Hola! Bueno, antes voy a aclarar que al final de la historia, se pueden ver algunas actitudes Toko. A los que no les gusta denle una oportunidad, son solo pequeñas actitudes, nada romántico, ni cerca, mas de amistad, que puede tener un futuro romántico, pero como dije al que no le gusta esta pareja, simplemente tómelo como amistad, pueden creer que tienen algo o que no, depende de ustedes. Este fic es todo menos romántico. Y se darán cuenta mas adelante.
Bueno, este es un reto que hicimos con una amiga. Simplemente elegimos los personajes, y por un momento creí que iba a ser imposible, pero bueno finalmente salio esto. Teníamos que hacer una historia larga (que no sea one-shot), y relacionar de alguna forma a Azula y Toph, no necesariamente de forma romántica. So... se me ocurrió la historia "Manicomio" Como dije una vez, este sin dudas es la historia mas inusual que se me ha ocurrido.
Sin mas… A leer!
Bienvenida
Había un jardín, verde y con algunas flores alrededor, un pequeño estanque. Precioso sin dudas... para los demás (claro estaba), ella no tenia forma de disfrutarlo, incluso estaba segura que pocos ahí lo hacían o se fijaban en eso. Solo sentía a las enfermeras y psiquiatras mencionarlo con alguna intención ridícula de que se sientan mejor con eso. Tal vez porque el lindo paisaje estaba rodeado de asientos donde sujetos con la misma vestimenta de rojo, estaban sentados mirando a la nada, otros gritaban sin ninguna razón aparente o hasta se golpeaban a ellos mismos, algunos recorrían los pasillos como autómatas, otros le hablaban para decirle estupideces o alguna que otra incoherencia que no tenia interés en comprender.
Sacando a las personas era un lugar agradable, pero no para ella. Para ella era un maldito lugar, igual que cualquier otro donde estuvo antes. Oscuro... nada mas que oscuro, vacío como ella misma. Porque ciertamente, ya no tenia nada.
Solo estuvo ahí siete días y ya odiaba a todos los que se encontraban ahí. Ella no era así, no merecía estar en ese lugar. Ella no se comportaba de esa manera. A pesar de que no podía ver, no dejo que ninguna de las psiquiatras la ayudara a guiarse. Eso nunca.
Lo peor es que no tenia a nadie con quien desquitarse, como en la prisión. Aquí no podía hacer nada, es que aunque fuera como la prisión, ya no tenia como hacerlo, es decir ya no era mas que una... Todavía le dolía pensar en eso.
Una voz la saco de sus pensamientos.
- Beifong? – dijo un enfermero detrás de ella.
Toph no respondió, solo se dio media vuelta hasta el sujeto, por costumbre, un hombre delgado y debía tener unos cuarenta años.
- En estos días no has dormido ni una hora. Además, no comes nada, a penas comes un poco de pan de vez en cuando o tomas agua… - Dijo el hombre. – Necesitamos que cambies estas cosas.
Toph solo se limitó a arrugar el ceño, aun sin responder, haciendo que el hombre, ante su indiferencia, aclare:
- Es por tu bien…
"Es por tu bien… Todo es por tu bien, Toph… Recuerda todo lo que hacemos es por tu bien."
Toph dio un fuerte respingo y abrió los ojos repentinamente, estos irradiaban odio y algo mas.. locura. Como si algo adentro de ella hubiera desertado abruptamente para perturbarla enormemente.
- Eso... es una… - silbó Toph lenta y pausadamente – MENTIRA!
El hombre se asustó ante su amenazante mirada, pero no alcanzo a reaccionar cuando Toph impulsándose con sus brazos, lanzó una patada, justo en su pecho haciendo que caiga fuertemente hacia atrás. El se logró poner de rodillas en el pasto, pero volvió a caer mientras se tomaba fuertemente el pecho y soltaba quejidos ahogados. Y Toph ya estaba pensando lanzarse sobre el. Pero rápidamente aparecieron un montón de los mismos doctores que estaban ahí e intentaron inmovilizarla, pero fue algo que les costo trabajo, ya que ella luchaba con todas sus fuerzas para que no lo hagan.
En el pabellón de las mujeres, Azula estaba con su camisa de fuerza blanca en una habitación escucha unos gritos de mujer, no muy entendibles al principio. Entonces se abrió la puerta de su habitación y metieron a una mujer muy joven, mas joven incluso que ella.
Ella tenia una camiseta y pantalón color rojo, igual que el que tenia Azula debajo de su camisa de fuerza, común de la nación del fuego. Estaba realmente rabiosa, mientras muchos enfermeros trataban de sostenerla y ajustarle la camisa.
- ¡Tranquila! – grito uno de los enfermeros - ¡Quédate quieta!
- ¡Ajústenlo bien!
- ¡Cuidado!
Azula miraba todo sin inmutarse. Pero en ese momento puedo ver mejor la cara de la chica, ya que sus cabellos negros le tapaban casi toda la cara, le pareció familiar. Tenia piel pálida, el cabello demasiado largo y suelto. Lo que confirmo las sospechas de Azula fue ver sus ojos, un gris muy pálido, casi blancos. La había visto pocas veces, era amiga de su hermano y el avatar.
Lo poco que sabia de ella era que era muy talentosa para su edad, igual que ella, y con un carácter bastante mordaz, casi como ella.
La chica dejo de luchar después de unos segundos, dándose por vencida ante la notable desventaja en la que se encontraba. Pero igualmente Azula se sorprendió de que una chica con un cuerpo tan pequeño pudiera resistirse de tal manera.
Finalmente le ajustaron bien la camisa de fuerza, y los enfermeros salieron de la habitación cansados y aliviados, dejándolas solas. Azula hablo ni bien salieron, sin poder contener su sorpresa ante su presencia ahí.
- Vaya, vaya… - dijo Azula con sorna e incredulidad – Quien tenemos aquí… Bienvenida al manicomio, supongo
- Azula? – murmuro Toph despues de una pausa
- Ella misma.
- Genial… - dijo Toph sarcásticamente.
Azula sonrió de lado socarronamente.
- ¿Como supiste que era yo?
- Nunca olvido una voz. – respondió al instante. – Y menos una voz tan molesta…
Azula la miro fijamente a los ojos, y ya no vio una mirada simplemente inexpresiva o burlona que había visto una vez. Vio unos ojos que irradiaban odio, locura e ira. Igual que su propia mirada.
Entonces se impresiono, esa niña no podía estar en ese lugar por cualquier cosa, estaba segura que algo le había pasado para estar ahí, sabia que no era por nada, pudo notarlo en su mirada. Era muy joven. En ese manicomio no había nadie tan joven como Azula, hasta que llego Toph, recordaba que cuando la vio, era un niña. Y ahora estaba ahí.
- Que edad tienes? – pregunto con curiosidad.
- Dieciocho. ¿Por qué?
- A partir de ahora eres la mas joven de todo este maldito lugar...
- Genial - respondió indiferentemente, pero preguntándose a donde quería llegar con esto.
Azula siguió escrutándola con la mirada, intentando descifrarla. Realmente lo que importaba no era su edad, sino que no estaba acostumbrada a que alguien tan joven (ademas de ella), estuvieran en un lugar como ese, estaba consciente de que por algo muy impresionante debía ser, o no? No estaba segura porque le interesaba la situación, tal vez se debía a que estaba muy sola y no tenia nada mejor que hacer... hace años.
- ¿Como terminaste aquí? - pregunto Azula.
- De la misma forma que tu. – dijo simplemente.
- ¿Acaso mi hermano te metió aquí igual que a mí? – Dijo Azula sarcásticamente, restando de importancia a sus palabras, con algo de impaciencia.
- Si.
Azula que estaba sonriendo, se le borro ligeramente la sonrisa, como si creyera que simplemente estaba bromeando con ella. Sin embargo miro a Toph, quien no tenia una pizca de humor en su cara, y borro su sonrisa completamente, ahora con una expresión entre incrédula y sorprendida.
- No...
- De hecho si, lo hizo el mismo. – Toph respondía tajante, cansada.
La maestra fuego, que estaba totalmente sorprendida, repentinamente empezó a reír a carcajadas de forma maniática, mirándola fijamente a la vez sin dar crédito a sus oídos, riendo de lo irónica que le parecía la situación.
- ¡El muy desgraciado! – Grito entre risas. – No pudo creerlo, es decir... ese... ese cabrón
Toph no dijo nada, ni siquiera hizo una expresión.
Azula dejo de reírse y miro a Toph de forma curiosa nuevamente. Sin dudas esto era algo extraño, es que a penas podía creerlo, sentía curiosidad, no podía negarlo.
- ¿Como terminaste aquí? – repitió Azula
- Es una muy larga historia… - respondió Toph
- Bueno, yo no tengo nada mejor que hacer aquí. – dijo Azula mirando a su alrededor. - Ademas, me da curiosidad, lo admito.
- Bien. Como quieras...
¿Notas algunos cambios? No te preocupes, solo es un arreglo a algunos errores para mejorar la lectura! :)
Si, ya se muy corto, pero esa era la idea, esto es un epilogo! Pero los capitulos que siguen van a ser mas largos. Bueno, a partir del capitulo que viene, se va a ver todo en Flashback, contado por Toph, y por otra persona mas, que van a descubrir quien es, después. Un comentario y sigo con el próximo capitulo! Espero que este primer capitulo les haya parecido prometedor! Y comenten :D
Saludos!
