agggg!

-Sí, querida estoy aquí, no te dejaré.

-Mi niña puja, eso vas bien, otra vez.

-¡Te matare Inu No!- gritó la joven madre.

-Lo que digas amor mío- le dijo soportando el dolor que ella provocaba en su mano y recordó que con Sesshomaru había pasado lo mismo.

-Ya falta poco mi niña, un poco más.

-¡AGGGG!- fue el último grito de Izayoi, para después escuchar un llanto.

-Ya estas aquí pequeño- le dijo al bebe al tomarlo con una manta y una ayudante corto el cordón, lo llevo a una pequeña tina a lavarlo.

-Lo lograste querida. -le dijo el hombre besando la frente de su esposa. Ella le sonrió y se recostó lanzando un suspiro de cansancio.

-Aquí tienen- le dijo la anciana.-la princesa lo tomó en sus brazos y acomodo en su pecho el padre solo se acercó más a su mujer.

-Bienvenido Inuyasha- le dijo su padre tocando una pequeña y muy roja mejilla.

-Hola mi bebe-la cansada madre le beso su cabecita llena de pelo color plata y con unas tiernas orejitas decorándola.

-¿Puedo verlo?- pregunto un joven que recién había entrado con cabellos color plata.

-Claro hijo, acércate.-dijo su madre descubriendo un poco al bebé para que pudiera verlo.

-Es...feo… ¿Se le quitara?

-¡Sesshomaru! Es un bebe.

-Jajaja claro que se le quitara mi vida, ahora es rojito pero es igual de hermoso que tu cuando naciste.-respondió la señora cansada.

-Mamá- apartó la cabeza la cara sonrojado.

-Jajaja, río con ganas el joven hombre, cuando el pequeño se comenzó a remover y abrió sus ojitos, revelando un color dorado como el sol, su madre chilló de ternura y comenzó a repartir besos por toda su cara y el niño se comenzó a reír.

-Hola Inuyasha, yo soy tu hermano...Sesshomaru y prometo cuidar de ti siempre.- la imagen de una familia unida era hermosa, todos ya reunidos.