El sirviente ideal

Nota: Kuroshitsuji y sus personajes no me perecen, sino a la fabulosa Yana Toboso… pero hay personajes que son 100% míos que veréis más adelante.

Nota 2: Espero que os agrade, iré subiendo caps cada semana o ante si puedo ^^

Sinopsis: Ciel es hijo del gran empresario Vicents Phantomhive, después de la muerte inesperada se su madre, su padre no tiene tiempo de atenderle, y debido a la falta de atención, Ciel hace lo que le place, asta tal punto que Vicents, su padre, se plantea contratar a alguien para que lo cuide y no permita tal comportamiento, pero lo que Ciel ni se imagina, es que será un hombre que cambiará su vida tal y como la conoce...

Capitulo 1: Medidas extremas.

La gran mansión Phatomhive era conocida por toda persona en Londres, no había ser viviente en aquella ciudad que no supiera de ella, no solo por ser una una gloriosa mansión de ensueño, digna de admiración, y sueño de cualquier humilde trabajador. El lugar se hallaba al final de un gran bosque ocupando muchas hectáreas de terreno, poseía un jardín enorme, lleno de rosales extremadamente cuidados por los mejores jardineros, la apariencia de la heredad seguía siendo la misma que desde su construcción – aunque ha sido remodelada en algunas ocasiones-. La residencia no solo era afamada por su belleza sino también por pertenecer a la más importante empresa de juguetes y dulces de toda la ciudad.

El día se presentaba hermoso, el cielo se hallaba despejado, ni un mísera nueve se divisaba en el horizonte y el sol resplandeciente era realmente cegador. El canto de las alondras y otros dulces seres del cielo harmonizaba con el susurro del viento al chocar contra las verdes hojas de los arboles. Parecía como si l madre naturaleza se hubiera puesto de acuerdo para crear un momento así, Todo se yacía en paz y armonía, pero los gritos estruendosos de un muchacho rompieron la placidez de hacía un instantes. Aquellos escandalosos gritos eran pan de cada día en aquella mansión, no había día que no surgieran gritos de la casa phantomhive, era raro el día que con suerte solo se escuchaban una vez.

- ¡Papa! No quiero, simplemente me niego, no pienso ir a ese asqueroso instituto, no iré aunque me tengas que arrastrar del cabello- dijo el peliazul, con un gran puchero infantil sentado en el suelo del omnipotente salón de aquella deslumbrante casa.

- Por favor Ciel compórtate, sabes perfectamente que no tengo tiempo para tus berrinches de niño pequeño, por hoy lo dejaré estar, pero tendrás que ir al instituto tarde o temprano. Ya no eres un niño de cinco años, compórtate como el hombre en el que poco a poco te estás convirtiendo… -dijo el padre del caprichoso muchacho, tomando su teléfono móvil respondiendo una importante llamada.

La joven Meirin, la nueva incorporación de la casa entró en el curto asustada, ya le habían advertido de los contantes berrinches del joven de la casa, pero no puedo evitar asustarse. La joven mucama ase cercó al joven quien con una mirada de " ¿qué estás mirando?" la echó sin que esta pudiera articular palabra. No sabía muy bien el por que de tantos gritos en aquella casa, quería saber el por que pero no se atrevía a preguntar.

Ciel hacia caso omiso a lo que su padre le decía, era como si cuando este le hablaba, todo lo dicho se lo estuviera recitando una pared. Pero esto no siempre fue así antes era un muchacho obediente, que amaba a sus padres, buen estudiante, risueño y ante todo respetuoso, se le podía considerar el hijo todo cambio cuando el auto en que se encontraba sus padres y el sufrió un accidente donde el ser más amado por este murió, su madre. Para su suerte o su desgracia sobrevivo, dejándolo como secuela una ceguera en el ojo derecho., el cual siempre está cubierto por un parche negro. Vicents intentó sobrellevar la muerte de su amada lo mejor que pudo, pero lo hizo del a peor forma, centrándose en su trabajo y despreocupándose de Ciel, que en esos momentos era cuando más lo necesitaba De esta forma creó un pequeño monstruo egocéntrico, resabiado, prepotente y maleducado.

Vicents salió de la sala donde su hijo se encontraba ahora jugando a videojuegos, el mayor hobby del pequeño, y lo único que lo mantenía lo suficientemente ocupado, para que este no hiciera de las suyas. El empresario se sentía impotente al no poder poner control a su hijo, se sentía culpable de no haber podido ayudarlo cuando este más lo necesitó., sentía un gran nudo en la garganta, tenía la sensación de que había fracasado como padre.

Mientras se dirigía a su despacho a hacer papeleo, aunque esto no le gustara era su única forma de escape, sintió que alguien se le acercaba por detrás

- Amo, perdone mi descortesía, sé que esto se lo he repetido varias veces, pero cada vez va a peor, su hijo se encuentra fuerade control, lo mangonea a su antojo. No me gustaría decir que debe hacer y que no con respecto al señorito Ciel, pero si quiere saber mi más sincera opinión, le diré que debe controlar a su hijo o más a delante verá las graves consecuencias, aunque ahora ya las está comenzado a ver.y yo le recomendaría contratar algún criado que se ocupara únicamente de él, prestándole toda la atención, que usted en estos momentos no le puede dar, pues pienso que lo único que quiere el señorito es llamar su atención.- dijo Robots, el sirviente personal del señor Vicents, quien desde hacía mucho tiempo se había dado cuenta de que Ciel se estaba convirtiendo en un ser despreciable.

-Si, lo sé Roberts, de verdad que lo sé. Me doy cuenta de todo, pero no quiero aceptarlo, tengo miedo de perder mi hijo, ya perdí al ser que más he amado en este mundo, no quiero que él se vaya también.

-Le entiendo señor, pero lo único que está consiguiendo permitiendo tal comportamiento en su hijo, es crear un monstruo ¿eso es lo que quiere? Insisto, no quiero meterme donde no me llaman, pero he sido sirviente de esta casa desde que usted entró al mando y desde que el joven amo aún se encontraba en la barriga de la difunta Rachel y lo único que deseo es el bien estar de la familia.

-Entiendo tu posición Roberts y tienes razón en todo, pero ya has visto que ha pasado con los cientos de sirvientes que hemos contratado, todos han acabado abandonado como mucho a la semana.

- Si, amo lo sé pero juro por mi vida que hallaré al hombre perfecto, no fallaré esta vez. - dijo el sirviente dirigiéndose al despacho a hacer una larga búsqueda para encontrar al "sirviente perfecto para tratar con la bestia Phantomhive."

Espero que os guste, seguiré escribiendo pronto, la próxima semana o antes subiré el capítulo dos. Me gustaría recibir comentarios vuestros de apoyo, o de críticas, lo que queráis. Bueno, sin más me despido :3

Yuna: Quiero la continuación, quiero saber quién será el sirviente de Ciel *o*
Nana: Y yo también *-*
Scarlett : ¬¬... ( mejor me calló y no digo nada... no le quiero estropear la sorpresa, aún que es obvio que será Sebastian, en fin... vv'') Si... ¿quién será? No se me ocurre nadie.