This is the fisr chapter of my second PnF fan fiction for the fandom
This happens after Amanda's Summer and is one year later, as you can see it has a big spoiler but it doesn't reveal too much.
As you can see there are a lot of OC's that are going to make appearance and be part of the cast Esme, Alex, Destiny, Venus, Sammy and Hope, even new ones that i am going to try out in this fan fiction.
Well i hope that i had the permission from the creators of Marie and Thomas, maybe i would have to search for other PnF kids.
For now i leave and i wish a great week, and maybe i do not put too much information regarding the OC's but i still have to mention this.
- PnF cast belongs to Dan Povermine and Jeff "Swampy" Marsh
- Esme and Alex belongs to ximespongepnf121 (.com/)
- Destiny belongs to Ciomy (.com/)
- Sammy belongs to alem22 (.com/)
- Hope belong to Hiburu-chan (.com/)
- Zet and Venus belongs to me Creativewave85 (.com/)
I hope you like it
Shooting Star.
Chapter 1
- Aftermath of Z Day -
Las estrellas siguen su movimiento celestial ante la rotación del planeta azul conocido como la Tierra, un sitio apacible, lleno de una gran variedad de criaturas, hermoso paisajes y la más suculenta comida que podría probar cualquier ser fuera de este mundo.
El tiempo pasa lentamente en esta esfera llena de vida diversa cada día esta formado por veinticuatro horas, cada semana por siete días y cada año por cincuenta y dos semanas, pero este tiempo en el espacio es pequeño comparado con aquel que se pasa al flotar en la inmensidad del vacío.
Eso dicen los libros que he leído alguna vez, imaginación plasmada en hojas, lienzos, archivos de texto u hologramas, este es el futuro después de todo ¿No es así?...Todo es posible.
Mi nombre es Destiny, una chica que muchos podrían considerar común, soy algo insegura y dudo de mi misma, pero sé que puedo enfrentar peligros y ser aventurera, mis mejores amigos se llaman Xavier y Fred Johnson, ellos son hermanos de Amanda, una de mis mejores amigas adolescentes y mejor amiga de Venus la conocida muchacha que desea salvar el ambiente y quien se ha encargado de expandir la noticia sobre las posibles colonias en el espacio, con plena autorización de los inventores a cargo claro está.
Soy una persona con muchos amigos, una de ellas es mi conejita Akari, quien fue criada en una base espacial en Marte, es una especie muy rara de conejo, cariñosa y alegre, curiosa y nerviosa, no la culpo, es más pequeña que nosotros y debe de ser aterrador ver a alguien mucho más alto.
Otros de mis mejores amigos humanos se llaman Esme, Alex y Sammy, cada uno de ellos es original en todos los sentidos y graciosos. Esme y Alex son novios, bueno casi, digamos que Alex necesita algo de ayuda aunque no es muy bueno expresándolo y Esme es todo lo que podríamos llamar felicidad andante. Sammy por otro lado es muy divertida, le gusta la fotografía y tiene una actitud relajada. Hope también es de mis mejores amigas y aquí entre nos, le gusta Fred.
También tengo amigos fuera de este mundo, uno de ellos se llama Meap, un excelente amigo de la familia Flyn-Fletcher, un alien de color blanco y ojos grandes, muy elocuente si logras traducir lo que te quiere decir, para eso existe S..M. la computadora central de investigaciones y desarrollo de los señores Phineas y Ferb.
No he mencionado a todos, de ahí nace esta historia…
Han pasado varios meses desde el incidente del viaje espacial, muchas cosas han cambiado, oficialmente los extratererstres son bienvenidos a la Tierra, Meap fue promovido como comandante de la policía intergalática de la Vïa Láctea. Los señores Phineas y Ferb obtuvieron condecoraciones junto con casi todos nosotros al regreso del viaje por las acciones heroicas realizadas, nuestras familias estaban felices de tenernos de regreso.
Todos los días ahora visito a Xavier y Fred, vamos a la misma escuela al igual que Esme y Alex. Sammy y Hope están en el mismo salón de clases que yo. Todos muestran rostros alegres, hay armonía en el aire y es el inicio de una nueva época para la humanidad, pero hay algunos que no han superado esto, debo de admitir que ninguno de aquellos que fuimos al viaje a Júpiter lo ha hecho, aunque nos mostramos felices no dejamos de pensar en lo que vivimos, no es tan fácil.
Cada noche, desde aquel día que regresamos del espacio…Amanda se sienta en su azotea observando el cielo, escudriñando las estrellas para ver si hay algún cambio, si existe algo diferente en el firmamento. Cada día ajusta su versión portátil de S..M. para sincronizarla con la de una muy querida persona…y siempre envía el mismo mensaje – Vuelve – Sus padres tanto el Señor Jeremy Johnson como Candace se han preocupado mucho por ella…la alegre muchacha que deseaba pasar el mejor verano cada año, cuya voz era un ventarrón que podía mover a la gente, ahora solo era una pequeña brisa en el horizonte que no era capaz de mover ni una hoja.
Para nosotros era difícil verla así, mis papás habían platicado con los demás y notaban que nuestra compañía era lo mejor para ella, exceptuando por Venus quien pasaba a mayoría del tiempo ocupada, creo que era la forma de sobrellevar la situación…Así que cada semana todos salíamos al campo a observar las estrellas y acampábamos en la ahora demolida montaña de Danville, bueno no demolida, más bien desintegrada dejando en su lugar un campo limpio lleno de flores las cuáles se encargaron de plantar todas las integrantes y exintegrantes de las Fireside Girls, dirigidas por la Señora Isabella Flyn-Garcia Shappiro.
Por otro lado el Señor Ferb Fletcher mantenía un sistema de comunicaciones de espacio profundo, enviando continuamente señales con coordenadas hacia la Tierra; cada vez que acampábamos Xavier se sentaba conmigo y escuchaba la dulce música que volaba hacia el espacio desde el transmisor, no podía negarlo, me encantaba estar junto a él, Fred por otro lado estaba muy cómodo con mi amiga Hope quien estaba más que fascinada de estar al lado del castaño más dulce que he conocido, El Señor Phineas Flyn se sentía responsable de todo lo que había pasado y continuaba buscando con ayuda de S.A.L.E.M. respuestas a la incógnita más grande de todas
-¿Dónde está él? -
….Y regresando al tema, espero no escucharme como un audiolibro a veces pueden ser tan monótonos en su forma de explicar las cosas….
Amanda ha pasado por mucho últimamente, su madre la Sra. Candace Johnson ha sido un gran apoyo para ella y esta historia comienza con una plática que ella sostuvo con ella mientras Xavier, Hope, Fred y yo escuchábamos detrás de la puerta de su cuarto.
- …No lo comprendo mamá, todos los días he ajustado a S.A.L.E.M. una y otra vez, pero no he visto ningún resultado – Amanda jugaba con su computadora personal, Xavier y los demás podíamos ver que hacía gracias a un aparato que nos permitía ver detrás de las paredes.
- Hija, debes de entender que tanto tus tíos Phineas y Ferb como Meap están buscando la forma de ayudar, sábes que son los mejores en lo que hacen y nunca dejarían que perdieras la esperanza – La señora Johnson intentaba animarla un poco pero Amanda solo observaba el techo de su habitación – Además recuerda que hoy es el día de ir de campamento, tus primos irán contigo, hasta los hijos de tus tíos irán puede ser que te diviertas mucho, quien sabe tal vez veas una estrella fugaz y puedas pedirle un deseo – Amanda no estaba de humor para escucharlo, mucho menos para pensarlo, pero una imagen apareció en su cabeza de inmediato…sus ojos no se alejaban de su mano derecha la cual tenía un hermoso anillo hecho de cristales estelares…se perdía en su memoria
¿Cómo lo supe? Después tuvimos una platica de chicas.
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Cuando todavía se encontraban en la nave espacial hacia ya más de un año atrás, ambos miraban las estrellas desde la ventana, el fondo del escenario era el infinito vacío…además de la gran esfera celestial llamada Saturno la cual mostraba sus enormes anillos con orgullo ante las pequeñas criaturas que viajaban a través del Sistema Solar. Dos personas sonreían ante sus reflejos
- Es espectacular ¿No lo crees? – Ella le preguntó a él – Mira cuantos anillos, partidos en pequeñas porciones de hielo que se mantienen constantes ante la fuerza de gravedad -
- Alguien ha estado leyendo los libros de astronomía que olvido en su casa ¿No? – El la miró alzando una ceja
- Bueno dicen que la locura espacial es contagiosa, posiblemente tu la tengas y yo la contraje – Ella bromeaba, hacia días que su sonrisa no se dibujaba, no desde el incidente de la luciérnaga y las revelaciones de Meap, claro que le había costado digerir toda esa información, nosotros aún no podíamos entenderla por completo, pero nada entre nosotros había cambiado…pero ellos dos se hicieorn más unidos…aún en su silencio o en sus pláicas que eran monitoreadas continuamente por S.A.L.E.M
- Ya casi es tu cumpleaños…¿Deseas ver mi sorpresa? – El le decía con entusiasmo y duda.
- Faltan pocos días ¿Acaso no puede esperar? – Amanda respondió moviendo su pelirroja cabellera y volteando su mirada hacia el hombre más extraño que ella había conocido en toda su vida, pero aún así era el hombre más tierno de todos en su corazón.
- Las cosas no están exactamente bien y lo sabes…y por si algo sucediera quisiera dártelo ahora que este escenario nos brinda tan magnífica ocasión – Zet alzó sus brazos mostrando a Saturno con emoción, más su voz no demostraba lo mismo que su cuerpo, el estaba preocupado.
Después de esperar varios minutos Amanda lo miró fijamente con un rostro lleno de cariño y amor.
- Nada malo pasará, te lo prometo, tenemos a mis tíos con nostros – Ella se sentía segura, todos nos sentíamos seguros – Pero sé que si no me das tu regalo ahora, no dejarás de perdírmelo durante las próximas venticuatro horas – Su mirada reflejaba miedo de que el tuviera razón y su excusa encubría su deseo de saber que era.
- Entonces quiero que cierres tus ojos – De acuerdo a Xaver este era el mayor cliché del siglo XX, pero a su hermana le encanta esto.
Nuestros ojos curiosos observaban el monitor, todos hasta Venus teníamos esa duda, la sorpresa debía de ser demasiado buena para que se tomara la molestia de traerla todo el camino hasta Saturno.
- No los abras y ahora estira tus manos separando tus dedos – Mi querido y autonombrado hermano mayor no era una persona fácil de leer, podía decir una cosa y otra sucedía, se metía en problemas y aún así se libraba de ellos para caer en otros. Era capaz de jugarle una broma y arruinar el momento o de simplemente
El Señor Fletcher aumentó el zoom para poder observar que sucedería a lo que Zet alzó su mano saludando y hacinedo un ademán de silencio.
- Desde que soy niño he amado ver el cielo estrellado, cada constelación, cada punto en el firmamento que se une a otro aunque se encuentren a millones de años luz, ahora sabemos una de las razones por la cuál no puedo dejar de ver las estrellas y deseaba con tanta pasión aunque fuese en mis escritos alcanzar las infinitas bóvedas celestiales – Cada palabra era un susurro que a los micrófonos integrados de la nave no le causaban problemas. Los signos vitales de Amanda mostraban como su corazón se aceleraba y su presión sanguínea también, todos esperábamos que pudiera controlar su rostro de tomate para que no apareciera en algo tan romántico – Pero no he encontrado una estrella en el firmamento que me permitiese sentir tan cerca la eternidad, no ha habido una super nova capáz de hacerme ver las estrellas en la Tierra…sólo has sido tú…solo tú has logrado hacerlo…- Amanda deseaba en ese momento poder abrir los ojos y decir algo, pero no podía hacerlo o arruinaría la sorpresa – Amanda Johnson, todos los días del verano, cada día que he estado contigo he visto lecciones sobre ti, he vivido tu dulce corazón y no puedo permitirme ser tu amigo, no más – En ese momento su corazón comenzó a latir lentamente y una señal de tensión se activó – No más…porque hoy Amanda… - Ella sintió como algo se deslizaba en su mano mientras el la tocaba con cariño y ternura – Hoy te pido que seas mi novia…-
En un momento ella se disponía a abrir los ojos cuando los labios de Zet tocaron lso suyos y ambos tuvieron su primer beso bajo las sombras de Saturno….
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- …Mi estrella….- Murmuró Amanda observando a su mamá.
- ¿Irás hija? – Preguntó la señora Johnson preocupada.
- Iré, mientras haya estrellas en el cielo…iré y no dejaré de buscarlo – Amanda cerró los ojos y tocó dulcemente el anillo que tenía en el dedo.
Este sería el inicio de otra aventura…de una búsqueda y principalmente de nunca olvidar a los seres amados…