Ese día había sido toda una pesadilla para Marinette. La patrulla de la noche anterior había sido extenuante. Cuando se reunió con Chat Noir acordaron regresar a la Torre a las 3:00 am, sin embargo, problemas con ladrones y asaltantes en la ciudad le obligaron a permanecer cerca de una hora más, cosa que iba a lamentar puesto que nada más llegar a su casa y revisar su celular antes de poner la alarma, se encontró con un recordatorio en la pantalla, le faltaba terminar el proyecto de ciencias. Se debatió un instante entre si debía hacerlo o dormir, en su interior sabía que necesitaba esa calificación.

Apenas y termino a tiempo, se obligó a darse un baño rápido, corrió a la mesa del desayuno, tomó una pieza de pan y se apresuró a llegar antes de la campanada. Luchó por mantenerse despierta y luchó con más fuerza aun con los 3 akumas que aparecieron durante el día. Sip, fue un número récord, el universo estaba conspirando en su contra, de eso no había duda. Entre sus actividades normales, acompañar a Alya en sus correteadas en busca de nuevas y jugosas noticias, la ayuda a sus padres en la panadería y el tener que luchar se le fue el día.

De tal manera, llegó cansada y con apenas fuerzas a realizar el patrullaje de esa noche. Esperaba en la punta de la Torre Eiffel cuando el gato negro apareció.

-Wow my lady, nunca lo he pensado de ti realmente, pero, te ves fatal- La voz de Chat se escuchó a su espalda, con su usual tono bromista. Lo cierto es que conocía poco de la vida de Chat, todo sea en pos de permanecer a ciegas con su identidad, pero a veces se preguntaba ¿cómo rayos le haría para estar siempre tan activo? Enserio, ¿acaso el chico se inyectaba cafeína o algo así? El suspiro fue tan tenue en sus labios que apenas y se notó.

-Lo sé chatón, un día pesado, y aún no termina- La voz de Ladybug denotaba el agotamiento que sentía- ¿Te parece si solo damos una vuelta por ahí y nos volvemos a encontrar pronto? - Realmente no creía que la ciudad se cayera en una noche por no hacer bien el patrullaje.

Debía de verse fatal, pues basto una mirada del gato por su rostro para asentir y responderle.

-Por supuesto my lady, al finalizar nos encontramos aquí. Deberíamos darnos prisa, mientras más pronto mejor. - y con la misma y una reverencia hacia ella, salto de la Torre en dirección Sur.

Se obligó a si misma a recorrer las calles cuando lo único que quería era tumbarse sobre el tejado más próximo, aunque eso sería más propio de un gato, pensó con una sonrisa. Cuando llegó al punto de encuentro, se sentó en espera de Chat, el gatito no tardaría en llegar. Ella juraría que solo parpadeo, pero lo cierto es que ni notó el momento en que se durmió y es que a esas horas de la noche realmente no le importo.