Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn no me pertenece, es obra de Akira Amano, yo simplemente he conocido lo que es tener fiebre y cometer desvaríos

Cap. 1 Demasiado Cerca

Tsuna miraba atentamente a todos, su familia no mafiosa, su familia mafiosa, amigos, conocidos y uno que otro loco traído por Reborn para celebrar su cumpleaños número 18, era el momento de hacer el anuncio de su vida, de la mano junto a Kyoko Sasagawa, todos esperaban con ansias, aunque algunos ya sabían de qué se trataba el asunto, principalmente una castaña que se encontraba atrás de todo el público intentando quedarse tranquila

-Kyoko-chan y yo… comenzamos a salir-Fueron las palabras de Tsuna mientras se sonrojaba de una manera tan delicada y rascaba su castaño cabello con timidez, la chica a su lado sonreía plácidamente, dirigió la mirada hacia su amiga, quien se tragó el nudo en la garganta, sonrió y saludó a la peli naranja como si nada hubiera sucedido… aparentemente, pero ella sí pudo escucharlo "Triz-traz" en su interior, "Triz-traz", cuando vio que muy recatadamente se abrazaron, "Triz-Traz", como el sonido de algo que se hacía pedazos, "Triz-traz" cuándo se acercaron y Tsuna la miro con cierta lástima, a la que se sobre puso como pudo "Haru se alegra mucho-desu" y otro "Triz-Traz", caminado, tratando de no correr y hacer una escena delante de todos, salió al balcón, "Triz-Traz" una y otra vez, cada minuto, cada segundo, era más difícil respirar, a su lado prontamente se instauró una figura vestida de negro que fumaba como si nada mientras todos en la fiesta volvían a lo suyo

-Mujer estúpida… no tenías oportunidad con el Décimo-Fue lo que dijo el platinado sin mirarla y Haru parecía no prestarle atención aunque sí le escuchaba

-Haru lo sabe-Fue su respuesta, llamando la atención del ojiverde que sintió un escalofrío, o era su imaginación o la mujer que tenía a su lado parecía muerta en vida, algo así como si el brillo en sus ojos, las sonrosadas mejillas, la sonrisa en los labios no existieran más en su cara- Gokudera-san- Murmuró la chica

-¿Qué quieres mujer estúpida?-Contestó el aludido tratando de convencerse que eran figuraciones de su mente

-Haru se va a casa, avísale a Tsuna-san y Kyoko-chan-Fue la simple frase y como si fuera invisible la chica se retiró, quien se ofreció a llevarla al ver que partía fue ni más ni menos que Yamamoto, en el trayecto de alguna manera al chico le pareció que estaba con una especie de robot

-¡Que noche!-Exclamó el guardián y Haru sin dejar de mirar al frente no respondió, parecía que su alma estaba perdida en el limbo –La fiesta estaba muy animada ¿No crees?-siguió la plática y la castaña no le miró, simplemente asintió como si por un momento despertara, la maquinal Haru parecía realmente no controlar más que sus funciones básicas las cuáles en ese momento se reducían a respirar y andar -¿Te sientes bien?-Por fin preguntó el muchacho y la castaña parpadeo como si no entendiera la pregunta

-Haru está cansada-desu-Se animó nuevamente muy fingido Yamamoto no dijo nada solo sonrió

-Bueno, bueno, entonces podré irme sin preocupaciones- Rascó su negra cabellera un tanto sonrojado, mientras que Haru sonrió de regreso

-¡Hasta mañana-desu!-Se despidió, entró a su casa, camino pesadamente a su habitación, cerró la puerta y… se dejó caer mientras algunas lágrimas que ya pugnaban por salir de sus ojos ganaban la batalla, la verdad tirando de ella tan duramente que apenas y podía respirar… fue entonces que entre el martilleo en su cabeza, el "Triz-traz" Haru despertó en otro lugar, cálido, suave y con cierto olor a medicina, suspiró, el tiempo había pasado rápido desde ese momento, casi seis meses, mismos en los que por orden de Tsuna todos se fueron a Italia, ella incluida en el paquete por ser demasiado cercana y un blanco fácil, fue así como terminó en aquella enorme mansión con todo y Kyoko Sasagawa a quien si bien no culpaba tampoco podía ver con normalidad, ni al propio Tsuna podía verlo a la cara, de alguna manera se las arregló para no pasar tiempo con ellos, primero… buscó hacer algo productivo, por lo que de alguna manera terminó en el laboratorio de Giannini como asistente… o asistonta como le decía Gokudera, realmente se sentía así en esos momentos, le dolía el hombro derecho, la cabeza, sentía un fuerte mareo, miro a todos lados, intentando orientarse…

-¿te encuentras bien?- Fue la pregunta del científico que la veía preocupado

-¡Hahi!-Exclamó al sentir que el brazo le dolía demasiado- ¿Qué sucedió?- Pregunto mientras tocaba el lugar donde más dolía

-¡Estúpida mujer!-Gritó entonces Gokudera quien se veía realmente furioso, a su lado ya estaban Tsuna, Kyoko hecha un mar de lágrimas, un no tan bebé lambo y una no tan bebé I-pin, junto con Yamamoto

-¡Gokudera-kun! No deberías gritarle así a Haru-Pidió Tsuna

-¡Fue su culpa Décimo!- Gritó el platinado, Haru lo miró, de alguna manera esos ojos verdes, el cabello plata… algo, algo tenían parpadeo nuevamente y entonces… sintió como si su mente se separara de su cuerpo, al mismo tiempo que sentía un exagerado escalofrío, los presentes la miraron, había cambiado de una palidez total a un color rosado en un instante y lo que menos esperaban sucedió… Haru se levantó y… abrazó al italiano como si su vida dependiera de ello

-¡Hayato!-Gritó feliz mientras que el platinado junto con los demás se quedaba en blanco

-¿Qué demonios te sucede mujer estúpida?-Preguntó el muchacho casi al borde de un colapso nervioso

-¡Haru está contenta de ver a quien ama-desu!-La respuesta dejó en shock a todos en la sala, Tsuna entonces miró preocupado al científico quien de alguna manera parecía un poco extrañado

Mientras Haru estaba siendo examinada por el doctor, fuera del cuarto un asustado Gokudera, un Tsuna preocupado, un Yamamoto algo serio y una Kyoko aún con lágrimas buscaban una explicación

-Se trata de un prototipo- Señaló el científico mostrando una botella color rojo y una color azul- Un gas "doblega voluntades" que desarrolló la familia bovino… y que recientemente enviaron para unas últimas pruebas, pero en el transcurso de eso, se me ocurrió crear una fórmula mejorada en la que el gas provocara un estado de felicidad y por tanto de obediencia y seguimiento en quien se implementara… -Bajó la mirada- Pero el accidente… probablemente los dos gases se combinaron…

-¿Eso qué quiere decir?-Preguntó un desesperado Gokudera

-Se trata de un efecto secundario-Interrumpió Reborn

-Así es… no sé cuánto tiempo dure ni si pueda ser removido-Giannini miró entonces al jefe de la familia

-¿Cómo cojones no sabes cuánto tiempo durará?-Gokudera estalló- ¿Y por qué yo?- Preguntó luego exasperado

-Tranquilízate Gokudera-kun-Pidió Tsuna nervioso

-¡No puedo aceptar esto, Décimo!-El platinado ya estaba desesperado

-Probablemente…-Inquirió Reborn- ¿qué fue exactamente lo que ocurrió?- Preguntó al guardián

Gokudera se encontraba en uno de esos paseos por la mansión, no tenía nada que hacer y para matar el tiempo decidió deambular en aquél momento pasó corriendo Lambo seguido de I-pin que jugaban

-¡Espera Lambo!-Pedía la niña persiguiendo el bovino

-¡Atrápame si puedes!- Gritó el niño mientras corría frenéticamente

-¡Vaca estúpida este no es lugar para jugar!-Gritó el ojiverde al que casi tiraban ambos niños, el niño viró y lo miró retador

-¡No puedes mandarle a Lambo-san Estupidera!- Y con eso una larga línea de persecución se dio, el platinado al niño el niño a nada en especial y detrás de ellos I-pin, llegó a un callejón sin salida, viendo como el italiano se acercaba peligrosamente el niño decidió entrar a la habitación que decía "departamento de desarrollo tecnológico" donde Haru se encontraba ordenando algunos papeles, el italiano entró y golpeó al niño en la cabeza quien hizo un puchero, ante esto la chica enfadada corrió a proteger al más débil

-¡Eres un animal Gokudera-san! Golpear a un niño siendo tu casi un adulto-Reclamó

-Cállate mujer estúpida, él empezó todo- Fue la respuesta del muchacho

- ¡Hahi! ¡Haru no es estúpida, idiota!- Gritó la chica encarando al agresor según ella

Mientras ambos discutían, el niño observo las dos botellas, inmediatamente se dirigió a ellas, cuando el platinado se percató

-¡Estúpida vaca!-Gritó el chico alarmando a la vez a la japonesa

-¡Hahi! Lambo-chan deja eso no es un juguete-Corrió en dirección al niño pero, tropezó por lo que la vaquita soltó ambas botellas mientras huía del lugar, el Vongola de la tormenta y la chica intentaron atrapar los dos frascos pero fue tarde, se estrellaron y el líquido comenzó a convertirse en humo rápidamente, como una reacción involuntaria y puramente instintiva el guardián cubrió su nariz con el dorso del brazo, pero la chica inhalo el humo mientras se tambaleaba hacia la salida y abría la puerta, el humo se disolvió rápidamente y tosiendo la chica al borde del colapso fue atrapada por el italiano, la muchacha miró al guardián y lentamente cerró los ojos

-Así que… la última persona a la que Haru vio antes de desmayarse fue a Gokudera-Reborn señalo el asunto hilando la historia- Eso lo explica todo-Finalizó asintiendo- Si el gas doblegaba voluntades y el otro provocaba un estado de felicidad estando con cierta persona…-Sin terminar la frase obvio el hecho

-Haru-chan esta…-Kyoko pareció entender en ese momento

-Pero… ¿Se podrá curar?-Preguntó Yamamoto y Giannini negó

-No lo sé-Fue la respuesta del hombre -De momento, hay que observarla para ver si existe una disminución del efecto o no-Concluyó

-Giannini-san… encárguese de eso- Reborn finalmente tomó la palabra, el doctor salió del consultorio y sonriente les miró

-Su vida no peligra, solo tiene un poco de fiebre, pero lo más importante es que necesita descansar, sugiero que de momento la dejen dormir lo necesario- Todos asintieron, el médico miró entonces a Tsuna- Por cierto… ha estado preguntando por Hayato, la juventud… siempre tan apasionada- Dijo mientras se marchaba, los presentes entraron a la habitación, la castaña se incorporó sonriendo

-¿Cómo te sientes Haru-chan?-Preguntó Kyoko acercándose a ella

Wonderfull!- Gritó al chica levantando el pulgar

-¿No te sientes extraña?-Preguntó Tsuna preocupado

-¿Hahi?, claro que no Tsuna-san… Haru se encuentra perfectamente-Dijo y por primera vez en medio año miró a la cara a Tsuna como si fuera natural

-Tsk… estúpida mujer… deja de preocupar así al Décimo-Reclamó Gokudera y la chica sonrojada y sonriendo bobamente asintió, aquello provocó en el guardián ganas de vomitar literalmente

-Haru lamenta preocuparlos a todos… -Susurró, luego miró directamente a los ojos al italiano con un brillo único, con las mejillas arreboladas, con intensidad, de manera que el chico se sonrojó involuntariamente, era la primera vez que alguien le veía así

-Será mejor que descanses un poco más-Fue Yamamoto quien rompió el incómodo silencio

-Sí-Sonrió la muchacha, mientras todos estaban en camino para salir, cierto platinado sintió un tirón en la manga de su chaqueta, no lo podía creer, él de todas las personas estaba siendo detenido, los demás se percataron cuándo al mirar vieron tal escena

-¿Qué quieres?-Cuestionó molesto

-Hahi… Haru… Haru quiere que Hayato se quede un poco más-Murmuró suavemente nerviosa, Gokudera Hayato sintió unas ganas enormes de golpearla por hacer que en una segunda ocasión se sonrojara en el mismo día, pero, como sucedía con Uri, al ver la cara de la chica… simplemente…

-Gokudera-kun-Llamó Tsuna despertándolo e inmediatamente se volteó rígido como piedra

-¡Dígame Décimo!- Gritó casi como si Tsuna estuviera sordo y caminó hacia su jefe sin volver a mirar aquella cara que por unos instantes le pareció tierna, cerró la puerta y el castaño nervioso miró a su auto proclamada mano derecha

-Ya que hay que observar a Haru… Giannini se encuentra investigando más sobre el gas… yo debo ir a una reunión junto con Reborn y Yamamoto y Kyoko quedó con Chrome y las demás... ¿podrías cuidar de ella?-Preguntó sin más inclinándose un poco juntando las manos, el platinado sintió que le caía una piedra encima con la palabra "obligación"

-Como ordene décimo-Fue la respuesta aunque en realidad no le agradaba en absoluto nada de eso, ante la afirmación del Guardián y el llamado de su tutor Tsuna corrió diciendo "Gracias te lo encargo"

-Ya... ya… Gokudera pórtate bien con ella- Yamamoto miró al platinado con algo que no supo interpretar como seriedad o enojo y se alejó

¿Qué se portara bien con ella? Aparte de estúpida ahora estaba loca, eso era seguro, entró a la habitación y la chica sonrió alegremente, el platinado conocía ese gesto, anteriormente era dedicado a su jefe idolatrado, bufó, y se sentó lejos, lo más lejos que pudo de la enferma quien se recostó y cerró los ojos aun sonriendo, así pasaron unos minutos en que un tic de desesperación comenzó a provocar que la tormenta de la familia Vongola golpeará el suelo con su pie insistentemente ¿Por qué él? ¿Por qué no tuvo que entrar el idiota del béisbol? a quien por cierto abría de hacer pagar por su reciente miradita de odio, como si él tuviera la culpa de lo que sucedía en el de por sí ya dañado cerebro de esa mujer, quien en un momento comenzó a dar vueltas y respirar agitada, por lo que en un acto humanitario decidió verificar como estaba, ardía, miró a todos lados no había ni una maldita toalla o banda fría que ponerle, refunfuñando sacó su pañuelo hecho un asco de lo mal doblado que estaba y lo mojó para colocarlo sin delicadeza alguna en la frente de la japonesa quien abrió los ojos y extendió la mano hacia el guardián

-Ni lo sueñes-Bufó el chico al entender la petición, la muchacha sonrojada, jadeando entre cerró los ojos y una pequeña lágrima se hizo presente, fue entonces que el corazón de pollo que guardaba el guardián latió… y así… cuándo Tsuna, Yamamoto, Reborn, Kyoko, el hermano de ésta y Chrome llegaron a ver a la chica se encontraron con una escena difícil de borrar, el guardián de la tormenta, ese mal encarado, gruñón, torpe y nada delicado hombre tenía el brazo atrapado entre los de Miura quien recargaba su cara en el hombro del chico, atónitos no dijeron nada, siquiera respiraron, sin percatarse de la presencia de ninguno la chica miró a Gokudera

-Cuando me cure… ¿Te quedarás con Haru?-Preguntó y la reacción del chico fue todo un poema, primero incertidumbre, luego confusión, luego un terrible sonrojo, finalmente algo así como enojo, ¿qué quería decir la estúpida mujer con "cuando me cure"? ¿Acaso había escuchado lo del gas? ¿O se refería a la fiebre? ¿En qué demonios estaba pensando al preguntar semejante cosa?, estaba a punto de contestarle cuando se percató de que la mujer se encontraba dormida

-Maldita sea… -Exclamó luego para soltar todo el aire que contuvo, y todos los testigos hicieron lo mismo

Dos días después de aquél penoso incidente del que nadie mencionó nada Tsuna decidió lo mejor para todos

-Gokudera-kun… sé que es provocarte muchas molestias… pero Giannini aún se encuentra investigando más sobre el gas y sus efectos… Haru no parece mejorar… pero… cuándo está contigo de alguna manera… parece que sus síntomas mejoran…- Gokudera estaba casi pálido, creía saber por dónde se estaba manejando el asunto, ahí se encontraban todos los miembros de la familia que tenían el cargo de guardián menos uno , Hibari aparentemente se desligaba de todo ello por lo que era el único ausente, pero el idiota del béisbol que no dejaba de verlo como si apestara, el cabeza de césped que tenía una sonrisa burlona muy estúpida, la vaca que estaba durmiéndose y a quien quería golpear por los recientes acontecimientos hasta que no lo pudieran reconocer, Chrome por lo que Mukuro en cierto aspecto estaba presente y Reborn sentado junto a su hermana quien para evitar el desmayo del muchacho había aprendido el truco de los lentes- Quiero pedirte el favor-Continuó su jefe mientras que por dentro Hayato suplicaba que no fuera lo que creía- En estos ataques… delirios… como sea que se pueda llamar… Haru necesita que estés con ella… así que-Hizo una pausa tratando de no presionar demasiado- ¿podrías permanecer a su lado?-Soltó al fin y entre la risa del guardián del sol, una mirada extraña por parte del de la lluvia, la cara de súplica de su jefe, por primera vez, Hayato Gokudera deseo despertar de toda aquella pesadilla irónica, absurda y rara, pero como no sucedió…

-disculpen…-Llamó Kyoko a la puerta mientras entraba- Tsu-kun… Haru-chan... de nuevo…-La chica no tenía idea de cómo completar hasta a ella le causaba algo de vergüenza decir "Haru-chan necesita que Gokudera-san vaya a dejarse abrazar", las miradas se posaron en el platinado

-Por favor Gokudera-kun-Pidió Tsuna y su mano derecha, se puso en marcha

-¡Un hombre cumple con sus obligaciones al extremo!-Ryohei lo animo aunque parecía burla

-¿no te alegra, Hayato?… alguien te quiere… aunque sea en sueños- Fue lo único que dijo Bianchi, y así entre las burlas, cometarios extraños, disculpas del décimo, miradas raras, se encamino, cuando llegó al cuarto de la muer estúpida, con su estúpida enfermedad la miró detenidamente, sentada en el filo de la cama, con los ojos vidriosos, con las mejillas arreboladas por la fiebre, pálida por la falta de sol, el cabello suelto y mojado por un reciente baño para ayudarla con la temperatura estirando la mano, casi como si fuera su medicina, casi como si aquello fuera indispensable

-Hayato-Susurró y el chico, con una cara entre molestia, vergüenza y resignación se acercó dejando que la chica tomara su brazo, se recargara en el hombro tieso, desde la puerta Kyoko, Tsuna, Ryohei, Yamamoto y Chrome espiaban

-No lo puedo creer aun-Murmuró Tsuna

-De alguna manera… siento pena por Haru-chan y por causarle molestias a Gokudera-san- Dijo Kyoko suavemente

-Pero es el efecto del gas-Yamamoto no parecía muy feliz

-Locura al extremo-Dijo en un tono de voz normal (lo que quería decir bajo) el guardián del sol

Haru separó unos instantes la cabeza del hombro del chico quien la miró solo para desear no haberlo hecho, ella, con todo y lo fatigada parecía inquieta, como si buscara algo en los ojos del italiano

-¿Qué miras?-Preguntó al fin sintiéndose abochornado

-¿Cuándo Haru no esté enferma… aún la querrás?-Preguntó preocupada y el guardián se quedó quieto, en jaque, ¿Por qué tuvo que preguntar?, sin volver a la posición de antes la chica esperaba la respuesta, cuando cierto estupor comenzó a envolverla… la fiebre bajaba… lentamente, casi le pareció escuchar un "sí" lejano, muy lejano… abrió los ojos de golpe y se percató de la situación

-¡Hahi!- Exclamó soltando al chico y levantándose mientras se alejaba- ¿Qué hace Gokudera-san en el dormitorio de Haru?- Preguntó desconcertada, el platinado en cambio no parecía extrañado, algo así sucedía en lapsos, después de que la fiebre bajaba ella regresaba a ser la misma… por unos momentos, unas hora o unos minutos pero luego volvía a lo anterior

-Silencio estúpida mujer… el Décimo me envió a ver como estabas, eso es todo-Fue la respuesta del guardián

-¡Porque siempre tiene que enviar al idiota de Gokudera-san!- Se quejó enfadada, no estaba muy segura, pero aparentemente cada vez que recaía el chico aparecía en su habitación, enfadado, o simplemente serio, mirándola como si esperara algo, no solo la incordiaba, sino que en cierto sentido la cercanía que presentaba físicamente le hacía sentirse rara, una especie de nerviosismo, además de que constantemente tenía sueños, locos sueños en dónde por alguna razón desconocida se sentaba a su lado y lo tomaba del brazo mientras se recargaba en él, sin ver nada en específico, sintiéndose feliz, completa y en paz… como se sintió alguna vez a lado de Tsuna, y temiendo que se alejara… se aferraba hasta quedarse dormida… el sobresalto la despertaba y sorpresa… el guardián estaba ahí… lo que la avergonzaba internamente por semejantes disparates en su cabeza

-¡No es que me guste perder el tiempo contigo estúpida mujer!-Rezongó el chico, si supiera en que situaciones lo ponía, todas las molestias que se tomaba, la humillación de saberse objeto de fiebres, la vergüenza de tener que acceder a tales muestras de pseudo cariño por una mujer loca y enferma, las burlas de las que era presa…

-¡Pues dile Tsuna-san que deje de mandarte, Haru puede cuidarse sola!-Contestó la japonesa, luego se tambaleo… las mejillas comenzaron a enrojecer nuevamente… caminó como pudo hacia la cama… -Hahi… no me siento muy bien…- Se quejó tocándose la cabeza, fue entonces que hizo algo involuntariamente… tomó la mano del guardián que por unos instantes apretó los dientes sumamente inconforme e irritado pero que no se movió, aun algo consiente, la japonesa entrelazo sus dedos con los del platinado- Hayato- Llamó… mientras su yo lucido pensaba ¿Por qué Haru hace esto? ¿Acaso de nuevo sueño?

-¿Qué quieres?-Preguntó el chico y la chica suspiró

-Que te quedes con Haru para siempre-Murmuró mientras cerraba los ojos… plenamente consciente de que… aquello no era un sueño, de que era real y de alguna manera de que sí era ella quien estaba haciendo todo eso.

-Tsk… estúpida mujer…-Susurró para después mirar a la nada... de todas las personas, ¿tenía que ser ella quien se envenenara con un maldito gas y de todos los hombres en la mansión el debía estar en ese momento con ella?, alquien arriba, en una nube muy mullida lo odiaba

Hola , Hola, estuve en receso un tiempo, se me ocurrió escribir la historia por que... leí varios cuentos de amor medio extraños, y como dice la descripción si existirá el yaoi en esta historia, parejas? mmm Xanxus y Squalo, leve Bell y Fran... algo de Mukuro y Byakuran :D lo intentaré con todo mi ser lo juro! jajajajajajaja los quiere Setsu.