Aqui traigo un nuevo fic, que espero disfruten y que no resulte muy extraño ya que simplemente la idea me vino a la cabeza y lo escribi tal cual.

Se que no deberia escribir nuevos fics, ya que tengo uno pendiente, pero intentare actualizarlo lo antes posible.

Eran las 8 de la noche, tan solo faltaba una hora para que iniciara la fiesta de graduación y yo ni siquiera tenía la intención de ponerme el vestido azul que mi padre me había comprado para la ocasión. La razón no era porque no quisiera ir a mi última fiesta de bachillerato, aunque la verdad nunca fui fanática de ellas, sino porque simplemente no quería verlos juntos, mucho menos en mi estado….

Mi nombre es Bella Swan y tengo 18 años, acabo de terminar el bachillerato y estoy a punto de entrar a la universidad, o esa era la idea antes de enterarme de que dentro de pocos meses me convertiría en madre.

La verdad es que nunca pensé que esto me sucedería a mí de todas las personas, siempre fui una chica muy reservada y con poco interés en las relaciones amorosas, mi vida la dedicaba a la escuela y nada más, casi nunca salía y no tomaba, cualquiera podría pensar que me sacaron de algún convento. Pero todo eso cambio en una fiesta hace casi dos meses, cuando Rose me convenció de ir asegurándome que no dejaría que nada me pasara en la misma, ahora me doy cuenta de lo ingenua que fui…..

Siendo del todo sincera también hubo otro motivo por el cual me anime a ir esa noche, y ese motivo era Edward Cullen. Él era un chico que tenía un año de haberse mudado a Forks, era alto, de cabello cobrizo, con unos ojos verdes tan hermosos que podían dejar hipnotizado a cualquiera, pero no solo eso, también era muy inteligente y amable con los demás, era como mi chico perfecto, el único por el cual he sentido alguna clase de interés; pero lamentablemente yo no era la única que lo pensaba, ya que casi todas las chicas del instituto querían con él, pero él se mostraba muy indiferente y reservado en ese aspecto, parecía que ninguna mujer de este pueblo era suficientemente buena o interesante para llamar su atención. Por eso mismo desistí de inmediato de cualquier acción para acercarme a él, porque si chicas como Rosalie o Tanya no lograban nada, mucho menos alguien tan simple como yo podría acercársele….pero por lo menos podría verlo un momento en esa fiesta. Aunque jamás me imagine lo que sucedería esa noche.

FLASHBACK

-Rose, ¿Cuántas veces te he dicho que yo no tomo?- le dije en un tono molesto mientras me daba una bebida que claramente olía a alcohol.

-Ay, no seas tan amargada Bella, ¿Dónde está tu espíritu de fiesta?-

-Tú bien sabes que yo nunca la he tenido así que ¿para qué me sigues insistiendo?- intente regresarle el vaso pero ella negó con la cabeza.

-No Bella, quiero que esta noche te diviertas y te relajes, siempre eres tan rígida en todo. Dios, a veces te comportas como una señora de setenta años en lugar que como una de dieciocho. Tienes que disfrutar tu juventud, hacer cosas locas, probar cosas nuevas y esto.- apunto mi vaso- es una de ellas. No quiero que llegues a la vejez y te arrepientas de no haberlo hecho, así que como tu mejor amiga te ordeno que te tomes eso.- utilizo un tono autoritario conmigo. Aunque odiaba que me hablara así, lo que me dijo me dejo pensando, en cierta manera tenía razón, esta etapa de mi vida jamás se volvería a repetir y si no la vivía al máximo, después podría arrepentirme; así que sin más, le di un trago a la bebida y vi a Rose sonreír ante eso.

-Esa es mi amiga- en eso vi que un chico alto, de cuerpo musculoso y cabello negro se acerco a nosotras. De inmediato me percate la manera como recorrió con su mirada el cuerpo de Rose, pero creo que eso era casi imposible de evitar ya que ella traía puesto un vestido rojo pegado realmente corto que dejaba poco a la imaginación.

-Hola preciosa- en cuanto note la postura de Rose ante él me di cuenta que su interés era reciproco.

-Hola guapo. ¿Cómo te llamas?- imagine que su tono intentaba ser seductor.

-Emmett-

-Yo soy Rose, mucho gusto- se acerco a su oído para susurrar algo y le tomo la mano.

-Me encantaría- escuche que le contesto Emmett y Rose regreso su atención a mí.

-Iré a bailar con Emmett un momento- me guiño el ojo y volvió a señalar mi bebida.-No olvides lo que te dije- y con eso se fueron.

Yo me quede ahí sin saber qué hacer, mire a mí alrededor y me encontré con el hombre de mis sueños. Ahí estaba Edward recargado en una pared al otro lado de la habitación tan guapo como siempre, traía unos jeans y una camisa azul que acentuaba los músculos de su cuerpo, mientras platicaba con unos chicos que reconocía del instituto. Sentí un fuerte impulso de ir a saludarlo pero me contuve de inmediato y decidí mejor concentrarme en tomar mi bebida.

Varios minutos después Rose regresó junto con Emmett con otra bebida en sus manos y me lo intercambio por el que tenia.

-Oye…- me queje, pero en eso me percate que el vaso que ella tenía ya estaba vacío, ni siquiera me había dado cuenta de que ya me lo había terminado.-Gracias- agregué y ella me sonrió. Se quedaron un rato platicando conmigo, aunque me sentí un tanto incomoda ya que Rose prácticamente estaba encima de Emmett y de momentos le susurraba cosas al oído. En ese transcurso me tome otros dos vasos para intentar distraerme un poco del espectáculo que ellos dos me estaban dando y poco después, sin decirme nada esta vez, se fueron a bailar.

Mientras transcurría el tiempo comencé a sentirme rara y un poco mareada, decidí sentarme en una silla que estaba cerca y a los pocos minutos de estar ahí, decidí que lo mejor era pedirle a Rose que me llevara a mi casa. Comencé a buscarla pero no la vi por ninguna parte, les pregunte a unos compañeros si sabían dónde estaba y me dijeron que la habían visto irse con un tipo hace más de quince minutos.

No podía creer que se hubiera ido sin avisarme y que me hubiera dejado ahí sola. No sabía cómo me regresaría, ya que Charlie estaba de guardia hoy y no había nadie en casa, me regrese a la silla donde estaba sentada y para calmar mis nervios, me tome otro vaso de licor que estaba en una mesa cercana. Puse una de mis manos en mi frente mientras trataba de pensar lo que iba a hacer ahora, pero por alguna razón me sentía más desconcentrada que nada.

-Bella ¿estás bien?- preguntó una hermosa voz que conocía a la perfección. Levante mi mirada y me sorprendió ver a Edward parado frente a mí. Lo único que pasaba por mi cabeza era: ¿Sabe cómo me llamo?.

-Ehh…- deje mi vaso en el piso y me pare con dificultad para quedar frente a él.

-¿Bella?- puso su mano en mi brazo y en ese momento sentí una corriente atravesar mi cuerpo. Me había tocado y al parecer él sintió lo mismo que yo ya que me soltó como si lo hubiera quemado. Lo mire por un momento y aún no podía creer que estuviera aquí, teniéndolo así de cerca hizo que me percatara que era mucho más guapo de lo que imaginaba. Mire su cabello, sus ojos, su nariz….sus labios, se veían tan apetitosos. Me pregunte que se sentiría besarlos y en ese momento no supe que fue lo que me impulso a hacerlo, pero me atreví y simplemente lo bese.

Tener sus labios contra los míos fue mucho mejor de lo que imagine, sentí fuegos artificiales a mí alrededor, los cuales no dudaron mucho ya que Edward me separo y me miro desconcertado.

-Bella, ¿qué estas ha….- no lo deje terminar porque lo volví a besar rodeando mis brazos en su cuello y al principio se quedo tan estático que pensé que me separaría de nuevo, pero a los pocos segundos comenzó a responderme y el beso comenzó a tomar intensidad, sus brazos rodearon mi cintura y sentí su lengua acariciar mis labios pidiendo permiso para entrar, a lo que accedí de inmediato.

No sé cuánto tiempo estuvimos así hasta que finalmente nos tuvimos que separar, Edward junto su frente con la mía y mientras trataba de recuperar el aire, note que aún lucía bastante impactado, por mi parte, yo aún me sentía muy diferente y atrevida aunque no sabía la razón, pero quise aprovechar esa situación al máximo y le dije:

-Baila conmigo- tome sus manos y lo guie a la pista. Comencé a moverme de una forma que jamás me creí capaz pegando mi cuerpo al suyo y puse sus manos en mi cintura, seguí moviéndome con la música y al notar que Edward seguía inmóvil, le susurre:

-Tienes que relajarte, Edward- me miró por un momento como su tuviera dos cabezas o algo parecido pero no me dijo nada y poco a poco comenzó a imitar mis movimientos. Tenerlo tan cerca me hacía sentir cosas nuevas, sensaciones que nunca antes había tenido y me encantaba. Solo me deje llevar y seguimos bailando por un buen rato, no supe en qué momento sucedió, pero ya me encontraba de espaldas pegada a su pecho y sus manos recorrían mi cintura y parte de mis muslos, podía sentía cada parte de su cuerpo y sus brazos envolviéndome por completo. De repente lo escuche susurrar en mi oído: -Bella-, era maravilloso escuchar mi nombre en sus labios, por lo que no pude más y me voltee para volverlo a besar, jamás podría cansarme de esto.

Me separe por momento y note que sus ojos brillaban con deseo y con algo más que no pude identificar, y finalmente le dije:

-No sabes cuánto he soñado con esto- esta vez fue él quien me beso como si su vida dependiera de ello y solamente me deje llevar, recorrí su cuerpo con mis manos y él por el mío. Baje mis manos por su pecho y desabroche el primer botón de su camisa, al percatarse de esto, me detuvo y al notar mi decepción, agregó:

-Aquí no- me tomo de la mano y subimos por las escaleras, entramos a una de las habitaciones y en cuanto cerró la puerta, me volvió a besar. De un momento a otro estábamos sobre la cama y finalmente pude terminar de desabrochar su camisa, pero cuando intente quitársela note que un momento de duda cruzo su rostro y se puso de pie.

-Bella yo no sé si deberíamos…. Tú estás muy…. Y yo….- me puse de pie y coloque un dedo en sus labios.

-Shh…- bese su cuello y agregué.- Yo quiero hacerlo- lo escuche gruñir cuando dije eso y seguí besando su cuello, poco a poco fui bajando por su pecho y me separe para sentarme en la cama. Con su ayuda desabroche su pantalón y de inmediato note que estaba muy excitado, lo toque suavemente y le dije:

-Yo no sé como…- de inmediato entendió a lo que me refería, por lo que tomo mi mano para guiarme en los movimientos que tenía que hacer. Lo escuche gemir por un momento y eso me hizo sentir un tanto orgullosa, poco a poco yo sola lo fui acariciando y al verlo reaccionar así quise seguir con mi exploración por lo que baje sus bóxers y pantalones por completo.

Me sorprendió un poco verlo así, ya que nunca antes había visto un hombre completamente desnudo y me quede contemplándolo por unos segundos preguntándome ¿Acaso este hombre no puede ser más perfecto?. De repente lo escuche reír y comentó:

-No es justo, yo ya estoy sin nada y tú sigues vestida- se acercó a mí y me besó con intensidad, sentí sus manos al borde de la blusa que traía y lo ayude a quitármela. Besó mi cuello y posó sus manos sobre mis pechos, acariciándolos suavemente por un momento y después pasó una de sus manos a mi espalda.

Cuando lo sentí jalonear mi brassier, de inmediato entendí lo que intentaba hacer por lo que decidí ayudarlo quitándomelo yo misma.

-Maldito brassier- lo escuche comentar y eso me hizo reír.

Continuó tocando todo mi cuerpo y besando cada parte que le fuese posible mientras yo hacía lo mismo con él.

Cuando finalmente estuvimos los dos completamente expuestos y listos para entregarnos, lo sentí colocarse en mi entrada y antes de hacer cualquier cosa me miró y me preguntó:

-¿Estás segura de esto?-

-Completamente- y con esa contestación, entro lentamente en mí. Fue doloroso al principio, pero no tanto como imagine que sería, se detuvo un momento esperando a que me acostumbrara a él y poco a poco comenzó a moverse.

Al acelerar sus movimientos, el placer fue aumentando tanto que no pude evitar gemir cosas sin sentido y que gritara su nombre como si se trátese de un rey. Él tampoco se quedo atrás y yo me deleitaba escuchándolo decir mi nombre una y otra vez, en más de una ocasión lo escuche mencionar:

-Eres tan hermosa- y así me sentía en ese momento. Cuando comencé a sentir un nudo en el estomago, Edward dijo:

-Bella, no voy a durar mucho, estoy a punto de….- lo calle con un beso y poco después sentí como si todo explotara, una sensación simplemente indescriptible a la vez que sentía como si algo se derramara dentro de mí. Nada en el mundo podría jamás superar esto, era más que perfecto.

-Fue…- dije mientras trataba de recuperar el aliento.

-Grandioso- termino mi frase y me dio un suave beso en la frente antes de separarse de mí y acostarse a un lado. Ni siquiera analice el hecho de que posteriormente me abrazara y me acercara a su pecho, ya que el cansancio comenzó a vencerme y poco antes de caer en los brazos de Morfeo, me pareció escucharlo decir:

- Te quiero Bella-

Al despertar la mañana siguiente, lo primero que sentí un fuerte dolor de cabeza y una sed terrible. Estaba pensando en bajar a la cocina a tomar un vaso de agua y una aspirina, pero en cuanto abrí los ojos me di cuenta que algo estaba mal, realmente mal. Lo primero que noté fue que está definitivamente no era mi cama ni mucho menos mi habitación. Había alguien acostado bocabajo a mi lado completamente desnudo y sentí miedo. De inmediato me puse de pie y note que yo también estaba así por lo que envolví las sabanas a mí alrededor y comencé a buscar mi ropa. Mi mente no dejaba de dar vueltas sobre lo que estaba pasando, tenía tantas dudas sin responder, quería salir lo más rápido posible de ahí. De repente, el chico de la cama cambio de posición sin despertarse y pude ver con claridad de quien se trataba.

-¿Edward Cullen?- susurré para mí misma. ¿Edward y yo? ¿Desnudos en una misma cama? ¿Acaso él y yo….? No, no podía ser posible. Simplemente no podía ser…

Temiendo que despertara, en cuanto encontré toda mi ropa, me cambie lo más rápido que pude y salí de ahí. Al bajar las escaleras y ver el lugar donde parecía haber existido una fiesta, fue como si todos los sucesos de ayer de pronto llegaran a mi memoria.

Recordé a Rose y a mi llegando a la fiesta

A ella abandonándome en la misma para irse con Emmett

A Edward preguntándome si estaba bien

Los besos que le di

Aquel baile que tuvimos

La manera como él y yo…hicimos el amor

Sentí como si perdiera la respiración por unos instantes mientras trataba de asimilar todo lo que acababa de recordar. Me había besado con Edward Cullen, con EL EDWARD CULLEN y no solo eso… había perdido mi virginidad con él y fue fantástico. Pero al analizarlo todo de nuevo, me percate que yo fui la resbalosa con él, yo fui quien lo beso, yo fui quien lo incito a bailar, yo fui quien le insistió para que se acostara conmigo. Me comporte como si fuera una… zorra. Probablemente lo era después de lo que había hecho.

Si antes tenía la necesidad de salir de ese lugar, ese sentimiento aumento aún más al darme cuenta de lo ocurrido ayer. Salí lo más rápido que pude de ahí y a pesar de que estaba algo lejos, camine hasta mi casa.

Al llegar, temí que Charlie se hubiera percatado de mi ausencia, pero al ver que la patrulla no estaba enfrente de la casa, me di cuenta que aún no llegaba del trabajo, por lo que sentí un poco de alivio.

Durante todo ese fin de semana no salí casi de mi habitación de lo avergonzada que me sentía y afortunadamente Charlie no se dio cuenta que había algo raro en mí.

Lamentablemente llegó el lunes, el día que más temía porque debía ir a la escuela y tendría que ver a Edward de nuevo, por un momento pensé en faltar pero sabía que no podía hacerlo ya que estábamos en trabajos finales y debía estar ahí. Así que con mucho temor llegue al instituto y no pase desapercibida las numerosas miradas que recibí de algunos de mis compañeros, probablemente de aquellos que habían asistido a la fiesta. En cuanto encontré a Rosalie en su casillo, me apresure para alcanzarla y le exigí una explicación.

-Rose me prometiste que me llevarías a mi casa y ¿Qué hiciste? Me abandonaste para irte con ese tipo que acababas de conocer-

-Lo siento Bella, es que realmente queríamos estar solos y no quise arruinarte el momento. Era la primera vez que te estabas divirtiendo-

-¿Yo? ¿Divirtiendo? Lo único que quería era irme a mi casa- me sentía realmente enojada con ella.

-De verdad lo siento, pensé que encontrarías a alguien para que te llevara a tu casa- intento excusarse.

-Pues no lo hice, tuve que caminar sola hasta mi casa, no gracias a ti-

-Otra vez lo siento- insistió, pero yo la conocía lo suficiente como para saber que realmente no lo sentía. En eso, note a alguien que se dirigía hacia nosotras y no era solo alguien, era Edward. En ese momento sentí mucho miedo e hice lo único que se me ocurrió, lo cual fue salir de ahí.

Trate de evitarlo lo más que pude y no solo durante ese día, sino durante toda la semana, en cuanto aparecía en el mismo salón que yo, hacía lo imposible para escaparme y que no me hablara. Realmente temía de lo que me fuera a decir, si de por si estaba segura que pensaba lo peor de mí, probablemente creía que era una facilona que me acostaba con el primero que se me pusiera enfrente. Ya no quería más humillaciones de las que ya había tenido…

Ese Viernes en particular, Rose se vino a mi casa a comer y mientras yo estaba en la estufa, alguien toco la puerta. Al ver que estaba un tanto ocupada en la cocina, me dijo:

-Yo abro- y se fue para ver quién era, no tardo mucho tiempo en regresar luciendo muy sorprendida antes de comentar:

-Es Edward Cullen, dice que quiere verte- casi me quemo con el sartén al escuchar eso y me apresure en decirle:

-Dile que no estoy-

-¿Cómo no vas a estar si esta es tu casa?-

-Pues dile entonces que no quiero verlo ahorita, dile que….que….-suspire derrotada- que mañana voy a su casa a hablar con él-

-Está bien- contestó no muy convencida y regresó a la entrada para darle mi recado.

Después de poner la mesa, note que Rose me miraba fijamente como si tratara de descifrar algo, esta fue tan penetrante que finalmente dije:

-¿Qué?-

-Ya suéltalo-

-¿Soltar qué?-

-¿Qué sucede entre tú y Edward?-

-Nada sucede entre nosotros- afirme.

-No te creo-

-Está bien, está bien, te diré lo que paso- dije frustrada y comencé a relatarle lo sucedido en la fiesta. Cuando termine, su reacción fue:

-¿Tuviste sexo con Edward Cullen?- se escuchaba muy sorprendida pero a la vez note que sonaba como ¿molesta?.

-Si- dije en voz tan baja que no supe si me había oído.

-No lo puedo creer, ahora lo entiendo todo. Es por eso que en la escuela andan diciendo que eres una puta ¿cierto?-

-¿Qué?-… eso no lo sabía.

-Sí, andan diciendo que te vieron de ofrecida el día de la fiesta, pero jamás pensé que hubiera sido con Edward-

-Yo…-sabía que mi comportamiento había sido bajo, pero que la gente lo confirmara era más doloroso aún.

-Ups, creo que me pase con mis comentarios, lo lamento Bella- se acerco a mí y me abrazo.-¿Qué es lo que piensas hacer?- me preguntó.

-No lo sé, creo que solo me queda hablar mañana con Edward y ver qué sucede-

-No- dijo con un tono de brusquedad

-¿No?- conteste un poco confundida

-No Bella, no hables con él, probablemente solo te insultara o querrá que te vuelvas a acostar con él, ya sabes cómo son los hombres- en realidad no lo sabía.

-Pero me ha estado buscando mucho Rose, no puedo evitarlo para siempre- le respondí y pareció pensar por un momento antes de decir:

-Tengo una idea- dijo con firmeza- yo puedo hablar con él en tu lugar. Así evitaríamos que te pudiera insultar y le dejaría en claro que no eres ninguna puta. ¿Qué opinas?-

-No lo sé, no creo que sea algo que tú debas hacer-

-¿Para qué están las amigas entonces Bella? Quiero protegerte y ayudarte con esto. Créeme- pensé lo que me dijo por un momento y aunque aún no estaba convencida del todo con la idea, mi temor de ver a Edward era aún mayor, así que respondí:

-Está bien Rose tu ganas- su respuesta fue una gran sonrisa y volvió a abrazarme.

Ese fin de semana me la pase más nerviosa de lo normal, ya que no sabía cómo le había ido a Rose con Edward y no tenía ni idea de lo que pudieron haber platicado. Pensé que ella me marcaría una vez que hubiera hablado con él, pero no lo hizo, así que no me quedo de otra más que esperarme hasta el lunes para saber lo que había pasado.

En cuanto llegué al instituto el lunes, lo primero que hice fue buscar a Rose pero no la vi por ningún lado, así que me dirigí a su casillero, pero cuando estuve a punto de llegar, lo que vi, me dejo en completo shock. Estaba Rose en el pasillo besándose con la última persona que hubiera imaginado, estaba besándose con….Edward, comencé a sentirme mareada con lo que estaba presenciando y sentí ganas de vomitar, literalmente, así que corrí al baño para sacar todo lo que había almorzado esa mañana. Después de eso comencé a llorar, no podía creer que esto estuviera pasando, intentaba asimilar lo Rose y Edward pero no podía. No sé cuánto tiempo transcurrió antes de que me sintiera lista para salir del baño y evite tanto a Rose como a Edward a toda costa. A pesar de eso, no pude evitar escuchar los comentarios que hacían mis compañeros respecto a ellos como: "¿Sabías que Rose y Edward están saliendo?", "Hacen una bonita pareja ¿no crees?" y el peor de todos: "Me alegra que Edward no se quedara con Bella, imagínate con cuantos ella le hubiera sido infiel de haberlo hecho".

En cuanto sonó el timbre de salida ese día, corrí hacia mi camioneta y mientras buscaba mis llaves, Rosalie se acerco a mí:

-Hola Bella ¿Cómo has estado? No te he visto en todo el día- la muy cínica me hablaba como si nada.

-¿De verdad me estas preguntando eso Rosalie? Eres increíble-

-¿Por qué ese tono conmigo?- me reclamó.

-¿Por qué….? De verdad no puedo creerlo, te vi en la mañana con Edward, yo pensé que eras mi amiga-

-Y lo soy-

-¿Entonces….? ¿Qué paso con…. hablare con él para que no te insulte, de verdad quiero protegerte?-

-Y lo hice, no entiendo cuál es tu enojo- insistió elevando la voz.

-Que enredarte con él no era parte del plan- contesté también elevando mi voz.

-No fue algo que planeara, simplemente se dio, además, no es como si estuvieras saliendo con él ni nada, solo fue una noche Bella, UNA- sentí que las lagrimas me traicionarían en cualquier momento.

-Pero tú sabías muy bien lo que sentía por él- justo en ese momento logre encontrar mis llaves y me subí a mi camioneta antes de que pudiera decirme algo más. En cuanto llegué a mi cama, me volví a derrumbar y lloré casi todo el día.

Las siguientes semanas que transcurrieron fueron mucho más difíciles que cualquier otra, ya que si antes no era muy social en la escuela ahora me había vuelto completamente antisocial, no quería ver ni hablar con nadie, además que con la reputación que ahora me cargaba, considere que era mejor estar sola. Y no solo la escuela era difícil, mi salud no era la mejor en este momento ya que últimamente me había sentido muy mal y vomitaba muy seguido. No fue hasta que finalmente me decidí ir con la enfermera de la escuela, que supe lo que realmente tenía:

-Mmm, estoy sospechando lo que puede ser- comentó la enfermera una vez que le dije mis síntomas.-Bella, necesito preguntarte algo muy personal…-

-Hágalo- no tenía problemas con eso

-¿Bella eres activa sexualmente?-

-En este momento no-

-¿Pero has tenido relaciones recientemente?- no pude evitar sonrojarme levemente ante su pregunta.

-Solo he tenido una, pero fue hace como mes y medio- comencé a temer cuando me di cuenta hacia donde iba con todo esto.

-¿Y usaron protección?- era exactamente a donde creí que iba.

-Yo…no- en ese momento me di cuenta de lo estúpida que había sido. ¿Cómo fui capaz de tener sexo sin usar nada? Ah sí, ahora lo recuerdo, porque estaba ahogada en alcohol.

-Bella, por lo que me has dicho, sospecho que puedes estar embarazada- en cuanto dijo esa palabra, sentí como escalofríos que recorrieron mi cuerpo. Si estaba embarazada, significaba que tenía un bebé dentro de mí, un bebé mío y de Edward, un bebé al cual tendría que dedicarme completamente y tendría que proteger. Pero ¿cómo haría eso si ni trabajo tenia? Ni siquiera había terminado el bachillerato aún.

-Yo…-

-Me gustaría hacerte una prueba para asegurarme- y eso hice, tome la prueba de embarazo y después de 5 minutos finalmente sabríamos el resultado. La enfermera reviso la prueba y confirmo lo que sospechaba.

-Es positivo Bella-

Positivo….positivo… es lo único que tuve en la cabeza durante toda la noche, la enfermera me hablo sobre las opciones que tenía, pero en ese aspecto yo estaba segura de mi decisión: Tendría a este bebé y yo lo cuidaría. A pesar de las circunstancias, yo ya quería a este bebé y sería un pedacito de Edward que siempre tendría. Aún no sabía si decirle lo de mi embarazo o no pero tendría que decidirme pronto, muy al fondo, tenía cierto miedo de que pensara que el bebé no era suyo.

Y la verdad yo no tenía ni idea de lo que iba a hacer.

FIN DE FLASHBLACK

Así que aquí estoy, acostada en mi cama el día de mi fiesta sin ninguna intención de ir, estaba considerando ver una película cuando en eso Charlie toco la puerta y entró a mi recamara:

-¿Qué haces aún en pijama? ¿No piensas ir al baile?-

-No, no tengo ganas de ir- dije con un tono de indiferencia

-Pero Bella esto es algo que jamás se repetirá en tu vida –me miro por un momento – ¿Tienes temor de ir a ese baile?- pero ¿cómo….?

-Sí, algo así- medio admití

-Bella, no deberías tomar decisiones a partir de tus miedos, créeme que todos los tenemos, hasta yo que soy policía los tengo, lo que hace la diferencia es la forma como los enfrentamos y salimos adelante. Puedes perderte de grandes cosas si no lo haces, como tu baile de graduación por ejemplo- eso me hizo reír y le conteste.

-Lo voy a pensar ¿te parece?-

-Muy bien, estaré en la sala por si necesitas algo-

Y realmente pensé lo que me dijo, en ese instante me di cuenta que tenía razón, últimamente todas mis acciones y decisiones las había basado en el miedo. Lo cual realmente no me había traído nada bueno. Así que cuando pensé si debería perderme el baile solo por Rose y Edward, la respuesta era no.

ssssssssssssssssssssssssssss ssssssssssssssssssssssssssss ssssssssssssssssssssssssssss ssssssssssssssssss

Sentí nervios en cuanto vi la entrada de la escuela, lentamente camine hacia ella y entré al baile, la verdad es que me sentía un poco extraña porque parecía ser la única sin pareja, pero aún así trate en la medida de lo posible pasar un buen momento e incluso hasta salude a algunos de mis compañeros que estaban ahí. Mire hacia la pista de baile y finalmente vi lo que más temía, a Rose y Edward, Rose traía un vestido negro, corto tal como pensaba y Edward se veía muy guapo con su smoking negro. Me quede viéndolos por un momento y cuando Rose se dio cuenta que estaba ahí se acerco a mí y dijo:

-Pensé que no ibas a venir- parecía molesta de verme ahí

-La verdad es que no lo iba a hacer-

-¿Y entonces?-

-No iba dejar que un par de bichos arruinaran mi noche-

-¿A qué te refi….? Sabes, no importa, Edward y yo nos la estamos pasando muy bien, y te digo algo entre amigas- decidí no contestar nada.- Creo que esta noche, será mi noche de suerte con él, espero que no te molestes-.

-Claro que no- si ella podía ser hipócrita, yo también podía serlo- Muchas felicidades-

-¿De verdad Bella? Porque ya no vas a ser la única de la escuela que sepa lo que es estar con Edward Cullen, si sabes a lo que me refiero-

-En serio Rosalie, me da mucho gusto por ti- no sé de donde tome el valor y agregué- Solo espero que logres complacerlo tanto como yo lo hice- le guiñe el ojo y me fui de ahí. Se sintió tan bien actuar así aunque por dentro me estuviera muriendo de celos.

El resto de la noche, fue pura comida y baile, yo no tenía pensado bailar pero me sorprendió que me invitara Mike, un antiguo pretendiente que tenía de la escuela y por supuesto que acepte aunque siempre trate de mantener mi distancia en todo momento, solo por si acaso.

Cuando comenzó la música lenta, me fui a sentar y solo me dedique a observar la pista de baile, en ese momento, vi a Edward cerca de la misma y se encontraba solo. Fue en ese instante que considere decirle lo de mi embarazo, sabía que probablemente no encontraría otro momento adecuado para hacerlo, así que sentí que era ahora o nunca. Tal como me había dicho Charlie, aunque me muriera de miedo, tenía que ser valiente y debía tomar cartas en el asunto.

-Edward…-le hable por primera vez en meses y me miró sorprendido.

-Bella, yo…ehh…. ¿Cómo estás?-

-Estoy muy bien, tratando de disfrutar el baile claro- me sonrió levemente y asintió.

-Edward, en realidad hay algo que necesito decirte- lució desconcertado por mi comentario, pero dijo:

-Soy todo oídos- eso me hizo reír leventemente aunque de forma nerviosa por lo que estaba a punto de decir.

-¿Recuerdas la noche en la que nosotros…..?- no quería terminar la frase

-Como olvidarlo- contesto aunque lo hizo de forma sería

-Esa noche yo….Lo que quiero decir….Yo….Yo…..- baje mi mirada para intentar tomar fuerzas y decirle lo que necesitaba. En eso sentí su mano en mi barbilla y suavemente levanto mi rostro para que lo viera a los ojos.

-¿Tú….?- intentó animarme y conté hasta tres antes de decir:

-Estoy embarazada- finalmente lo dije y note que se quedo completamente rígido mientras sus ojos se abrían de par en par, parecía estar como en shock. Decidí darle un tiempo para que asimilara la idea por lo que agregué:-Voy a estar en mi casa para cuando te sientas listo de hablar sobre esto- y con eso último, salí de la fiesta.

No había pasado ni una hora desde que llegué a mi casa, cuando finalmente tocó Edward y dijo:

-Estoy listo para hablar-

Tengo pensado escribir uno o dos capitulos más para este fic, pero dependera del recibimiento que este capitulo tenga. Espero sus opiones :D