¿Un fic, rápidito?
La historia es simple: hoy estaba esperando que se desocupara una máquina para hacer una historia clínica, entre tanto estuve haciendo garabatos, hubo un dibujo que no sé de donde salió, pero… ¡De ahí parte este fic!
Así que ¡Bienvenidas!
Producto de uno más de sus viajes mentales, muminSarita presenta:
DÉJATE AMAR
Otra historia de Draco & Ginny
Abstrac: Un diario, un caos, un horrocrux suelto, una oportunidad, una ciudad nueva, un joven enamorado de una desconocida "familiar".
Le ha buscado tanto y ahora que la ha encontrado ¿es así de fácil? ¿sólo dejarse amar?
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Capítulo 1. Planes fallidos.
Todo era un maldito caos.
Ginny apenas y tuvo tiempo de esquivar una luz plateada que alcanzó a dar en su cabello, haciendo un corte limpio de un mechón.
"¡Hay que irnos!"
Escuchó gritar a alguien detrás de ella y sus ojos se encontraron un fugaz momento con los de Harry, el tiempo suficiente para comprender la angustia del joven héroe.
-¡Ginny! –gritó Harry yendo hacia ella y extendiéndole una mano a la que la chica se cogió sin dudarlo.
Después de eso, todo se volvió aún más caótico.
El Gran comedor de Hogwarts era un revoltijo de chispas de todos los colores que iban en todas las direcciones, la única certeza que Ginny tenía era que estaba junto a Harry y que tenían que encontrar una forma de salir de aquello.
-¡Protego! –gritaron juntos acercándose a la gran puerta de roble, donde algunos magos de la Orden del Fénix formaban un grupo más o menos grande.
-¡Desmaius! –Gritó Ginny y su hechizo le dio de lleno a un mortífago-. ¡Petrificustotalus! –fue su hechizo siguiente y Harry se sorprendió al darse cuenta que la llevaba cogida de la mano derecha y que aun apuntando con la izquierda, la joven no había errado su blanco.
Tras unos veinte metros, que les parecieron kilómetros por todos los hechizos que necesitaron, Harry y Ginny llegaron donde Remus Lupin dirigía a un grupo de magos para atacar, estaban a resguardo a medio cubrir por la escalera del vestíbulo y desde ahí lanzaban hechizos hacia el comedor.
-¡Harry, Ginny! –Gritó Remus apenas verlos -¡Busquen un punto seguro desde el cual atacar!
Sin detenerse a pensarlo siquiera, Ginny tiro de la mano de Harry y salto con él detrás de una columna de mármol sobre la cual reposaban los añicos de alguna estatua.
El niño que vivió apenas y había tenido tiempo de procesar lo que estaba pasando. Había atacado a Voldemort y se había hecho con la varita de sauco, ¿entonces por qué todo el caos?
-¿Harry? –lo llamó Ginny inquieta-. ¡Harry!
-¡Tenemos que salir de aquí! –le respondió el muchacho desesperado -¡Hoy no podremos vencer!
-Pero…
A Ginny se le acabaron las palabras, era verdad que había sido una noche difícil pero no esperaba que fuera Harry precisamente quien fuera a reconocer la derrota.
-¡Flippendo! –grito la joven y volvió a darle a su objetivo.
Cuando Ron y Hermione los vieron también saltaron detrás de la columna de mármol.
-¡Esa estuvo cerca! –dijo Hermione con el rostro demacrado-, gracias, Ginny.
-Tenemos que irnos, Harry –dijo Ron sin dudarlo-. No sé en qué, pero hemos fallado.
-Nos debió faltar un horrocrux—sentenció Hermione haciendo a todos palidecer.
Ginny era la única que no tenía idea de lo que se estaba hablando, nunca había escuchado la palabra "horrocrux", pero era obvio que la idea de que "faltaba uno" aterraba tanto a Harry como a Ron y Hermione.
Mientras Harry y los demás se atormentaban por el plan que Ginny desconocía, la joven pelirroja fue quien se ocupo de la defensa de la columna en la cual se ocultaban.
-¡Vamos a morir los cuatro si no me ayudan! –gritó, pero no logró que ninguno le prestara atención.
-¿Qué otra cosa puede ser? –preguntó Ron desesperado, sin darse cuenta de que una maldición había estado a punto de darle.
Sin que el trío lo notara, Ginny se iba llenado de angustia con cada metro de terreno que perdía, la última vez, casi había podido sentir la punta de la varita de un mortífago sobre su nariz ¡Y seguían sin ayudarle!
De pronto, la falla en el plan quedó clara: Una maldición le dio de lleno en el pecho a Ginny quien salió volando de espaldas hasta estrellarse contra la gran puerta de roble del castillo, que se encontraba abierta. Un grito agudo se escapo de su garganta cuando su espina dorsal hizo estallar las maderas.
Harry pareció volver en sí cuando se dio cuenta de que estaba a punto de perder lo único que le quedaba. Lanzó todas las maldiciones que recordó hacia los mortífagos y se fue a ver el sitio en el que Ginny había acabado estampando su nariz.
El joven héroe levantó con cuidado el rostro de Ginny, que se había dado contra el suelo, aterrado por el daño que Ginny podía haber sufrido. Y entonces noto que de hecho, la joven estaba ilesa y le miraba fijamente con sus ojos color chocolate, inmensamente vacíos, como si la maldición de hubiera arrancado cualquier sentimiento.
Era como mirar a los ojos al mismísimo Lord Voldemort.
Hermione y Ron se acercaron a Harry para ayudarlo, al ver el terror en la expresión de Harry, se habían imaginado que Ginny estaba muy grave. Sin embargo, al asomarse al rostro de la chica, por lo demás igual de delicado y pecoso que siempre, sintieron el mismo terror que Harry.
-Es ella—susurro Hermione, sin que fuera necesaria la acotación realmente—Ginny es el Horrocrux que falta destruir.
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¡Feliz navidad y año nuevo a todas las que siguen soñando historias Draco y Ginny!
;) No olviden dejar su review!
