Hetalia no me pertenece y hago esto sin fines de lucro.
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-¡Jones!
El grito resonó por toda la oficina. Todos los empleados giraron la cabeza de inmediato hacia el joven aludido, un chico rubio, de no mas de 19 años, sentado en una esquina con su celular y audífonos, al parecer demasiado concentrado en ello como para ponerle atención al llamado de su jefe.
-¡Jones!
Dos llamados, esto podía adquirir matices peligrosos si es que el joven no reaccionaba y cumplía con satisfacer la demanda de su jefe, el cual estaba en su propia oficina con puertas de vidrio, revolviendo papeles furiosamente, el rostro ya comenzándosele a poner rojo mientras farfullaba cada vez mas enojado y todos los presentes se ponían a su vez más nerviosos y trataban de llamar la atención de joven para que atendiera de un vez, pero este seguía en su mundo con audífonos.
-¡ALFRED JONES!
Todos se quedaron quietos, pálidos y de inmediato se fueron a sus propios puestos, quedándose sudorosos de temor por aquel irresponsable joven sobre el cual ya había caído la sombra negra de la muerte.
El jefe salió de su oficina, como bestia que sale de la madriguera a por su presa, con pasos pesados se dirigió a donde estaban todos sus trabajadores redactando y editando las notas para su periódico. Apago su cigarrillo en uno de los ceniceros que pululaban por el lugar y exhalo el humor que se extendió como una niebla peligrosa hasta llegar a las narices del sujeto aludido.
Jones como lo habían llamado, arrugo la nariz con desagrado y luego alzo la vista, para luego levantarse de golpe, tirando su silla al suelo, sacándose los audífonos de golpe de las orejas, escondiendo su celular, componiendo su mejor sonrisa nerviosa al ver a su jefe venir hacia el con esa mirada que no le auguraba nada bueno… de nuevo había lo logrado hacer enojar sin tener idea el cómo y ahora le darían las consecuencias.
- ¿Me hablo señor?
- No, la primera vez te hable, la segunda igual te hable Jones-comenzó su jefe, acercándose tanto a él que el menor hasta podría contar los pelos de su bigote-la tercera ya me hiciste perder la paciencia y me tienes aquí.
- Lo siento, no lo oí
- Claro, si te la pasas ¡TODO EL MALDITO DIA ALLI ECHADO JUGANDO CON ESA COSA!-Alfred cerró los ojos por el grito y evito secarse las gotitas de saliva que le habían salpicado-¡MAS DE UNA SEMANA SIN TRAERME NI UNA MISERABLE NOTICIA DECENTE!
- ¡Anteayer le lleve la noticia del comicon con todos sus detalles y hasta una biografía de los súper héroes!
- ¡NO ME IMPORTAN TUS MALDITOS SUPER HEROES! - el hombre entorno los ojos y le apoyo un dedo en el pecho, comenzando a golpearlo repetidas veces con él para poner énfasis en sus palabras - ¡QUIERO REALIDAD, ACCIÓN, DRAMA, ANGUSTIA Y TRAGEDIA! - terminó por lograr que el menor terminara pegado a la pared - QUIERO SABER LO QUE LE INTERESA A LOS AMERICANOS, LO QUE LES PASA CADA DIA Y LO QUE PIENSAN
- Los súper héroes… - comenzó a defenderse, pero de nuevo fue callado por otro grito.
- QUIERO A UN BOMBERO QUE SALVA A UN BEBÉ DE LA MUERTE EN UN EDIFICIO DE CIEN PISOS, QUIERO UNA MADRE QUE SALVA A SU ESPOSO DE MORIR APLASTADO POR UN AUTO ¡HASTA ME SIRVE COMO UN ADORABLE GATITO SE SALVA DE MORIR ATROPEYADO POR UNA BICICLETA!
- Le traigo eso si quiere…
- No Jones - el tono de su jefe se volvió peligrosamente dulce y todos los demás reporteros, editores y fotógrafos temieron por Alfred - Tu ya no estas para eso, eres joven, tienes sangre apasiona por el peligro, ¿cierto? - no espero respuesta y siguió - Veras Jones, un estudio demostró que los americanos son cada vez más tolerantes con todas las etnias, minorías sexuales y personas extranjeras, pero… - saco un cigarrillo y lo tendió, de inmediato cinco encendedores de empleados solícitos se encargaron de encenderlo para él - la gente sigue sin querer a los rusos - negó con la cabeza mientras que el joven interpelado alzaba las cejas, a él en lo personal tampoco les gustaban, y no era un secreto para nadie que el joven amante de la libertad no le agradaba nada de lo que tuviera que ver con Rusia, aunque ya no fuera comunista - por eso, tú te encargaras personalmente de hacer un reportaje para saber si los rusos son buenos o malos, ¿entendido?
- Cla…claro… buscare… extranjeros y… personas con conocidos rusos para…
- No Jones, claro que no - el director del periódico dejo escapar una risita alegre, peligrosamente alegre - Tu eres un hombre de campo de acción, no vas a filmar a las gallinas cuando puedes grabar a las águilas, ¿no?
- Creí que era sobre rusos…
- ¡Te vas a Rusia! - todos abrieron los ojos como platos, mirando al joven que se había puesto pálido - tu vuelo sale mañana a las 7 am, tienes un mes para hacer el reportaje y no te quiero antes aquí - se dio media vuelta, dejando a Alfred mas pálido que antes, todos los empleados lo miraban aun boquiabiertos - ¿Y ustedes? ¡Que se supone que están haciendo! ¡No les pago de mirones, a trabajar!
Alfred se dejo derrumbar sobre la caída silla, mirando fijamente hacia la nada. ¿A Rusia? ¿Era enserio? ¡Que ni siquiera sabía decir hola en ruso y lo mandaban para allá! ¿Qué se suponía que iba a hacer? ¡Se estaba jugando la cabeza en ello! bueno, no la cabeza pero si el puesto que tanto le había costado conseguir… ¿De verdad debía ir? Miro angustiado a sus alrededores, la mayoría lo miraba con pena por aquello que le habían encomendado y es que todos sabían que ello no era más que un castigo para el joven por su irresponsabilidad de los últimos días.
Tragó saliva y se levantó para luego salir de la oficina, si debía ir a Rusia mañana, lo mejor era que… empacara sus cosas desde ya.
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Bien, la pequeña intro de la historia, espero que les guste y cualquier crítica o comentario es bienvenido.
Gracias por leer.